Cuando la multitud hoy muda, resuene como océano.

Louise Michel. 1871

¿Quién eres tú, muchacha sugestiva como el misterio y salvaje como el instinto?

Soy la anarquía


Émile Armand

martes, diciembre 31

Bolivia en Emergencia: El Parlamento de las Mujeres


Abya Yala es el nombre originario del continente al que hoy se conoce como América. Literalmente significa en idioma colono “tierra en plena madurez o tierra de sangre vital”. Las Mujeres en Lucha de este territorio pertenecen a más de 600 pueblos y se declaran Feministas de Abya Yala. No se coordinan ni están federadas, tampoco son una red. Practican la lucha en el lugar que habitan y arrojan puentes con otras mujeres feminista de Abya Ayala.

Si algo han caracterizado los medios de comunicación estos días en la lucha indigenista de Bolivia, ha sido el enorme protagonismo de las mujeres. Puede que un poco sea producto de la 4ª Ola y que el periodismo internacional se haga eco de la presencia de las mujeres en lucha, comentando tal presencia como algo sorprendente y maravilloso. Si algo no se debe descartar como extraordinario en ninguna revolución o alzamiento popular, es justamente la presencia de las mujeres: “El Levantamiento de las Mujeres” 2018 India; “Unidades Femeninas de Protección” (YPJ) 2012 Mujeres de Kurdistán; “La Revolución de las Mujeres” 2012 Primavera Árabe; “Las Marianas” Mujeres revolucionarias de Cuba 1959; “Mujeres Libre” Revolución Española 1936; “Las petroleuses” Batallón de Mujeres de la Comuna de París 1871; por poner no pocos ejemplos y que abarcan casi dos siglos. Sí, las mujeres hemos pertenecido a la lucha de los pueblos en toda ocasión, no es lo mismo una guerra hegemónica militar puramente masculina con intereses específicos de poder, que un alzamiento popular y revolucionario, característica propia de los pueblos.

Que las mujeres de Bolivia se levanten y manifiesten no es ni espectacular ni increíble, es de lógica aplastante.

Mujeres Creando es un colectivo político y social referente en Bolivia que llevan casi 30 años de activismo. “El movimiento se caracteriza por haber construido relaciones insospechadas e insólitas entre diferentes, y haber generado así un amplio tejido de solidaridades, de identidades y de compromisos. (…) Su apuesta es construir un sujeto social desde las mujeres que interpele al poder en todos y desde todos los ámbitos.”1

En 1997, una huelga de hambre instalada por el movimiento feminista fue decisiva para la liberación de la mexicana Raquel Gutiérrez, encarcelada sin sentencia durante cinco años por alzamiento armado, una de las activistas más comprometidas y aguerridas de Bolivia y que a día de hoy sigue instalada en el territorio boliviano y ha mantenido plena participación.

En 2003 formaron parte esencial de la Guerra del Gas2 y contra el mandatario Gonzalo Sánchez de Lozada al que el pueblo consiguió echar:“Queremos todo el paraíso, no el 30% del infierno neoliberal”.

Desde sus inicios llevan una lucha incansable donde han abierto espacio para mujeres con asesoría legal, cuidados médicos y espacios de peques “Mi mamá Trabaja”, tejen comunidad, hacen agitación callejera y tienen su propia radio: “Radio Deseo, la única radio feminista de Bolivia.3



Tanto María Galindo de Mujeres Creando, como Raquel Gutiérrez feminista de Abya Yala, como Adriana Guzmán de feminismo comunitario, saben que las mujeres bolivianas tienen un papel central en esta lucha. Que son ellas con su feminismo, un feminismo “decolonial”4 las que han de intervenir y mediar en este que ha sido, ya para muchas, un doble golpe, el de la tiranía de Evo y el de la oligarquía fascista terrateniente cruceña.

Por eso Mujeres Creando convocaron el pasado 12 de noviembre y el 19 del mismo mes con la idea de continuar, el primer Parlamento de Mujeres, aquello de lo que Aristófanes una vez pudo burlar, hoy es una realidad política urgente en Bolivia.

A la primera convocatoria las mujeres asistieron en masa saltándose el toque de queda con un marco significativo que María Galindo hizo explícito: “Hacer hoy esto en Bolivia, mientras circula un pacto policíaco y militar, es un acto profundamente subversivo.” (La segunda convocatoria cambió el horario por seguridad de todas.) “La idea es generar una voz colectiva de mujeres, sin que estemos de acuerdo ni que generemos representación alguna”.

Lo que siguió es una invitación a hablar en voz alta, en intervenciones de no más de tres minutos y para responder a una pregunta: ¿qué es la democracia? Más de 40 voces subieron al escenario del cine 6 de agosto5.

La idea de un parlamento de mujeres pretende extenderse por todo el territorio boliviano con la intención de generar una estrategia y prepararse para un devenir que ya de por sí es trágico:

“Tenemos miedo, claro que sí. Las mujeres conocemos el miedo y gracias a la capacidad de tener miedo pensamos las cosas muchas veces. Hoy como un acto de desobediencia y rebeldía hemos pensado mucho juntas, ante el cielo lleno de aviones, las calles militarizadas y el país a punto de convertirse en una dictadura fascista y racista6”.

____________________

1 http://www.mujerescreando.org/index.php/22-quienes-somos

2 https://www.rebelion.org/hemeroteca/bolivia/030926ramos.htm

3 http://radiodeseo.com/

4 Decolonial es un concepto que sale de la academia y que no todas las mujeres del sur global lo comparten.

5 http://zur.org.uy/content/parlamento-de-las-mujeres-en-bolivia-un-encuentro-para-pensar-sin-miedo

6 María Galindo de Mujeres Creando; palabras de cierre de la primera sesión el 12 de noviembre.


sábado, diciembre 28

La guerra social


Hay una guerra eterna entablada
entre los amos y esos oprimidos
que con miedo, engaño y espada
ves en dócil rebaño convertidos;

son más y ganarían la batalla,
pero arrastran cadenas y dogales;
culpable es el que sufre si se calla
pudiendo plantar cara a sus males.

En un imán siempre hay sólo dos polos
y no hay tampoco más en esta lucha;
los que median con largos protocolos,
acabarán poniendo al fin su hucha.

Hoy nos domina una inconsciencia tal
que culpamos al pobre de su estado:
nadie habla de la gran guerra social,
porque los poderosos la han ganado.


                       Jesús Aller. Los libros muertos. Ed. KRK. 2019

miércoles, diciembre 25

Aquí estamos ¡al comienzo de todo!


El reciente escrito de Raoul Vaneigem -un autor que “apuesta por la radicalización espontánea de los individuos y las colectividades”, tal como dice en su último libro- tiene suficientes elementos de debate sobre el momento crítico actual para merecer una amplia difusión.
 
El traductor, Miguel Amorós


Aquí estamos ¡al comienzo de todo!

Los bruscos ataques de la libertad a la hidra capitalista que la asfixia, hacen que el epicentro de las perturbaciones sísmicas fluctúe sin parar. Los territorios mundialmente afectados por el sistema del beneficio privado quedan expuestos al desencadenamiento de movimientos insurreccionales. La conciencia se ve forzada a correr tras oleadas sucesivas de acontecimientos, reaccionando ante constantes conmociones, paradójicamente previsibles e inesperadas.

Dos realidades combaten entre sí, enfrentándose con violencia. Una es la realidad de la mentira. Beneficiándose del progreso tecnológico, trata de manipular a la opinión pública en provecho del poder establecido. La otra es la realidad de la vida cotidiana de la población.

Por un lado están las palabras hueras de la jerga de los negocios que muestran la importancia de las cifras, los sondeos y las estadísticas; que pululan en falsos debates cuya proliferación sirve para ocultar los verdaderos problemas: las reivindicaciones existenciales y sociales. Los ventanales mediáticos de la mentira vierten todos los días un montón de trapicheos y conflictos de intereses triviales que no nos interesan, pero cuyas consecuencias negativas nos afectan. Sus guerras de devastación rentable no son las nuestras; no tienen más objeto que disuadirnos de llevar a cabo la única guerra que nos concierne, la guerra contra la inhumanidad propagada mundialmente.

Por ese mismo lado, de acuerdo con la absurda verdad de los dirigentes, las cosas son claras: el reivindicar los derechos del ser humano es propio de la violencia antidemocrática. La democracia consistiría pues en reprimir al pueblo, lanzando contra él a una horda de policías que, al desenvolverse en la impunidad garantizada por el gobierno y los candidatos de una oposición ávida en sucederle, incita a conductas fascistizantes. ¡Imagínense solamente los cánticos de los zombis mediáticos si se diera el caso de que la inmolación por el fuego de una víctima de la pauperización desembocara en el incendio del sistema responsable!

Por otro lado, la realidad vivida por el pueblo es igual de clara. Nunca admitiremos que pueda reducirse a objeto de transacciones comerciales la losa del trabajo mal remunerado, la presión burocrática que aumenta las tasas y disminuye el montante de las pensiones y las conquistas sociales, la presión salarial que reduce la vida a una estricta supervivencia. La realidad vivida no es un número, es un sentimiento de indignidad, es la sensación de no ser nada entre las garras del Estado, un monstruo que se encoge como la piel de zapa ante el drenaje de las malversaciones financieras internacionales.

Pues bien, en el choque entre estas dos realidades –la que impone el fetichismo del dinero y la que habla en nombre de la vida- una chispa, a menudo minúscula, ha llegado a encender la mecha.

No existe hoy en día nada, por nimio que sea, que no sea capaz de desencadenar la violencia contenida en la vida reprimida, en la vida resuelta a quebrar todo lo que amenaza con extinguirla.

La inercia secular y el letargo, bajo el paraguas de la vieja receta de “pan y circo”, son la base del formidable poder de la servidumbre voluntaria. Denunciada en el siglo XVI por La Boétie, sigue siendo nuestro enemigo más implacable. Al atacarnos desde dentro, la servidumbre voluntaria favorece una inclinación en muchos que funciona como si de una droga se tratara: la voluntad de ejercer un poder, de cargar con el papel de guía. Con frecuencia, el morbo de la autoridad de unos cuantos ha infectado los medios libertarios, por lo cual conviene congratularse por la determinación de los Chalecos Amarillos y demás insurgentes de la vida cotidiana en sacar a colación constantemente su rechazo de las jefaturas, de los delegados auto-nombrados, de los mentores y de las ranas de los estanques de agua bendita políticos o sindicales.

Libres sean los que se complazcan en morir en paz esperando la parca en el confort del ataúd y la televisión, pero nosotros no permitiremos que la senilidad se apodere de nuestra voluntad de vivir.

Queremos la soberanía del ser humano, ni más, ni menos.

La depauperación llama a las puertas con creciente violencia, amenazando con echarlas abajo. Se acabó ese hedonismo del pasado reciente que nos machacaba con el eslogan consumista y gubernamental: “¡disfruten hoy, que mañana será peor!”. Lo peor ya es hoy, sobre todo si seguimos acomodándonos a él. Hemos de dejar de creer en la omnipotencia del capitalismo y del fetichismo del dinero. Nos hemos percatado de que la gran farsa macabra que hace que el mundo baile a su son es fruto de una sórdida motivación, la del beneficio a corto plazo, la de la absurda rapacidad de un tendero en quiebra rascando el fondo de los cajones.

