Cuando la multitud hoy muda, resuene como océano.

Louise Michel. 1871

¿Quién eres tú, muchacha sugestiva como el misterio y salvaje como el instinto?

Soy la anarquía


Émile Armand

domingo, mayo 30

Colombia: terrorismo de estado

 


La desaparición forzada es una práctica del Terrorismo de Estado: más de 600 personas han sido desaparecidas por la policía colombiana en tres semanas.

Varios cuerpos de manifestantes que han sido detenidos-desaparecidos por la policía colombiana, han empezado a aparecer flotando en los ríos de Colombia y en fosas clandestinas.

Colombia padece una brutal represión estatal. La policía está perpetrando miles de capturas para intentar sofocar la protesta social. Las fuerzas represivas capturan a los manifestantes e incluso van a las casas a secuestrar a los jóvenes: o para judicializarlos bajo los reiterados montajes judiciales que emplea el Estado colombiano para reprimir la protesta, o para desaparecerlos.

Los organismos defensores de derechos humanos expresan que es muy importante que las personas detenidas intenten gritar sus nombres y apellidos y que la vecindad procure filmar el hecho, para intentar evitar que los secuestrados por la policía sean víctimas del crimen de Estado de la desaparición forzada. Las personas desaparecidas por la policía en tres semanas de Paro Productivo Nacional se reportan por centenares (Defensoría reportaba 548 personas desaparecidas a nivel nacional a 7 de mayo, La Unidad de Búsqueda reportaba 379 personas desaparecidas para el período comprendido entre el 28 de abril y el 7 de mayo. Tan solo en Cali organismos defensores de derechos humanos reportan 206 personas desaparecidas entre el 28 de abril y el 20 de mayo). De algunas de esas personas secuestradas y desaparecidas por la policía, han aparecido los cuerpos sin vida. Los cuerpos de dos jóvenes secuestrados por la policía el 28 de abril aparecieron a inicios de mayo flotando en el río Cauca, en mayo también apareció el cuerpo sin vida de un líder campesino y el cuerpo con signos de tortura de la maestra y sindicalista Beatriz Moreno Mosquera. También han aparecido otros cuerpos de manifestantes torturados, flotando en los ríos, algunos en fosas y otros desmembrados en bolsas, como se puede apreciar en los vídeos y fotografías que, horrorizada, graba la población.

La desaparición forzada es una práctica del Terrorismo de Estado que las fuerzas represivas del Estado colombiano han empleado intensivamente contra la población desde hace décadas, y que están empleando con particular saña durante este Paro productivo: esta práctica inyecta terror y devasta a familias y comunidades.

El pueblo colombiano exige que el Estado colombiano devuelva a los centenares de desaparecidos: a los que todavía tenga vivos en comisarías, batallones militares, almacenes o casas clandestinas de la policía, que los devuelva, y que cese la barbarie policial de la desaparición forzada. Las personas que la policía haya enterrado en fosas comunes y lanzado a ríos, seguirán siendo buscadas y reclamadas incansablemente por sus familias, sus comunidades, y por todo un país que no va a permitir "la desaparición de los desaparecidos". Nos los arrancaron por ser personas dignas que lucharon por todas y todos, no permitiremos que sus nombres se olviden, ni mucho menos que su lucha se apague. El Terrorismo de Estado no logrará callar la lucha social de un pueblo harto de explotación, de precariedad y saqueo capitalista. Colombia llora, Colombia sufre, pero no se rinde.

Las fuerzas represivas del Estado colombiano, desatadas para sofocar la protesta social a sangre y exterminio, van sin placas, disparándole a los barrios con 9 milímetros y fusiles de guerra, disparando lacrimógenas caducadas (lo que las convierte en un veneno letal) incluso directamente contra las casitas de los barrios obreros, hiriendo y asesinando. La policía sigue cada día y cada noche llevándose muchachos para desaparecerlos. Ha llegado al extremo de convertir un centro comercial, en Calipso, en un centro policial de torturas (el almacén Éxito, propiedad del grupo capitalista francés Casino y de la burguesía colombiana). El Terrorismo de Estado en Colombia está asesinando a la población por protestar contra la violencia estructural que cercena millones de vidas, arrojándolas al empobrecimiento más cruel, para que un puñado de multinacionales y explotadores locales incrementen sus fortunas. El oro que se come la burguesía transnacional y colombiana en sus platos "exquisitos", lleva incrustado el dolor y la sangre de todo un pueblo.

Pese a la brutal represión desatada por el Estado colombiano a través de sus herramientas policiales, militares, parapoliciales y paramilitares, el 23 de mayo, a día de 26 de Paro Productivo a nivel nacional en Colombia, siguen masivas las movilizaciones. La clase trabajadora, harta de explotación, rechaza el paquete privatizador del gobierno de Duque y exige condiciones de vida dignas.

El régimen colombiano quiere callar al pueblo asesinándolo y desapareciéndolo, calumniándolo y disparando mentiras en ráfaga a través de los grandes medios de desinformación masiva; cuenta con el silencio cómplice y el trabajo manipulador de los medios propiedad de la burguesía local y transnacional. Hasta las redes dificultan la publicación y censuran los vídeos que más evidencian la represión genocida y las razones profundas del Paro, y además el Estado colombiano tumba la señal de internet reiteradamente.

