Cuando la multitud hoy muda, resuene como océano.

Louise Michel. 1871

¿Quién eres tú, muchacha sugestiva como el misterio y salvaje como el instinto?

Soy la anarquía


Émile Armand

lunes, septiembre 16

¿Cuál es la realidad de Venezuela?

 


Hace años, cuando se estaban produciendo numerosas manifestaciones ciudadanas en Venezuela junto a una intolerable represión estatal, mandé una carta a un conocido periódico izquierdista presumiblemente alternativo, en cuya cabecera rezaba la frase “actualidad crítica”, el cual estaba manteniendo un inquietante silencio sobre lo ocurrido en aquel país. No solo jamás publicaron mi texto, encabezado por la frase “¿Qué está ocurriendo en Venezuela”?, sino que sacaron enseguida otro con un título calcado en el que se hacía una pertinaz defensa del chavismo culpando, claro, de los disturbios a la derecha. Ya comenté en su momento la práctica imposibilidad del debate sobre la llamada revolución bolivariana, como todavía ocurría con la Cuba castrista décadas después de un régimen obviamente fracasado con una intolerable represión de las libertades, y que dicha polarización obligaba a sospechar de ambos lados a poco que se tuviera algo de espíritu crítico. Antes de ver lo que está ocurriendo este año 2024, para los que piensen en alguna verdadera transformación social en el régimen que una vez encabezó Hugo Chávez, remitiré al libro de Rafael Uzcátegui Venezuela: la revolución como espectáculo, subtitulado Una crítica anarquista al gobierno bolivariano. La hipótesis de aquel libro, publicado en 2010, era que la revolución bolivariana había devenido en, efectivamente, un espectáculo tal y como desarrolló Guy Debord dicho concepto, pero sin mejoras reales a nivel estructural en la vida cotidiana de la gente y con meros cambios de actores en las transacciones capitalistas (a pesar de llenarse la boca el chavismo de socialismo). Aquel libro, tal y como yo lo veo, y a pesar de la obvias dificultades de distribución, fue un punto importante en la siempre necesaria reflexión crítica, desde una perspectiva verdaderamente transformadora a nivel social, ante el silencio y mirada acrítica de gran parte de la izquierda internacional.

El libro, en aquel momento, no hablaba de una dictadura en Venezuela aunque recientemente, con unas cuestionadas elecciones ganadas por el chavismo, el discurso que mantiene hoy su autor es muy claro al respecto. Aclararé que Rafael Uzcátegui, anarquista y activo defensor de los derechos humanos, tuvo que acabar abandonando su país y, hoy, está deseando volver para realizar algo que hoy considera imposible con el sistema que encabeza Maduro: poder ser crítico con cualquier forma de gobierno. Mantengo con él correspondencia, con la que procuro una información alternativa a la intolerable confusión mantenida por intereses de una u otra índole. En 1998, cuando Hugo Chávez llegó al poder democráticamente, el país estaba sumido en la pobreza y la exclusión. Chávez, no puede negarse, fue un gobernante carismático que logro capitalizar dicha condición para institucionalizar un nuevo sistema de apariencia transformadora. Con Maduro, convertido en un remedo del líder anterior, parece que solo se exacerbaron los males del chavismo: concentración del poder, elitismo de la clase dirigente sin conexión con la base social, represión de toda disidencia y corrupción generalizada. A ello se unió una devastadora crisis económica (lo que debería calificarse a mi parecer solo como un evidente fracaso de gestión revolucionaria), y la migración de millones de personas. El conocido como socialismo del siglo XXI acabó convertido en un significante vacío llenado de forma patética y desesperada por lo que una vez quiso proyectarse sobre él. Hay que recordar que el ascenso de Hugo Chávez coincidió en su momento con el triunfo de otros gobiernos afines de izquierda; con el tiempo, Maduro solo encontró un apoyo incondicional en los regímenes de Cuba y Nicaragua, lo cual resulta significativo.

