Cuando la multitud hoy muda, resuene como océano.

Louise Michel. 1871

¿Quién eres tú, muchacha sugestiva como el misterio y salvaje como el instinto?

Soy la anarquía


Émile Armand

martes, octubre 30

Un mundo sin policía


Vivimos en una sociedad donde casi cualquier problema social – desde vecinos/as ruidosos/as a un faro trasero roto- se ha convertido en un asunto de intervención policial. El resultado es una epidemia de acoso y violencia. Pero, ¿y si encontráramos otras formas de resolver nuestros problemas? ¿Y si hiciéramos retroceder al poder policial y aboliéramos la institución por completo? Aquí te invitamos a pensar y actuar junto a otras visionarias y encontrar maneras de lograr un mundo libre de policía.

Así se presenta el proyecto colectivo estadounidense A World Without Police (un mundo sin policía) que trata de buscar acciones concretas que nos acerquen a ese objetivo de un mundo en el que no exista esta institución. Con este fin, en su página web recopilan una interesante guía de estudio sobre el tema (ver el apartado Study Guide), así como noticias de actualidad relacionadas. Aunque sus textos principales están basados en el contexto estadounidense, nos parecen un material muy útil también en nuestro contexto, por eso hemos traducido algunos de ellos al castellano a continuación.

 

El problema

Los/as activistas contra la brutalidad policial suelen decir que la policía está ahí para proteger y servir, y se quejan de que no lo hacen. Pero esta suposición acerca de la finalidad de la policía es errónea. Desde su creación hasta el presente, las fuerzas policiales han protegido y servido a la minoría rica contra la mayoría, a la gente blanca contra el resto. La aplicación desigual de la ley y la violencia no son aberraciones, son una parte necesaria de su trabajo.
Históricamente, las fuerzas policiales fueron creadas para proteger la propiedad de empresas y ricos y mantener la supremacía blanca. En las ciudades, se formaron para reprimir al creciente número de gente pobre que trajo consigo el capitalismo industrial, mientras que en las plantaciones y colonias agrícolas se formaron en respuesta a la amenaza de las revueltas de esclavos/as.

En Inglaterra, la primera policía fue fundada por comerciantes ricos para prevenir el robo en los puertos comerciales de Londres. Este primer intento sentó las bases para el establecimiento de la Policía Metropolitana de Londres, la primera fuerza policial moderna del mundo, en 1829. En Estados Unidos, los primeros departamentos policiales se formaron a mediados del siglo XIX en las ciudades del noreste para controlar los disturbios y la cultura urbana problemática de las personas migrantes pobres, para proteger la propiedad de las clases medias y hacer cumplir las leyes contra la huida de esclavos/as. En el sur, la policía evolucionó a partir de las patrullas de control de esclavos/as, y se centró en evitar las huidas o insurrecciones esclavas.


En todos los casos, la policía se inventó para defender la propiedad y los intereses de la clase blanca dominante. Para evitar que las explotadas perturbaran la sociedad capitalista, sea mediante comportamientos antisociales o mediante rebeliones conscientes.

Hoy, a pesar la diversificación de los servicios policiales, la principal actividad de la policía continúa siendo el patrullaje de las calles. Las patrullas callejeras velan por el cumplimiento de todo un rango de normativas para controlar a los/as pobres y otras capas de población vistas como insubordinadas o turbulentas. Utilizan la raza –especialmente la negra- como una seña de identificación de objetivos potenciales. La policía rara vez se fija en los abusos laborales por parte de los/as jefes, o en delitos de cuello blanco. Al contrario: protegen áreas comerciales y, en menor medida, la propiedad de las clases medias. Fundamentalmente, la forma más extendida de opresión en la sociedad capitalista no es la policía, sino nuestra explotación en el puesto de trabajo, donde se nos roba el valor que creamos para los empleadores en forma de beneficios. Este tipo de explotación se considera totalmente normal y legal, un crimen escondido a plena vista.

Hoy como ayer, la policía protege los arreglos comerciales, laborales y habitacionales que mantienen el capitalismo en marcha, y a aquellos/as que se benefician de ellos.

Precisamente porque el objetivo fundamental de la policía es defender un sistema injusto, es imposible que la policía proteja y sirva a todas las personas por igual. Los cuerpos policiales dirigen su atención a las personas pobres racializadas y la apartan de la gente rica, dejando la explotación capitalista diaria intacta. Mientras continúa la explotación, los/as ricos/as se vuelven más ricos/as y las élites adquieren cada vez más poder para dirigir la atención policial a donde quieran. “La igualdad ante la ley” es una expresión vacía en este tipo de sociedad, igual que lo es la “libertad de expresión” cuando la emisión de los medios de comunicación es comprada y vendida por empresas.

Dado que la policía trabaja para el gobierno en vez de para algún capitalista privado, da la impresión de que sirven a la población en general y que las personas contra las que se dirige la policía son enemigos públicos. El trabajo policial cotidiano vilipendia a los/as pobres y no-blancos/as e invita a los/as trabajadores/es con mejores condiciones a buscar protección en la policía al igual que hace la clase dominante. En la policía estadounidense este proceso de división siempre ha sido racista. Las patrullas de control de esclavos/as unían a vasallos/as blancos/as pobres con ricos dueños de esclavos para mantener la subyugación de los/as esclavos/as negros/as. De la misma forma, la policía contemporánea divide entre ciudadanos/as de primera y de segunda, en nombre de los derechos universales.

Para mantener la desigualdad capitalista, el trabajo policial siempre va a requerir la amenaza y uso de la violencia. Esto es lo que distingue a la policía del resto de instituciones públicas. A diferencia de otros cuerpos estatales, la policía tiene la autoridad para quitar derechos individuales por la fuerza, incluso quitar la vida. Independientemente de los límites legales que se les impongan, el papel de la policía les otorga el poder de detener, golpear, encerrar y asesinar en servicio de la ley y el orden.

La policía también es violenta en un segundo sentido: mientras sigan haciendo su trabajo, continuará la explotación cotidiana. Mientras mantienen la “igualdad ante la ley”, a los/as pobres se les paga salarios de hambre y se les desahucia y los/as jefes se quedan los beneficios. No importa lo no-violenta que se haga la policía, la violencia sistémica siempre permanecerá. No hay entrenamiento, supervisión legal o reforma que pueda alterar la violencia fundamental de la institución policial.

La única forma de acabar con la violencia policial es mediante una transformación revolucionaria de la sociedad que haga que la riqueza y los recursos sean libremente accesibles a todos/as. En vez de reformar la policía manteniendo su papel actual, esto requiere abolirla por completo.


La estrategia

La policía no solo asesina. Patrullan escuelas, hospitales y vías públicas. En muchas ciudades, recorren las aceras de complejos de vivienda pública, aparcan en las oficinas del paro, en centros comerciales o parques. En todos estos espacios, mantienen la supremacía blanca y protegen la propiedad por encima de la vida humana. De hecho, llevan a cabo una labor esencial para el capitalismo: disciplinar la pobreza, la población negra, queer, indígena, trans, no-blanca y con diversidad funcional para que acepten unas condiciones de vida deterioradas, reproduzcan las diferencias sociales y el aislamiento y castiguen cualquier disidencia contra el status quo de alienación y explotación.

No se puede reformar una mina antipersona, pero sí se puede desmantelar, destruir las fábricas que las construyen y disolver los gobiernos y empresas que se benefician de su existencia. Del mismo modo, no luchamos por una nueva policía más amable, más diversa, mejor entrenada que sus predecesores, ni siquiera por un nuevo sistema judicial. Luchamos por un mundo sin policía. Estamos trabajando para desempoderar, desarmar y disolver los cuerpos policiales dondequiera que operan y por revolucionar la sociedad en su conjunto.

Desempoderar

Si, como demuestra el caso del policía violador de Oklahoma Daniel Holtzclaw, nuestros cuerpos no nos pertenecen; si, como demuestran los casos de Eric Garner y Alton Sterling, la supervivencia diaria en un mundo capitalista se castiga con humillación, ataques y muerte, entonces la lucha no puede ser por una policía más “blanda”, diversa o basada en la comunidad. El poder absoluto e indiscutible que tiene la policía sobre nuestras vidas es directamente proporcional a nuestra falta de poder. Esta realidad solo puede comenzar a cambiar si le quitamos a la policía ese poder en todos los espacios en los que operan.

¿Cómo podemos desempoderar a la policía y empoderarnos nosotros/as mismos/as? Esto es un proyecto a largo plazo que conllevará reconstruir las relaciones de comunidad para resolver los problemas sociales y oponerse a la violencia policial, y sustituir la fragmentación capitalista con la libre asociación.