No hablo de esperanza. Ella no es más que la carnada de la desesperación. Me refiero a todas las regiones de la tierra donde una insurrección de la vida cotidiana –llamadla como queráis- se está empeñando en desmantelar la dictadura del beneficio privado y en derrocar a los Estados que la imponen a los pueblos que dicen representar. Lo que queremos no es para mañana, sino para hoy mismo, como muy bien lo expresan los cuidadores, enfermeras, enfermeros, paramédicos y médicos que se enfrentan a la gestión económica que deshumaniza el sector hospitalario.

El sistema de explotación de la naturaleza terrestre y humana rebasa todos los horizontes. El manto de la rentabilidad a cualquier precio cierra todas las salidas a la generosidad de la vida y al sentimiento humano que favorece su práctica.

Obviamente, explotadores y explotados están convencidos de que la olla está a punto de explotar. La violencia es ineluctable. El problema no reside en ella. El planteamiento a resolver sin ambigüedades descansa en una alternativa.

¿Toleraremos que la explosión social desemboque en un estado de guerra civil endémico, en un caos de venganzas y de odios que a fin de cuentas solamente beneficiará a las mafias multinacionales, ya en plena libertad para continuar impunemente y hasta la auto-destrucción con su proyecto de desertificación lucrativa?

¿O bien crearemos microsociedades liberadas de la tiranía del Estado y la mercancía, territorios federados donde la inteligencia de los individuos pueda librarse de ese individualismo de rebaño en busca de un guía supremo que lo lleve al matadero? ¿Vamos por fin a tomar las riendas de nuestro propio destino y hacer tabla rasa de esa jungla social donde los animales de carga no tienen más libertad que la de elegir a los animales de presa que les van a devorar?

En 1888, Octave Mirabeau escribía lo siguiente: “Los corderos van al matadero. No dicen nada ni nada esperan. Pero al menos, no votan por el carnicero que va a matarlos ni por el burgués que va a comerlos. Peor que los animales, más aborregado que los borregos, el elector elige a su carnicero y escoge a su burgués. Ha hecho revoluciones para conquistar el derecho a obrar de tal modo.”

¿No os han volteado de generación en generación con la misma e indesgastable moneda: Cara, la porra del orden; cruz, la mentira humanitarista?

No hay “voto del mal menor”, lo que hay es una democracia totalitaria, que únicamente podrá ser revocada por la democracia directa ejercida por el pueblo y para el pueblo. A propósito, me he divertido con un eslogan que, por somero que sea, requiere una reflexión algo más profunda: “¡Macron, Le Pen, Mélenchon, el mismo combate de gilipollas!” Hubiera preferido “cagados” en lugar de “gilis”, pues la negación de toda forma de poder y de diálogo con el Estado forma parte de esos pequeños placeres responsables de las grandes mareas de gozo individual y colectivo.

Autonomía, autoorganización y autodefensa.

Las instancias del Poder nunca tolerarán que el pueblo se libere de su tiranía. Hemos de prepararnos para una larga lucha. La que habrá de llevarse contra la servidumbre voluntaria no será la más corta. El único asidero al que podrá agarrarse el despotismo será la obsesión por la seguridad de los resignados, el resentimiento suicida de una mayoría pretendidamente silenciosa que proclama a gritos su odio a la vida.

La mejor defensa siempre es la ofensiva. Este principio, ampliamente demostrado por la tradición militar, me gustaría que fuera sustituido por el principio de la apertura, porque a la ventaja de la ruptura del asedio se añade el placer de acabar con el acuartelamiento.

La apertura a la vida podemos verla actuar en la acérrima determinación de las insurrecciones en curso. Aunque algunas lleguen a apagarse, siempre vuelven a la carga con más bríos. Lo notamos en el carácter festivo de las manifestaciones de protesta que perduran, por más que tropiecen con la ceguera, sordera y rabia represora de los gobiernos. Hablo de pacifismo insurreccional basándome en esta clase de apertura.

El pacifismo insurreccional no es ni pacífico, en el sentido de rebaño, ni insurreccional, si por ello se entiende la aberración de la guerrilla urbana o guevarista.

No tengo ni vocación de guerrero, ni de mártir. Me remito a la vida y a su que procura superar los contrarios para que no se vuelvan una contrariedad. En fin, para que escapen a la dualidad maniquea del por y el contra. Yo apuesto por la creatividad de los individuos para inventar una revolución de la que no hay ejemplos en el pasado. El malestar y la incertidumbre de una civilización que nace no tienen nada que ver con el malestar de una civilización que cuya única certeza es la de que va a morir.

Filósofos, sociólogos y expertos en pensar, ahorradnos las sempiternas discusiones sobre la malignidad del capitalismo capaz de rentabilizar su agonía. Todo el mundo está de acuerdo en ese punto, incluso los capitalistas. Por contra, los verdaderos problemas no han sido abordados, los de la base, los de los pueblos y barriadas urbanas, los de nuestro cuerpo, que, por cierto, recordemos que es quien decide realmente nuestro destino ¿o no?

Cuanto más se extienden las luchas por el planeta, mayor radicalismo alcanza su significado, tanto en hondura, como en experiencia vivida. Cuanto más numerosas, mejor pueden prescindir del compromiso militante, burlarse de los intelectuales, especialistas en manipulación subversiva y reaccionaria (puesto que la manipulación trata a ambas como las dos caras de una misma moneda). Los individuos, tanto en sus vivencias existenciales como en su función social, se descubren a sí mismos cuando su aspiración a la vida comienza a socavar y abrir el muro que las cifras comerciales les oponen, como si su destino se detuviera ante él.

No, ya no se puede hablar del hombre en abstracto, el único que reconocen las estadísticas, los cálculos presupuestarios y la retórica de quienes –laicos o religiosos, humanistas o racistas, progresistas o conservadores- son responsables de palizas, cegueras, violaciones, encierros, masacres..., mientras que, agazapados en sus guetos de cobardes, cuentan con el cretinismo arrogante del dinero para asegurarse la impunidad y la seguridad.

La dictadura del beneficio privado es una agresión contra los cuerpos. Confiar a la vida el cuidado de inmunizarnos contra el cáncer financiero que corrompe nuestra carne implica una lucha poética y solidaria. ¡Nada mejor que el resplandor de la alegría de vivir para reducir a cenizas la morbidez del mundo! La revolución tiene virtudes terapéuticas insospechadas hasta en nuestros días.

Ecologistas que lloráis por un mejor clima ante los Estados que se mofan de vosotros contaminando cada día más, mientras urge actuar sobre un terreno en que las cuestiones no tienen nada que ver con mundanidades intelectuales. Cuestiones como las que siguen:

¿Cómo ir de las tierras emponzoñadas por la industria agroalimentaria a su restauración mediante la permacultura?

¿Cómo prohibir los plaguicidas sin perjudicar a los campesinos que, atrapados por Monsanto, Total y compañía, destruyen su salud, destruyendo de paso la de los demás?

¿Cómo reconstruir sobre bases nuevas las pequeñas escuelas rurales y de barrio que el Estado ha arruinado y prohibido a fin de promover una enseñanza concentracionaria?

¿Cómo boicotear los productos nocivos e inútiles que el acoso publicitario nos fuerza a comprar?

¿Cómo constituir bancos de inversión local cuya moneda de cambio fuera capaz de contrarrestar los efectos del marasmo monetario y del crac financiero programado?

¿Cómo acabar con las retenciones fiscales que el Estado destina a cubrir las malversaciones bancarias, para emplearlas en la autofinanciación de proyectos regionales y locales?

Y sobre todo, ¿Cómo propagar en todas partes el principio de una gratuidad que la vida reivindica por propia naturaleza y que el fetichismo del dinero desnaturaliza. Gratuidad de los trenes y de los transportes públicos, gratuidad de los cuidados, gratuidad del hábitat y de la autoconstrucción, gratuidad gradual de la producción artesanal y de alimentos local.

¿Utopía? ¿No es peor utopía la maraña de proyectos absurdos y deletéreos que ventilan, ante la mirada fatigada de los espectadores, esos histriones sin talento que agitan los fantasmas de sus guerras de viajantes de comercio, que repiten sin parar la payasada de la lucha de los jefes, que ocultan con falsos debates los verdaderos problemas existenciales y sociales, y que eclipsan el terrorismo de Estado mediante un terrorismo de crónica de sucesos, donde la locura suicida aumenta con la pauperización y una atmósfera cada vez más irrespirable?

¿Nos hemos dado cuenta suficiente de que, en su diversidad, incluso en sus divergencias, los Chalecos Amarillos y los movimientos reivindicativos formaban un formidable grupo de presión capaz de boicotear, bloquear, paralizar, destruir todo lo que contamine, envenene, empobrezca o amenace nuestro entorno? El subestimar nuestra fuerza y nuestra creatividad es más propio de los mecanismos democráticos de la tiranía del Estado y del Mercado. Mucho más que los gendarmes, la fuerza ilusoria del Estado descansa en el efecto de una propaganda que a cada instante nos empuja a renunciar al poder poético que tenemos en nosotros, a esa fuerza de vida a la que ninguna tiranía logrará poner fin.

Ahora bien, mientras tanto...

En Chile, la lucha contra los gusanos que proliferan sobre el cadáver de Pinochet ha reavivado la conciencia de que todo ha de volver a empezar desde la base, de que los representantes del pueblo no son el pueblo, de que el individualismo manipulado por el ánimo gregario no se corresponde con el individuo capaz de reflexionar por sí mismo y tomar partido por la vida contra el partido del dinero que mata. Hay que dejar que el pueblo alcance la conciencia que le es propia, esa de la que distintas formas de poder intentan desposeerle.

Algo parecido sucede en Argelia, Sudan. Líbano e Irak. Confío en que Rojava transforme su retirada momentánea en ofensiva. En lo que respecta a los zapatistas, estos han respondido a los argumentos economicistas del socialista López Obrador con el aumento de sus bases (los caracoles) y de sus Consejos de Buen Gobierno, donde las decisiones son tomadas por y para el pueblo.

La reivindicación obstinada de una democracia en Hong Kong oscila entre una cólera ciega dispuesta a darse por satisfecha con un parlamentarismo cuestionado por todos, y una cólera lúcida que mina y hace temblar por su persistencia la gigantesca pirámide del régimen totalitario chino, por otra parte inquieto por la amenaza de un crac financiero. ¿Quién sabe? La hiedra se infiltra por todos lados y el pasado insurreccional de Shangai no queda lejos.

En Sudán se sacude el yugo de la tiranía y del poder militar, Irán vacila. Las protestas del Líbano son un toque de atención para Hezbollah y el islamismo, cuyos oropeles religiosos ya no enmascaran su objetivo político-petrolero. En Argelia no quieren una capa de pintura gubernamental. En Irak se pone al descubierto que la realidad social puede más que la importancia otorgada a las rivalidades religiosas. Quedan los catalanes, los únicos que quieren un Estado cuando el “más frío de los monstruos fríos” se encuentra por todas partes cribado de flechas. No obstante, no es imposible que los independentistas, debatiéndose en un impasse por culpa del pulso que mantiene el Estado madrileño con la no menos estatista Generalitat, acaben respirando los efluvios del cadáver franquista que el espíritu nacionalista ha obligado a salir del cementerio. Tampoco es imposible que les vengan a la memoria las colectividades libertarias de la revolución del 36, esa que forjó una auténtica independencia, la que fue aplastada por el Partido Comunista y su aliado, el Estado Catalán.

Todo esto no es más que un sueño, pero la vida es sueño y nosotros acabamos de entrar en una era en que la poesía no es sino el paso del sueño a la realidad, algo que señala el final de la pesadilla y de su valle de lágrimas.