El gigantesco doble rasero de los organismos internacionales solamente se ha pronunciado de boca pequeña con relación a la represión homicida del Estado colombiano: porque es un Estado amigo del imperialismo estadounidense y europeo y viabiliza el mayor saqueo de los recursos de Colombia, precisamente mediante el Exterminio. Pretenden sofocar el clamor de un pueblo. Pero no lo logran: el régimen genocida, funcional al mayor saqueo capitalista de Colombia, no puede con el pueblo unido. No logra sofocar el Paro ni con Terrorismo de Estado ni con el martilleo de mentiras.

El pueblo colombiano está a punto de cumplir un mes de Paro Productivo Nacional, con mucha solidaridad entre la clase trabajadora, con mucha organización y valentía. Con bloqueos de carreteras como la Panamericana, bloqueos de grandes puertos como el puerto de Buenaventura, bloqueos de vías extractivas por las cuales las multinacionales encaminan las inmensas riquezas de Colombia hacia sus buques de saqueo (como en la mayor mina de carbón a cielo abierto del mundo, El Cerrejón), paro de camioneros, manifestaciones multitudinarias, creaciones y talleres artísticos, talleres productivos populares, mercados campesinos solidarios, encuentros, asambleas, Minga indígena, afro y campesina, Ollas comunitarias, Mamás Capucha, lucha callejera para defender el derecho a manifestarse de las arremetidas de la policía, brigadas médicas, brigadas pedagógicas, primera, segunda y tercera línea, etc. El Paro sigue porque la clase trabajadora exige condiciones de vida dignas.

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Cifras que arroja la brutal represión desatada por el Estado colombiano contra el pueblo en Paro Productivo, contra la protesta social del pueblo que se manifiesta cansado de explotación, precarización y saqueo capitalista.


● Más de 60 personas asesinadas por la policía, ESMAD, militares y paramilitarismo en coordinación con la policía. 52 personas asesinadas por el accionar de la policía entre el 28 de abril y el 20 de mayo, según la organización Defender la Libertad. Y varias personas asesinadas por el accionar encubierto parapolicial de policías operando sin uniforme, o de policías uniformados operando en conjunto con paramilitarismo.

● Centenares de personas víctimas de desaparición forzada, un crimen de Estado de Lesa Humanidad. Las personas desaparecidas por la policía en tres semanas de Paro Productivo Nacional se reportan por centenares. Defensoría reportaba 548 personas desaparecidas a nivel nacional a 7 de mayo. La Unidad de Búsqueda, tras atender las denuncias y recopilaciones 26 organizaciones sociales, entregó sus estadísticas para el período comprendido entre el 28 de abril y el 7 de mayo: 379 serían los manifestantes desaparecidos hasta esa fecha. Tan solo en Cali, organismos defensores de derechos humanos como Buscarles Hasta Encontrarles, reportan 206 personas desaparecidas entre el 28 de abril y el 20 de mayo.

● Miles de personas heridas por el accionar de la policía y demás fuerzas represivas. Decenas de personas mutiladas de sus ojos por la policía. Decenas de defensores de DDHH agredidos.

● Al menos dos decenas de mujeres víctimas de violencia sexual a manos de la policía (las que han podido denunciarlo).

● Miles de personas detenidas, gran parte de ellas por medio de procedimientos arbitrarios, siendo sometidas a tortura y tratos crueles e inhumanos.


Cecilia Zamudio

http://cecilia-zamudio.blogspot.com/2021/05/colombia-desaparicion-forzada-practica-del-terrorismo-de-estado.html

jueves, mayo 27

Recital 'Conspiraciones', con Ana Aupí y Gustavo Duch

 

 

Con la participación de diferentes autoras como Ana Aupí  y Gustavo Duch, entre otros.  

Anna G. Aupí es una poeta, feminista y comunicadora social, autora del poemario Geografía de mí cuerpo (ed. Ves con Voces); Gustavo Duch poeta, veterinario, hortelano, coordinador de la revista Soberanía alimentaria, autor de Huertos de libertad, Cosechas, Secretos y Mucha gente pequeña (Polen ediciones).

Puedes ver el vídeo aquí

 

lunes, mayo 24

Ante la militarización de la frontera en Ceuta. ¡Ni guerra entre pueblos, ni paz entre clases! ¡NI CIES NI FRONTERAS!

 

La situación en Ceuta es el resultado de las tensiones entre los estados español y marroquí, mostrando la auténtica cara del capitalismo y los estados como traficantes de nuestras vidas. El sistema no tiene escrúpulo alguno en edificar alambradas y checkpoints, levantar muros y cárceles para personas migrantes como los CIES, campos de refugiados regidos por dura bota militar, y todo ello rodeado de la más alta tecnología, custodiada por cuerpos policiales y, cuando se tercie, militares. Nada como la democracia para gestionar el racismo y la xenofobia. Todo ello para regular el flujo de capital humano, es decir, la población forzada a desplazarse en las rutas migratorias mundiales, fruto de las guerras, la represión y la miseria de las que los estados y el capitalismo son directamente responsables. Sin olvidar la imperante necesidad de la clase empresaria de obtener una mano de obra barata a la que explotar.

Este caldo de cultivo, de tensión imperialista entre los estados, es ideal para el nacionalismo, y en consecuencia, para la extrema derecha. Estas fuerzas intentar inculcar el odio entre las personas pobres y explotadas contra sus hermanos y hermanas de otros regiones para que no identifiquemos a nuestro auténtico enemigo, que no es otro que el sistema. Por su parte, el gobierno progresista hará lo de siempre, proteger los intereses del capital y mercadear con las vidas de las personas migrantes.