Hace escasos días, se ha publicado un informe llamado “Crisis post-electoral y de derechos humanos 2024 en Venezuela” firmado por varias organizaciones no gubernamentales del país. En él se plasman diversas violaciones a los derechos humanos, antes y después de las elecciones de julio de 2024, y con acciones gubernamentales represivas dignas de ser consideradas terrorismo de Estado. Allá cada cual con lo que quiera creer al respecto, pero esa polarización entre chavismo y antichavismo debería ser ya solo una grotesca caricatura. Es nuestro debe atender a una información veraz, con toda la imposibilidad que ello supone en una sociedad del espectáculo con diversos actores interesados en juego. Aclararé algo que debería ser innecesario, no es este texto una defensa de la democracia representativa, que los anarquistas solemos ver como una forma sutil de dominación estatal, una apropiación del poder de gestión que consideramos propio de la sociedad. De hecho, Rafael ha denunciado igualmente siempre, algo que cierta oposición política al chavismo no está muy interesada, los mecanismos de anulación y represión de movimientos sociales de funcionamiento horizontal como una alternativa anticapitalista y antiestatista. Sí es este texto, por supuesto, una denuncia de un gobierno concreto, explícitamente autoritario, de apariencia además revolucionaria, una mistificación supuestamente alternativa a un nocivo capitalismo, que todavía hoy algunos desean mantener en pie*. Como libertario, considero mi deber no guardar silencio sobre ninguna de las injusticias cometidas en un mundo, desgraciadamente, excesivamente plagadas de ellas, y trabajar por la autogestión, libre, horizontal y solidaria, por parte de las personas donde todas y todos puedan expresar su voz.

 

Capi Vidal

 

*Como creo que es de sobra conocido, Juan Carlos Monedero ha estado en Venezuela haciendo campaña a favor de Maduro, lo cual ha tenido una grotesca culminación recientemente, en un encuentro en la redes junto a otro conocido youtuber con el ratificado presidente del país; ni un solo comentario crítico de ambos intelectuales hacia Maduro, más bien un nuevo lamentable enrocamiento en que toda oposición al chavismo proviene de la derecha reaccionaria (por no decir, abiertamente, el fascismo).

viernes, septiembre 13

Estorbos


 

Lo que vemos y oímos todos los días

es que en el capitalismo sobra gente,

 

como en la Alemania nazi

sobraban las razas inferiores

o en España sobraban los rojos.

 

En el capitalismo sobra gente,

sobran obreros con derechos laborales

y sueldos dignos,

 

sobran jubilados con pensiones,

aunque dos de cada diez

mantengan con ellas a sus hijos

y a las familias de sus hijos,

 

sobran indígenas que se opongan

a la desposesión de sus bienes colectivos

a manos de las multinacionales,

 

sobran inmigrantes.

 

Para que aquí podamos vivir como vivimos,

en el resto del mundo tiene que sobrar gente.

 

Consumimos diez veces más que ellos,

por tanto, en un planeta finito,

no hay para todos y la abundancia de aquí

solo puede significar escasez al otro lado

de las concertinas.

 

Sobra gente en el capitalismo,

que la guerra, el hambre y el cambio climático

se hagan cargo de ellos.




 Antonio Orihuela. Camino de Olduvai. Ed. Irrecuperables, 2023

martes, septiembre 10

El último árbol del planeta

 

 

Para dejar sitio a los molinos de viento se talan árboles y para construirlos, también. Bien lo saben en las comunidades indígenas de Ecuador y Perú, cuyas vidas sostenibles son segadas para nuestros proyectos de sostenibilidad

 

