Tu ya lo tienes todo
claro, ya sabes lo que harás
tal vez mañana y en tu agenda
las horas están comprometidas,
el tiempo calculado, las palabras
apuntadas como arpones.
Tú ya lo tienes todo
decidido: tu gato, tu periódico,
tu vehículo, tus libros y aparatos,
tu TIC, tu TAC, tu pen, tu ONG
lo que has de decir, lo que debes callar
el trazo rectilíneo de tu vida diseñada,
tu pareja disponible, tu seguro salario
aunque sea más miseria.
Tú ya lo tienes todo aunque no sabes
del enorme vacío que te encierra,
maniobrados, rodeados, esposados:
aunque te sientas ilusoriamente bien,
con la mezquina seguridad domesticada
del, ahíto de alimento, pájaro enjaulado.
Lloras lágrimas de cocodrilo, cuando deciden
que se conmueva tu duro corazón
mostrándote criaturas ahogadas, mutiladas,
con los vientres enfermamente hinchados,
hasta das unas monedas, para que los altruistas
sigan poniendo tiritas a hemorragias.
Eres feliz, como si no supieras,
que, como si respiráramos,
mueren doce niños por minuto
de hambre, de miseria, para que suban
como el humo las acciones
del mercado de futuros.
Tú ya lo tienes todo claro, i
gnorante ilustrado, adicto
a las redes sociales, progre.
No cuento contigo.
Francisco Marín Campos. De Gaia a Ciencia (canciones de amor y guerra)
No hay comentarios:
Publicar un comentario