Hacemos un llamamiento a salir a la calle, en solidaridad con las personas migrantes, y sobre todo, con sus luchas. Porque hemos visto como se rebelaban en motines en los CIES. Porque hemos visto como se rebelaban en los campos donde les tienen encerradxs en Canarias, y resistían a la represión policial con la vergonzosa complicidad de Cruz Roja. Porque hemos visto como las trabajadoras temporeras, muchas migrantes, se enfrentaban a sus patrones y a las condiciones de explotación en plena pandemia. Porque hemos visto como los chavales, deshumanizados y tildados de MENAS, se defendían con uñas dientes frente a ataques fascistas. Porque hemos visto como se generan redes de apoyo mutuo y solidaridad frente al acoso policial en las redadas racistas. Porque nos une el odio a la policía y sus constantes abusos contra todxs nosotrxs, que se dan tanto aquí como en la frontera de Ceuta.

Hacemos un llamamiento para salir a la calle contra las guerras y la tensión imperialista entre los estados y su macabro juego geopolítico,

Hacemos un llamamiento a salir a la calle contra el repunte militar de la frontera en Ceuta y el estrecho.

Un llamamiento a salir a la calle contra las fronteras y el capitalismo que las necesita.

¡Solidaridad y lucha!

¡Ni guerra entre pueblos, ni paz entre clases!

viernes, mayo 21

IV encuentro anarquista contra el sistema tecno-industrial y su mundo

 


– Para descargar el tríptico con el programa para imprimir, pincha aquí.

 

VIERNES 28 A LAS 19:00H

– CHARLA-DEBATE: “La reproducción artificial de lo humano: El camino del transhumanismo”. A cargo de Resistenze al nanomondo.

El ser humano en la era de su reproducibilidad técnica, cuando los cuerpos se convierten en laboratorios vivientes y el embrión se convierte en producto.
PMA (procreación médicamente asistida), selección de embriones, eugenesia, CRISP / Cas 9, edición genética y las últimas fronteras del útero artificial. Desde los laboratorios de investigación para la clonación de animales, los proyectos transhumanistas apuntan a reemplazar la evolución natural con la evolución artificial. Desde la cría de animales 4.0 hasta los humanos, los animales diseñados y digitalizados anticipan el futuro de nuestra especie en el mundo inteligente. En el cuerpo de los animales, y ahora también en nuestro cuerpo, se rediseña la historia biológica y se manipula la evolución natural de forma irreversible.
La manipulación, la modificación genética, el híbrido, son partes estructurales del entorno de laboratorio y de la concepción en la que se basa. Los cuerpos y procesos vivos no pueden dejar de perder su indisponibilidad original a la apropiación por parte del biomercado y las tecnociencias y a cualquier modificación genética.
El transhumanismo está transportando toda la vida hacia una nueva era digital-sintética, post-naturaleza y post-humana.



VIERNES 28 A LAS 21:00H CENADOR.



SÁBADO 29 A LAS 12:30H

– PRESENTACIÓN DEL LIBRO: “La pandemia digital. La libertad en coma.” A cargo de Ediciones El Salmón.

La gestión político-sanitaria de la pandemia de covid-19 ha supuesto una vuelta de tuerca más en el proyecto de totalitarismo digital que, desde hace varias décadas, viene siendo implementado por gobiernos y empresas. La libertad en coma. Contra la informatización del mundo, publicado en Francia en 2011, reeditado y ampliado en 2018, nos ayuda a conocer los orígenes de la invasión informática, y comprender así mejor nuestro modo de oponerse a ella.



SÁBADO 29 A LAS 15:00H COMEDOR



SÁBADO 29 A LAS 17:00H

– PRESENTACIÓN DEL LIBRO: “Perspectivas anárquicas contra IIRSA.” A cargo de sus editores.

Hoy en día la avanzada del capital en Abya Yala (Latinoamérica) es el proyecto IIRSA, una infraestructura extractivista a gran escala para el flujo de mercancías que amenaza a millones de formas de vida. Este megaproyecto ha asesinado, despojado y destruido comunidades y ecosistemas completos desde el año 2001, además de la proletarización de los territorios en donde el capital devasta todo a su paso. Esta implantación no es «otro contexto», si no que es transversal a todas las geografías, tanto en el consumo humano, como en el flujo de mercancías, el desequilibrio de los hábitats, además del giro ecofascista tecnócrata del nuevo capitalismo. Este libro nace de la necesidad de conformar perspectivas antiautoritarias/ anárquicas en una realidad donde la información se encuentra aislada y resguardada por las instituciones, donde el discurso se sitúa entre la socialdemocracia ecologista y la tecnocracia especializada, generando un oscurantismo informativo, y una desconexión de las luchas y resistencias. Además, considerando que la información está a la mano, solo se decidió compilarla para hacer un mapeo general de los acontecimientos y reflexiones en torno a ellos desde distintos puntos de vista, y darle un enfoque desde iniciativas que están luchando hasta la actualidad contra la devastación. Desde esta aclaración, el libro en sí no tiene como propósito erigir una verdad acerca de la significación de todas las variantes del conflicto; tampoco existen respuestas claras que se interpreten de la misma manera. Su objetivo, más bien, es plantear, evidenciar y reflexionar sobre estas realidades desde una mirada individual anarquista con apañe colectivx, y abrir preguntas con fines prácticos y contra informativos apuntando principalmente que CAPITALISMO ES DEVASTACIÓN Y DESPOJO; y la lucha contra la autoridad es en defensa de la tierra, es en defensa de otras formas de vida fuera de la maquinaria nociva y explotadora del capital.



