Cuando la multitud hoy muda, resuene como océano.

Louise Michel. 1871

¿Quién eres tú, muchacha sugestiva como el misterio y salvaje como el instinto?

Soy la anarquía


Émile Armand

domingo, mayo 31

Canon y bisturí, auge y caída.

Acerca del canon de belleza [1]


A estas alturas, casi todo el mundo más o menos vinculado a los movimientos sociales reconoce que valorar de mejor o peor manera a una persona en base a la belleza es algo frívolo y que es fruto de una sociedad capitalista que todo lo convierte en mercancía de la que se puede sacar partido: cosméticos, operaciones estéticas, gimnasios, ropa…  Incluso se ha llegado a convertir la belleza en un reclamo sexual que aumenta el negocio del ocio como bares, discotecas, etc. No está tan extendido, en cambio, el considerar cierto tipo de comentarios valorativos del aspecto como forma de autoridad, siendo supuestamente inofensivos y viniendo casi siempre en tono de broma. Esto hace que, lamentablemente, sean comunes entre nuestros círculos anarquistas. Por eso rebatirlos es considerado una exageración y un cierto maniqueísmo (al fin y al cabo, “¿a quién hace daño una broma?”o “¿por qué no vamos a decir que está buena, si es que es verdad?”).

Tras la consideración superficial de la belleza en la sociedad capitalista con la que podemos tratar cada día, encontramos una intención de clasificación, de normativización en base, como siempre, a los valores de las clases altas. Es obvio que en una sociedad de clases la clase alta impone sus costumbres, sus valores, su forma de ser y sus fines como los válidos y los positivos, por eso en una cultura como la nuestra se valora a las personas competitivas y ambiciosas como aquellas que pueden conseguir realmente lo que quieren, al igual que se valora el fin de conseguir un trabajo donde se gane mucho dinero y no es valorado el entregar una vida a la lucha. El caso de la belleza no iba a ser menos y los cánones de belleza se han ido ajustando a lo que significaba para las mujeres de la clase alta como tal, siendo, por lo tanto, convencionales.

Así, anteriormente se valoraba a la mujer blanca que no estaba trabajando al sol, “gordita” porque era la que no pasaba hambre y bien vestida a la época por ser quien se lo podía permitir económicamente. Obviamente, si este canon se hubiera extendido hasta hoy no se correspondería con lo que viene a ser una mujer de clase alta que a día de hoy se ve ejemplificada por la mujer delgada con un cuerpo trabajado en el gimnasio y, normalmente, demasiado delgada para desarrollar cualquier trabajo manual que requiera de fuerza. Asimismo, de la mujer blanca hemos pasado a la excesivamente morena, la que se puede permitir veranear en la playa y tomar rayos uva el resto del año para “elaborarse” su color de piel.

 Las mujeres famosas y ricas son, por tanto, las que hacen el canon: esas que tienen dinero para dedicarse a su cuerpo y un ejército de publicistas que la hacen aparecer por todos los rincones de nuestra vida con una figura imposible gracias a la magia del photoshop. El acoso de estas imágenes desde que somos pequeños es inevitable, como lo es su influencia. Ésa es la mujer que una debe ser y que uno debe desear tener (sí, tener, porque se aprende como un simple objeto expuesto). Por ello, nunca podremos desligar al canon del carácter autoritario de cualquier clasificación.

En el caso de la belleza, la clasificación del canon es una clara gestión de los cuerpos para dominarlos, para violentarlos en base a un deber ser. Es una manifiesta incoherencia intentar defender (como muchos hacen) que, pese hacerse comentarios sobre si una persona encaja o no en el canon, no se está haciendo más que un inofensivo comentario. La dominación sobre los cuerpos es una forma de poder que enajena a la persona, la hace encajar en algo externo cambiando lo que debería ser su curso natural. La clasificación es una normativización que hace que la persona se vea y nosotros veamos a la persona como algo exterior a ella misma y no desde ella misma. Desde algo exterior que es el poder capitalista, desde una clasificación que interesa directamente a este poder.

Desde nuestro punto de vista, cualquiera que pretenda llamarse anarquista debe rechazar todo tipo de poder, todo tipo de autoridad ejercida sobre el individuo por muy abstracta que sea, ya que sus métodos y sus efectos son bastantes concretos (complejos, transtornos en la alimentación, inseguridades…) Los problemas generados por el canon no vienen de las grandes pasarelas de moda, que pocos solemos ver, vienen de la publicidad y del día a día del que nosotros formamos parte, de una autoridad que ejercemos como piezas del mecanismo de poder, quizá no del todo conscientemente, sobre aquellos/as con quienes convivimos.

La anarquía libera cuerpos y mentes, potencia el desarrollo del individuo en la comunidad sin el ejercicio de autoridad sobre él. La belleza está en la anarquía, por ella luchamos.