Primero, podemos confiar los/as unos/as en los/as otros/as en vez de en la policía. Cada vez que llamamos a la policía para pedir su ayuda, nos arriesgamos a que alguien salga herido/a o muerto/a. Pero si desarrollamos líneas de comunicación, oportunidades para la autoformación y la resolución colectiva de conflictos en diferentes escenarios, podemos empezar a excluir a la policía de nuestras vidas. En vez de que la policía medie en nuestros conflictos, podemos empezar a resolverlos por nuestra cuenta.

En segundo lugar, podemos construir organizaciones de lucha contra la violencia policial. Éstas podrían incluir grupos específicos para controlar la conducta policial o para cuestionar su legitimidad en nuestros barrios. Al mismo tiempo, grupos de todo tipo en el barrio, el colegio o el lugar de trabajo podrían oponerse a la expansión del poder policial y responder a su violencia cuando ésta tenga lugar.

En tercer lugar, podemos desarrollar “zonas libres de policía” en nuestros barrios, una vez que tengamos suficiente fuerza para resolver problemas sociales por nuestra cuenta y para enfrentarnos a la impunidad policial. Esto implicará reclamar espacios públicos para manifestar nuestras quejas, imaginar alternativas y socializar, al tiempo que desafiamos la fragmentación que produce el capitalismo y sostiene la policía. Podrían empezar siendo zonas temporalmente libres de policía y expandirse hasta ser ocupaciones semi-permanentes mantenidas y defendidas por la comunidad.

Aquí tenéis algunas ideas concretas para empezar a desempoderar a la policía:

En casa:

– Desarrollar árboles telefónicos y redes de respuesta rápida para compartir información importante, alertar de controles o redadas policiales y responder a amenazas policiales a tiempo real. Registrar conductas policiales y tomar acciones colectivas para parar la violencia policial en el acto y cuidar a los/as afectados/as por ella.

– Estudiar y compartir habilidades de mediación en conflictos, de forma que pequeños desacuerdos como quejas por ruidos puedan solucionarse entre vecinos/as sin involucrar a la policía. Comenzar a construir estas habilidades en asociaciones o colectivos vecinales.

– Construir grupos de defensa contra la violencia de género y el acoso sexual, liderados por supervivientes. La gente recurre a la policía cuando no tiene otra forma de abordar la violencia en el espacio privado, pero si hay alternativas como redes de apoyo, centros de crisis o grupos de autodefensa, se puede comenzar a dejar de lado la intervención policial.

– Luchar contra los desalojos. La policía existe para proteger la propiedad y hacer pagar a la clase trabajadora por su acceso a ella. Construir sindicatos de inquilinos/as, redes de solidaridad, grupos de defensa contra los desahucios u otro tipo de organizaciones que puedan defender el acceso de los/as vecinos/as a un techo sobre sus cabezas, sin importar su capacidad de pagarlo. Cuando la policía acuda a un desahucio, hay que estar ahí para echarles y mantener a los/as vecinos/as en sus casas.

 En las calles:

– Animar a los/as vecinos/as a negarse a hablar con la policía cuando vienen a fisgonear por el barrio. Desacreditar y protestar contra las campañas que incentivan el chivateo y que contribuyen a la criminalización y encarcelamiento de unos/as a otros/as.

– Construir redes vecinales que interfieran en la actividad policial. Ya se están dando luchas de este tipo en Estados Unidos y se pueden activar mediante líneas de comunicación existentes entre organizaciones vecinales, laborales o de vivienda. Controlar y monitorear a la policía, pero no sólo eso: crear una cultura colectiva de resistencia que interfiera e impida a la policía usar la fuerza y detener a personas vulnerables.

– Constituir grupos de mujeres, personas queer y trans para defenderse contra el acoso callejero y las palizas. Si somos capaces de defendernos, no tendremos que confiar en la misma policía que nos acosa en momentos de crisis.

– Organizar campañas para derogar políticas represivas, como el Stop-and-Frisk en Nueva York o Civil Gang Injunctions en Houston.

– Evitar la construcción de nuevas comisarías o instalaciones policiales mediante la protesta popular, mesas informativas, etc.

– Apoyar una cultura militante de protesta contra el control policial en manifestaciones, evitar las detenciones en estos actos.

En el colegio:

– Desarrollar campañas para sacar a la policía de los colegios de todos los niveles. Esto puede impulsarse desde asociaciones estudiantiles, sindicatos de profesores/as o asociaciones de padres.

– Manifestarse en contra de las campañas de recrutamiento policial, por ejemplo en ferias de empleo o colegios.

– Oponerse a que la policía utilice las instituciones de enseñanza para sus propósitos, como los acuerdos de investigación que “reforman” la policía mientras refuerzan su legitimidad, o los intentos de traer a policía antidisturbios en las movilizaciones.

En el trabajo:

– Únete con tus compañeros/as para evitar el apoyo material a la policía, como los/as trabajadores/as de UPS que llevaron a cabo la acción “Hads Up, Don’t Ship” en Minneapolis. Coordínate con los/as demás para minimizar las represalias de la empresa por este tipo de acciones.

– Dentro de organizaciones existentes en el ámbito laboral, desarrolla la capacidad colectiva de defensa contra la represión policial. Estudia y desarrolla estrategias para defender piquetes, ocupaciones o manifestaciones de protesta. Los/as jefes y la policía trabajan codo a codo para evitar que los/as trabajadores/as conquisten cualquier tipo de poder en el trabajo.

– Organiza talleres de “conoce tus derechos” para minimizar el impacto legal de las interveciones policiales, sea durante una huelga o en cualquier otra situación.

Desarmar

El movimiento Black Lives Mater (las vidas negras importan) nació de la violencia. La lista de gente negra que ha sido asesinada por la policía en Estados Unidos es más larga de lo que nos gustaría reconocer: en 2015, la policía asesinó a 1.146 personas, y 2016 va por el mismo camino con 611 asesinados/as de enero a julio.

De todas las víctimas del terror policial, sólo un puñado de ellas llegan a los titulares o se convierten en mártires de la lucha. Eslóganes como el “no puedo respirar” o el “manos arriba, no dispare” son recordatorios de la violencia que padecemos. Y la violencia continúa cuando nos levantamos y respondemos: millones de personas observaron cómo los/as manifestantes desde Baltimore hasta Baton Rouge fueron brutalmente apaleados por la policía.

La policía dispone de una enorme variedad de armas que muchos/as hemos sufrido de primera mano. La rebelión de Ferguson fue un ejemplo perfecto: en Ferguson, la policía desplegó toda su fuerza con vehículos blindados, dispositivos acústicos de largo alcance, granadas de aturdimiento, rifles de asalto de cañón corto y equipamiento militar de camuflaje. Como si no fuera suficiente, también llevaban consigo armas habituales como pistolas, tasers, porras, esposas y esprays de pimienta, y estaban entrenados en combate cuerpo a cuerpo para reducir a civiles.

La vigilancia y la cibertecnología son también importantes armas en sus manos. La policía se sirve de dispositivos de control de teléfonos móviles, escáneres de matrículas, software de reconocimiento facial y de análisis de comportamiento, etc., para monitorear nuestras acciones y anticipar nuestros movimientos. Vigilan a la población y detienen a la gente que se atreve a expresar sentimientos antipoliciales. Ya ha habido casos documentados de activistas del Black Lives Matter que han sido espiados por el Departamento de Seguridad Nacional.

El armamento policial es utilizado cada día para herir y matar a gente pobre y de color, además de para reprimir protestas y resistencia. El único modo de terminar con la brutalidad y asesinatos policiales es desarmar a la policía por completo. Para esto, no basta con quitarles sus armas mortales. Implica quitarles también otras armas “no letales”, herramientas de vigilancia, etc., que utilizan para reprimirnos. En último término requiere una transformación revolucionaria de la sociedad en su conjunto, ya que si se quita a la policía su capacidad de infligir violencia, se evita su función de mantenimiento de la opresión y explotación capitalista. No obstante, cualquier esfuerzo de desarme policial nos da algo de espacio vital para sobrevivir, crecer como movimiento y trabajar hacia este objetivo final.

Estas son algunas de las formas para empezar a desarmar a la policía:

– Eliminar el vínculo entre ejército y policía, abandonando los programas de venta de equipamiento militar y de entrenamiento a departamentos policiales, o que ofrecen empleo en los cuerpos policiales a veteranos del ejército.

– Exponer y denunciar la represión política que incluye el uso de informantes pagados, agentes de incógnito y vigilancia de movimientos sociales.

– Estudiar y compartir técnicas de seguridad entre los/as activistas, como métodos de prevención de vigilancia informática y para reducir la posibilidad y efectividad de la infiltración policial.