SÁBADO 29 A LAS 19:00H

– CHARLA-DEBATE: “5G: La red cibernética.” A cargo de Resistenze al nanomondo.

Las profundas transformaciones sociales, ontológicas y antropológicas que derivarán de la red 5G y de la sociedad que se está estructurando gracias a ella. Tratando de comprender las transformaciones también del poder hacia un nuevo poder dulce que no tiene cara de coerción o imposición, sino de libre elección. La visión cibernética y transhumanista se materializará en su totalidad: todos los campos de existencia digitalizados para una organización automatizada de toda la sociedad y de toda la vida con un seguimiento continuo que se extenderá a gestos singulares, hasta las emociones más remotas. No se tolerará lo inesperado, el azar, el límite y lo humano será concebido como inadecuado y como el error, por una continua adaptación a un mundo de máquinas, por una continua superación de límites en los que es precisamente el cuerpo el que se considera. .como límite a superar convirtiéndose en objeto de un rendimiento continuo y de una autooptimización. Ante la codiciada «singularidad» tecnológica lo que está sucediendo es una «singularidad» ontológica: la naturaleza misma del ser humano, su existencia biológica, su finitud, es transformada por una continua implementación y modificación genética de los cuerpos. Una transformación ontológica del humano para llegar a su completa deshumanización.



SÁBADO 29 A LAS 21:00H CENADOR



DOMINGO 30 A LAS 12:30H

– TALLER: “No dejes rastro. Cómo no dejar rastros genéticos y/o biométricos”. A cargo de Negre i verd.



DOMINGO 30 A LAS 15:00H COMEDOR



DOMIGNO 30 A LAS 17:00H

– CHARLA-DEBATE: “El modelo energético como modelo de dominación: La transición verde.” A cargo del colectivo Moai y del colectivo ecofeminista Las Cuervas.

La energía, o más bien los recursos energéticos, son la base del buen funcionamiento del tecno capitalismo que necesita de ellos para continuar su maquinaria de explotación, producción, hipermovilidad de mercancías y personas… y para mutar al nuevo capitalismo verde y digital. Haremos una crítica profunda a la importancia de la energía en los diferentes modelos de dominación, analizando la relación entre las fuentes de energía usadas por las diferentes culturas europeas desde el neolítico y cómo eso afecta al modelo de dominación. Acabaremos analizando el impacto concreto del nuevo modelo energético del capitalismo “verde y digital” que continúa la dominación bajo otras fórmulas. Un impacto con unas consecuencias devastadoras en todas las dimensiones.



DOMINGO 30 A LAS 19:00H

– MESA REDONDA: “Pandemia y tecnomundo: Medicalización, digitalización y control social.”


Nuestra vida ha cambiado totalmente después de poco más de un año de proclamación de la «emergencia sanitaria», hemos sido sometidos a una «dictadura tecno sanitaria» en la que nuestra vida ha quedado regulada bajo los imperativos de la salud (confinamiento, distancia social, monotorización de movimientos, etc). El capitalismo hipertecnológico ha acelerado el proyecto de la 4º revolución industrial que persigue la hibridación humano-máquina para adaptarlo al mundo-máquina. Durante la mesa redonda abordaremos este proceso haciendo hincapié en la
aceleración de la digitalización, la medicalización y del aumento del control social que han supuesto la pandemia.



DOMINGO 30 A LAS 21:00H CENADOR.

E.S.L.A EKO

C/ Ánade nº 10, Metro Oporto o Urgel.

Espacio para distribuidoras.

Comedores y cenadores veganos los tres días.

Medidas: Aforo limitado y mascarilla.

 

contratodanocividad@riseup.net

contratodanocividad.espivblogs.net

martes, mayo 18

El engaño de la nueva estética energética

 



A mucha gente le causa extrañeza enterarse de que está surgiendo un considerable rechazo a las energías renovables. ¿Son voces negacionistas del cambio climático, son neoluditas, o son simplemente aguafiestas? Si bien todas las administraciones, y ahora más con el impulso de los nuevos fondos de la UE, ya han decidido ir al grano con el superaccelerado despliegue de parques eólicos y solares, vale la pena abrir la mirada al respecto y descubriremos la complejidad -y gravedad- del tema.  

Existen voces rurales que no entienden que todo esto esté en marcha sin su consentimiento; existen voces ecosociales preocupadas por las repercusiones que provoca, en todo el mundo, la extracción de tantísimos minerales para hacer posible el desarrollo de esta tecnología; la gente del decrecimiento se pregunta por qué se replica uno de los problemas de la energía fósil, encadenarse a la finitud precisamente de estos materiales minerales (recomiendo el documental La cara oculta de las renovables o el libro La guerra de los metales raros); la gente que defiende y estudia la biodiversidad también muestra su preocupación ante lo que representa un paso más en la industrialización de una naturaleza absolutamente herida; y, finalmente, las miradas más anticapitalistas ponen la atención en cómo el control de este negocio vuelve a convertirse en el monopolio de los de siempre y, aún más, denuncian cómo el capitalismo busca en las renovables y en un falso discurso de sostenibilidad, su última oportunidad de resucitar de entre los muertos.  