Abrir un espacio vital a quienes paralizan el malestar y la angustia del futuro ¿No es eso la práctica poética que lleva consigo la insolente novedad de la insurrección de la vida cotidiana? ¿No la contemplamos en el declive del militantismo y en la erosión del viejo reflejo militar que multiplica los jefezuelos y sus asustados rebaños?

En la variedad de los pretextos, la única reivindicación que hoy puede expresarse sin reservas es la vida plena y entera.

¿Quién se llamaría a engaño? No nos encontramos sumergidos en un tumulto de revueltas previsibles o inesperadas, estamos en el seno de un proceso revolucionario. El mundo cambia de fundamentos; una civilización vieja se derrumba, una civilización nueva aparece. Por más que las mentalidades rígidas y las conductas arcaicas traten de perpetuarse bajo un sucedáneo de modernidad, un nuevo Renacimiento emerge en el seno de una historia cuya inhumanidad pone en entredicho ante nuestra vista. Y esta se vuelve poco a poco más nítida. Entonces descubre en la mujer, el hombre y el niño una capacidad de experimentar inocentemente innovaciones inauditas, energías insólitas, formas de resistencia a la muerte, universos que ninguna imaginación se había atrevido a poner en marcha en el pasado.

Aquí estamos, ¡al comienzo de todo!


Raoul Vaneigem, 17 de noviembre de 2019

domingo, diciembre 22

Comer animales y el cambio climático


Hace poco más de un mes asistí a unas jornadas llamadas La red del mundo. Generando alternativas al poder transnacional. El título prometía y más todavía, la segunda jornada: ‘Alternativas de vida sostenibles con el planeta.’ Allí reunidas había personas de Colombia, Alemania, Haití, Euskal Herria, República Dominicana, Escocia, etc. Todas ellas con orígenes e idiosincrasias diferentes, pero todas unidas en intentar generar un análisis válido de cómo hacer frente a las corporaciones multinacionales y su efecto devastador sobre el territorio. Un poco antes de comer se abrió el debate al público y una chica alemana comentó que deberíamos intentar ser consecuentes. Duchas más cortas, consumir productos de kilómetro 0 y agroecológicos, ir a todos los sitios en bici y si no se podía, transporte público. Nada nuevo, claro, pero estaba bien recordarlo. Además, alejaba del foco a las multinacionales y los poderes político-económicos como malvados responsables de la actual situación del planeta y lo acercaba un poco al nivel de responsabilidad personal y colectiva que todes deberíamos asumir.

Apenas terminada su intervención, no hubo tiempo para mucho más y salimos rápidamente a comer. El parón, antes de las presentaciones de la tarde, era breve. Un grupo importante de les asistentes nos dirigimos, siguiendo a un tipo local, a un pequeño restaurante donde tenían platos combinados, con productos, la mayoría, del mercado del pueblo, nos dijeron. Supongo que por las prisas y por el hambre acumulada durante una larga e intensa mañana, casi todo el mundo pidió una hamburguesa con patatas. Yo negocié una pasta con tomate, pero sin queso. ‘¿te sienta mal?’ me preguntaron. ‘No, soy vegano.’ -sí, ya sé, siempre lo tenemos que decir…- ‘Ah’, dijeron. ‘Muy bien’. ‘Qué interesante’. Y claro, ‘Yo lo respeto mucho’. Y era verdad, era gente encantadora que no quería ni hacerme sentir incómodo ni entrar en aquel eterno debate sobre salud y dieta. El tema es que yo sí quise hacerles sentir incomodes. Y pregunté ‘¿Cómo es posible salvar el planeta, parar la huella ecológica, reducir la huella hídrica, mientras nos comemos siete hamburguesas con patatas y dos filetes? No tiene sentido.’

Silencio.

El sector ganadero genera más gases de efecto invernadero, un 18% más de CO2, que el sector del transporte.1 También es una de las principales causas del calentamiento del planeta, la degradación de las tierras, la contaminación atmosférica y del agua, y la pérdida de biodiversidad.

Más silencio.

«El ganado es uno de los principales responsables de los graves problemas medioambientales de hoy en día. Se requiere una acción urgente para hacer frente a esta situación»2, el resultado es que el sector ganadero es responsable del 9% del CO2 procedente de las actividades humanas, pero produce un porcentaje mucho más elevado de los gases de efecto invernadero más perjudiciales. Genera el 65% del óxido nitroso de origen humano, que tiene 296 veces más Potencial de Calentamiento Global que el CO2. La mayor parte de este gas procede del estiércol. Y también es responsable del 37% de todo el metano producido por la actividad humana (23 veces más perjudicial que el CO2), que se origina en su mayor parte en el sistema digestivo de los rumiantes, y del 64% del amoniaco, que contribuye de forma significativa a la lluvia ácida.3

Si hablamos en términos económicos, en la actividad ganadera intervienen, directamente, 1,3 millones de personas. Es mucha gente y es normal que nadie quiera generar discurso o políticas que afecten negativamente a millones de humanos. Pero, ¿Cuáles son las consecuencias? Esta actividad ocupa alrededor del 40% de la superficie terrestre del planeta. La mayoría de este suelo es cultivable y casi el 20% está destrozado por sobrepastoreo. Otros datos importantes: El 91% de la deforestación de la Amazonía fue por la agricultura ganadera. 4047 metros cuadrados de selva desaparecen cada segundo por pastos y siembra de cereales -para alimentar al ganado-. Si el aceite de palma es responsable de la deforestación de más de 105 mil millones de metros cuadrados de bosque y selva, la industria ganadera ha deforestado 550 mil millones de metros cuadrados. A día de hoy, se crían más de 70.000 millones de animales no humanos en el mundo. Los desechos de una explotación de 2.500 vacas equivalen a los producidos por una ciudad de 411.000 humanos. Para contextualizar, más o menos, algo entre Bilbao y Murcia. En EEUU, los animales que se crían para comérnoslos, producen, cada minuto 3,2 millones de kilogramos de excremento.4 Todo eso va a ríos y mares. No es difícil imaginar lo que ocurre en el estado español y sus gigantescas granjas porcinas, donde en zonas como Lleida o Vic, la contaminación de los ríos y la destrucción de diferentes ecosistemas está totalmente ligada a la cría de cerdos.5 Esta industria contribuye 10 veces más a la contaminación del agua en comparación con la contaminación del ser humano y 3 veces más que la contaminación de la industria del aceite, carbón, acero y manufacturas combinada. El sobrepastoreo afecta al ciclo del agua, e impide que se renueven los recursos hídricos tanto de superficie como subterráneos. Los principales agentes contaminantes son los desechos animales, los antibióticos y las hormonas, los productos químicos utilizados para teñir las pieles, los fertilizantes y pesticidas que se usan para fumigar los cultivos forrajeros.6

El ganado constituye un 20% del total de la biomasa animal terrestre, y la superficie que ocupa hoy en día, antes era hábitat de especies silvestres. A su vez, 23 de las 35 «zonas mundiales de gran concentración de la biodiversidad» de la lista de Conservation International -caracterizadas por una grave pérdida de hábitats- resienten los efectos de la producción ganadera. Se calcula que alrededor de 110 especies de insectos y animales desaparecen cada día por la deforestación de bosques tropicales y selvas. 7

‘Hacer una hamburguesa como las que tenemos en la mesa’, dije, ‘cuesta unos 2.300 litros de agua’. Por cierto, el estado español es el segundo país europeo -detrás de Portugal- con mayor huella hídrica. Unos 6700 litros por persona y día. Miré a mis compañeros comensales y les dije ‘Hagamos un juego, vemos cual es la huella hídrica que deja esta hamburguesa que tenemos aquí.’ Saqué el móvil, opción calculadora.

La huella hídrica de la carne8 es de 15.400 litros/kg, por lo que para la carne de una hamburguesa de 150 gr se necesitarán una media de 2.310 litros de agua. La huella hídrica promedio mundial de leche entera de vaca es de unos 940 litros /kg. Un kilogramo de leche entera da unos 95 gramos de queso, de modo que la huella de agua del queso es 5.060 litros/kg. Por tanto, para una loncha se requieren de media 17,4 litros de agua.

Por tanto, una hamburguesa de unos 350 gr requiere de media global: 2.392,12 litros de agua repartidos del siguiente modo:

150 gramos de ternera: 2.310 litros

28 gramos de lechuga: 6,72 litros

75 gramos de tomate: 15 litros

1 sobrecito de Ketchup: 7 litros

60 gramos de pan: 36 litros

1 loncha de queso: 17,4 litros

Me había venido arriba, lo sé. Alguien hizo gestos de sorpresa, otros de incredulidad. Otro hizo un comentario gracioso para rebajar la tensión y reconducir la sobremesa. Volvieron a atacar sus platos, esta vez más despacio. Decidí dar una tregua a esta buena gente, compañeres, en suma. Necesitaban procesar tantos datos y tanta realidad. Así que cambié de tema.

¿Y el mar?

Cada año, 80,4 millones de toneladas métricas de pescado son sacadas del mar. A los peces, ni siquiera se les recuenta como individuos. Por cada kilo de peces que atrapamos en la red, también atrapamos otros 5 kilos de especies marinas que no queremos consumir. Éstas, se vuelven a tirar al mar como víctimas colaterales. Al menos, ese día, nadie había pedido pescado. Sin tiempo para el postre, volvimos deprisa al pequeño teatro donde se realizaban las jornadas. Las presentaciones y aportaciones fueron cogiendo ritmo. Nadie se salió de su guión. Al finalizar, hubo aplausos y, poco después, me volví para casa.

Debemos aceptar que comer animales es la causa principal, y muy por encima de cualquier otra causa, de la extinción de diferentes especies, de la desertización, del vaciado de los mares, de la polución del agua y la destrucción del territorio. Lo sabemos desde años. Organizaciones gubernamentales poco sospechosas de extremismo han publicado cientos de informes. También sabemos que la ONU nunca incluye este tema en la agenda del medio ambiente y la huella ecológica. Nunca se contempla en las cumbres sobre el clima. Por eso, el ecologismo y los movimientos sociales, deben ponerlo en la agenda. Sabemos que es difícil, implica un cambio de paradigma personal, un cambio de paradigma colectivo y un cambio de paradigma socio-político. Incluso para aquellas personas a las que encerrar, torturar y asesinar animales no humanos, no les suponga un grave dilema ético, no hay muchas más salidas. Estamos en un planeta finito, nuestros cuerpos son limitados y el tiempo corre en nuestra contra. Dejemos de obviar el tema. Comer animales es la razón principal y primordial de la destrucción de nuestro planeta.

Nuestro planeta y el de elles. El de les otres animales con los que lo compartimos.

 
Ekintza Zuzena

NOTAS:

1. Informe de la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO),

2. Henning Steinfeld, Jefe de la Subdirección de Información Ganadera y de Análisis y Política del Sector de la FAO.

3. La sombra alargada de la ganadería-aspectos medioambientales y alternativas (FAO, 2006)

4. Cowspiracy. https://www.youtube.com/watch?v=WWP2qW6oMGo

5. El gobierno aragonés aprobó, aduciendo a los futuros puestos de futuros trabajos creados, la creación de un macromatadero propiedad del grupo italiano Pini en la población oscense de Binéfar. El matadero más grande de Europa donde se asesinan 30.000 cerdos cada día.

6. Informe de la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO),

7. www.herohealthroom.com

8. www.eco-huella.com

jueves, diciembre 19

¿Por qué se critica a un supuesto «purismo anarquista» en Catalunya?


Acabo de leer en la revista Catalunya de la CGT del mes de noviembre dos artículos que encajan bastante bien con la tónica que mantiene ese periódico desde que el “Govern” decidió convocar en octubre del 2017 el referéndum sobre la independencia.