Cuando mi amigo el pastor me dijo “el último árbol del planeta lo talará un proyecto de energía sostenible” (Cuentos del Progreso. Editorial Pol·len), seguro que intuía que era mucho más que una frase ingeniosa. De hecho, si analizamos lo que está significando la implementación de la transición energética con sus recetas mágicas de proyectos supuestamente limpios y sostenibles, no queda otra que, como siempre, darle la razón.
El último ejemplo lo tenemos en la controversia que ha generado un informe de expertos ambientales tras analizar el funcionamiento de una gran planta en el Reino Unido que “produce” (entre comillas para no dejarnos engañar por el lenguaje) energía eléctrica a partir de la quema de madera importada de Norteamérica. Como otras centrales de biomasa, ésta gestionada por el grupo Drax, defiende que el CO2 que se emite al quemar la madera de los árboles talados queda compensando por la capacidad de éstos al absorber CO2 durante su crecimiento. Tal vez en teoría, porque muy rápido han de crecer cuando las cifras de la investigación explican que la central fue responsable de 11,5 millones de tones de CO2 durante el año 2023, lo que representa casi el 3% de las emisiones totales de carbono del Reino Unido. A mi parecer, en cualquier caso, más importante sería conocer cuántos bosques –y toda la vida que los habita– se han erradicado para dedicarlos a los monocultivos de esos árboles industriales.
 

En el segundo ejemplo, más cercano, sí que tenemos ese dato aproximado. Como ha denunciado la Plataforma a favor de los paisajes de Teruel, el Gobierno de España ha aprobado recientemente la creación de un conjunto de parques eólicos en el Maestrazgo que prevé instalar un total de 125 aerogeneradores. Lo que representará una deforestación de casi 900 hectáreas de bosque y la tala de entre 200.000 y dos millones de árboles. En este caso, la justificación con la que se respalda esta masacre de árboles se escuda en la plantación de otros ejemplares en otros lugares. De nuevo, más allá de que la tasa de reposición de estos árboles pueda ser “eficiente”, lo que nunca se compensará será toda la vivacidad contenida en los bosques.
 

El arboricidio que nos dejará sin bosques, ni biodiversidad, no acaba aquí. Rastreemos un poco. Este proyecto será gestionado por el fondo de inversión danés Copenhagen Infrastructure Partners (CIP), que se presenta como “la mayor gestora de fondos del mundo dedicada a inversiones en energías renovables”. Ahora que cuentan con el contrato del Maestrazgo, la firma ha cerrado un acuerdo con GE Vernova para el suministro de los 125 molinos. Esta empresa, que no es más que una división de la gigantesca General Electric para aprovechar los vientos favorables a las energías renovables, cuenta en la descripción de la elaboración de sus aerogeneradores que “cada turbina eólica se somete a un meticuloso proceso de fabricación que involucra la construcción de torres de acero, molduras de fibra de vidrio en la góndola y ensamblaje de palas, y cada pala requiere alrededor de 2000 horas de trabajo para fabricarse a mano con fibra de vidrio y madera de balsa”.
 

Es decir, para dejar sitio a los molinos de viento se talan árboles y para construirlos, también, porque cuando se habla de madera de balsa se refieren al árbol llamado balsa, propio de los trópicos suramericanos. Su madera, muy liviana pero resistente a la vez, resulta muy apropiada para la fabricación de balsas, claro, de esquís, puentes… y, efectivamente, como parte de la estructura de las aspas de los aerogeneradores. Bien lo saben en las comunidades indígenas de Ecuador y Perú, cuyas vidas sostenibles son segadas para nuestros proyectos de sostenibilidad. Ahora que se van conociendo los datos del boom en el uso de madera de balsa, se sabe que son muchos los bosques primarios amazónicos que han desaparecido para permitir el cultivo de balsa.
 

Cuando nos sobre la electricidad, añade el pastor, sin árboles nos faltará el oxígeno.

 

Gustavo Duch

sábado, septiembre 7

Donde la empresa y el Estado cavan destrucción, la Acampada en Defensa de Barroso siembra resistencia

 

 

Covas do Barroso lleva luchando 7 años contra lo que podría ser el primer proyecto de minería de litio a cielo abierto en el continente europeo. Este proyecto se encuentra en manos de una empresa financiera y especulativa británica, Savannah Resources, creada con el objetivo de lucrarse bajo el pretexto de lo que erróneamente se denomina “transición energética verde”. 