Datos, estudios, cifras, reportajes… justifican sobradamente estos argumentos, y yo que los comparto, quiero añadir una nueva perspectiva de análisis, la simbólica.  

¿Qué veo cuando miro los molinos de viento? Lo que yo veo es cómo se apuntala, nunca mejor dicho, el dogma de esta civilización que sitúa al ser humano por encima de la Naturaleza y cómo se perpetúa un sentimiento de “derecho de propiedad”. Con todas estas estacas clavadas sobre la tierra y los caminos para llegar, observo que seguimos dañando todo lo que deberíamos entender como sagrado. Y una pandemia nos lo constata.  

Observo que los molinos son gigantes y que las propuestas de parques eólicos superan tranquilamente el centenar de hectáreas, lo que confirma que los problemas que generamos con nuestra forma de vida los intentamos resolver con la misma equivocación pero más grande. Sufrimos de “gigantismo”. No solo industrializamos la naturaleza con este rasgo antropocéntrico, también podemos añadir un rasgo claramente androcéntrico donde se rinde culto a lo que es más grande, más potente.  

Si me acerco más, constato cómo nos gusta depender de tecnologías ultramodernas que a nosotros nos hacen inservibles. Solo un puñado de multinacionales pueden construir estos mecanismos. Nosotros no sabemos cómo funcionan, no los podemos reparar. La siempre tan valorada eficiencia conlleva la desaparición de tecnologías ciertamente mucho más modestas, pero realmente apropiadas y adaptadas a una escala humana y popular, a una escala poética: “Molt lentament giravolta la sínia i passen anys, o segles, fins que l’aigua s’enfila al cim més alt…” (“muy lentamente gira la noria y pasan años, o siglos, hasta que el agua alcanza la cima más alta”).  

Pero lo que más me preocupa de todo esto que veo es que los molinos y los paneles son un espejismo. Nos hacen creer que nuestra civilización ha encontrado un camino para esquivar el colapso. Junto con la digitalización, me recuerdan peligrosamente a los discursos que nos hacen creer que la respuesta la encontraremos colonizando el planeta Marte. No hay nada peor que generar falsas expectativas, ahora vestidas de quimeras tecnológicas. De hecho, todo este despliegue en la transición energética, que como hemos dicho antes está limitado a unos materiales finitos y ni siquiera detendrá el cambio climático, refuerza el mito del progreso como religión universal.  

Si queremos afrontar los grandes cambios que llegarán, con toda seguridad, debemos corregir un problema de sobrecivilización, de desmesura pero también de falta de honestidad. El terremoto ya ha comenzado.

 

Gustavo Duch. Diari Ara

miércoles, mayo 12

Gore

 


¿Deberíamos jugarnos la vida por alguien

estando en un sitio seguro?

 George A. Romero. La noche de los muertos vivientes

 

Anochece mientras paseo

en compañía de mis perros

por las calles desoladas del pueblo.

 

En las ventanas de las casas

se reflejan las llamaradas

furibundas de las televisiones.

Todas emiten la misma

película gore en blanco y negro.

 

Cuando apaguen sus aparatos,

los telespectadores se irán

a la cama pensando

como cada noche

que los infectados están afuera.


Patricio Rascón

domingo, mayo 9

¿Superhéroes o supervillanos? De fascismo y cómics

 


Quis custodiet ipsos custodes?” (¿Quién vigila a los vigilantes?)


Frank Castle era un ex-marine que, tras luchar con distinción por su país en el extranjero, volvió a casa para trabajar como un agente del FBI. Castle confiaba ciegamente en el sistema para el que le trabajaba hasta que un día un mafioso asesinó a su mujer e hijos. El sistema judicial, cuya máxima es la absurda presunción de inocencia, se mostró ineficiente a la hora de darle la Justicia que tanto ansiaba y absolvió a los responsables. Por tanto, Castle, que es más listo que nadie y sabe a ciencia cierta quiénes se encontraban detrás de todo, abandonó su uniforme gubernamental, se enfundó en cuero negro con una gran calavera blanca en el pecho y, llamándose a sí mismo Punisher (“Castigador”) se dedicó a aniquilar de la manera más sanguinaria posible a todos los mafiosos que se encontraban detrás del asesinato de su familia. Y, no contento con eso, vaga los barrios de Nueva York matando a todos los criminales con los que se encuentra. Porque ante un sistema judicial corrupto e ineficaz, la verdadera Justicia la imparte él.

Ésta es la historia de The Punisher, un popular personaje de los cómics de Marvel desde 1974. En los últimos años ha tenido su propia serie de televisión en Netflix. Su lema es “la gente a la que mato necesita ser matada” y su estética macarra y molona, unida a su violencia exacerbada, le convierten en uno de los antihéroes favoritos de todos los tiempos.

The Punisher y la extrema derecha

El único crimen en la guerra es perder

En los últimos años su popularidad ha ido en aumento entre las filas de la extrema derecha. Mientras que nosotras, desde el anarquismo, criticamos el sistema penal y penitenciario por su dureza y por su criminalización de la pobreza y de la marginación, el fascismo lo critica por “blando” e insuficiente. Los valores que representa The Punisher son los mismos que abraza la ultraderecha: la Justicia no es popular, ni institucional, sino que la impone la Ley del más fuerte; la cárcel no es un castigo, sino unas vacaciones; la pena de muerte se debe administrar sin pudor, ni restricción; un hombre blanco, rebosante de testosterona, veterano de guerra, descreído de un sistema de Justicia “progre” es el juez y ejecutor perfecto; y, por último, las calaveras molan.