Esos artículos celebran la espectacular y contundente respuesta que se ha dado en la calle a la sentencia condenatoria de una parte del Govern, de la Presidenta del Parlament, y de los dos máximos dirigentes de las dos grandes organizaciones nacionalistas catalanas.

En ambos se saluda el coraje, la contundencia, la determinación de esa respuesta popular frente al Estado español y a las fuerzas represivas que de él y de la Generalitat dependen. No solo se justifica la presencia anarquista en esas movilizaciones sino que se celebra esa participación, se llama a intensificarla y se descalifica la presunta inhibición de los y las anarquistas que se encierran en “su torre de marfil”, que no asumen las contradicciones propias de todas las luchas, y que se refugian en “la pureza anarquista”: Anarcopuristas Go Home concluye uno de los dos textos con cierto regusto a aquel Yankee Go Home de tiempos pretéritos.

Resulta, sin embargo, que aludir a la defensa de “la pureza anarquista” para dar cuenta del motivo que incitaría a no involucrarse en la actual movilización revela que nada (o bien poco) se ha entendido del talante que anima al anarquismo. Nadie que se pretenda anarquista y sea mínimamente coherente basaría su negativa a implicarse en las actuales movilizaciones en la preocupación por preservar la pureza del anarquismo, por la sencilla razón de que el anarquismo es radicalmente antitético con cualquier pretensión de pureza.

La pretensión de preservar la pureza del anarquismo resulta totalmente absurda para cualquier anarquista porque el anarquismo es constitutivamente impuro. Es mestizo, es diverso, es polifacético, es cambiante y es inevitablemente abierto. La idea de pureza es propia de los planteamientos los más reaccionarios en todos los ámbitos, desde la religión, a las supuestas razas, a las ideologías, a las culturas, etc. etc. Así que, pensar que si se critica una determinada movilización es en nombre de “la pureza anarquista” indica, lo repito, que no se acaba de entender el anarquismo.

Imputar la crítica contra las actuales movilizaciones a “la pureza anarquista” o al encierro en “la torre de marfil” es una manera cómoda y fácil de eludir el debate político acerca de esas movilizaciones.

¿Acaso se puede discrepar políticamente de la implicación anarquista en las actuales movilizaciones sin que sea por la absurda preocupación de preservar una inexistente pureza anarquista, o porque se prefiera contemplar las cosas desde una supuesta torre de marfil? Por supuesto que sí y está claro que no faltan argumentos para contraponerlos a quienes defienden, celebran y alientan esa implicación.

Escribía en un texto reciente: “Por bellas que sean las llamas de las barricadas y por indignantes que sean los disparos de la policía no deberíamos dejar que esas llamas nos impidan ver los caminos engañosos que alumbran, ni dejar que esos disparos nos impidan oír las enseñanzas proporcionadas por la larga historia de nuestras luchas emancipadoras». No cabe duda de que quemar contenedores, arrojar objetos o cócteles a la policía, bloquear autopistas y estaciones de ferrocarril, son formas de lucha que nos entusiasman cuando consiguen romper la pasividad y la sumisión reinantes y despiertan solidaridades.

Pero, ¿acaso no conviene interrogarnos acerca de quiénes son los que diseñan las estrategias y articulan los medios para que esas movilizaciones sean posibles?, ¿preguntarnos cómo y porqué lo hacen?, ¿para conseguir qué fines? ¿No deberíamos interrogarnos, por ejemplo, acerca de la supuesta horizontalidad de las decisiones que articulan las movilizaciones del Tsunami Democràtic?

¿Acaso basta con que una movilización se produzca y adopte formas de enfrentamiento contundentes para que debamos sumarnos a ella? ¿Acaso nuestro lugar estaba en la plaza Maiden, por muy masiva y popular que fuese aquella revuelta y por muy represoras que fuesen las autoridades ucranianas? ¿Acaso el anarquismo no dispone de herramientas para decidir de forma genuinamente autónoma cómo, cuando y para alcanzar qué fines debemos involucrarnos en las luchas?

Frente al mantra de que lo importante es luchar y ya veremos después hacia dónde nos lleva, y qué efectos produce, quizás valdría la pena reconocer la importancia de pensar esas cuestiones y de debatirlas sin recurrir a descalificaciones que obstaculicen el análisis, la reflexión, la discusión, y la plena legitimidad de tomar eventualmente una postura fuertemente crítica ante la implicación anarquista en la movilización actual.


Tomás Ibáñez

lunes, diciembre 16

¿Hasta aquí hemos llegado?


La acelerada presión de la Economía, empresas y Estados sobre la naturaleza y sus ecosistemas lleva a su degradación y/o destrucción en muchos casos irreversible.

El Sistema Capitalista sostenido por los Estados, en nuestro caso en forma de “Democracia” parlamentaria, el “Desarrollo”, el “Progreso”, significan deforestación, anegación, contaminación, urbanización, extracción, enfermedad,extinción...

Aún suponiendo que sus científicos y tecnólogos, cual modernos alquimistas, diesen con la definitiva fuente de energía limpia e inagotable, no cesarían su espiral de conquista y humillación de lo vivo y los vivos.

Ciencia y tecnología capitalistas trabajan para el perfeccionamiento de la eficacia de sus medios de, por un lado, la alienación , el sometimiento y el control social mas asfixiante sobre los pueblos y las sociedades que, inermes, no son capaces de enfrentar sus planes, y por otro lado, de su capacidad de expolio, parasitación y devastación del Medio.

Y esto no es sólo un problema medioambiental, es parte del PROBLEMA SOCIAL. Los poderosos, asaz egoistas, carecen de límite en su ansia de acumulación de dinero y poder, de bienes y propiedades, porque toda esta destrucción no sucede por una humanidad cuyo estallido demográfico haya saturado el planeta y lo esquilme por desesperada supervivencia. La “huella ecológica” de Amancio Ortega, de uno sólo de los miles de obscenos millonarios egoistas y acaparadores, equivale a la de millones de personas humildes.

No existe solución dentro del Capitalismo. Dentro del Capitalismo, azul, rojo o verde, otro mundo no es posible. El Estado no es ese ente benefactor que limitará la voracidad del Capital, con el que medra en relación simbiótica, por el contrario, lo defenderá a muerte, cómo vemos pasa ahora mismo en diferentes lugares del mundo.

El fin de la acumulación capitalista y de su pareja destrucción de La Tierra vendrá de mano del fin de la explotación y el sometimiento de las personas. El fin de la injusticia ambiental es inconcebible sin el fin de la injusticia social, y es imposible sin un proceso revolucionario que aspire a extirpar los cánceres del mundo, en avanzada metástasis ...El dinero, la propiedad privada, la especulación y la acumulación, o sea, contra el Capitalismo y los Estados que lo sostienen.

Si, un cambio radical que exigirá desurbanizar, desmantelar, descarbonizar, demoler. Destruir y construir, expropiar y repartir.

Unas sociedades humanas igualitarias, autogestionadas, respetuosas y guardianas de la Madre Naturaleza, donde la justicia y la equidad sean la base, austeras y eficaces, son el sabotage, la pesadilla de los capitalistas, pues no pueden ser expoliadas y convertidas en beneficio y, porque exigen el fin de las clases, el fin de los ricos, del lujo y el despilfarro.

Sólo alcanzaremos el equilibrio medioambiental de mano del equilibrio social.

Sin Revolución no hay salvación.


  Panfleto redactado por el programa de radio "La Contratertulia" para repartir en la manifestación del clima del viernes 6.

viernes, diciembre 13

El puño y la pluma: el movimiento LGTBI se moviliza contra el fascismo y la homofobia institucional


En el mes de septiembre tuvo lugar en Madrid una convocatoria bajo el lema ‘Orgullo frente al fascismo’, una marcha de un millar de personas que recorrió el Paseo del Prado desde Atocha hasta la Plaza de Colón, pasando delante del ayuntamiento gobernado por la extrema derecha en Madrid. A comienzos del verano, concretamente el 28 de junio, el movimiento LGTBI salió a las calles reivindicando la lucha de los colectivos de disidencias sexuales, el conocido como ‘Orgullo Crítico’, que reúne al bloque alternativo anticapitalista contra toda clase de opresiones. Sin embargo, una semana más tarde tenía lugar el descafeinado ‘Desfile del Orgullo LGTBI’, en el que organizaciones como la policía municipal de Madrid o el grupo político Ciudadanos integraron esa marcha mercantilizada.

Concretamente, fue muy mediática la actitud beligerante y provocadora de Inés Arrimadas, diputada de Ciudadanos, que de manera surrealista acusó de intolerancia y autoritarismo al movimiento LGTBI que rechazó su presencia en el evento. Tan solo dos semanas más tarde de estos sucesos se sitúan los orígenes de la convocatoria de esta manifestación que inaugura el otoño, la realizada el pasado sábado 21 de septiembre. Una marcha que pretendía plantar cara a la extrema derecha y los partidos que utilizan la visibilización LGTBI para generar discursos en favor o en contra según les favorezca en el vaivén de lo políticamente correcto. Las disidencias sexuales y afectivas no negocian con determinadas entidades sociales, puesto que no se deben respetar todas las opiniones si perpetúan las violencias estructurales y dominantes durante siglos de historia. Las políticas institucionales pretenden vestirse del color del capitalismo rosa, manteniendo intactas cuestiones discriminatorias que marcan las agresiones homofóbicas cotidianas. La manifestación también tenía como objetivo visibilizar la lucha LGTBI fuera de los límites impuestos por una fecha tan simbólica y domesticada como el 28 de junio de cada año.

La manifestación era organizada de manera completamente autogestionada y era puramente reivindicativa, ni festiva ni mercantilista, promovida por un movimiento diverso de disidencias sexuales que desde la crítica al capitalismo, tratan de activar un frente social contra esas violencias sistémicas todos los días de nuestras vidas. El fascismo no se debate, el racismo no se tolera, la homofobia no se soporta, y el machismo no se discute. Debemos enseñar que las opresiones se combaten y eliminan, no se les otorga ninguna clase de legitimidad discursiva. La existencia de colectivos que resisten estas violencias encarnan una lucha contra la normalización de los autoritarismos criminales.


martes, diciembre 10

Fósiles con futuro


La recreación de un mamífero denominado
comercialis
datado con 28.000 años de antigüedad
apegado en su cueva de latón a un cartel que se ha
traducido por “2 por 1”
será algún siglo el gran reclamo de la exposición La
Sexta Extinción
en algún planeta que no será éste
en algún momento en que la vida se haya deshecho
de las plantas embotelladoras de agua
de los mamíferos con másteres especializados en
extinguir al resto


Ángel Calle Collado. Mamífero en extinción.

sábado, diciembre 7

El cuerpo como último campo de batalla


En el momento de escribir este artículo, hay millones de personas encerradas en cubículos que no son mayores de 11 metros cuadrados. Muchas de ellas en diferentes modalidades de aislamiento, lo cual implica que su tiempo fuera de ese cubículo varía entre dos y media y una hora al día. Esto quiere decir que pasan dentro de sus 11 metros cuadrados, entre 22 y 23 horas al día. Muchas de ellas con condenas que superan los 10 años. Algunas de ellas con cadena perpetua, algunas de ellas esperando en el corredor de la muerte a su ejecución.1

La cárcel y sus variantes, los Centros de Internamiento de Extranjeros, los centros de menores…. se han convertido en uno de los grandes negocios en el norte global y es que dentro de las políticas neoliberales, todo puede dar beneficio económico. Corrijo, dentro de este sistema neoliberal, todo tiene que dar beneficio económico. De ahí, la privatización de las cárceles en diferentes países occidentales y la privatización de los servicios en otros. Todo es un gran negocio, incluso construirlas. Así que desde mediados de los 70 estos países han ido generando diferentes reformas legales para ir endureciendo el código penal. Un endurecimiento que ha ido acompañado de una narrativa sobre la necesidad del castigo y que deshumanizaba completamente a las personas presas. Un relato que ha calado tan hondo que continuamente se exigen mayores condenas y se alimenta la leyenda urbana de que los «criminales» entran por una puerta y salen por otra, que les estamos pagando casi, casi, un hotel de 5 estrellas, donde viven fenomenal a cuenta de los ciudadanos honrados.