– Lanzar campañas por el desarme de la policía en contextos concretos como escuelas, hospitales y, a largo plazo, en las patrullas callejeras.

– Protestar contra la asignación de presupuestos públicos a la policía, luchar por eliminar su financiación, lo cual mermará su capacidad de adquisición de armamento y de contratación.

Disolver

Disolver la policía significa algo más que crear grupos de “pacificadores vecinales” que continuarán salvaguardando la explotación, opresión y desigualdad capitalistas por otros medios. Además de desempoderar y desarmar, disolver los cuerpos policiales tiene un objetivo más amplio: la abolición total de la policía.

Mientras continúan los asesinatos policiales y las reformas superficiales demuestran ser insuficientes para detenerlos, cada vez más gente reconoce que el problema no está dentro de las instituciones policiales, sino que es la institución policial en sí.

Estos son algunos pasos a seguir hacia la disolución de la policía:

– Transformar nuestra manera de pensar acerca del delito, el conflicto y la identidad. Es posible romper la asociación entre delito-castigo violento, justicia-cárcel, y criminalidad-determinados tipos de personas. Se puede poner en evidencia cómo el discurso del “delito” se utiliza para deshumanizar a la gente negra, indígena, racializada, pobre, queer o rebelde. Si no pensamos en términos de castigo, control y división, podemos empezar a imaginar lo que la justicia verdadera puede significar.

– Luchar por eliminar determinadas unidades policiales que se hayan visto envueltas en escándalos o que sean políticamente vulnerables, como ocurrió con la unidad de delitos callejeros de la Policía de Nueva York, que asesinó en 1999 a Amadou Diallo.

– Desmantelar comisarías aprovechando falta de financiación, cambios demográficos o protestas populares.

– Organizarse para sacar a la policía de determinadas instituciones, como los colegios u hospitales. No sustituyéndola por seguridad privada, sino desarrollando equipos de seguridad vecinales elegidos democráticamente y dirigidos por aquellos/as a quienes protegen.

– Acabar con el poder político de los sindicatos policiales, disminuyendo su influencia en gobiernos locales y en último término eliminándolos.

– Una vez que nuestro movimiento cobre suficiente fuerza, desmantelar las fuerzas policiales en zonas de autogobierno democrático, reemplazándolas por sistemas de seguridad comunitaria y resolución de conflictos. 


sábado, octubre 27

De ratones y hombres


a media mañana,
cuando ya estaba harto
de respirar el polvo
de la lijadora,
echaba un gargajo al suelo
para tratar de aliviar
el amargor de mi garganta,
me sonaba los mocos
y salía a la puerta del taller
a fumar un cigarro

justo enfrente, había una grieta
bastante grande en la pared
de la que solía asomar
una rata

coincidíamos casi siempre
en ese momento
y nos mirábamos largo rato,
vigilando cada uno
de nuestros movimientos,
como dos pistoleros
acariciando la culata
de sus revólveres,
hasta que terminaba mi cigarro
y lo lanzaba hacia ella,
que se escondía rápidamente
en su grieta,

y yo,
más despacio,
en la mía.


Julio César Alcubilla. De Para que el piano suene alguien tiene que matar al elefante.
Canalla ediciones, 2018.
En la antología Poemas Precarios. Ed. La Marea K, 2018.
contacto: lamareak@mareakultural

miércoles, octubre 24

La prostitución es incompatible con una sociedad libre

(En respuesta a Ruymán Rodríguez, en Solidaridad Obrera de CNT Cataluña)

Ruymán Rodríguez, en Solidaridad Obrera de CNT Cataluña, ha publicado un extenso artículo titulado “Cuando el lumpen levanta la voz”, en el que dice defender la abolición de la prostitución, pero hace una encendida defensa de la creación de un sindicato de prostitutas, que interpreta como un gesto de emancipación de las propias mujeres sometidas al sistema prostitucional.

En consonancia con los argumentos que esgrimen los regulacionistas y los defensores del “lobby” proxeneta, Rodríguez considera que el rechazo a la creación de este sindicato es una muestra de “clasismo”, una injerencia burguesa en la autoorganización de mujeres (puntualiza que hay también hombres en el mercado, pero menos) y que muestra una desconfianza paternal en la capacidad y agencia de “el lumpen”.

A nuestro juicio, es precisamente lo contrario: es clasista considerar que las mujeres en prostitución tienen otra categoría, una posición especial (aquí definida como lumpen) que hace que para ellas sea aceptable lo que nunca soportaríamos para nosotros mismos. Las mujeres en prostitución somos, potencialmente, todas las mujeres y también las niñas que ahora están creciendo, en un mundo cada vez más precario en el que la pobreza amenaza, sobre todo, a la población femenina.

La autoorganización de las putas es para nosotras y nosotros, anarquistas, una buena noticia. Que las personas que sufren las mismas opresiones creen y estrechen lazos, sobre todo cuando son opresiones atravesadas por el grado de violencia y misoginia que se da en el campo de concentración que es el burdel, no puede ser sino saludado como un bien. En España, funcionan desde hace años y sin ningún tipo de problema legal asociaciones como Hetaira. Están creciendo plataformas feministas que integran a supervivientes del sistema prostitucional, hermandades que sirven para levantarse contra los opresores, proxenetas y puteros. No hay, pues, ningún problema con la libre asociación de las mujeres en prostitución.

Sí, con defender que la forma de asociación tenga que ser reconocida por el Estado como un “sindicato”, que integra “trabajadores de un sector”. Porque lo que Rodríguez y los regulacionistas nos quieren colar con la excusa de la libre organización de las mujeres es el reconocimiento como “trabajo” de la explotación más antigua del mundo, la prostitución. Sería el único sindicato del mundo cuya creación es aplaudida como un gran avance por la ‘patronal’ y por la ‘clientela’, un sindicato apoyado con vehemencia por partidos nada amigos de los trabajadores, como Ciudadanos.

Cabría preguntarse ¿Todo lo que se hace por dinero, en este mundo que esclaviza a la Humanidad, es trabajo? El trabajo humano tiene dos vertientes: la expresión de la propia fuerza creadora de las personas, que a través del trabajo se trascienden y benefician a toda la comunidad, y la creación de bienes y servicios que cumplen necesidades sociales. Hay, pues, trabajos creadores y satisfactorios, y otros desagradables pero imprescindibles para la vida de las comunidades. ¿Es socialmente necesaria la prostitución, la servidumbre sexual de las mujeres o de los hombres feminizados para la satisfacción masculina? (Ya que la demanda es abrumadoramente masculina). Rotundamente no. Las mujeres han ido conquistando, con mucho dolor y de manera incompleta, la propiedad de sus cuerpos. Ni del Estado, ni del patrón, ni de la Iglesia, ni del varón. El sistema prostitucional garantiza a todos los hombres, en cualquier lugar del mundo, el acceso al cuerpo de mujeres, niñas u otros hombres a cambio de dinero. Ese “harén democrático” es uno de los privilegios más antiguos del patriarcado, incompatible con la sociedad libre que defienden los anarquistas.

En prostitución, lo que está en venta no es un servicio, es una libertad personal, la libertad sexual. A cambio de precio, se da un consentimiento sexual genérico, consentimiento en muchas ocasiones viciado, por adicciones, traumatizaciones sexuales previas y otras violencias. No hay un pacto ideal de hombre adulto a mujer adulta, son sucesivos hombres, muchos de ellos en pandilla o fratría, ejerciendo su poder e imponiendo su corporeidad a mujeres en situación de vulnerabilidad.

Por otro lado, la historia de los ‘sindicatos’ de prostitutas que se han legalizado en otros países muestra que en numerosas ocasiones han sido utilizados para blanquear un negocio criminal, parasitados por proxenetas, y no han servido para mejorar las condiciones de vida de las mujeres en los territorios en los que han actuado. Como ejemplo, dejo este enlace sobre la Unión Internacional de Trabajadoras Sexuales. (https://traductorasparaaboliciondelaprostitucion.weebly.com/blog/a-quien-representa-en-realidad-la-union-internacional-de-trabajadoras-sexuales)

Por último, los hombres de bien, en este debate, deberían meditar éticamente si están autorizados a defender, aunque sea de modo indirecto, un mercado atroz que se sostiene por la demanda del sexo al que pertenecen, y del que se benefician aunque sea simbólicamente. Todos los hombres, puteros o no, caminan simbólicamente sobre los hombros de las putas. Porque la prostitución les da la primera lección de quién es el amo aquí; La prostitución les dice a los hombres: eres tan importante que todas estas vidas pueden ser sacrificadas para satisfacer tus deseos. Y a las mujeres: eres tan insignificante que puedes ser sacrificada para la satisfacción del deseo de otro.