 

Corporación Dermoestética, el canon al alcance de tu bolsillo


Recuperamos esta reflexión-crítica con los cánones de belleza debido a la reciente noticia de la caída en picado de una de las empresas más conocidas y grandes del mundo de la belleza, una de esas empresas que te venden la felicidad a través del rechazo de tu propio cuerpo en base al canon de belleza dominante. Hablamos de Corporación Dermoestética, la empresa que se vanagloriaba de “democratizar la cirugía estética”. La caída de esta empresa es una consecuencia lógica del momento que atravesamos, crisis y empobrecimiento de la población, aunque ojalá hubiera sido por el rechazo a la mercancía que vendían. Al menos, su caída puede hacernos reflexionar acerca de su nocividad. Corporación Dermoestética no hizo más que aprovechar la ola de la bonanza económica y ofrecer un servicio, hasta el momento reservado a las clases altas, a los sectores trabajadores con mayor holgura económica, las clases medias o simplemente cualquiera a través “del crédito fácil” que parece que circulaba por aquel entonces. De esta manera se crea la falsa ilusión de un progreso social al alcance de cualquiera, un paso más en el aburguesamiento social a través del simbolismo de lo estético, los valores de la clase dominante son los valores dominantes y estos se reproducen a través de cualquier práctica, en este caso el consumo y la publicidad.

Aun así las víctimas, quienes pagan las consecuencias, son los/as de siempre, los/as trabajadores/as al paro a través de un ERE y los/ as pacientes a mitad de tratamientos, pagos adelantados, estafas o negligencias. Víctimas necesariamente colaboradoras de su desgracia y la reproducción de unos valores y una sobrevalorización de la estética nocivos se mire por donde se mire. Tampoco hay que olvidar, que al final la cirugía estética también conlleva unos riesgos en la salud, y si dejamos nuestra salud en manos de empresas cuyo objetivo es la rentabilidad económica, podemos correr serios riesgos, además de todos los recursos e inversiones que van a parar a facetas de la sanidad de corte elitista y mercantilizada.

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[1] Extraído del texto “Reflexión sobre la relación entre la belleza física y la normativización-clasificación de las personas” del Grupo Anarquista Heliogábalo

jueves, mayo 28

Contra el "bienestar del estado"



Desde el momento en que se trata del aumento del bienestar no se habla más que de concesiones. Se adopta el lenguaje de la pequeña burguesía bajo pretexto de que es más razonable, más científico, fijar la atención en el interés, en el menor esfuerzo y en toda suerte de sentimientos más bajos que elevados.

E. Armand


Un Estado existe independientemente de mi actividad; yo nazco en él, crezco en él, tengo para con él deberes y le debo fe y homenaje. Él me acoge bajo sus alas tutelares y Yo vivo de su gracia (...). Su vida como organismo exige que yo carezca de libertad (...). Me da una educación y una instrucción adecuadas a Él (...). Me enseña, por ejemplo, a respetar las leyes, a guardarme de atentar contra la propiedad (...). Me adiestra para ser un buen instrumento, un miembro útil a la Sociedad (...). El Estado deja jugar libremente todo lo posible a los individuos, con tal de que no tomen en serio su juego y no pierdan de vista al Estado (...). El Estado no persigue más que un fin: limitar, encadenar, sujetar al individuo, subordinarlo a una generalidad cualquiera.

M. Stirner


Todo Estado descansa sobre la esclavitud del trabajo; que el trabajo sea libre y el Estado queda destruido enseguida.

M. Stirner


lunes, mayo 25

Anarquismo trashumante

Este libro fue conocido como En Pampa y la vía. Crotos, linyeras y otros trashumantes en su primera edición de 1998, en una colección dirigida por María Moreno. Su revisión, ampliación y reescritura me llevaron,como autor, a considerar que a esta versión le correspondía un nuevo titulo. A la inclusión de un epílogo, de un nuevo capítulo (el número cinco, que aporta un testimonio fundamental eliminado de la versión anterior por expreso pedido de la fuente) y de algunas actualizaciones motivadas por el paso del tiempo, se suma otra razón de fondo: anarquismo trashumante refiere a una sensibilidad o temperamento, una inclinación a la errancia, una voluntad de andar cuya reivindicación de la tradición libertaria reaparece una y otra vez en estas crónicas de vida.

Índice:

ADVERTENCIA AL LECTOR
1. INTRODUCCIÓN A LA TRASHUMANCIA
2. LA TRADICIÓN ITINERANTE
3. TEÓRICOS DE FOGÓN
4. LÍNEAS DE FUGA
5. ABAJO EL TRABAJO
6. BOHEMIA EN PAMPA Y LA VÍA
7. ENTRE EL AMOR Y LA LIBERTAD
8. ANILLOS DE LA MARGINALIDAD
9. LA VOLUNTAD DE ANDAR
EPÍLOGO
APÉNDICE I. GLOSARIO LINYERA-ARGENTINO
APÉNDICE II. REFRANERO CROTO
BIBLIOGRAFÍA
AGRADECIMIENTOS

Lo puedes descargar aquí

viernes, mayo 22

La iglesia, el estado y la escuela


En un bonito texto, en clave ateológica, Bakunin enuncia, mediante una danza de metáforas, la analogía fundamental entre la Iglesia, la Escuela y el Estado:

"Henos aquí de nuevo en la Iglesia y en el Estado. Es verdad que en esa organización nueva, establecida (...) a guisa de concesiones necesarias al espíritu moderno (...), la Iglesia no se llamará ya Iglesia, se llamará Escuela.