Este discurso, diseñado para generar miedo a una sociedad de individuos violentos y necesitada de la intervención castigadora de papá Estado, ha dado pista libre a nuestros gobiernos y las corporaciones que les pagan, para generar un mundo-prisión que da increíbles beneficios, siendo las personas migradas y las mujeres el nuevo «target de mercado» del complejo industrial carcelario.

Depende en que países, no solo se consiguen pingües beneficios encerrando personas, una vez dentro pueden ser perfectamente validos como fuerza de trabajo apenas remunerada. En el caso del estado español, este trabajo dentro de la prisión es voluntario2. Normalmente, se trata de tareas de manipulados, repetitivas y poco formativas o de tareas de mantenimiento o funcionamiento del propio centro penitenciario. Además, los salarios se encuentran muy por debajo del salario mínimo. En algunas prisiones como Zuera, las mujeres llegan a cobrar 121,53€ al mes (0.75 la hora)3 y no se cumple la legislación laboral, ni se respetan muchos de los derechos en ella reconocidos4. Las condiciones económicas son pura explotación, aprovechándose de la situación de necesidad y desamparo de muchas de las personas presas, casi todas ellas en circunstancias vitales y económicas complicadas. Ya sabemos, la cárcel está llena de pobres.

Aun así, las cifras del estado español se asemejan a las de una vulgar pyme al lado del gran negocio carcelario en EEUU. Desde las diferentes políticas represivas en la década de los 70 del siglo pasado y la aprobación en 1980, por Ronald Reagan, de una ley que permitía la privatización de las cárceles, se ha generado un nuevo negocio basado en capturar a sus ciudadanes más desechables -y aquelles que ni siquiera llegan a la categoría de ciudadanes- para después, encarcelarles durante años y mantenerles en condiciones de semi-esclavitud, proporcionando gigantescos beneficios tanto para el gobierno como la empresa privada.

La cárcel en EEUU en cifras

Estados Unidos es menos del 5% de la población mundial, pero representa el 25% de toda la población reclusa.5 Contando CIEs y cárceles para menores, la cifra se sitúa por encima de los 3 millones. Más o menos, la misma cifra de habitantes de toda Euskal Herria. En los últimos 40 años, coincidiendo con la privatización, la población carcelaria ha aumentado un 340%. La industria carcelería es una de las más boyantes industrias en USA y sobre todo, para sus inversores de Wall Street. Esta industrial multimillonaria tiene sus propias ferias de mercado, convenciones, exhibiciones, páginas web y catálogos de pedido por Internet. Tiene sus propias campañas publicitarias para inversores y para empresas de construcción, arquitectura, culinarias, servicios y, por supuesto, la industria armamentística en todas sus variantes. Desde las 300.000 personas presas en 1972 hasta la población actual de 2,5 millones6. Este incremento de personas enjauladas, ha sido financiado por grandes corporaciones buscando fuerza de trabajo barata. Incluso fuerza de trabajo gratis. Estas empresas crearon hace varias décadas el Consejo Asesor Legislativo Americano, donde se aprobó la nueva ley de industrias de prisiones para expandir el trabajo en prisión. Con esta ley, se aprobaba la contratación de personas presas por parte de corporaciones privadas.7 En la primera década, los beneficios subieron de 392 millones de dólares hasta los 1.300 millones. Después se privatizó la reclusión de ‘trabajadores indocumentados’ y ‘las zonas de máxima seguridad’. Wall Street se frotaba las manos. Ahora tenemos un nuevo negocio: importar y exportar personas presas.

Los jueces federales, cumplen órdenes y dictaminan que algunas cárceles están sobrepobladas, lo cual no deja de ser cierto, pero a nadie le ha importado nunca. Las corporaciones carcelarias, entonces, contactan con un sheriff de un condado pobre y le ofrecen construir una prisión en su condado para llevar allí a las personas presas que sobren y después se dividen el beneficio. Todo con el apoyo e inversión en este nuevo plan import/export de American Express. Promoviendo la campaña ‘Rent a cell’ (Alquila una celda).8

Bajo la campaña que el gobierno federal ha llamado ‘Oportunidades de negocio’, todos los días en EEUU, más de un millón de personas van a trabajar y pueden llegar a recibir 2 céntimos la hora, otras veces no reciben nada. Son forzadas a producir y son castigadas si se niegan. La legislación no solo protege estas prácticas, si no que está creada para incrementar continuamente, la pena de las personas presas. ¿Y cómo se consiguen mayores beneficios? Fácil, dicen los sheriffs de Texas, menos guardas y más reclusas. Así se exprime el beneficio. ¿Y cómo se controla un número de gente mayor con otro grupo cada vez más reducido? Fácil, con el aislamiento. Enviando a líderes y conflictivos al agujero. Diariamente, en USA hay entre 8.000 y 25.000 personas en aislamiento. Al menos, esas son las cifras oficiales.

La Decimotercera enmienda

Y aquí está el truco. La famosa enmienda 13 que todo lo permite. En 1865, Abraham Lincoln aprueba la enmienda que ratificaron 36 estados y que abolió oficialmente la esclavitud en Estados Unidos, prohibiendo la servidumbre involuntaria. Con, y aquí viene la letra pequeña, excepciones limitadas. Por ejemplo; las personas condenadas por un delito.

«El final de la esclavitud dejó la economía sureña en ruinas, cuatro millones de personas que eran parte del sistema de producción de repente eran libres. ¿Qué haces con ellos?”, se pregunta un historiador dando también la solución, meterles en la cárcel.»9

Esta enmienda sigue siendo válida hoy, 154 años más tarde y esta enmienda, que sigue en el centro de las protestas de la gente reclusa, tiene obviamente, un componente étnico innegable. Como sabemos, la interseccionalidad de la opresión deja a un reguero de gente fuera de los privilegios que otros damos por sentado. La cárcel está llena de pobres, pero esto implica también, que la cárcel está llena de toda esa gente que no es blanca. Para entender esta realidad, adjuntamos gráfico).

Pensemos que este cuadro estadístico no incluye los centros de detención de inmigrantes ni las cárceles para menores. Si no, las cifras serían todavía más evidentes. Aun así, viendo este cuadro, el sujeto neo-esclavo actual se parece mucho al sujeto esclavo de hace 200 años. Recordemos también, otras múltiples opresiones. Estadísticamente hablando, el sujeto más encarcelado en el mundo, son las mujeres trans racializadas. No nos engañemos, son a estos grupos a los que se dirigen las nuevas legislaciones. Gracias a esta enmienda XIII se ha pasado de ‘del barco a la plantación’ a ‘del barrio al talego’. Producir y producir para mantener el mercado global.

Pese a este nuevo éxito de la economía neoliberal, a la industria carcelaria en EEUU le están saliendo resistencias. Resistencias que, poco a poco y con limitaciones, han conseguido unirse para plantar cara a este gran monstruo financiero generado por las multinacionales y el gobierno. Resistencias que se han vuelto masivas en la última década, resistencias que implican perder la vida o el poco contacto exterior que estas personas hayan podido llegar a tener. Decenas de motines, huelgas de trabajo, huelgas de hambre… pequeños nodos que a lo largo de una década se han ido conectando. De correccional en correccional, desde los centros de menores a los de internamiento de extranjeros, de penal a cárceles de super máxima seguridad. La batalla cada vez se hace más dura, pero también, cada vez, la batalla se hace más grande.

Pero antes de comenzar este relato de resistencia, queremos explicar donde empezó todo. El origen desde donde ha sido posible para el poder crear un imaginario tan potente que la sociedad acepte todo lo que ocurre hoy en día, dentro de esos muros. También, no olvidarlo, en esas cámaras de gobierno donde se aprueban leyes que redirigen a una gran parte de la población directamente de la calle a una celda.

En definitiva, tenemos que hablar de Attica y tenemos que hablar de Lucasville.

Attica, 1971

El 9 de septiembre de 1971, justo dos semanas más tarde del asesinato de George Jackson10, alrededor de 2.200 personas presas toman el control de la prisión y se hacen con 42 rehenes. Exigen mejoras en su calidad de vida, acceso a tratamientos médicos, derechos políticos y el fin de la brutalidad y las palizas por parte de los carceleros. Las negociaciones duraron 4 días y los medios de comunicación, incluyendo televisiones, fueron invitados a entrar en la prisión. Todos los medios dieron fe de las terribles condiciones en las que vivía la gente reclusa. Al final del cuarto día, el estado de Nueva York dio por concluidas las negociaciones. Enviando a las tropas a tomar la prisión. Como resultado 43 personas murieron. Un preso colaborador y tres guardas, a cargo de las personas presas. Las otras 32 personas presas y 7 guardas y funcionarios murieron a cargo de las tropas que entraron con fuego indiscriminado. El motín de Attica fue un episodio que marcó a la sociedad estadounidense. Al día siguiente, los mismos medios que habían dado crédito a las personas presas y que habían dado cuenta de las condiciones en las que vivían, abrieron sus noticias con los titulares oficiales del gobierno. Incluso publicando que los rebeldes habían ido degollando a los rehenes según entraban las tropas. Las pruebas forenses desmintieron todo aquello y confirmaron que todas esas personas habían sido ejecutadas fríamente por el estado de Nueva York. Pero ya era tarde. Aunque, por un breve tiempo, se generaran nuevas leyes para mejorar las condiciones de las personas presas en ese estado, lo que funcionó fue el relato de «unas bestias que no merecían piedad ninguna»11. Las represalias fueron terribles. Años después, se intentó que el estado hiciera público los informes estatales sobre la investigación de Attica y los días posteriores al final del motín. El tribunal supremo decidió que esos documentos fueran secretos de estado de forma permanente. De todos modos, 42 páginas se filtraron donde aparecían como les obligaron a hacer el saludo nazi a todas las personas racializadas, les torturaron, les quemaron y sufrieron abusos sexuales a cargo de responsables de instituciones penitenciarias.

Días más tarde, Weather Underground hacia explotar una bomba en las oficinas de prisiones de Nueva York. En su comunicado decían, «El sistema carcelario es un claro ejemplo de cómo una sociedad dirigida por racistas blancos mantiene el control» y también «la supremacía blanca es la cuestión más urgente que la gente blanca tiene que afrontar».

En la respuesta pública a Attica, máxima expresión de la cultura de super represión heredada de la década de los 60 por la lucha por los derechos civiles y el movimiento contra la guerra de Vietnam, comenzó a gestarse el discurso de los asesinos peligrosos y la necesidad urgente de un estado policial, tan en boga hoy en día. «Los delitos en los Estados Unidos han disminuido, sin embargo, más de 1 de cada 100 estadounidenses está encarcelado de una forma u otra. Los dos partidos principales han difundido el miedo a todo, desde los “súper depredadores” negros a los “inmigrantes violadores”. Irónicamente, son estas políticas de orden público las que también han creado las condiciones que eliminan puestos de trabajo desde el exterior y los trasladan a las cárceles.»12

Si fue ahí, en aquel episodio, donde se empezó a gestar esa narrativa, años más tarde, en otro motín, continuador de las mismas luchas y las mismas reivindicaciones de Attica, fue donde comenzó a gestarse una unión en la rebelión y un pacto de mínimos entre las bandas dentro de la cárcel. Un pacto de mínimos que se convertiría en la norma y en el gran éxito que ha llevado a hacer posible la última década de lucha en EEUU.