Acabo con una frase de Delia Escudilla, sobreviviente de prostitución: “las mujeres no necesitamos que se legalice la prostitución, necesitamos que se extinga la violencia y la pobreza que nos empuja a ella”. Salud y Anarquía.


GRUPO ANARQUISTA DE ASTURIAS HIGINIO CARROCERA
http://grupoanarquistahc.wordpress.com

domingo, octubre 21

Matrimonio criminal: Monsanto – Bayer


Encontrar maneras tecnológicamente más eficientes de manipular la naturaleza con fines utilitarios fue el sueño y el objetivo principal en la era moderna, comenzando por Francis Bacon, el fundador de la ciencia moderna, que recomienda a las generaciones futuras “apretar”, “dar forma” “Y” formar “la naturaleza para” ampliar los límites del imperio del hombre hacia la realización de todas las cosas posibles “. Para Bacon, el hombre tenía a su disposición una metodología que le permitía tener “el poder de conquistar y subyugar” la naturaleza y “sacudirla hasta sus cimientos”. Esto se ha llevado a cabo, con una aceleración destructiva sin precedentes en el último siglo, que ha llevado a una pérdida de la diversidad genética fuertemente vinculada a las prácticas de cultivo que hacen hincapié en el monocultivo con respecto a los diferentes métodos de cultivo.

Las compañías agrícolas y químicas buscan continuamente el “producto perfecto” que crece rápido, es resistente a las enfermedades y es fácil de recolectar y transportar.

Al subyugar y sacudir la naturaleza a sus cimientos, el código genético, las multinacionales de la agrobiotecnología trabajaron para obligar a los agricultores a pasar del cultivo de diferentes especies al excelente potencial de monocultivo y al abandono de la enorme cantidad de variedades tradicionales a favor. nuevas cepas debilitaron la diversidad genética, creando un oligopolio peligroso que no toma en cuenta el peligro de contaminación debido a la introducción a gran escala de cultivos genéticamente modificados. Los gigantes de la química y los productos farmacéuticos unen fuerzas, con fusiones y adquisiciones que concentran el control casi total del sector en solo unos pocos grupos, se mueven rápidamente para consolidar su control sobre las últimas reservas de germoplasma restantes en el mundo, para controlar la distribución de semillas patentadas resistentes a sus propios herbicidas y pesticidas, asegurando a las compañías químicas una hegemonía virtual y real sobre la mayor parte de la agricultura global. La restricción comercial de las semillas del mundo, una vez herencia natural de todos los seres humanos, ocurrió en menos de un siglo, con voces críticas raras y aisladas. “La introducción en la biosfera de un segundo Genesi, artificial esta vez, significa compartir, en el campo del mercado, algunos éxitos envidiables a corto plazo y solo más tarde, caer en manos de una naturaleza impredecible e in fl exible “, escribió Jeremy Rifkin en su ensayo” Il secolo biotech “en 1998. “Si bien las tecnologías genéticas que ha inventado para recolonizar la biología mundial son formidables, nuestra falta total de conocimiento de las intrincadas operaciones de la biosfera en las que estamos llevando a cabo experimentos proporciona una restricción aún más poderosa”, continúa Rifkin. quienes han contribuido a las devastaciones más devastadoras en el planeta hoy, intentan sacar provecho de reinventar la naturaleza y luego controlarla a escala global, en una “nueva colonización, sin embargo, sin una brújula”.

Los gobernantes de la Tierra: la adquisición de Monsanto por BAYER y ese imperio humano sin fronteras

Hasta hace poco, había seis grandes corporaciones agrobiotecnológicas: BASF, Bayer, Dow Chemical, DuPont, Monsanto y Syngenta, que juntas controlan hoy el 80% del mercado global de agroquímicos, el 65% del mercado mundial. de semillas y más del 75% de toda la investigación privada en el sector de semillas y pesticidas. Hoy, sin embargo, los polos del mal se reducen a tres, cuando las fusiones están en marcha: Du Pont-Dow Chemical, Sygenta-ChemChina y Bayer-Monsanto. Y es precisamente la adquisición de Monsanto (fundada en 1901 en St. Louis) por parte de Bayer la que está destinada a crear un escenario decididamente alarmante, que trae a la mente las palabras proféticas de Francis Bacon: “El Fin de nuestra Fundación es el el conocimiento de las causas y los movimientos secretos de las cosas y la ampliación de las fronteras del Imperio Humano, para llevar a cabo todas las cosas posibles “. El nuevo gigante controlará casi el 30% del mercado mundial de semillas y el 24% de los pesticidas.

El lema utilizado por Monsanto para presentarse al mundo es: “Juntos alimentamos al mundo y protegemos el planeta”. Con una maquinación paradójica, el coloso de la agroquímica logra cancelar más de un siglo de crímenes ambientales y contra la humanidad como la producción del agente naranja (que creó una de las mayores epidemias humanas cultivadas en la historia moderna), la sacarina, PCB (poli-cloro-bifenilos), herbicidas de dioxinas, hormonas de crecimiento bovino, herbicida RoundUp (a base de glifosato, sustancia carcinogénica y en el centro de importantes debates para la renovación de la comercialización en Europa) y OGM.

Las promesas de los OGM, marcadas por los lemas de Monsanto, no corresponden a la realidad, en parte porque los costos para los agricultores se han más que triplicado, con consecuencias evidentes en los precios de los alimentos en todo el mundo, y en parte porque la agresión química es aumentando las plantas que muestran resistencia al glifosato, empujando a las compañías a introducir moléculas cada vez más devastadoras en el mercado para el medio ambiente y para toda la vida, solo piense en el nuevo compuesto obtenido añadiendo al glifosato 2,4D, un componente del infame agente Naranja utilizada como defoliante en Vietnam entre 1961 y 1971. Casi cinco millones de personas estuvieron expuestas a estos aerosoles, que fueron solo el comienzo de un largo rastro de muerte que llega hasta hoy.

Y si en la historia de Monsanto hemos destacado el papel fundamental en la producción del agente naranja, en la del Bayer alemán es bueno recordar que es una sociedad con estrechas relaciones con los nazis durante la Segunda Guerra Mundial. Demos un paso atrás en el tiempo para repasar los crímenes, mayormente impunes, cometidos por Bayer.

Bayer y la matanza de heroína.

Fundada en Alemania en 1863, Bayer comenzó a comercializar heroína en 1899, afirmando que curaba el dolor en dosis menores que la muerte y sin causar adicción. Durante décadas fue un analgésico de gran éxito, superando el opio y la moralidad. Se venden en tiendas y por correo, un par de dosis y una jeringa por un dólar y cincuenta, pero la heroína era mucho más mortal, un asesino. En 1913 superó a la moralidad como la sustancia más extendida que causaba la adicción a las drogas.

En 1925 comenzaron los preparativos corporativos reales para la Segunda Guerra Mundial en Europa: Bayer, Basf, Hoechst y otras compañías se unieron para formar el cártel IG Farben y su objetivo era la adquisición de mercados globales emergentes. En Nuremberg, los líderes de IG Farben fueron juzgados por crímenes de lesa humanidad, una historia oculta durante más de sesenta años que corre el riesgo de repetirse. Los documentos del juicio muestran que IG Farben había invertido más de 80 millones de Reichsmarks en organizaciones nazis, el equivalente a 800 millones de euros, una cifra enorme en ese momento. En las conclusiones del juicio no hay duda: sin esta suma de dinero los nazis no habrían podido obtener el control y el poder que han logrado. IG Farben mantuvo un monopolio casi total de la producción de sustancias químicas durante el período de la Alemania nazi y fue el corazón financiero del régimen de Hitler. Durante el Holocausto, fue el principal proveedor del gobierno alemán de Zyklon B, la sustancia mortal utilizada en las cámaras de gas en lager. También fue la empresa que requirió más deportados como conejillos de Indias para experimentos y pruebas de medicamentos de diversa índole, mediante los cuales se inventaron gas nervioso, metadona y otras sustancias principalmente por el trabajo de Bayer. Fue IG Farben quien construyó la industria química más grande en ese momento en Auschwitz en 1941, utilizando el trabajo del campo de concentración cercano en la esclavitud.

Criminales en serie e intocables.

En el juicio de Nuremberg a 24 consejeros sospechosos, solo 13 fueron condenados a prisión con penas de entre 6 meses y 8 años, culpables de genocidio, esclavitud y otros delitos graves. Pero solo un año después de la condena, en 1952, todos los responsables fueron liberados gracias a la mediación del ex ministro de finanzas y en los años siguientes volvieron activos a la economía alemana. El ejemplo más significativo es el de Fitz Ter Meer, uno de los líderes de IG Farben, condenado por la esclavitud y los asesinatos en masa, graves crímenes de lesa humanidad: liberado después de cumplir dos años de prisión (de los 7 previstos por la sentencia) nombrado por Bayer como presidente del consejo de supervisión, cargo que mantuvo durante 8 años.