Pero sobre los bancos de esa Escuela no se sentarán solamente los niños; estará el «menor eterno», el escolar reconocido incapaz para siempre de superar sus exámenes, de elevarse a la ciencia de sus maestros y de pasarse sin su disciplina: el pueblo. El Estado no se llamará ya monarquía, se llamará república, pero no dejará de ser Estado, es decir una tutela oficial y regularmente establecida por una minoría de hombres competentes, de «hombres de genio o de talento», virtuosos, para vigilar y para dirigir la conducta de ese gran incorregible y niño terrible: el pueblo. Los profesores de la escuela y los funcionarios del Estado se llamarán republicanos, pero no serán menos tutores, pastores, y el pueblo permanecerá siendo lo que ha sido permanentemente hasta hoy: un rebaño. Cuidado entonces con los esquiladores, porque allí donde hay un rebaño, habrá necesariamente también esquiladores y aprovechadores del rebaño (...). El pueblo, en ese sistema, será el escolar y el pupilo eterno. A pesar de su soberanía completamente ficticia, continuará sirviendo de instrumento a pensamientos y a voluntades, y por consiguiente también a intereses, que no serán los suyos. Entre esta situación y la que llamamos de libertad, de verdadera libertad, hay un abismo.

Tendremos, bajo formas nuevas, la antigua opresión y la antigua esclavitud."

martes, mayo 19

El anarquismo entre la teoría y la práctica

En torno a mediados de los años noventa el movimiento anarquista ibérico se vio sacudido por la irrupción de una serie de planteamientos organizativos, algunos novedosos y otros no tantos, que provenían de la otra parte del mediterráneo y que proponían una lectura crítica respecto a las formas clásicas de entender la organización libertaria.

Aquel torbellino de ideas, de las que el anarquista de origen italiano Alfredo María Bonanno ha sido desde aquel entonces el principal referente, sirvió para canalizar un debate en el que la organización informal y el denominado anarquismo insureccionalista se situaban en el ojo del huracán.  Un periodo marcado por los intensos debates y el deseo de experimentar nuevas perspectivas organizativas que no estuvo exento de  luces y sus sombras y que el texto la epidemia de la rabia puede servir como aproximación.

Bardo Ediciones acaba de publicar El anarquismo entre la teoría y la práctica donde se recogen algunos textos del autor italiano en los que se realiza una reflexión en torno a las diferentes formas de entender la organización. Un libro que trata de clarificar algunos aspectos fundamentales en torno al concepto de informalidad organizativa disipando las brumas que a lo largo de estos años se han ido adhiriendo a esta forma de entender el modelo organizativo libertario.

Aquí podéis descargar el libro.

Aquí podéis escuchar una breve entrevista con uno de los editores de El anarquismo entre la teoría y la práctica seguida de los fragmentos de  charla que el propio Alfredo María Bonanno realizó el 15 de junio de 2012 en Barcelona.

sábado, mayo 16

El juego de la muerte

Documental que sigue a 80 personas que se presentan voluntarias para participar en el piloto de un nuevo concurso de televisión y que, sin saberlo, están participando en un experimento similar a los que Stanley Milgram realizó en Yale en los años sesenta para estudiar el impacto de la autoridad en la obediencia de la población. Con ellos, Milgram pretendía encontrar una explicación al sometimiento de la sociedad civil alemana bajo el mandato de Adolf Hitler. En este concurso, una glamurosa presentadora ordena a los concursantes que realicen descargas eléctricas a sus compañeros de juego cada vez que éstos fallen las preguntas de un cuestionario. El concurso comienza y, mientras tanto, un grupo de psicólogos analiza los inquietantes resultados. Aunque el concurso es una farsa y las descargas eléctricas no son reales, ni el público en el plató ni los participantes lo saben. Parte del juego les obliga a convertirse en torturadores, realizando descargas eléctricas hasta niveles casi letales. El concurso avanza, la presión del público y de la presentadora es fuerte .¿ Realizarán descargas eléctricas los concursantes?, ¿hasta qué extremo serán capaces de llegar? ¿Qué estaríamos dispuestos a hacer si una figura de autoridad nos lo ordenara? Este controvertido documental generó titulares de prensa por todo el mundo tras su reciente estreno en la televisión francesa. El experimento que muestra El juego de la muerte es una llamada de atención sobre la obediencia ciega a la autoridad y el poder de manipulación de la televisión..

Título original: The Game of Death 
Nacionalidad: Francia 
Género: Sociedad 
Año: 2010

miércoles, mayo 13

Entrevista a Miquel Amorós: cómo desmantelar la industria

Miguel Amorós es un joven crítico que acaba de jubilarse. Joven porque su crítica anti desarrollista crece y crece en las jubiladas ciudades. Este historiador, teórico y militante coetáneo de Guy Debord, partícipe en las luchas autónomas de los 70, ha impregnado a su obra un carácter continuo de denuncia de la vida administrada, la búsqueda de espacios de autonomía colectiva y un cuestionamiento del progreso alienante y depredador. Jóvenes generaciones han recuperado su testimonio crítico. No son en esencia los males que en nuestra post industrial urbe vivimos diferentes de los que otras generaciones enfrentaron cuatro décadas atrás. Charlamos con Amorós en la urbe –antaño pueblo –  de Castro, Cantabria,  donde ha dado conferencias aquí – organizada por la combativa asociación cultural Roberto El Pirata – y en Santander sobre el desarrollismo urbano.