Lucasville 1993

En 1993, las personas presas en la prisión de Lucasville se estaban quedando sin ideas y sin esperanza. Llevaban años denunciando las terribles condiciones de esta prisión de Ohio. Durante años, intentaron defenderse por medios legales y no violentos. Muchas de estas personas, lo intentaron todo. Desde renunciar a la ciudadanía estadounidense, formar un sindicato para personas presas y escribir a Amnistía Internacional para que forzara una investigación sobre aquel infierno. Nada funcionó, de hecho, todos aquellos que escribieron a Amnistía Internacional fueron castigados y puestos en aislamiento. El alcaide buscaba expandir la cárcel para crear nuevas zonas de máxima seguridad. Así que continuamente provocaba violencia dentro de su propia prisión para justificar la financiación de su nuevo módulo. La gota que colmó el vaso fue un medicamento; querían obligar a las personas presas musulmanas a utilizar un test de tuberculosis que contenía alcohol. Se negaron todas. Hubo represión. Y así nació el motín más largo de la historia de EEUU. 11 días. Todas las bandas rivales se unieron frente a un enemigo común, los carceleros. Se declaró una tregua y todos los grupos colaboraron. Una vez tomado el control de diferentes módulos, los guardas más racistas fueron puestos en manos de la Hermandad Aria para que nadie los matase. Entre todos los grupos también eligieron a un miembro de la Hermanda Aria como representante de todas las personas reclusas. Según comentaron, «pese a que ellos sean una minoría aquí, si enviamos a un hombre blanco, nos daréis más credibilidad».

Tras 11 días. Se cerraron acuerdos con las instituciones. Nada más recuperar el control de la cárcel, las instituciones no respetaron ninguno de aquellos acuerdos. 47 personas fueron declaradas culpables de diferentes cargos. Cinco de ellas fueron condenadas a muerte. Las cinco están todavía esperando en el corredor de la muerte. Y mientras esperan han estado participando y organizando las diferentes huelgas nacionales de la ultima década. En cada una de esas ocasiones han sido castigadas y represaliadas. A día de hoy, siguen intentando participar y organizar huelgas en sus prisiones.13

Pese a la brutal represión y toda la falsa información que se vertió en el posterior juicio sobre el motín de Lucasville, lo ocurrido en abril del 93 generó algunas dinámicas que serían la base para que, casi 20 años más tarde, comenzará la gran época de la resistencia en las prisiones. Nos deja, también, algunas pistas de la creación de un nuevo sujeto revolucionario: el neo-esclavo preso que se rebela.

Así que demos un salto de 17 años y situémonos, por fin, en las huelgas actuales.

Huelgas de trabajo y hambre en las prisiones de EEUUU. Una línea temporal básica

En diciembre de 2010, en una coordinación sin precedentes en la historia carcelaria de EEUU, personas presas de, al menos, 8 prisiones de Georgia participaron en lo que fue, en ese momento, la mayor protesta carcelaria de su historia. A través de móviles metidos en cada prisión, se coordinaron para decidir no salir de sus celdas y no acudir a sus trabajos forzados. Ese mismo día llegó a la prensa un comunicado con sus demandas. No eran diferentes a las de Attica o Lucasville. Mejores condiciones de vida, acceso a una sanidad eficiente y el fin de la brutalidad y las palizas por parte de los guardas. Todo igual, salvo por el primer punto de sus demandas. Un salario mínimo y la derogación de la enmienda XIII.

La represión por esta huelga de trabajo fue brutal, una vez más. Los tres supuestos líderes de la huelga desaparecieron de su modulo, y durante días, los familiares pensaron que los habían matado. Casi. Los apalizaron a martillazos. Y después los tuvieron a escondidas en una enfermería. Uno de ellos, Terrance Dean, se quedó en silla de ruedas para el resto de su vida. Los tres siguen participando en las protestas y huelgas.

California 2011

Mientras esto ocurría, cuatro líderes de bandas estaban encerrados en aislamiento en Pelican Bay, California. Privados de cualquier contacto humano durante años, en celdas sin ventana. En ese tiempo, leyeron los poemas de Bobby Sands y «La otra Historia de Estados Unidos» de Howard Zinn. De noche, a través de las cañerías, comenzaron a comunicarse y llegaron a la misma conclusión. Las personas presas son su propia clase social, y como sujetos de una misma clase deben permanecer unidos y luchar contra el enemigo común, las instituciones penitenciarias. Así, la Black Guerrilla Family, Mexican Mafia, Nuestra Familia y la Hermandad Aria se unieron. Y convocaron una huelga de hambre. En su momento álgido, participaron alrededor de 12.000 personas presas en once prisiones. Esta fue la primera resistencia que tuvo eco internacional. La huelga cesó al llegar a acuerdos con el departamento de prisiones. Ese mismo departamento de prisiones no cumplió ninguno de los acuerdos.

Los siguientes años estuvieron llenos de protestas, motines y huelgas de menor alcance. Incluso hubo una huelga de hambre en 2013 en Guantánamo donde participaron 106 de las 166 personas allí recluidas. Después de varios meses en huelga de hambre, el ejército estadounidense prohibió cualquier tipo de información a los medios por seguridad nacional.

California 2013

Misma gente, mismas prisiones, misma lucha. Solo que esta vez la escala de la protesta creció hasta límites insospechados. Más de 30.000 personas participaron en esta huelga de hambre y unas 2.300 se negaron a trabajar. En el momento de comenzar la huelga, el estado de California tenía a 12.000 personas en aislamiento.

Alabama 2014

El colectivo Free Alabama declara una huelga total de trabajo y pide el final de la enmienda XIII. En palabras de Melvin Ray, fundador del colectivo “Hemos decidido que nuestra única arma o estrategia es nuestra fuerza de trabajo. Y esa es la razón por la que estamos aquí. Están encarcelando gente para tener fuerza de trabajo gratuita. Si nuestra huelga dura una semana, quizá no se una otra prisión. Si paramos la cárcel por dos semanas, hay una gran posibilidad que se una otra prisión. Si la huelga dura tres semanas… no sabremos cuantas prisiones se unirán.” Este mismo año se crea el comité para trabajadores encarcelades (IWOC) que une fuerzas de dentro con fuerzas de fuera y que ha sido capital en la organización y visibilización de todas las protestas posteriores.

Huelga Nacional 2016

«45 años después de Attica, las olas del cambio están regresando a las prisiones estadounidenses. Este septiembre esperamos coordinar y generalizar estas protestas, para construirlos en un solo cambio que el sistema de prisiones estadounidense no pude ignorar o aguantar. Esperamos acabar con la esclavitud prisionera al hacer imposible nuestra fuerza de trabajo, y al negarsnos a ser esclavos.»

Protestas pacíficas, huelgas laborales, huelgas de hambre y otras negaciones a participar en rutinas y necesidades de la prisión han incrementado en años recientes. La huelga de prisioneros del 2010 en Georgia, la huelga de hambre masiva en California, la huelga del Movimiento Alabama Libre en el 2014, han generado mucha atención, pero estas acciones no son las únicas demostraciones de poder de los prisioneros. Grandes, y a veces huelgas efectivas han estallado en el Penitenciario Estatal de Ohio, en la Correccional de Menard en Illinois, en Red Onion en Virginia y también en muchas otras prisiones. El floreciente movimiento de resistencia es diversa e interconectada, incluyendo centros de detenciones de inmigrantes, prisiones de mujeres y cárceles juveniles. El otoño pasado, prisioneras en la Cárcel del Condado de Yuba en California se unieron a una huelga de hambre iniciada por mujeres detenidas en centros de detenciones de inmigrantes en California, Colorado, y Texas.

Prisioneros por todo el país regularmente participan en muchas demostraciones de poder. Por lo más común, lo han hecho a través de solidaridad entre convictos, construyendo coaliciones a través de las líneas raciales y líneas de bandas para confrontar al opresor común.”14

La fecha con la que comienza esta protesta no es casual, el 9 de septiembre, el aniversario del motín de Attica. Con el apoyo externo de más de 60 organizaciones, alrededor de 60.000 personas llegaron a participan en esta huelga de trabajo. Después, alrededor de 24.000 la mantuvieron durante un par de semanas, generando pérdidas millonarias a las corporaciones. Cobertura en medios y televisión. Hay concentraciones y manifestaciones por las ciudades y junto a las prisiones. Llamadas internacionales de solidaridad como el apoyo de la asociación de personas presas palestinas. Disturbios, detenciones y acciones directas solidarias en diferentes partes del norte global. La protesta se agiganta.

Las instituciones se dieron cuenta que la clase trabajadora presa se estaba uniendo por encima de todas sus diferencias y esto era, evidentemente, peligroso. Así que tuvieron una gran idea. Generaron lo que comúnmente se conoce como «gladiator fights», que consiste en colocar en el mismo patio o espacio a dos bandas rivales. Después, rodearles de guardas que controlan la situación pero que, en realidad, no dejan que nadie abandone el patio, hasta que las dos bandas se atacan. Ningún guarda detiene las peleas, ni llaman a atención sanitaria. El invento ya había comenzado hace unos años, con guardas organizando «encuentros entre dos miembros de bandas rivales» y obligándoles a pelear uno contra uno, montando un sistema de apuestas entre guardas. Todo esto generaba más tensión entre personas reclusas y más control por parte de las autoridades.

Huelga Nacional 2018

Pero estas «Gladiator fights» se les fueron de las manos y en abril de 2018, siete presos murieron. Seis de los cuales eran afrodescendientes. Inmediatamente, diferentes grupos hablaron y se declaró una nueva tregua. La huelga nacional que se estaba preparando para 2019 decidió adelantarse. En vista de la situación volátil después de la batalla, muchos presos en distintos partes del país sintieron que no podían esperar para actuar. Se pusieron de acuerdo sobre diez demandas.

1) Mejoras inmediatas de las condiciones y reconocer la humanidad de las personas presas. 2) Un cese inmediato a la esclavitud carcelaria. 3) Permitir a los humanos encarcelados un canal adecuado para abordar reclamos y violaciones a sus derechos. 4) Ningún ser humano cumplir una condena sin la posibilidad de libertad condicional. 5) Un cese inmediato a los cargos excesivos, sentencias largas, y negaciones de libertad condicional por motivos raciales en contra de seres humanos negros o morenos. 6) Un cese inmediato al aumento de racistas leyes anti-pandillas en contra de seres humanos negros o morenos. 7) A ningún ser humano encarcelado se le debe negar el acceso a los programas de rehabilitación 8) Las prisiones estatales deben ser financiadas específicamente para ofrecer más servicios de rehabilitación. 9) Las becas Pell deben estar disponibles, de nuevo, en todos los estados y territorios de los Estados Unidos. 10) Derecho al voto de personas presas y ‘exconvictas’.