Barroso, con su forma de vida en armonía con la naturaleza, se niega a convertirse en una nueva “zona de sacrificio” en beneficio de una economía cada vez más alejada de las realidades sociales y ecológicas del planeta. Para esta comunidad, las tierras, las aguas y las montañas no son simples recursos a explotar, sino que forman parte de identidades y prácticas que, durante siglos, han permitido sustentar la vida. En Barroso, el agua y la tierra no están en venta; se aman y se defienden.

El proyecto de Savannah contempla la apertura de 4 minas a cielo abierto, varios vertederos de residuos y otras infraestructuras industriales. Estas minas proyectadas, de unos 100 metros de profundidad y 38 hectáreas de superficie, se situarían muy cerca de las vecinas: a solo 200 metros de la aldea de Romainho y a 750 metros de Covas do Barroso. El proyecto representa una grave amenaza para las aguas del río Covas y para toda la cuenca del Duero. Supone explosiones diarias en las montañas, con un impacto sonoro y un levantamiento de polvo insoportables. Además, devastaría los suelos agrícolas y grandes extensiones de áreas forestales de uso común, poniendo en peligro los medios de vida y las fuentes de ingresos de las habitantes de la zona. Todo esto, sin mencionar los efectos impredecibles sobre la ecología regional y global.

En junio de 2022, la Agencia Portuguesa de Medio Ambiente identificó los impactos negativos muy significativos e irreversibles de este proyecto minero y emitió un dictamen “desfavorable”, reconociendo su incompatibilidad con la clasificación de «Patrimonio Agrícola Mundial» y con el modo de vida local. Sin embargo, en mayo de 2023, emitió una Declaración de Impacto Ambiental (DIA) “condicionada favorable”. Este cambio confirmó los temores de la comunidad de que el Estado estaba alineado con esta inversión privada en lugar de con el medio ambiente y su gente.

Cincuenta años después de la Revolución del 25 de abril, el pueblo de Barroso siente la opresión de los gobiernos que quieren imponer la explotación de la región a toda costa. Tras recibir la DIA, la empresa, con la complicidad del Estado, adoptó una postura más agresiva y una presencia más constante e intrusiva tanto en las aldeas como en la región. Desde octubre de 2023, se despliega una patrulla policial diaria en Covas do Barroso y la empresa también contrató seguridad privada las 24 horas del día y ha tomado medidas legales contra las líderes comunitarias, utilizando tácticas intimidatorias. Todo ello es un intento de deslegitimar y criminalizar la resistencia, de presionar a la población para que acepte un proyecto que no desea.

En noviembre de ese año, la empresa intentó acceder a las tierras comunales para realizar más prospecciones. Como la Comunidad de los Comunes (Comunidade dos Baldios) y muchas propietarias particulares continuaron negando el acceso a la empresa, ésta recurrió a la usurpación, esperando que la gente de Barroso no tuviera la fuerza para enfrentarse a ellas. Sin embargo, gracias a la unidad y el apoyo constante de personas de todo el país y del mundo, la comunidad no se rindió y resistió. Durante 7 meses, cada día, la empresa fue bloqueada en el acceso a las tierras comunales, demostrando una fuerza colectiva, unidad y perseverancia inusitadas.

En los últimos años, las activistas de esta lucha han pasado por muchas etapas: desde acciones legales en todas las fases de los procesos administrativos, presentación de peticiones, manifestaciones en las calles, organización de encuentros, formación de caravanas, residencias artísticas y acampadas. Gracias a estas iniciativas, se ganaron muchas batallas: se detuvieron las labores de prospección, se impidió que la empresa avanzara en el terreno y se sensibilizó y tejieron redes de solidaridad.

Barroso no es solo una cadena montañosa aislada, ni su problema es algo que afecte únicamente a su gente. Aquí se tomaron decisiones que representan transformaciones ecológicas, sociales y económicas, no solo para esta región, sino para el tipo de futuro que se quiere construir en el continente. Podrían haber repetido los errores del pasado, insistiendo en una búsqueda incesante de beneficios y un “progreso” a costa del bienestar de la mayoría. O podrían haber llegado a un punto de inflexión, donde los bosques, los animales y los ríos fueran valorados y protegidos.