REVISTA HINCAPIE: Miguel, tu charla en Castro versaba sobre qué es hoy el discurso anti desarrollista. ¿Qué es hoy el discurso anti desarrollista?

MIGUEL AMOROS: Las ciudades se han convertido en conurbaciones. Las urbes cortan el territorio, lo fragmentan. Santander, por ejemplo, se ha expandido hasta otros pueblos, Castro está condicionada en su estética por la impersonalidad urbanística de Bilbao que está a pocos kilómetros. En las conurbaciones, las ciudades se disuelven, perdiendo su identidad. Se orientan principalmente al turismo, esto es, la actividad característica de la sociedad de masas. Hoy se está dando un cambio hacia la gestión optimizada de la conurbación. Santander era una ciudad burguesa que ahora está orientada al turismo asistido por las nuevas tecnologías. La conurbación se gestiona como una empresa. La crítica antidesarrollista hace de puente entre tendencias del pasado: coge de Marx, de Bakunin, de Adorno, de Bataille, de Mumford… Integra críticas, salva las lagunas que separadas tenían esas tendencias. Sin olvidar el precedente de Lemoiz, se puede decir que la primera crítica práctica antidesarrollista se da en los años 90 en Euskalherria, durante la lucha contra la construcción de la autopista de Leizaran. Entonces se vivía como se trabajaba: de manera industrial. En el círculo formado alrededor de la revista EdN hablábamos de luchar contra la nocividad que suponía convertir el territorio en capital. El territorio comenzaba a ser explotado como fuente de energía,  con la instalación de centrales nucleares, renovables, fotovoltaicas, – estas últimas son una tapadera para justificar la primera -, y agredido por urbanizaciones incontroladas. En los debates actuales tratamos de revisitar el pasado agrario y las revueltas campesinas, recordando el momento de la desconexión del campo con las ciudades. El campo no ha sido el mundo de paletos que la burguesía ha pretendido ofrecer, sino un mundo autónomo, rico en saberes, en relaciones sociales  que no tenemos en la actualidad. Fue el jardín y la despensa de la ciudad. Si se arruinara el capitalismo del que dependemos tanto, no seríamos capaces de empezar de cero, porque ignoramos lo básico para sobrevivir.

R.H: Hay un discurso bien pensante de cierta izquierda que habla de decrecimiento.

M.A: El decrecimiento, que nació de la universidad, es una fusión arbitraria de análisis diversos y adolece de enfoque histórico. De tales teorías no se desprende una práctica coherente. Los decrecentistas piensan en el Estado. Serge Latouche, que es su máximo representante, no quiere traumas; tiene pánico a las revueltas. El suyo es el miedo de la clase media asalariada que sustituyó al  proletariado. Por eso su alternativa se basa en recetas. Yo defiendo algo más antagonista, más combativo y realista.

R.H: ¿Es preciso seguir ahondando en la búsqueda de autonomía, al margen de organizaciones partidistas, sindicales o estatales?

M.A: Es preciso. Lo que me parece claro es que el discurso antidesarrollista tiene que pasar a plantearse metas más ambiciosas. Dar cabida a soluciones prácticas que acompañen a los procesos de lucha. La gente se lo está demandando ya espontáneamente. La crisis no ha hecho más que empezar y las alternativas que se plantean al orden parten del mismo orden. Yo apostaría por resultados en el medio plazo.

R.H: ¿Se están abriendo nuevos caminos en las luchas respecto a los que se daban en los 70?

M.A: Son diferentes luchas. Digamos que hay una nueva historia de luchas: contra el fracking, por ejemplo, contra la red de alta tensión, contra el TAV… Todas estas luchas reivindican un nuevo modo de vida. Esta contradicción no la supo ver el movimiento de protesta clásico, anclado en el obrerismo. Fijémonos: esta sociedad no se puede socializar, los medios de producción de nuestra sociedad no son aprovechables. ¿Para qué sirven todos los grandes bloques construidos, las fábricas de coches, o de armas, o de refrescos, la agricultura industrial, las autopistas, etc.?. Lo que plantea la crítica antidesarrollista no es cómo gestionar esto sino cómo desmantelarlo.

R.H: ¿Crees que asistimos al colapso del capitalismo?

M.A: Asistimos a una especie de refuerzo del Estado. El Mercado financiero falló y al final ha sido el Estado quien ha salvado a los mercados. Servirá para frenar también los estallidos sociales, como esta pasando en El Magreb, en Egipto, Turquía, o pasó en los suburbios franceses o americanos.