Por ello, no es de extrañar que entre las personas que asaltaron el Capitolio de EEUU el pasado 6 de enero se vieron varias calaveras de The Punisher. En particular destacó un hombre que entró en el edificio cubierto con un pasamontañas que llevaba el logo de del Frank Castle en el pecho superimpuesto sobre una bandera de EEUU, con una pistola en la cintura y unas bridas en las manos.

Batman: segurata millonario en defensa de los ricos

Los criminales, por naturaleza, son cobardes y supersticiosos

Por supuesto, Punisher no es el único ídolo del mundo del cómic de la derecha. Probablemente todas las obras del autor Frank Miller, conocido por su visión facha del mundo y por sus ataques contra movimientos sociales de EEUU, puedan entrar en esta categoría. Es autor de varios cómics de DC como 300 (que recibió críticas por su supremacismo occidental) y Sin City y ha guionizado las historias más oscuras de Daredevil y Batman. Alan Moore ha criticado su obra por considerarla misógina y homófoba.

Batman, un personaje de DC creado en 1939, es el más reivindicado por la derecha ultraliberal. Batman es el alter ego de Bruce Wayne, el dueño de Industrias Wayne, traumatizado desde que un atracador matara a sus padres cuando era pequeño. Por las noches se enfunda su capa y lucha contra el crimen, ayudando al Comisario Gordon, el único policía honesto de la ficticia ciudad de Gotham. Sus enemigos, el Joker, Enigma, etc. son villanos que buscan destruir el estatus quo. Batman se opone a la corrupción policial, pero se enfrenta a los enemigos de la policía en una suerte de reivindicación del papel de la seguridad privada frente, de nuevo, a la escasa eficacia de las instituciones públicas.

En sus últimas adaptaciones al cine, esto es más evidente que nunca. En la película de Nolan El Caballero Oscuro (2008) Batman se da cuenta de que para localizar y derrotar al Joker debe violar las rígidas leyes de privacidad y pinchar todos los teléfonos de Gotham con un súper-ordenador (o bat-ordenador, mejor dicho). En El Retorno del Caballero Oscuro (2012) Batman pretende enfrentarse al supuesto populismo de la extrema izquierda que se encontraba boyante hace 10 años. Según un artículo de la web de derechas, Libertad Digital, escrito en 2012, en esta película Batman se enfrenta a un “grupo armado cuyas reivindicaciones políticas y económicas parecen inspiradas en movimientos como el “15-M” español o el “Ocupa Wall Street” estadounidense. Así, los villanos de la película son quienes arrasan la propiedad privada, asaltan la bolsa de valores, desprecian a las personas de altos ingresos y gobiernan a golpe de mayorías. […] Con acierto, la película renuncia a mostrar los asaltos a la propiedad privada de forma romántica e idealista. Al contrario, la forma en que Christopher Nolan muestra ese “paraíso igualitario” difícilmente puede ser más cruda. […] Por último, es bueno recordar que la historia encumbra el rol del empresario como agente de cambio social. Bruce Wayne no es solamente un héroe por sus actividades “nocturnas”, sino también por su exitosa vida empresarial y su extensa labor de filantropía. La reivindicación de la caridad privada es especialmente importante, ya que supone un reto al discurso habitual según el cual solamente el Estado debe asumir responsabilidades en dicho ámbito”. Recordemos que en la última escena del filme Robin tira al río su placa y decide convertirse en superhéroe, apuntalando la defensa de la seguridad privada.

Watchmen y la crítica a los vigilantes

Todos somos marionetas, Laurie. Yo solo soy una marioneta que puede ver los hilos

Quizás la mejor crítica que se ha hecho jamás al papel de los superhéroes lo encontremos en el propio mundo del cómic: se trata de Watchmen (1987), la obra maestra del autor anarquista británico Alan Moore.

Watchmen explora la dimensión psicológica y filosófica de los superhéroes en un mundo en el que Nixon obtiene la presidencia vitalicia gracias a que el Doctor Manhattan, el único héroe con superpoderes, le ayudó a ganar la Guerra de Vietnam (y el país asiático se convierte en el 51º estado de EEUU). La temática del cómic es una crítica constante al principio de autoridad (el graffiti “who watches de Watchmen?” adquiere una dimensión omnipresente a lo largo de la obra), la ansiedad colectiva que creó la Guerra Fría y el miedo al fin del mundo, el imperialismo estadounidense, las teorías de la conspiración y la megalomanía de quienes ostentan el poder. La conclusión de Moore es que los superhéroes son, por definición, supremacistas; buscan la superioridad con respecto al resto de personas y se regodean en ella. Cuando su autoridad es cuestionada y limitada por quienes consideran inferiores no lo encajan bien. Personajes como el Comediante, por ejemplo, no dudan en ponerse al servicio del gobierno y luchar en guerras en Centroamérica para desestabilizar a gobiernos de izquierda, con tal de mantener sus privilegios.

El protagonista de la historia es Rorschach (el alter ego de Walter Kovacs), un sádico conspiranoico de extrema derecha con un peculiar código de honor. Moore le ideó como un antihéroe al que no había que emular, pero en 2015 el senador republicano de Texas, Ted Cruz, manifestó que Rorschach era una de sus cinco superhéroes favoritos, junto con Batman y Spiderman.