En la década de los ochenta, Bayer fue responsable de la comercialización de productos sanguíneos infectados, que infectaban principalmente las policotransfusiones (hemolíticas y talasemias). Después de que la venta fue bloqueada en los Estados Unidos, la misma droga fue secuestrada en todo el mundo, incluso en Italia. Miles de personas en Italia se infectaron con el virus del VIH y la hepatitis C a través de la transfusión de sangre y productos sanguíneos infectados e incontrolados entre 1970 y 1987. Una prueba judicial que durante treinta años tropieza con carpetas abandonadas, errores de aviso, solicitudes de absolución, problemas de cartas rogatorias y lo mejor que pueda expresar el sistema judicial para proteger lo intocable habitual. En aquellos años, como lo demuestra la correspondencia de las compañías farmacéuticas involucradas en el escándalo (Baxter, Bayer, Aventis Behring, Alpha), el plasma provenía de donantes mercenarios en riesgo: drogadictos, presos, países del tercer mundo. Los riesgos eran conocidos, pero no fueron generalizados. En Italia, la sangre local no era suficiente y el 90% del plasma y los derivados de la sangre eran estadounidenses. La investigación iniciada en Trento termina en Nápoles, donde se archiva el delito de epidemia negligente porque ha caído en prescripción. No hay una base de datos de quienes han obtenido el vínculo causal entre la infección y la enfermedad, se estima que las víctimas son 100.000 y que la mayoría de ellas no pueden ser reembolsadas por la expiración de los términos.

En 2002, Bayer adquirió Aventis Crop Science, formando Bayer Crop Science, una de las compañías más innovadoras en la industria agroquímica y dedicada al campo de la ingeniería genética alimentaria. En mayo de 2016, Bayer e irlandés ERS Genomics firmaron un acuerdo que permite a Bayer acceder a las patentes de edición de genomas ERS CRISPR-Cas9. El acuerdo otorgado a los derechos de Bayer para aplicaciones de investigación definidas de esta tecnología en sectores estratégicos seleccionados. En diciembre de 2016, Bayer y Versant Ventures establecieron BlueRock Therapeutics, que participará activamente en el sector de la medicina regenerativa. La compañía tiene la intención de desarrollar terapias altamente efectivas basadas en células madre pluripotentes inducidas (iPSC) para tratar diversas enfermedades cardiovasculares, trastornos neurológicos y enfermedades del sistema nervioso central.

El desastre de Seveso y las mentiras de Monsanto

10 de julio de 1976, 12:37 pm: una nube de dioxinas escapa del departamento B de la planta de ICMESA en Meda. “… tú, que vives tranquilamente en tu conciencia de hombres honrados, que explotan tu vida por tus trucos sucios, entonces, ¡cógenos a todos!” Antonello Venditti, canción para Seveso 41 años después de uno de los peores desastres ambientales de la historia , recordamos que la investigación de Zack & Gaffey de 1983 (una de las que no correlacionó la exposición a tumores) se basó en datos epidemiológicos proporcionados directamente por la multinacional química Monsanto, obviamente los resultados habían sido manipulados para el arte.

Con la adquisición de Monsanto por Bayer, definida por los analistas del sector como “el matrimonio de lo peor de lo peor con lo peor de lo peor”, está claro que el nuevo polo del mal representa un paso más en el control de los recursos alimenticios y la salud de la humanidad y el planeta. Una amenaza frente a la cual todos estamos llamados a actuar porque es claramente previsible que aquellos que se benefician simultáneamente de la venta de drogas y pesticidas ejerzan cada vez más actividades de cabildeo dirigidas a fomentar un control y dominación peligrosos, mortales e indiscutibles de todas las formas de vida. ¿Quiénes son los verdaderos ecoterroristas?

CENTRO DE INVESTIGACIÓN FIRE MONSANTO

Un ataque incendiario causó daños considerables a la sede de la multinacional Monsanto en Olmeneta (Cremona), donde trabajan 11 personas. En la noche del sábado 15 de abril, se lanzaron cuatro botellas de cócteles Molotov contra el almacén y el laboratorio de investigación, lo que provocó un incendio, que fue domesticado después de varias horas por los equipos de bomberos de Cremona. Fuego que hubiera sido aún más grave si dos de los cócteles Molotov no hubieran quedado sin explotar. En una pared externa de los laboratorios se escribió: “matrimonio criminal Bayer Monsanto – Sin OGM”. Los gerentes de la compañía estiman que el daño asciende a varios cientos de miles de euros: en la pira el equipo para la búsqueda fue destruido y las llamas también golpearon el llamado

“Camera del freddo”, donde se almacenan las semillas experimentales. La inscripción se refiere a la adquisición de Monsanto por parte de Bayer en 2016. En abril de 2001, los depósitos en Lodi donde se almacenaban soja y maíz, fueron destruidos por un incendio provocado. También en ese caso se encontró una escritura en las paredes de la planta: “Monsanto assassina – No ogm”. La planta del spa Syngenta Seeds en Casalmorano (Cremona) en abril de 2004 sufrió un ataque reivindicado por una escritura anti-GM en el lado norte del edificio. La multinacional ya había sido atacada el año anterior. Y en mayo de 2002, la planta de Madignano fue atacada (Cremona). En todos los casos, los daños causados ​​fueron enormes.



Extraído de https://contratodanocividad.noblogs.org

lunes, octubre 15

La influencia de Émile Armand en el estado español


Émile Armand (1872-1962) fue un anarquista individualista francés muy popular en su tiempo. No se explica a día de hoy su desconocimiento ya que fue muy popular en España dentro de algunos círculos libertarios ligados al eclecticismo, al naturismo, al vegetarianismo y a las opciones comunitarias de vida. Su influencia fue mucho mayor de lo que a simple vista nos pueda parecer. Armand divulgó en los medios obreros, con sus revistas y libros, las ideas más avanzadas en torno a la sexualidad, las comunas y la posición del individualista autodidacta y crítico contra el autoritarismo y la explotación. Hijo de un “communard”, hombre de una notable vitalidad fundó en 1901, un órgano de tendencia tolstoiana o anarquista cristiano, llamado L ‘Ere Nouvelle. Dirigió durante algún tiempo el periódico L’Anarchie, colaboró en Le Libertaire de Sebastian Faure y fue el animador de la revista l’En Dehors, aparecida en Orleans desde 1922 hasta 1939 con un total de 335 números (1). Esta revista toma el subtítulo en 1926 de: “Organo de práctica, de realización, de camaradería individualista anarquista”. Fue también animador de su continuadora: L’Unique, también de Orleans y que apareció desde 1945 a 1956 con un total de 110 números (2).

Armand pasó de un cristianismo militante al individualismo anarquista pacifista y noviolento aunque siempre defendió desde sus revistas a todos los libertarios incluso a los partidarios de la expropiación, tan comunes dentro del movimiento libertario europeo de entreguerras. Su defensa del “ilegalismo” en las revistas anarquistas le valió no pocos enemigos dentro del mismo movimiento, de sectores más “calmados” entre ellos el mismo Jean Grave que acusa a Armand, Andrè Lorulot, Alberto Libertad, Paraf-Javal y varios más que están en el entorno de L’Anarchie, de desviación ideológica y de provocar con su vida disoluta -a los ojos de Grave- la desmoralización del movimiento en general (3). También Max Nettlau dedicará adjetivos no muy agradables al nucleo de individualistas franceses en su Anarquia a través de los tiempos. De todas maneras, la virulencia de su escritura, sus posiciones antirreduccionistas, su amplitud de miras y su constante provocación de la ortodoxia -aunque fuera anarquista- dotaron al movimiento anarquista europeo de una nueva vitalidad. También de nuevos aires de renovación que paradójicamente enlazaban con sus inicios y con la agrupación espontánea en células afinitarias de sus individuos a la usanza bakuninista. Los individualistas, gracias a la propaganda escrita, pusieron en movimiento a algunos sectores escleróticos del sindicalismo revolucionario ya que lo dotaron de un pensamiento y una filosofia más acorde con las ideas de autoeducación y critica que preconizaban.

El corpus teórico de Armand gira alrededor de tres ideas clave: el individualismo anarquista, la camaradería amorosa o sexualidad sin trabas y la libre agrupación de individuos en comunas, llamadas comunmente a principios de siglo por los anarquistas: “milieux libres”.