H.P: Los gestores de la vida administrada: políticos, burócratas, sindicalistas parecen pasar por sus horas más bajas

M.A: Son iguales de corruptos que hace 20 años. Es su modo de vida;  la capacidad de manejar unilateral y opacamente dinero y tomar decisiones que favorecen intereses privados  permite un enriquecimiento rápido. La existencia de una clase mayoritaria conformista favoreció esto. No consideró algo importante la corrupción: lo veía como un sobresueldo de la clase política en la que abdicaba los asuntos públicos. Mientras nada le pasaba a la masa resignada e inmersa en su vida privada, nada pasó. Al verse afectada por la crisis, no acuerda cambiar de modo de vida y tomar en mano sus asuntos, sino que sigue deseando que sean otros los que le saquen de su mala situación. Los movimientos ciudadanistas reclaman esto: el cambio de unos políticos por otros, no un cambio de sistema. Bildu, Podemos, Guayem recogen, de ese empuje, esa misma reivindicación.

H.P: ¿Qué papel juega la cultura en el cambio social?

M.A: Una contestación en pos de una nueva sociedad genera unos valores que son un cambio, aunque ya se hayan dado anteriormente en otras épocas históricas. Por ejemplo, la solidaridad el apoyo mutuo, valores que provienen del anarquismo, que a su vez encontramos en la época gremial.

R.H: No crees que la irrupción de editoriales como Pepitas de calabaza, errata, Melusina, Capitán Swing u otras significa que hay un renacimiento?

M.A: Yo no incluiría a Melusina en la lista, una editorial que explota el filón moderno, sin saber muy bien lo que hace. Y yo añadiría a Virus, un ejemplo de proyecto que lleva más de 20 años de existencia; Ediciones El Salmón, La Felguera, Hoja de lata, Brulot, que es la que edita la revista Raíces, Muturreko… Sí, es cierto que hay un alto nivel editorial, al menos bastante más alto del que hay en Europa.

R.H. Compartes que Debord y Vaneigem son  polos opuestos dentro del situacionismo?

M.A: En absoluto. Los situacionistas pudieron aportar una síntesis de todo lo anterior a ellos, cosa que no hicieron los surrealistas, y así estimularon la intervención política. El 68 fue su éxito y a la vez su canto de cisne. Siempre he estado más por Debord que por Vaneigem. La diferencia entre ellos es que Debord era un artista y Vaneigem un escritor. Debord adivinó luego la revolución portuguesa y la inflexión terrorista del capitalismo en Italia. Su vida se parecía a una partida de ajedrez contra el capitalismo; para el propio Debord, las personas eran sus propios peones en esa guerra, que usaba y tiraba a su antojo. Por contra Veneigem era más nietzcheniano, poco dado a la acción, muy buena persona, fraseador y retórico. Debord dijo malévolamente que escribió el prólogo de una vida que no vivió. Desde su gran Tratado del saber vivir para uso de las jóvenes generaciones, se ha repetido una y otra vez. No ha dejado nunca de escribir el mismo libro.

R.H: Qué proyectos tienes en la actualidad?

M.A: Acabamos de publicar el nº 5 de la revista Argelaga, que comienza a considerarse un referente en el pensamiento antidesarrollista. Estoy también en la edición de un libro sobre el grupo ácrata de Madrid en la universidad madrileña de mediados de los 60, lo que podríamos llamar el 68 español. De aquí a poco deberían salir la biografía de otros nueve  miembros de Los Amigos de Durruti y una ampliación de Durruti en el laberinto.

R.H: Háblanos de ese grupo ácrata del que estás escribiendo. Te refieres a Agustín García Calvo?

M.A: Sí, el grupo se inspiró en él, aunque no participó en sus acciones. Los ácratas reventaron el proceso de renovación de las elites que pretendía acometer el franquismo desde la universidad, creando estructuras seudodemocráticas. El PCE pretendía algo parecido mediante la alianza con los “sectores progresistas” de la Dictadura. Si no hubo un mayo del 68 en la universidad es porque los católicos y comunistas lo evitaron con su control. Sin embargo hubo mucho movimiento no controlado. El primer estado de excepción franquista es a causa de revueltas en la universidad. El grupo ácrata en Madrid practicó y perfeccionó el enfrentamiento con la policía en el campus y llegó a hacer juicios públicos a fascistas parapoliciales. Tuvo una gran actividad, truncada por sucesivas detenciones. Sus miembros siguieron dando guerra en los motines carcelarios y en las protestas parisinas post mayo.

R.H: ¿El último libro que hayas leído?

M.A: Pues uno sobre los Rolling Stones, de Stanley Booth.

R.H: Qué autores crees que aúnn no han sido editados en castellano?

M.A: Diría que Mumford, a pesar de que se están publicando algunas cosas de él, hay para mucho más. Gunther Anders, Jacques Ellul, Clausewitz, Dwight Mac Donald, Siegfried Krakauer


domingo, mayo 10

Bienvenidos al basurero mundial

La crisis permanente no es un hecho económico, sino una técnica política del gobierno; deliberadamente provocar el caos para que el orden sea más conveniente que la revolución
 
(Cartel hecho por unos jóvenes anti-industriales de Alès, Francia)
 
 
Dos siglos de desarrollo industrial han conseguido contaminarlo todo: la tierra, el agua, el aire… nada ha podido quedar a salvo. Nadie puede ignorar en qué basurero mundial nos obligan a vivir: fugas radiactivas en Tricastin [1], PCB (policlorobifenilos) en el Ródano, leche con dioxina en Bretaña y otros lugares… ¿“accidentes” industriales?
 