Antes de escribir el guion de Watchmen, Alan Moore publicó V de Vendetta (1980), que relata la historia de V, un anarquista con el rostro oculto bajo una máscara de Guy Fawkes, que lucha por acabar con el régimen de una Gran Bretaña distópica y totalitaria inspirada por el avance del thatcherismo de la época. Otra obra imprescindible.


Otras críticas a los superhéroes: de Robocop a The Boys

Alan Moore es el que mejor lo ha hecho, pero no es, ni mucho menos, el único que ha criticado a los superhéroes a través del cómic o del cine.

De la filmografía del director holandés Paul Verhoeven nos gustaría destacar en primer lugar Robocop (1987). Ambientada en una ciudad de Detroit completamente arruinada por la codicia de las grandes corporaciones, la deslocalización de la industria, las políticas neoliberales, los recortes, la destrucción de los sindicatos y la privatización de los servicios públicos (incluyendo la policía), la película es una dura crítica a las políticas de Ronald Reagan.

Diez años después, Verhoeven estrenaría Starship Troopers (1997), un filme de terror y ciencia ficción que criticó el imperialismo yanki.

Yéndonos a ficciones más recientes, cabe mencionar los cómics de DC y la adaptación a serie de The Boys. Esta serie se encuentra ambientada en un mundo contemporáneo en el que existen superhéroes y cuentan con jugosos contratos millonarios con grandes corporaciones las cuales subcontratan sus servicios a distintas ciudades para garantizar la seguridad. Las corporaciones que les representan, a su vez, están intentando conseguir un contrato con el ejército para poder emplear a sus superhéroes en guerras. La mayoría de los superhéroes se encuentran absolutamente corrompidos por su estatus de celebrities y su conducta hacia las personas normales es temeraria y despectiva, hasta el punto de que en el primer episodio uno de ellos mata a una chica por correr con supervelocidad y le da igual. Por esta razón, un equipo de personas normales, sin poderes, conocido informalmente como «The Boys», quieren usar cualquier medio violento para monitorizarlos y acabar con ellos.

Los superhéroes de la ficción nos vigilan y controlan. Pero, ¿quién controla al que controla?

 

Extraído de https://www.todoporhacer.org

 

 

 

 

 

lunes, mayo 3

Vivotecnia: ni el principio, ni el final, de la experimentación animal

 


La publicación de unas imágenes del interior del laboratorio Vivotecnia en Madrid han dado la vuelta al mundo. La crueldad, dureza y la mala praxis con la que los empleados tratan a los animales en los vídeos, han hecho saltar las alarmas y poner sobre la mesa el debate sobre la experimentación animal, un tema que parecía dormido a pesar de la situación extraordinaria en la que vivimos donde los experimentos con animales están a la orden del día en este escenario pandémico, con la comunidad científica inmersa en dar con la vacuna contra la covid-19.

Desde el pasado 8 de abril, día en que la organización Cruelty Free International (CFI) destapaba los horrores a los que el laboratorio sometía a los animales con los que se realizaban pruebas de toxicidad para la industria cosmética, química, agroquímica, de biocidas y productos sanitarios, las protestas, acciones de repulsa, declaraciones y demás noticias relacionadas con el tema se han ido sucediendo sin dar tregua ni dejar que el asunto caiga en el olvido. Una avalancha de informaciones que han incendiado las redes y han agitado a la sociedad, de la que esperamos haya un cambio importante en la forma de relacionarse con los demás animales.






En todo este escenario encontramos, por un lado, la firme y decidida respuesta por parte de activistas y demás agentes que conforman el movimiento por la liberación animal como son asociaciones, protectoras y santuarios, que desde el primer momento han estado ahí, acudiendo a las mismas puertas del laboratorio a reclamar la inmediata puesta en libertad de los animales que estaban allí encerrados y exigiendo la abolición de la vivisección. Una respuesta contundente que va más allá de cerrar un laboratorio, planteando el uso de alternativas a la comunidad científica que en los últimos días denunciaba la nula inversión por parte del Estado español en estas vías frente a otros países de la Unión Europea, como son los 1,4 millones de Suecia o los 2,5 millones de Reino Unido, entre otros.

Por otro lado, el silencio de Vivotecnia, la opacidad de las administraciones, la falta de información y un informe por parte del Seprona que nunca llega, querellas y denuncias por parte de los organismos en defensa de los derechos de los animales y las palabras y promesas de políticos en plena campaña electoral. En medio, los animales que siguen en Vivotecnia mientras este artículo es redactado, sin datos concretos de cuántos hay todavía allí, qué especies serían, y en qué estado se encuentran. Durante los primeros días corría el rumor que cifraba en 2.000 a los animales que esperaban dentro del laboratorio, de los cuales 1.000 serían ratas y ratones. Pero el transcurrir de los días no sirven para esclarecer las dudas, si no que impulsan iniciativas como las reclamaciones a la Comunidad Autonóma de Madrid (CAM) donde la ciudadanía amparada en la Ley 19/2013 del 9 de diciembre de transparencia, pedía que se hiciera público el informe veterinario. Sin embargo, en medio de todo este silencio y ausencia de información, una semana después de que se publicaran las imágenes del laboratorio, el periódico El País revela los datos nombrando al gobierno madrileño como fuente y desgranando la cifra de 880 animales, de los cuales habría 130 perros de raza beagle, 700 ratas y ratones y 54 conejos. La desconfianza hacia la CAM y las distancias entre las primeras cifras respecto a las segundas publicadas, incrementan el desconcierto entre activistas y demás agentes que siguen el caso.