El 24 de abril, Jailhouse Lawyer Speak convocó a presas y presos en todas partes del país a participar en la huelga nacional que se llevaría a cabo en base a las demandas acordadas, utilizando huelgas laborales, huelgas de hambre, sit-ins (protestas sentadas), y boicots de llamadas telefónicas y de artículos vendidos en el economato, dependiendo de la situación en cada prisión. Durante 4 meses habían hecho boicot al economato y a las llamadas. Su objetivo era quitar fondos de los sistemas carcelarios y presupuestos gubernamentales para dirigir estos fondos ahorrados, a construir una organización nacional con el propósito y la agenda de poner fin al encarcelamiento masivo y la esclavitud en las prisiones.

La huelga iría desde el 21 de agosto -aniversario de la muerte de George Jackson- hasta el 9 de septiembre -Attica, de nuevo-. Durante los meses previos, los organizadores de huelga anteriores y portavoces de los diferentes grupos fueron puestos en aislamiento. Uno de los condenados por Lucasville y en aislamiento desde hace años, fue castigado sin ningún tipo de comunicaciones para evitar que respondiera a entrevistas o emitiera cualquier comunicado. Aun así, la huelga fue un éxito, tanto dentro como fuera y de nuevo, se logró parar la maquina corporativa.15 Multitud de personas presas decidieron seguir con la huelga de hambre o trabajo después de la fecha señalada y, a día de hoy, continúan las protestas y las acciones.

En el momento de escribir este artículo, en otras partes del mundo cientos de personas kurdas siguen en huelga de hambre por el fin del aislamiento de Abdullah Öcalan -y al menos dos presas y un preso se han ahorcado en su celda como forma última de protesta-, nueve presos de Wisconsin (EEUU) siguen sin comer, exigiendo el fin de las políticas de «aislamiento indefinido». Uno de ellos, Cesar de León, ya realizó una huelga en 2016 y fue alimentando forzosamente durante 250 días. Ahora es probable que vuelva a ocurrir. En el estado español, Carmen Badia lleva, a día de hoy, 50 días en huelga de hambre intentando que le dejen morir fuera de los muros de la cárcel y el resto de sus compañeros del colectivo ‘Presxs en lucha’ comenzó una nueva huelga el día 1 de mayo de 2019.

Como ya hemos comentado con el sangrante caso de Oscar de León, en EEUU existen leyes de alimentación forzosa; también en el estado español. Las personas que decidan no alimentarse, en cuanto pierdan el conocimiento, el estado se arroga el derecho de alimentarles forzosamente. Lo que quieren es evitar la mala prensa. Hay cosas que son difíciles de explicar y de vender. Y, sobre todo, que ya han pasado antes. En la historia reciente del Estado español son dos los presos que han fallecido como consecuencia de huelgas de hambre llevadas a cabo en prisión. Dos miembros de los Grupos Antifascistas Primero de Octubre (GRAPO), Juan José Crespo Galende, en 1981, y José Manuel Sevillano, en 1990.

Seres aislados y abandonados que combaten con lo único que les queda, su cuerpo, Su cuerpo como ultimo campo de batalla. Y aun así el Estado puede hacer trampas incluso en esa última batalla.

«El argumento de que solo cabe la alimentación forzosa en los casos de pérdida de consciencia considero que es hacerse trampas jugando al solitario porque una persona presa que ha decidido, libre e informadamente, iniciar una huelga de hambre indefinida sabe perfectamente cuales pueden ser las consecuencias fatales de la misma y las asume voluntariamente. Por tanto, en mi humilde opinión, hay que respetar esa decisión para garantizar al menos ese espacio de dignidad, puede que el único, que le queda a la persona presa frente al rodillo del estado. Tal vez, y solo tal vez, la única forma de morir libre y dignamente en prisión.

Al alimentar forzosamente a presos huelguistas, la persona que entra en prisión no solo deja de disponer de su libertad deambulatoria, sino que, de alguna manera, también de su libertad de decisión frente a la muerte. En ese contexto la Administración se erige como una especie de dios que se arroga para sí esa voluntad individual y transcendental del ser humano.»16

No debemos olvidar que la lucha sigue. Habrá más huelgas de trabajo y huelgas de hambre, habrá cada vez más gente dentro peleando contra esta industria carcelaria asesina. Y habrá más concentraciones, manifestaciones y llamadas a la solidaridad activa. De hecho, el 10 de junio de 2019 hay una convocatoria internacional de solidaridad para terminar con la enmienda XIII.

Cifras, cifras y más cifras

En Estados Unidos, El 97% de las personas presas en prisiones federales han sido condenadas por delitos no-violentos. Es muy probable que más de la mitad de las 623.000 personas reclusas en cárceles municipales sean inocentes del crimen del que se les acusa. De estas, la gran mayoría están encarceladas pendientes de juicio. Dos terceras partes del millón de personas encarceladas en prisiones estatales no han cometido ningún delito violento. El 16% por ciento de los 2,5 millones de personas presas sufren de lo que llamamos, enfermedades mentales.17

Departamento de prisiones: 81.000 millones de dólares. Departamento de justicia: 29.000 millones de $. Fiscalía: 8.000 millones de $. Funcionariado: 38.400 millones de $. Sanidad en prisiones: 12.300 millones de $. Policía: 63.200 millones de $. Construcciones: 3.300 millones de $. Comida: 2.100 millones de $. Economato: 1.600 millones de $. Llamadas telefónicas: 1.300 millones de $. Prisiones privadas: 4.300 millones de $. Tenemos que parar este negocio.

Como conclusión -y quizá como comienzo- unas líneas de un comunicado de la huelga masiva de 2016. Dejémosles, por una vez, tener la última palabra:

«Para lograr esta meta, necesitamos el apoyo de la gente afuera. Una prisión es un ambiente que fácilmente ponen bajo cierre de emergencia, un lugar de control y encarcelamiento donde la represión está construida con cada pared y cada eslabón de las cadenas, cada gesto y rutina. Cuando nos levantamos contra estas autoridades, se vienen sobre nosotros, y la única protección que tenemos es la solidaridad que viene de afuera. El encarcelamiento masivo, ya sea privado o sea en instituciones estatales es un esquema donde los atrapa-esclavos patrullan nuestros barrios y monitorean nuestras vidas. Esto requiere criminalización masiva. Nuestras aflicciones dentro de prisión son un arma usada para controlar a nuestras familias y comunidades allá afuera. Muchos estadounidenses viven cada día bajo, no solo la amenaza de ejecuciones extrajudiciales –las protestas por las muertes de Mike Brown, Tamir Rice, Sandra Bland, y muchos más han atraído la atención que hacía falta– sino también bajo la amenaza de captura, de ser aventados a estas plantaciones, encadenados y forzados a trabajar.

Nuestra protesta contra la esclavitud prisionera es una protesta contra la vía entre las escuelas y las prisiones, una protesta contra el terror policial, una protesta contra el control que nos imponen después de ser liberados. Cuando deroguemos la esclavitud, ellos perderán mucho incentivo para encarcelar a nuestros hijos, ellos dejaran de construir trampas para encarcelar de nuevo a los que habían liberado. Cuando quitamos el motivo económico y la grasa de nuestro trabajo forzado a la máquina del sistema de prisiones, la estructura entera de cortes y policías, de control y de atrapa-esclavos debe cambiar para acomodarnos como humanos, en vez de esclavos

Las prisiones impactan a todos. Cuando nos levantemos y rechacemos, necesitamos saber que nuestros amigos, familiares y aliados allá afuera nos estarán respaldando. Esta primavera y verano serán temporadas para organizar, para pasar la voz, construir las redes de solidaridad y mostrar que vamos en serio y de lo que somos capaces.

Anímate, levántate, y únete.

Contra la esclavitud prisionera.»

Por la liberación de todos.»

                                                                     Ekintza Zuzena

NOTAS:

1. En EEUU, muchas celdas de aislamiento son de 2×3 metros. No tienen por qué tener ventana y son conocidas como ‘el agujero’. Aunque la ONU prohíbe en las Reglas Mandela, aislamientos de más de 15 días, en Europa y Estados Unidos esta normativa se viola sistemáticamente.

2. De las, alrededor de 60.000 personas presas en el estado español se calcula que un 20% realizan trabajos en prisión.

3. campazgz.wordpress.com

4. https://www.apdha.org/trabajo-en-prision-trabajo-esclavo/

5. EEUU, también es el líder mundial en porcentajes de personas presas, casi doblando a los dos siguientes en el podio, Ruanda y Rusia. El estado español se aúpa a un meritorio sexto puesto, justo por delante de la «feroz dictadura china». Fuente: International Centre for Prison Studies

6. Al menos hay 7 millones en EEUU bajo algún sistema de ‘control correccional’.

7. Algunas de las empresas; IBM, Boeing, Motorola, Microsoft, Dell, TWA, Revlon, Macy’s, Pierre Cardin, Starbucks, Victoria’s Secret, Whole Foods, Nintendo…

8. En el condado de San Luis, por ejemplo, hay al menos 5 ciudades donde el 40% de sus ingresos anuales vienen de la industria carcelaria.

9. Eva Duvernay. Directora del documental ‘Enmieda XIII’. Para quien no tenga acceso a ciertas plataformas digitales: https://www.youtube.com/watch? v=rIJ_jPE_8DU

10. Estas dos fechas, el 9 de setriembre y el 21 de agosto se convertirán en parte del imagianrio rebelde de las personas presas y las hueglas nacionales han coincdido con estas fechas. George Jackson fue un revolucionario marxista miembro de las panteras negras, en prsión desde los 18 años, Es internacionalmente condocido por sus escritos sobre la cárcel y la esus pexperiecnias como preso racializado. Fue asesinado por los guaras de san uqintin durante un itneot de fuga.

11. La comisión especial del Estado de Nueva York escribió después de la investigación: “ Con la excepción de las masacres indias al final del siglo XIX, el asalto a Attica por parte del policía estatal, fue el encuentro más sangriento entre americanos desde la guerra civil.”

12. Entrevista a Jailhouse Lawyers Speak durante la huelga de prisones de 2018. https://www.alasbarricadas.org/noticias/node/40635


13. Más info en: www.lucasvilleamnesty.org o consultar el artículo que apareció en esta misma longeva revista. Ekintza Zuzena nº14. Lucasville: una breve historia (J. Perotti)

14. «A Call to Action Against Slavery in America», Comunicado oficial de la Huelga Nacional de Prisiones 2016. Texto en castellano en el original.

15. Apuntes tomados de las diferentes informaciones publicadas por Carolina Saldaña. Gracias por tu labor.

16. Eduardo Gómez Cuadrado, abogado penalista de Red Jurídica. https://red-juridica.com/ 17. https://www.globalresearch.ca/the-prison-industry-in-the-united-states-big-business-or-a-new-form-of-slavery/8289

miércoles, diciembre 4

Gestación subrogada. Capitalismo, patriarcado y poder

Ensayo

¿Dónde están los límites entre lo que podemos hacer y lo que es lícito hacer? Quizá esta sea la gran pregunta que haya que plantearse antes de empezar a discutir sobre si la gestación subrogada es aceptable o no. En este breve y atinado ensayo, Layla Martínez nos da las claves para entender tan espinosa cuestión —orígenes, desarrollo, procesos médicos, control y mercantilización de los cuerpos—, y nos adentra en un interesante, imprescindible y controvertido debate sobre la reproducción por encargo.

El texto que nos ofrece Layla Martínez pone sobre el tapete algunos conceptos —altruismo, deseo, clase social, racismo, colonialismo— para tratar de entender unas prácticas que nos venden como nuestro derecho y que no son mucho más que otra vuelta de tuerca de la explotación industrial de los cuerpos.