Los Estados, los industriales, los expertos y contra-expertos, todos se ven forzados a confesar que el planeta está al borde del agotamiento. En nombre de la sumisión sostenible, celebran grandes misas ecologistas en colaboración con las ONG. Los llamados a la unión sagrada como si fuera un Grenelle [2] del medio ambiente no servirán más que para canalizar las inquietudes y neutralizar las posibilidades de rechazar este mortífero mundo.

¡“Ciudadano”! Se te ordena ser “eco-responsable”, montar en bicicleta y seleccionar tu basura en bolsas a fin de salvar el planeta.

Los hijos son los primeros objetivos de tales mandatos conminatorios y prescriptivos, de forma que trasmitan la lección a sus padres y les exijan respetar las consignas. Este pequeño policía “bio” en calzón corto se hará grande cuando crezca, con tal de que Montsanto TM le dé aliento.

Las “medidas para salvar el planeta” no cuestionan nada en esencial: de las eólicas a los últimos artefactos tecnológicos y “alternativos”, de las píldoras verdes a las tasas fiscales, de la trazabilidad del ganado a la multiplicación de las obsesiones higienistas y sanitarias, del desarrollo de los biocarburantes al impulso de una industria “ecológica”, de las bombillas de bajo consumo a los llamamientos obsesivos al racionamiento y la frugalidad… Todo esto está siendo utilizado para que se acepten como imperativos absolutos los esfuerzos y sacrificios indispensables para la supervivencia de este mundo tal como es. Del mundo de la producción furiosa donde todo y todos no son sino mercancías. Del mundo donde siempre serán los mismos los que estén arriba, y también los mismos, los de abajo. Del mundo cada vez más controlado en el que cualquier medida estatal no será otra cosa que una coerción suplementaria, y ¡cuidado con la porra con la que corrigen a los “desobedientes”!

Neguémonos a seguir las normas de los gestores y beneficiarios del desastre anunciado; no consintamos que nos enrolen en sus planes, rechacemos el racionamiento voluntario, la domesticación equitativa y el ecologismo cuartelero.

NO HAY LIBERTAD ENTRE LOS ESCOMBROS INDUSTRIALES. COMER UN YOGUR BIOLÓGICO EN UN VERTEDERO MUNDIALIZADO NO ES LIBERTAD, LA LIBERTAD COMIENZA SABOTEANDO ESTE MUNDO QUE NOS DESTRUYE

Notas

1. Central nuclear cercana a Montelimar y Avignon.
2. Los acuerdos de Grenelle entre los sindicatos comunistas y el gobierno pusieron fin a la revuelta del 68.


jueves, mayo 7

Sobre el compañero anarquista Gabriel Pombo Da Silva


El compañero anarquista Gabriel Pombo Da Silva ha pasado ya casi 30 años en prisión, entre ellos una veintena en cárceles españolas. Ha afrontado, además, el abanico de castigos y regímenes de aislamiento de que dispone el Estado para intentar doblegar quienes no ceden a sus exigencias.
 

Efectivamente, Gabriel forma parte de aquellos y aquellas para quienes el encarcelamiento no significa el fin de la revuelta, ni de los deseos de libertad.
 

Motines en intentos de fuga, en los años 80 y 90, el sistema carcelario español ha sido sacudido por numerosos actos individuales y colectivos de resistencia y de ofensiva. Por haber participado, Gabriel ha visto cómo se le aplicaba, como a tantos otros, el régimen FIES, destinado a erradicar todo intento de rebelión. Sin embargo, una fuerte lucha respondió al establecimiento de este sistema punitivo y de control «último grito». Llevada a cabo en el interior por los presos en condiciones de torturas sistemáticas y de aislamiento extremo, fue apoyada en el exterior por numerosas iniciativas y acciones de solidaridad. En el plano nacional e internacional se ha desarrollado la crítica en palabras y hechos de la sociedad carcelaria que debemos destruir antes de que ella nos destruya. Este combate ha marcado tantas vidas y espíritus, y ha demostrado que le puede salir caro al Poder querer quebrar a los individuos y acabar con la revuelta.

En octubre de 2003, Gabriel decidió no volver a la jaula después de un permiso. El 28 de junio de 2004, tras un control de policía que acabó mal y a pesar de un tiroteo para no caer en manos de los maderos, es arrestado en compañía de su hermana Begoña y de los compañeros Bart de Geeter y José Fernández Delgado (este último también en fuga de las cárceles españolas). Estos encarcelamientos y el juicio que tiene lugar en la ciudad alemana de Aachen tendrán un eco internacional dentro del movimiento anarquista. Será nuevamente la ocasión de denunciar el infierno carcelario, de difundir prácticas solidarias y de trazar pistas para el ataque al Sistema que todas las prisiones contribuyen a sustentar. El 25 de septiembre Jose —también acusado de atraco— es condenado a 14 años de prisión, Gabriel a 13, Bart a 3 años y medio y Begoña a 10 meses de prisión con remisión condicional de la pena. Bart sale en 2007, Jose —después de varios traslados— se encuentra actualmente en la cárcel de Rheinbach, Gabriel cumplirá su pena en Aachen donde rechaza la obligación de trabajar, por lo que debe permanecer 23 horas sobre 24 en una celda. Una forma de salir de esta forma de aislamiento es mantener una correspondencia con compañeros y compañeras de todos los horizontes.