Toda esta corriente de pensamiento de Armand fue muy difundida en España a partir de la mitad de los años veinte, por sus compañeros individualistas anarquistas. Aparecieron artículos suyos en La Revista Blanca barcelonesa y en la valenciana Estudios. Armand se dio a conocer en el público español en 1903 cuando publicó en la Revista Blanca un largo estudio sobre Tolstoy: Tolstoy, los anarquistas cristianos. Los anarquistas idealistas. No luce para todos el comunismo libertario. Entró rápidamente en polémica con Carlos Malato y ésta duró varios años, involucrando también a Federico Urales que desde entonces será un fiel lector de las obras de Armand que incluso llegan a inspirarle obras como su famoso: Aventurero del Amor entregado en fascículos en la Revista Blanca de la segunda época (4).

Con todo, su traductor más fiel fue José Elizalde, animador del grupo “Sol y Vida” del barcelonés barrio del Clot, secretario de la Federación de Grupos Anarquistas, previa a la FAI de 1927, y colaborador de dos de las revistas más importantes del individualismo anarquista español: Etica e Iniciales ambas de Barcelona. Los promotores de Etica, con José Elizalde a la cabeza, publican la revista mensualmente desde enero de 1927 hasta enero de 1929. A partir de este momento se convierte en Iniciales: revista mensual ecléctica de educación individual. Su esfuerzo editorial se vió complementado con una iniciativa original pero no desencaminada desde el punto de vista libertario: la publicación de una revista para niños que aparece en enero de 1928 bajo el significativo título de Floreal y que es al mismo tiempo el portavoz de la escuela Natura, apodada familiarmente “La Farigola” por los propios alumnos. La singularidad de Etica radica en que nunca se definirá como revista anarquista o libertaria -hay que tener en cuenta que el país se encuentra bajo una dictadura militar y con cientos de militantes anarquistas en prisión preventiva o en el exilio- pero se define como: Revista de educación individual, filosofía, literatura, arte y naturismo.

En el número 6 de Etica, en junio de 1927, se publica un comentario apóstrofo sobre la obra Amor libre de Armand: “Desgraciadamente, son pocas las mujeres que le leen y conocen; pero Armand, nado en la teoría del sembrador, va llenando el surco que florecerá paulatinamente y que ya retoña en lontananza, como remanso de dicha. Ël se ha propuesto defender la práctica del Amor Libre, que tanto obsesiona a los que de verdad sienten la manumisión de la mujer”. En el siguiente número ya se publica un texto muy significativo de Armand, titulado “Combatamos los celos” que desatará una fuerte polémica y un gran interés. La gran divulgación de Armand se hizo en España sobretodo a partir de sus articulos en la prensa, aunque en 1936 el servició de libreria de Iniciales, que pone en marcha una pequeña editorial, recomienda comprar su publicación: Anarquismo-Nudismo.

La idea internacionalista caló también en el ideario de Armand y fue un defensor de las lenguas planificadas como el Esperanto o el Ido que según él harían borrar las diferencias de entendimiento entre los individuos. José Elizalde, su amigo y traductor, fue también director de la revista idista Ad Avane! en línea con E. Armand que defendía las tesis del idioma Ido frente a su rival el Esperanto. Elizalde mantendrá una fuerte polémica con Saljo -militante esperantista- en las páginas de La Revista Blanca; la polémica no es nueva ya que se había iniciado en Tierra y Libertad en 1917-1918 y se había continuado en Tierra Libre, Generación consciente. Elizalde no obstante se anuncia como profesor de ambas lenguas en el Ateneo Naturista Ecléctico del Clot en clases nocturnas para obreros de carácter gratuito.

Tenemos constancia de la publicación por la Libreria Internacional de Paris, en 1926 aproximadamente de un libro de Armand en español: Realismo e idealismo mezclados: reflexiones de un anarquista individualista. También en los años treinta aparece de la mano de Orto en Valencia uno de sus volúmenes más escandalosos: Libertinaje y prostitución: grandes prostitutas y famosos libertinos: influencia del hecho sexual en la vida política y social del hombre. En 1934 aparece en Madrid en la misma editorial Orto, Biblioteca de Documentación Social, uno de los libros mas difundidos de Armand en español y que había aparecido en 1931 en Francia: “Formas de vida en común sin Estado ni autoridad. Las experiencias económicas y sexuales a través de la Historia”. El grueso volumen, de 400 páginas recoge las experiencias de los “medios libres” o Comunidades que motivan en su tiempo una amplia discusión sobre su viabilidad, o no, en los medios anarquistas. La mayoría de la información proviene de la extensa correspondencia que mantenía Armand desde su revista l’En Dehors, ya que era un foro abierto a la narración y a la comunicación de todas estas experiencias. En el prólogo, Armand razona sobre su obra: “Desde el punto de vista individualista del anarquismo, parece difícil mostrarse hostil a seres humanos que, contando solamente con su vitalidad individual, intentan realizar todas o parte de sus aspiraciones… Además de que muchas Colonias han prolongado su existencia durante muchas generaciones, habría que preguntarse por qué motivo quieren, los adversarios de las Colonias, que éstas duren indefinidamente, niegan su utilidad y no las consideran convenientes. Toda Colonia que funciona en el medio actual es un organismo de oposición, de resistencia, cuyos componentes pueden ser comparados con las células; cierto número no son apropiadas para el medio y se eliminan, desaparecen… No hay que olvidar que, los miembros de las Colonias, han de luchar no solamente con el enemigo exterior (el medio social), sino también, en las actuales condiciones, contra el enemigo interior: prejuicios mal extinguidos que renacen de sus cenizas, laxitud inevitable, etc… Por otra parte, no puede comprenderse esta necesidad de duración indefinida, si se considera la Colonia por lo que ella significa: un medio, no un fin… Es igualmente un “medio” educativo (una especie de propaganda práctica), individual y colectiva.” El autor después de interesantes reflexiones sobre estos experimentos colectivos pasa a hacer una historia de estos intentos y nos ofrece una densa lista de todas estas experiencias y su localización en el globo terrestre. Pasa revista a una serie de “medios libres” no solamente anarquistas sino también de origen religioso o ateo, cooperativo: owenistas, fourieristas, henrigeorgistas; comunistas libertarios o colectivistas o individualistas asociacionistas. Armand escribe y recaba testimonios de los habitantes de las comunas, y lo que es más importante, populariza entre los medios obreros la posibilidad de nuevas formas de asociación y cooperación alternativas a la familia.

Armand con sus obras introduce en Europa algunas de las corrientes anarquistas comunitaristas y pacifistas más alejadas del sindicalismo revolucionario francés que había sido el que clásicamente más había influenciado todo el movimiento anarquista del estado español. Gracias a él se recuperan las líneas de pensamiento de Benjamin Tucker (1854-1939), del stirneriano John Henry Mackay (1864-1933), de Morris Hillquit, Josiah Warren, etc.Y también, gracias a él, se recupera toda la larga tradición del comunitarismo libertario europeo dejada de lado en el movimiento obrero europeo a partir de la descalificación marxista del llamado “Socialismo científico” contra lo que se dio en llamar “Socialismo Utópico”. Armand revitaliza las ideas de Cabet, Owen y sobre todo de Charles Fourier al dar noticias sobre las comunas creadas a partir de sus ideas. Es más, podríamos afirmar que todas las ideas de Armand sobre la libertard en materia sexual arrancan de las ideas del creador de la “Teoría de los Cuatro Movimientos” que fuera tan desprestigiado por algunos anarquistas “puritanos” como el mismo Proudhon. Fourier explica que el hombre ha de seguir los patrones dictados por un universo marcadamente sexual y que siempre se mueve en armonía, Fourier propone una nueva organización del mundo amoroso en que cada cual podrá expresar su individualidad en una pluralidad de encuentros que van a permitir todas las formas de amor de todos los tipos y asociaciones imaginables. Fourier aboga también por la liberación y promoción de la mujer y la equipara totalmente con el hombre adelantándose en mucho a su época. Sus ideas pasarán desapercibidas hasta que sean retomadas por algunos utopistas americanos y por E. Armand que las relanza dentro de una órbita en la que permanecían en estado embrionario.

Armand establecerá fructíferas polémicas con otros individualistas anarquistas partidarios de la libertad sexual sin restricciones, un contrapunto interesante serán las polémicas con la librepensadora anarquista brasileña Maria Lacerda de Moura y con varios escritores más. A su manera, prosigue con sus experiencias de juventud como animador de las causeries libertaires de los anarquistas franceses A. Libertad y Paraf-Javal. Su incansable actividad como provocador y agitador del pensamiento ácrata europeo en línea con Fourier, Stirner, Tucker y MacKay está aún por recuperar.