Ante este escenario de incertidumbre, lo único que está claro y se sabe sobre los animales en Vivotecnia es gracias a las imágenes de la investigación llevada a cabo entre 2018 y 2020 por parte de una persona anónima que trabajó en el laboratorio durante ese periodo de tiempo. En ellas vemos cómo cerdos, monos, perros, ratones, ratas y conejos son humillados, torturados o insultados por parte de los trabajadores del laboratorio, que someten a los animales a situaciones de estrés y sufrimiento ocasionándoles lesiones que infringen el código ético además de estar violando tanto las leyes españolas (Real Decreto 53/2013 y Ley 32/2007) como las leyes europeas de protección de animales para fines científicos (Directiva 2010/63/EU). La valentía de esta persona que ha trabajado de forma encubierta para llevar a cabo esta investigación y a pesar de la falta de protección hacia empleados que revela las malas prácticas de sus empresas, la deja en una situación delicada, por eso su trabajo tiene que servir para algo más que un simple revuelo mediático. El apoyo de CFI para sacar a la luz lo que ocurría en Vivotecnia ha sido fundamental y su largo recorrido en la realización de campañas centradas en la abolición de todos los experimentos con animales, ayudó a interponer la denuncia ante la Fiscalía de Medio Ambiente de Madrid, mientras otras entidades como AnimaNaturalis, FAADA o PACMA también se han sumado a estos procesos judiciales en paralelo.

En cascada llegaron las primeras reacciones institucionales, con el comunicado de la Comunidad de Madrid que suspendía temporalmente la actividad del laboratorio y condenaba falazmente lo ocurrido en Vivotecnia, declarando su repulsa hacia todo maltrato animal, mientras horas después anunciaba una polémica corrida de toros para San Isidro. Además de las declaraciones de Sergio G. Torres, director general de derechos animales del gobierno de coalición, quien se felicitaba por la rápida resolución del caso de Vivotecnia, asegurando que en los próximos días los animales serían trasladados a centros de protección.

Con las vías administrativas y legales puestas en marcha y las oportunas declaraciones de las autoridades competentes en un claro ejercicio de campaña electoral, parecía que estaba todo conseguido y encaminado. Aplausos, alegría y felicitaciones llegaron el pasado domingo 11 de abril, apenas 72 horas tras el destape de los horrores del laboratorio. Pero el paso de los días solo ha demostrado que de nada sirven las palabras si no se sustentan con hechos, y que lo verdaderamente importante es construir un movimiento de lucha fuerte que sea capaz de presionar por los intereses que busca. Quizá el movimiento por los derechos de los animales en el Estado español esté todavía en pañales y, comparado a otros lugares como Reino Unido, tenga todavía un largo camino por el que continuar dando pasos hacia delante. Pero lo que sí ha demostrado en este caso, desde las primeras horas de concentración en las puertas del laboratorio en Madrid, es que está construido por activistas de base con herramientas como las asambleas como forma organizativa para tomar decisiones sobre esta campaña que demanda el cierre inmediato de Vivotecnia. Sin embargo, las estrategias para conseguirlo todavía se están desarrollando y mientras, la calle sigue siendo el lugar de concienciación, de reunión, encuentro y lucha. En ella se han repartido panfletos explicando lo que pasa en Vivotecnia, y lo que sigue pasando en otros laboratorios. En la calle se ha gritado aquello que en los medios no se dice, como “Vivotecnia tortura y asesina”, ya que mientras la investigación siga en marcha de momento los medios se parapetan en el “presuntamente” a pesar de ser testigos de esas espantosas imágenes. La calle es la voz que clama por los animales que otros no escuchan mientras que estos mismos medios prefieren amplificar declaraciones como las de Lluis Montoliu, miembro del grupo de trabajo sobre la experimentación animal de la Confederación de Sociedades Científicas de España (COSCE) -grupo al que pertenecía Vivotecnia-, más preocupado por criminalizar y acusar a la extrabajadora que ha desvelado todo este caso como cómplice, que de cambiar el estado de las cosas.  

En la calle nos encontramos para seguir haciendo un movimiento por la liberación animal capaz de construir un mundo cada vez más justo y antiespecista. Ahora que el debate está sobre la mesa, es importante ampliar el foco. Vivotecnia es un laboratorio, pero hay muchos más centros de experimentación animal y ante la solución bienestarista propuesta por los agentes políticos de poner cámaras en cada uno de esos centros de experimentación, debemos luchar hasta el final, exigiendo el respeto hacia los demás animales, demandando a la comunidad científica y los que la financian alternativas reales al uso de animales y no conformarnos con cerrar Vivotecnia, sino llegar a entender que los animales no nos pertenecen y que la experimentación animal debe acabar ya. No nos sirven los casos aislados, ni las sorpresas de vivisectores que miran a Vivotecnia escandalizados mientras ellos hacen lo mismo, pero con leyes que les respaldan. Al igual que en los mataderos, los laboratorios son lugares de crueldad y sufrimiento. De nada sirve un código de bienestar mientras el fin sea explotar y torturar animales en beneficio del ser humano, de nada sirven cámaras que graban cómo se tortura y mata mejor o de forma más ética. Que Vivotecnia sirva para mirar de frente a la realidad y ayude a acabar con todo este sufrimiento sin anestesias y sin tiritas bienestaristas que ya vemos que no curan y solo sirven para alargar el dolor.

 

Extraído de https://www.todoporhacer.org