Continúa implicándose, con sus escritos y huelgas de hambre en diferentes iniciativas de solidaridad y de ofensiva en todo el mundo: contra el encierro y la autoridad en todas sus formas. La continuidad, la fortaleza en el compromiso y la voluntad de subvertir lo existente no es del gusto de los poderosos; varios estados quieren hacerle pagar esos combates, como a otros, tanto en el interior como en el exterior de los muros.

En enero de 2013, con 2/3 partes de la pena cumplida (conforme a prácticas en vigor en Alemania), Gabriel es extraditado al Estado español, que le reclamaba para que acabase de cumplir el resto de lo que le quedaría de condena (la cual todavía desconocemos, disimulada en meandros burocráticos judiciales, carcelarios y políticos). Después de haber pasado por el sistema de observación y de clasificación de Soto del Real en Madrid, se le ha puesto en régimen FIES 5, por su «trayectoria particular de prisionero» (o sea, conflictivo) y posteriormente enviado a la cárcel de Villena (Alicante), aunque él había pedido el traslado a Galicia. A principios de abril fue mandado a Valdemoro (Madrid), para comparecer ante la Audiencia Nacional, a razón de una Euro orden emitida por el Estado italiano. Los escollos administrativos incesantes han provocado que hasta ahora sólo haya podido recibir dos visitas de su familia.

Esta recopilación no exhaustiva de textos no tiene como único objetivo dar a conocer o recordar la trayectoria de este compañero, se trata también —y sobre todo— de continuar propagando las ideas por las que lucha y que nosotras compartimos; de defender la elección de la expropiación y de un antagonismo decidido, de hacer vivir deseos de libertad, de revolución social y de Anarquía que también nos animan y que no pueden reducirse a palabras.
 

¡Contra todas las prisiones y los sistemas que las producen!


¡Por una solidaridad que rompa la pacificación que tratan de imponernos y hacia el asalto de un mundo nuevo!

ENTREVISTA A GABRIEL 





Libro (descarga): Diario e Ideario de un Delincuente ( Gabriel Pombo Da Silva )

Libro (físico): http://catalogolacruznegra.blogspot.com.es/2014/09/diario- e-ideario-de-un- delincuente.html 



Para escribirle:

Gabriel Pombo da Silva

Centro Penitenciario de Topas – Salamanca.

Ctra. N-630, km. 314

37799 Topas (Salamanca) España



lunes, mayo 4

Lucía Sánchez Saornil. Poeta, periodista y fundadora de Mujeres Libres

Introducción y selección de Antonia Fontanillas Borràs y Pau Martínez Muñoz.

Antología de textos periodísticos de Lucía Sánchez Saornil, militante anarquista, periodista y poeta, que junto con Mercedes Comaposada y Amparo Poch, fundan en Madrid en mayo de 1936 la celebre revista Mujeres libres, que se transforma pronto en un movimiento de lucha por la emancipación y libertad de la mujer, la Federación Mujeres libres. El objetivo era “elevar el rol de la mujer como el del hombre, a un nivel de cultura superior que les permita batallar juntos en la construcción de una sociedad más justa y humana”, lo que llamaba ‘humanismo integral’. Afirmaba que el “feminismo que buscaba su expresión fuera de lo femenino, tratando de asimilar virtudes y valores extraños [masculinos] no nos interesa; es otro feminismo, más sustantivo, de dentro a afuera, expresión de un “modo”, de una naturaleza, de un complejo diverso frente al complejo y la expresión y la naturaleza masculinos”.
 Nacida en 1895 en una familia humilde en Madrid, se educó en el Centro Hijos de Madrid para huérfanos. Afiliada a la anarcosindicalista CNT desde la década de 1920, su inteligencia y gran capacidad de trabajo la llevaron a grandes responsabilidades, asumidas en esta época en su mayoría por hombres, en organizaciones que nacieron al calor de la Revolución española.

LaMalatesta Editorial, 2014
240 pp ; 19,5 x 12,5 cm

sábado, mayo 2

Julián Pacheco: un anarquista del pincel [libro]