                                                            Dolors Marin i Silvestre*


(1) Sobre Armand puede consultarse: MAITRON, Jean: Le Mouvement Anarchiste en France, Maspero. París, 1983. Una pequeña biografía en: BEKAERT, Xavier: Anarchisme violence non-violence. Ed. Monde Libertaire-Alternative Libertaire. París-Bruxelles, 2000. También sobre autoritarismo en LEWIN, Roland: Sébastien Faure et “La Ruche” ou L’Education libertaire. De. Ivan Davy coop… Vauchrétien, 1989.

(2) L’Unique hace constar que es un “Boletín interior exclusi-vamente destinado a los amigos de E. Armand. No puede ser vendido al público”. Este subtítulo desaparece en marzo de 1947. Al fin de la vida de la revista en julio-agosto 1956, ésta tendrá una continuidad en un boletín dentro de “Defense de l’homme” que se mantendrá entre 1957 y 1962.

(3) Ver las acusaciones bastante exageradas de GRAVE, Jean: Le Mouvement libertaire sous la 3e. République: souvenirs d’un révolté. París 1930, pag, 184 y ss.

(4) Sobre el tema ver URALES, Federico: La evolución de la Filosofía en España. Barcelona, 1968, pag. 51 y ss.


* Epílogo del libro “La camaraderia amorosa. antologia de textos de Émile Armand”

viernes, octubre 12

Uvas de la ira


Remover con las manos
los surcos donde nuestros pies
echarán raíces
en una tierra que les pertenece por entero.

Mirar al cielo con la boca abierta, seca,
mientras los amos del agua
chapotean en sus piscinas climatizadas.

Depositar en la urna
las esperanzas de cuatro años más
para seguir avalando la ignominia.

Llegar a fin de mes con la nevera
llena de fibra óptica a alta velocidad,
pero el estómago encogido de miedo.

Bien desinformados, adocenados,
reconducidos hacia la cola del paro,
rescatando del asilo
al único sostén de la familia.

Mirar atrás y ver que los pasos
de los que lucharon
han sido barridos,
y que el polvo levantado
no deja atisbar el futuro.

Con semillas de desesperación
germinará la última cosecha.
Y pisaremos,
con los pies descalzos,
las uvas de la ira.



Julia Navas. En la antología Poemas Precarios. Ed. La Marea K, 2018.
contacto: lamareak@mareakultural

martes, octubre 9

Mundo clausurado

La ciudad, desde sus orígenes, se constituye como algo separado y segregado de su entorno. La urbe es un polo que atrae y un foco irradia algún tipo poder (poder militar: la ciudad ciudadela; poder eclesiástico: la ciudad templo; poder político: gobiernos, parlamentos; poder económico: las bolsas, las cities, el mundo financiero). Sin embargo, nos puede pasar un poco más desapercibido que la ciudad también ejerce un poder cultural clarísimo. En la ciudad es donde ha solido recaer el poder para denominar las cosas, para designarlas, para describirlas, para interpretarlas, para hacer que existan o no existan.

Ciudad y campo son dos términos que, como tantos otros, tienden a vaciarse de contenido debido a la cantidad de realidades distintas que quieren designar. Si los tomamos de de forma esquemática se podría pensar que son, en principio, conceptos claramente antagónicos, que se definen por su mutua exclusión. Pero si dejas a un lado estos conceptos ideales y bajas a ras de tierra, es evidente que en todas las épocas de la historia la membrana que separa ambas esferas ha sido muy permeable. Las relaciones han sido múltiples y se han retroalimentado, aunque –desde una reflexión de trazo grueso- se podría decir que la cultura urbana ha colonizado finalmente el conjunto del territorio. En los distintos medios rurales que podamos llegar a conocer identificamos claramente una serie de procesos o tendencias que inequívocamente nos están diciendo que lo urbano ha llegado a todos los rincones:

1) Desde una perspectiva económica en el medio rural hasta hace unas cuantas décadas la esfera productiva y reproductiva eran algo totalmente indesligable. Actualmente, sin embargo, las gentes de los pueblos en su mayoría van de casa al trabajo y del trabajo a casa y como dos ámbitos totalmente separados.

2) Una visión tópica nos diría que en el campo interactuamos mucho más con el entorno por la dependencia que tenemos de los recursos naturales y de los ecosistemas locales, mientras en la ciudad todo nos viene importado y excretamos lo que nos sobra. Sin embargo, en el mundo rural también una tendencia clara a que sean cada vez menos los recursos locales que se utilizan en el entorno cotidiano.

3) La misma cosmovisión o la forma de relacionarse con el mundo en los pequeños pueblos resulta cada vez es más indistinguible de las formas de relación urbanas, en el sentido de que la relación con el mundo proviene en buena medida de un flujo de información común (TV, internet). El mundo, por tanto, no queda tan lejos.

4) La figura de los flâneurs1 rurales. Un flâneur es «un ser indolente y pusilánime que, a diferencia de su homólogo del siglo XIX, difícilmente puede esperar nada intresante o imprevisto de su deriva cotidiana. Desprovisto de una multitud en la que zambullirse y enfrentado a un plano fijo que conoce de memoria, el flâneur rural transita inevitablemente del descanso ocioso al aburrimiento más entumecido»2.

Espacio marginal

El medio rural se configura además como espacio urbano marginal. Esto se da por un lado en un sentido geográfico, por su ubicación en las periferias de las ciudades, como algo que queda fuera. Por otro lado, también es marginal en cuanto a la falta servicios o al agravio comparativo con respecto a la ciudadanía urbana (a que distancia tengo la escuela o el centro de salud, los trámites burocráticos, etc.)

Por otro lado, también es un espacio a disposición de las necesidades o de las veleidades de la ciudad (ej. instalación de nocividades que no se quieren tener en medio de la ciudad), pero también como espacio de ocio donde expandirse o proyectase a uno mismo durante el fin de semana gozando de esa especie de parque temático de paisaje en el que se está convirtiendo lo rural.

Además, el espacio rural (todo esto dicho grosso modo, como tendencia) es culturalmente heterónomo, los pocos rasgos de la cultura local cada vez más se están convirtiendo en una especie de folclore circense al servicio del goce de los visitantes foráneos. El hecho de que las actividades agrarias hayan dejado de ser el eje sobre el cual pivota todo lo social, cultural, económico del territorio hace cambiar la concepción de lo que hasta hace unas décadas era la cultura rural, entendida no tanto como producción de expresiones artísticas o de cultura popular, sino en su sentido más antropológico. En este sentido, la cultura y la actividad agraria eran indesligables. La cultura campesina surgía y vivía de la actividad económico-ecológica cotidiana. Esto es algo que, sin embargo, está desapareciendo de forma masiva hasta en las zonas más rurales más alejadas de los grandes polos urbanos. Es un hecho, por tanto, que las actividades agraria y ganadera son ya minoritarias respecto al sector servicios incluso en las propias zonas rurales.

Abandono y artificialización

La despoblación y el hundimiento demográfico de determinadas zonas (ej. zonas de montaña) es una de las caras a las que ha llevado la modernización y la industrialización agrarias. Una es esta, la de los territorios que se han caído del tren de la modernización y son arrastrados por la rueda del abandono y de la depresión colectiva. La otra cara de la moneda la representan la artificialización y la industrialización de las actividades agrarias3.

Decía el antropólogo francés Pierre Clastres: «El genocidio mata a los pueblos en sus cuerpos y el etnocidio los mata en su espíritu». En el caso del mundo rural podríamos hablar de un etnocidio silencioso.

A mi me interesa relativamente poco todo el tema de las definiciones, de qué es o qué no es un campesino o una campesina. La gente de las universidades durante muchos años han dedicado horas y páginas y páginas a hacer definiciones sobre qué es el campesinado. Hay autores que afirman que hablar de la desaparición del campesinado en Europa sería ofrecer una visión bastante esencialista del concepto de campesino. Abogarían más por afirmar simplemente que lo que los campesinos han hecho es adaptarse a las nuevas situaciones y, desde esta perspectiva, apelarían a la resistencia, al diseño de nuevas estrategias, al conflicto, etc.

Por otro lado, en los entornos agroecológicos se ha puesto bastante de moda el concepto de la recampesinización, sobre todo de la mano del holandés Jan Douwe Van der Ploeg, un autor que es bastante desconocido fuera del entorno agroecológico académico. En este sentido, se habla de recampesinización para referirse a lo que están haciendo los productores ecológicos o del entorno agroecológico o incluso, dentro de lo que la agricultura convencional, a todo lo que es la extensión de los circuitos cortos. En este sentido, recampesinización designaría a toda la batería de propuestas y de proyectos que se plantean desde nuestros entornos para buscar nuevos modelos de desarrollo rural, un poco como bandera y como gancho.