Autora: Layla Martínez
Pepitas de Calabaza Editorial

domingo, diciembre 1

Cien años del Biennio Rosso: los consejos de fábrica italianos que se organizaron en Turín

El periodo conocido como Biennio Rosso italiano, traducido al castellano como bienio rojo, se desencadenó en el norte de Italia fundamentalmente entre 1919-1920, y estuvo protagonizado por los consejos de fábrica integrados por obreros socialistas y anarquistas. Las revueltas populares estallarán en torno a la llamada a una huelga indefinida que se extiende por las regiones del Piamonte y Lombardía, implicando a más de me-dio millón de obreros organizados en contrapoderes conocidos como 'consejos obreros' inspirados en los soviets. En este artículo realizaremos un repaso al desarrollo de estos sucesos en el centenario de su conmemoración; y como siempre, trataremos de rescatar de esta memoria colectiva un aprendizaje que nos sirva en nuestra lucha en la actualidad.

Contexto internacional e italiano en el ciclo revolucionario de los años 1919-1920

Los trabajadores ansiaban conseguir la emancipación por su propia acción di-recta, era el fruto de decenas de años de tomar conciencia sobre su condición de explotados. Para ello sabían que debían pasar a la ofensiva; había llegado el tiempo de tomar la iniciativa, los sucesos internacionales que estaban ocurriendo animaban a llevar a cabo la obra revolucionaria marcada desde las clases populares. Este periodo fue el inicio de un ciclo internacional transformador, que trataría de recuperar el espíritu de la Comuna de París, si bien sucedida casi cincuenta años atrás, aún marcaba un hito en la lucha obrera. La Revolución de Octubre de 1917 contra el zarismo ruso, y la guerra declarada a la burguesía globalmente animaba a estos procesos revolucionarios en la vieja Europa dividida entre la conciencia anticapitalista y el vitalismo nacionalista como antesala del futuro conflicto contra el fascismo. Italia es un ejemplo del polvorín que supuso la Gran Guerra, posteriormente conocida como Primera Guerra Mundial, con una sociedad completamente polarizada en torno a la participación del país en el conflicto. Primeramente se mantuvo neutral no atendiendo a su pacto con la Triple Entente de los imperios centrales, y posteriormente, hizo su entrada en el conflicto a partir de 1915, como deseaba el rey Vittorio Emanuele III, en favor de la Triple Alianza para recuperar territorios nacionales reclamados históricamente y ampliar sus dominios coloniales. Además de cientos de miles de muertos en el conflicto, las masas trabajadoras italianas tendrán que sufrir la disminución de salarios, escasez de artículos comestibles y ropa, y un incremento de la jornada laboral con el pretexto de la producción para la defensa de la nación. Por lo tanto, el impacto social y político del conflicto armado fue el desencadenante de numerosas huelgas en las principales ciudades italianas ya desde el verano de 1918, y serían la antesala de los sucesos revolucionarios conocidos como Biennio Rosso en Italia en 1919.

Los consejos de fábrica, la práctica de la democracia directa obrera

El norte de Italia era el territorio donde el capitalismo fabril había tenido una implantación más consolidada, estableciéndose una clara diferencia cultural, social y económica respecto del sur. La ciudad de Turín se convirtió en la cuna de las fábricas automotrices, era el centro industrial europeo más importante, que además integraba a la clase obrera italiana con mayor conciencia en la lucha revolucionaria. Este movimiento obrero al alza en sus reivindicaciones eclosionará en torno a los llamados 'consejos de fábricas', que hasta noviembre del año 1918 actuaban como comisiones internas dependientes de los sindicatos, y que eran órganos exclusivamente de asesoría laboral. Durante el invierno del año 1919 estas comisiones se transformaron mayoritariamente en consejos autónomos con una función directiva controlada por los obreros mismos. En el mes de mayo de 1919 eran la fuerza mayoritaria en la industria metalúrgica, y los sindicatos convencionales estaban en peligro de convertirse en entidades marginales para la clase trabajadora y la acción revolucionaria que se venía fraguando. Estos consejos de fábrica eran organismos de autoorganización obrera inspirados en los soviets creados en Rusia anteriormente a la Revolución de Octubre. En Italia se conformaron como entidades donde estaban representados los obreros de cada fábrica por secciones, se creaban entonces comisiones internas de mandato revocable. Estos consejos se organizaban mediante la democracia directa con una vital influencia de las propuestas anarcosindicalistas. Sus funciones fueron definiéndose en la experiencia de cada consejo, pero la realidad fue que acabaron gestionando el personal técnico directa-mente y la producción de las empresas.En agosto de 1919, la fábrica de automóviles FIAT en Turín vio el surgimiento del primer consejo de fábrica, y que inició el periodo del Biennio Rosso italiano, además estos consejos de fábrica en torno a la ciudad de Turín extendieron su ejemplo a otras regiones. La Unión Sindical Italiana (USI), referente italiano similar a la CNT española, y adscrita a la AIT, vio que su número de afiliados se disparaba hasta los 800 mil obreros durante este periodo. También creció bastante la influencia de la Unión Anarquista Italiana (con similitudes a la FAI española), que integraba a 20 mil miembros, y en cuyo órgano de comunicación, Umanità Nova, escribía el libertario Errico Malatesta.

La clase obrera da un paso adelante: los trabajadores italianos toman el control de las fábricas

La organización patronal de industriales italianos, conocida como Cofindustria, viendo el peligroso escenario que se está planteando con la creciente autonomía de los obreros en los consejos de fábrica; deciden amenazar mediante un intento de cierre masivo de fábricas. Sin embargo, el escenario revolucionario planteado a esas alturas desencadenó la movilización de miles de obreros, pasando a la ofensiva ante unos industriales mermados en fuerzas. Se promovieron las ocupaciones de las principales fábricas, organizando su producción los obreros directamente, y creando un cuerpo de autodefensa integrado por los propios militantes para la protección de estas ocupaciones. Los obreros organizados sobrepasa-ron los discursos y las medidas de los sindicatos reformistas que optaban por la moderación; algunos campesinos también se lanzaron a la ocupación de tierras, pero fundamentalmente este movimiento revolucionario fue de trabajadores industriales. La burguesía industrial entró en pánico ante una situación que le desbordó, y que les llevó a perder el control de sus propiedades, por lo que firmaron acuerdos con los trabajadores otorgándoles importantes reivindicaciones para que estos depusieran las armas y abandonasen las fábricas. En esta estrategia para volver a la normalidad y tratar de institucionalizar el movimiento revolucionario, aprovecha-ron la actuación de algunos dirigentes del Partido Socialista Italiano y los sindicatos reformistas, quienes negociaron una solución moderada a la situación de ocupación directa de las fábricas. Esto además se debió a la pérdida de legitimidad de estas entidades en favor de la autonomía obrera, que les había desbordado completamente por la izquierda y pretendían recuperar el control y protagonismo. Si bien simpatizaban con el movimiento, recelaban de los tintes revolucionarios que este había tomado, basados en la completa autogestión obrera en torno a asambleas autónomas.El carácter autónomo que tenía el movimiento era evidente, y si bien los di-versos grupos anarquistas italianos tenían una gran adhesión obrera, los trabajadores en su conjunto no tenían un programa común que aplicar tras la toma de las fábricas. Esto significaba que el movimiento estaba desarrollándose sobre la marcha de acontecimientos mediante la práctica directa del colectivismo, pero para realizar una obra revolucionaria más profunda se habría necesitado la participación decidida de toda la masa social de obreros, y no solamente en las ciudades industriales. La debilidad del movimiento obrero fue que no se generalizaran las acciones revolucionarias entre el campesinado italiano, la ausencia de acciones contunden-tes que desarticularan la represión tanto del gobierno como paramilitar-fascista, y también la falta de coordinaciones interfábrica independientes, que fomentó la adhesión de cuadros burócratas de las uniones sindicales, impidiendo unas comunicaciones a nivel más global y el aislamiento de los consejos de fábrica. El Estado, los industriales y algunos dirigen-tes socialistas iniciaron negociaciones; la promesa de aumentar legalmente el con-trol de las fábricas por los obreros, en asociación con los patrones, no se mantuvo en ningún caso; pero fue la principal herramienta utilizada por la burguesía para salvar su incómoda situación.

Represión a los trabajadores, encarcelamiento y auge de los fascios de combate 

En septiembre de 1920 se prohibirán legalmente los consejos de fábrica, decisión que los trabajadores intentan bloquear con una paralización de las ciudades. La burguesía industrial respondió con la ayuda de miles de soldados del Ejército italiano enviados por el gobierno de Giovanni Giolitti. A pesar de que los trabajadores ferroviarios se negaron a transportar tropas militares, las consecuencias represivas no fueron menos drásticas debido a la participación de fascios de combate, fundados ese mismo año por Benito Mussolini, y que fueron la fuerza represora paramilitar en favor de los industriales italianos. Las fábricas fueron desalojadas, se instalaron ametralladoras fuera de los centros fabriles, y los industriales destruirían el sistema de consejos de fábrica y su modelo asociativo. Los trabajadores de Turín respondieron convocando una huelga en defensa de los consejos, y aunque se invitó a los sindicatos y al Partido Socialista Italiano a unirse a esta huelga, rechazaron la invitación, provocando la división entre las fuerzas obreras y sumiendo al movimiento obrero italiano en el derrotismo frente a los industriales y el gobierno. Aunque los trabajadores mantuvieron por dos semanas completas la huelga generalizada, la confederación local de la USI (Unión Sindical Italiana) no podía proporcionar la infraestructura necesaria para mantener la ocupación de las fábricas y una coordinación entre las mismas. La moral fue decayendo entre las filas obreras, momento que los industria-les habían estado esperando para que se transformara esta correlación de fuerzas. La clase burguesa retomó el control de las fábricas, y se suprimieron los consejos obreros, reinstalándose una administración puramente de asesoría legal y sindical moderada. Al mismo tiempo se arrestó a centenares de obreros anarcosindicalistas y socialistas que habían participado de la tomas de las fábricas. Este periodo revolucionario animó a la burguesía a apoyar decididamente el movimiento fascista italiano que se estaba fraguando; los cuadros de acción vio-lenta y represiva de carácter paramilitar, los camisas negras, eran el complemento a la represión militar que los industria-les necesitaban para no volver a verse en el precipicio frente a una acción revolucionaria del movimiento obrero. En cambio, en las secciones libertarias y socialistas locales no contaban con la coordinación territorial y unos métodos de acción verdaderamente criminales, como los que ponían en práctica estos fascios de combate. La clase dominante retomaba por lo tanto la iniciativa fomentando el establecimiento de una sensación de pánico social a través de estos grupos incontrolados de choque, promoviendo la desunión entre las filas obreras; y proclamando discursos nacionalistas que atrajeran la atención de una clase obrera golpeada doblemente. Igual que en la Barcelona de esos mismos años, habían llegado los años del plomo también en Italia, Benito Mussolini encabezaría este movimiento fascista abrazado por la burguesía contra los líderes de izquierdas en las huelgas que continuarían sucediendo en 1921. El descrédito del sistema liberal-democrático era absoluto, sin embargo, ante la seria amenaza obrera, Mussolini se presenta como la alternativa para la restauración del orden público. De hecho, será en el verano de ese año cuando surjan los Arditi del Popolo (traducido como 'Escuadrones del Pueblo'), una organización de choque y acción antifascista frente a la creciente influencia del Partido Nacional Fascista y sus camisas negras; que desgraciadamente no pudieron impedir que alcanzasen el poder, con el beneplácito del rey Vittorio Emanuel III, tras la Marcha sobre Roma a finales del año 1922.