Podemos estar de enhorabuena, los compañeros de la editorial Las siete entidades acaban de publicar este trabajo riguroso e impecable de Marisol Caldito sobre uno de nuestros pintores más olvidados: Julián Pacheco. Un compañero al que algunos descubrimos apenas hace unos años cuando se publicó en Bicel un pequeño trabajo sobre él y se reprodujeron sus obras en la citada revista.  Julián Pacheco, nacido en plena guerra de España, cansado del mortecino ambiente cultural del país y la censura imperante, se exilió  primero en París y después en Italia, país en el que vivió hasta bien entrada la democracia en España y donde, al contrario que ocurre aquí, es un pintor reconocido, valorado y estudiado.  Extraño absurdo que, como nos desvela Marisol Caldito a lo largo del libro, no es casual. 
En efecto, Julián Pacheco cumplió con todos los requisitos de nuestros más afamados pintores de vanguardia de los años sesenta y setenta, es decir, vivió en Madrid y Barcelona, participó de la renovación plástica del informalismo, conoció e hizo amistad con los hoy afamados Tapies, Arroyo, Equipo Crónica, etc., expuso con ellos dentro y fuera de España pero, como decíamos, al contrario que sus compañeros de viaje, Julián Pacheco fue siempre un proscrito, un pinto al que, por no estar dispuesto a comulgar con el régimen de la transición, se le cerraron todas las puertas de la fama y la gloria mediática e institucional. 
Marisol Caldito recorre en este libro los hitos vitales del pintor conquense, sus idas y venidas por la segunda mitad del siglo XX, ahondando con lucidez en su obra que, bebiendo de las vanguardias históricas, sobre todo del surrealismo y la abstracción (Klee, Miró, Picasso, Dalí), y de los nuevos realismos europeos (Dubuffet, Vostell), supo elaborar un discurso plástico tan personal como incómodo. 
Aunque Julián Pacheco quedará ligado a la memoria libertaria por sus muros de grafitis, Marisol Caldito nos descubre un inmenso panorama plástico que recorre desde sus obras más abstractas hasta las más figurativas, dotadas estas de un realismo crítico, de denuncia, con la que si bien triunfó en Europa nunca tuvo aceptación en una España que no solo quiso estrenar democracia tras la muerte del dictador, sino que también, como muy bien nos cuenta Marisol Caldito en este libro, estrenó olvido, desmemoria, pactos de silencio en torno a su origen, su constitución y su presente, construido sobre una postmodernidad que exaltaba la banalización del arte, la mercantilización de toda la vida social, la podredumbre institucional y la corrupción política más soez. Un contexto que hoy se nos antoja pavoroso pero que explica que nuestro anarquista de los pinceles y la crítica acerada, nuestro Julián Pacheco, solo cosechara incomprensión y rechazo.
Sobre esta y otras paradojas de la vida de Julián Pacheco, además de realizar un profundo estudio crítico de su obra, nos habla Marisol Caldito en este primer gran acercamiento a la obra de un compañero que, como tantos otros, pagaron su coherencia vital y su posicionamiento ideológico con la omisión, la censura y ninguneo de la cultura oficial española.


Año publicación: 2014
Autor / es: Marisol Caldito Aunión
Editorial: Las Siete Entidades
ISBN: 9788494187421
Páginas: 213
Tamaño del libro: 23x17

viernes, mayo 1

Últimas palabras de los 8 de Chicago (origen del 1º de Mayo)

Foto: Los Mártires de Chicago – (De izquierda a derecha) George Engel, Samuel Fielden, Adolph Fischer, Louis Lingg, Michael Schwab, Albert Parsons, Oscar Neebey August Spies. 

Realizamos una recopilación de las últimas palabras pronunciadas por los compañeros anarquistas asesinados en Chicago y convertidos en símbolo de la lucha obrera:
 
Michael Schwab:

Hablaré poco, y seguramente no despegaría los labios si mi silencio no pudiera interpretarse como un cobarde asentimiento a la comedia que se acaba de desarrollar. Lo que aquí se ha procesado es la anarquía, y la anarquía es una doctrina hostil opuesta a la fuerza bruta, al sistema de producción criminal y a la distribución injusta de la riqueza. Ustedes y sólo ustedes son los agitadores y los conspiradores.

Adolf Fischer:

Solamente tengo que protestar contra la pena de muerte que me imponen porque no he cometido crimen alguno... pero si he de ser ahorcado por profesar mis ideas anarquistas, por mi amor a la libertad, a la igualdad y a la fraternidad, entonces no tengo inconveniente. Lo digo bien alto: dispongan de mi vida

Albert Parsons:

El principio fundamental de la anarquía es la abolición del salario y la sustitución del actual sistema industrial y autoritario por un sistema de libre cooperación universal, el único que puede resolver el conflicto que se prepara. La sociedad actual sólo vive por medio de la represión, y nosotros hemos aconsejado una revolución social de los trabajadores contra este sistema de fuerza. Si voy a ser ahorcado por mis ideas anarquistas, está bien: mátenme.

Hessois Auguste Spies:

Honorable juez, mi defensa es su propia acusación, mis pretendidos crímenes son su historia. [...] Puede sentenciarme, pero al menos que se sepa que en el estado de Illinois ocho hombres fueron sentenciados por no perder la fe en el último triunfo de la libertad y la justicia

Louis Lingg:

No, no es por un crimen por lo que nos condenan a muerte, es por lo que aquí se ha dicho en todos los tonos: nos condenan a muerte por la anarquía, y puesto que se nos condena por nuestros principios, yo grito bien fuerte: ¡soy anarquista! Los desprecio, desprecio su orden, sus leyes, su fuerza, su autoridad. ¡Ahórquenme!

El porque debemos recordar a todos los caidos, de que nos sirve podrian pensar algunos, creo que para estas posibles preguntas hay una respuesta excelente:

"Nuestras clases dominantes han procurado siempre que los trabajadores no tengan historia, no tengan doctrina, no tengan héroes y mártires. Cada lucha debe empezar de nuevo, separada de las luchas anteriores: la experiencia colectiva se pierde, las lecciones se olvidan. La historia parece así como propiedad privada cuyos dueños son los dueños de todas las otras cosas."  

Rodolfo Walsh