En mi opinión, sin embargo, no hay ninguna duda de que el campesinado ha desaparecido en Europa, y ello ocurre en algún momento del siglo XX. Es cierto que hay gestos, rasgos, dejes, tics o maneras de hacer campesinas todavía hoy en día, en la gente mayor que ha nacido en el mundo campesino, en cómo hacen y entienden el mundo, en las cosas que dicen, podemos detectar un montón de rasgos campesinos, pero esos rasgos proceden de un mundo que ya no existe. Y si ese mundo campesino ha desaparecido es sobre todo por la modernización agraria, no tanto por el despoblamiento.

A mi, por tanto, me cuesta mucho llamar campesinos a gente que ya no vive en ese mundo. Y además de esta realidad que ya ha desaparecido en Europa y de la que hablamos en pasado, es probable que, si tal como van las cosas y no cambian mucho las tendencias, probablemente dentro de unas cuentas décadas se podrá también hablar en pasado sobre el mundo campesino de América Latina, de África y de Asia. Es decir, el proceso de modernización, de industrialización agraria es galopante. Así lo ratifican los datos que van sacando distintas organizaciones y grupos de investigación de referencia. En «Mundo clausurado» comento que en la actualidad y a escala mundial la pequeña producción agraria familiar solo ocupa el 25% de las tierras cultivadas. Esta transformación se da a través de procesos como el acaparamiento de tierras, los grandes monocultivos, etc. En este sentido, quizás uno de los casos más conocidos es el de la denominada República Unida de la Soja (Bolivia, Paraguay, Uruguay, Argentina), con un mar de la soja transgénica. Dentro de esta dinámica es posible que en 30, 40 o 50 años hayán desaparecido igualmente muchos mundos campesinos en la periferia.

A la hora de referirme a la gente que trabaja en los modernos entornos rurales, prefiero hablar de agricultores y ganaderos, o de empresarios de distintos perfiles y con más o menos rasgos campesinos para diferenciarlos de los campesinos tradicionales. Es muy probable incluso que si las cosas van por donde parece que van, también éstos irán en descenso, porque la agricultura y la ganadería no solo desaparecen en las tierras que se abandonan, sino que parece que las zonas que más han respondido y están respondiendo al callejón sin salida y a la huida hacia delante de la industrialización de la agricultura, también se encuentran amenazadas.

En esta doble tendencia, las gentes de las zonas que no han sido capaces de mantener el pulso de las exigencias de la competitividad han cerrado la persiana, ya sea para irse a vivir a la ciudad, o para trabajar en el bar del pueblo, o para llevar a turistas a dar vueltas con el caballo, o lo que sea.

En las zonas que están todavía consiguiendo aguantar el tirón, se puede intuir el fin de la agricultura, sobre todo si miramos a alguna de las prácticas más punteras que se están dando en este terreno. Ello hasta el punto de que a esas actividades agrarias cada vez cuesta más denominarlas como agricultura o ganadería, como si el binomio agricultura industrial se hubiera segregado y ya no habláramos de agricultura industrial, sino de una actividad industrial de producción de materias comestibles.

Por ejemplo, si pensamos la agricultura a nivel de metabolismo social, en un ecosistema la energía solar es la fuente neta de energía que reciben las plantas, la cual a través de la fotosíntesis pasa a las cadenas tróficas. La única fuente neta de energía endosomática que existe en la biosfera se da, por tanto, a través de la fotosíntesis. Entonces, en el caso del metabolismo de los ecosistemas humanos la fuente neta de energía era la agricultura en las sociedades tradicionales. Por eso, algunos autores hablan de sociedades de base solar u orgánicas en el sentido energético. Sin embargo, en la actualidad en algunos cultivos de los más tecnificados, en lo que se refiere al balance energético, (cuántas kilocalorías o kilojulios gasto para producir tantas kilocalorías de alimentos), ya se está dando un balance negativo, es decir, se gasta más energía en producir los alimentos que la propia energía que estos proporcionan. Aunque esto no ocurre todavía con todos los alimentos, si esta característica de la agricultura que es la de ser fuente neta de energía del metabolismo social ya se está perdiendo en algunos casos, entonces, ¿a eso se le puede llamar agricultura?

Otra cuestión sería la cuestionar si hoy en día a través de la alimentación se está garantizando nuestro bienestar somático. Sabemos que la principal fuente de ingesta de productos tóxicos en nuestro organismo se produce a través de los alimentos. De esta forma, si hasta hora la agricultura y la ganadería eran actividades cuyo principal objetivo era mantenernos vivos y más o menos a gusto, por no hablar de saludables, nos encontramos con otro rasgo propio de la agricultura que ha entrado en crisis, pasando a ser en buena medida una fuente de enfermedad mental y somática.

La agricultura, la ganadería y la actividad forestal eran el principal vínculo de las sociedades humanas con su territorio. En un contexto de desagrarización vemos que estos procesos ocurren cada vez más dentro de invernaderos, dentro de unos espacios a las que se podría llamar granjas, con silos gigantes y edificios hormigonados con vacas en su interior.

A ello se añade que la actividad agraria ha sido el principal factor de conformación de los paisajes, que tienen un efecto identitario sobre nosotros mismos. Aquí también se produce una ruptura, en el sentido de que hoy no hay ningún tipo de reivindicación vernácula o identitaria frente a un invernadero de Almería o una granja intensiva de pollos en Brasil, con lo que se rompe de esta forma cualquier rasgo de diferenciación que pudiera haber entre los territorios.

Por eso, y para terminar planteo la pregunta de si quizás la agricultura industrial no ha sido una fase de transición entre la agricultura campesina y la producción industrial de materias comestibles para un mundo clausurado.
Marc Badal 
https://contratodanocividad.noblogs.org/ 
NOTAS:

1. El término flâneur procede del francés, y significa ‘paseante’, ‘callejero’.​ La palabra flânerie (‘callejeo’, ‘vagabundeo’)​ se refiere a la actividad propia del flâneur: vagar por las calles, callejear sin rumbo, sin objetivo, abierto a todas las vicisitudes y las impresiones que le salen al paso. (fuente: Wikipedia).

2. Cita extraída del artículo: «Escenarios periféricos / Relaciones culturales entre el campo y la ciudad», publicado en la revista «Campo de relámpagos» (accesible en internet).

3. Tema abordado por el autor en «Mundo clausurado», epílogo del libro «Vidas a la intemperie», Ed. Pepitas de Calabaza (2017). (NdE)

miércoles, octubre 3

Tres cosas debe olvidar el anarquista


“Tres cosas debe olvidar el anarquista. La crítica del ocio degradante: discursos y prácticas en el mundo libertario (España, 1930-1939)” de Javier Navarro Navarro es el décimo título de la colección Lmentales de La Neurosis o Las Barricadas Ed. Este trabajo se acerca a un aspecto no suficientemente valorado de la realidad histórica del movimiento libertario: las diferentes visiones y prácticas relacionadas con los hábitos de ocio de los y las anarquistas de los años 30 del pasado siglo. Este estudio se aproxima en concreto a la visión que, sobre todo, era volcada en la prensa anarquista del momento sobre los problemas que se derivaban del consumo del tabaco, del alcohol y las prácticas del juego de apuestas. Otro punto central tendrá que ver con la visión que tenían las diferentes corrientes libertarias sobre el mundo de la prostitución y el constante ataque a la figura del “putero”. Todo esto y, como diría aquel, “alguna cosa más” forman parte de este análisis profundo y francamente interesarante del historiador Javier Navarro Navarro:

«Tres cosas debe olvidar el anarquista: el alcohol, la prostitución y el juego», es una cita extraída de un periódico libertario balear (1934) que nos sirve de punto de partida para acercarnos a la visión que el movimiento anarquista de esa época tenía del ocio y del tiempo libre.

Los intentos por construir un mundo más justo partían habitualmente de las luchas contra la explotación laboral en particular y las injusticias socioeconómicas en general. Pero las/os anarquistas nunca quisieron dejar en un segundo plano una cultura, entendida en un sentido amplio, basada en valores que potenciaran cualidades como la solidaridad, el compromiso, la integridad, etc., por lo que las críticas al modelo de ocio que predominaba en la España del momento fueron frecuentes en sus publicaciones. Así es como se construyó el concepto de «propaganda por el hecho» con el significado de modelo de conducta ejemplar. Todo con la finalidad de dar forma a una «revolución interior» que mostraba la ambiciosa pretensión de provocar una transformación radical en todos los ámbitos de la realidad humana.