La lucha de las activistas demuestra que los proyectos destructivos como éste son decisiones políticas, dictadas por lógicas económicas y dependencias energéticas. Mantener “funcional” la economía actual implica un crecimiento infinito, la creación constante de nuevos mercados y la extracción incesante de materias primas. Esta visión lleva a la contradicción de destruir la naturaleza para “salvarla”, reduciendo los problemas ecológicos a una simple contabilidad de emisiones de gases de efecto invernadero.

Solo en Portugal, las perspectivas de nuevos proyectos extractivos son abrumadoras. Proteger Barroso y no permitir el primero de estos proyectos significa también defender todos los demás territorios amenazados. Por eso, las vecinas y activistas portuguesas se posicionaron junto a las compañeras de Gornje Nedeljice en Serbia, Suído-Seixo en Galicia, Cañaveral en Extremadura, Allier en Francia, la gente de los Salares en la región andina y todos los demás movimientos, comunidades y territorios que luchan por una vida no dictada por intereses ajenos al bienestar común.

La Acampada en Defensa de Barroso (Acampamento en Defesa do Barroso), que tuvo lugar del 15 al 19 de agosto de 2024, supuso un punto de encuentro de centenares de personas, un espacio para compartir y luchar juntas, codo con codo. Al igual que las arañas, tejieron redes. Como lobos, aullaron. Como topos, conspiraron. Como pájaros, volaron en bandadas. Como caracoles, se movieron lentamente. Como seres humanos, entendieron la necesidad de mantener ecosistemas que garanticen la vida, y lucharon por ello con valentía, amor y alegría.

 

https://www.todoporhacer.org 

 

miércoles, septiembre 4

Tinta y pólvora. Cori Piccirilli

 


No traigo polvo de estrellas en las manos, sólo herrumbre de muebles viejos, colores que resucitan la polvorosa alquimia de los días, pasto húmedo, gotas de agua sulfurada, un innegable olor a azahares y perros. El viento y la lluvia me tallaron a fuego como un grito trazado sobre la pared. Mi alma corre empachada de libertad por las calles vacías de la ciudad, viviendo la vida junto a la respiración de un animal que sueña transito un sueño, que también es tu sueño. No creas que es fácil llevar esta cruz en contra del viento, pero el animal palpita y me empuja su aliento.
 

Piedras sobre las gargantas, cerrojos en los labios. Jaurías de palabras estranguladas buscan asilo en mis manos desnudas para hacer una hoguera que calcine la realidad del capital. El ímpetu de un ardor estremecedor me abraza, enciende mis venas; a la sombra de una piedra escribo contra el tempestuoso viento glacial. A lo lejos se oyen locutores, mentirosos, desmentir las noticias y viceversa. Muchos aquí se están tragando el cebo de la democracia gubernamental, como un animal en una trampa recorren la jaula golpeándose una y otra vez contra sus barrotes. El ruido de los déspotas arriando el rebaño me alerta y el sentido del deber me lleva a detonar la dinamita que explote tus grilletes para despertar a los mortales en este cementerio.


La calma antes de la tormenta presagia tempestades de fuego y sangre. ¡Suelta a los leones! ¡Pájaros ideas! ¡Libera a la jauría! ¡Rebélate contra los tiranos! Vivamos el día en que se desate la cuerda y la rabia quede suelta. Afrontaremos las inclemencias, pestes violentas, seremos la borrasca frente a este cínico ejemplar de lo que dicen llamar "libertad".


Es importante que tengas la firmeza y convicción de seguir avanzando y luchando estés donde estés, porque el devenir de la vida continúa sucediéndose, aunque tu capacidad de movimiento esté o parezca reducida. ¡El mundo se mueve! gritó el inconveniente Galilei.


Debemos hacer que dejen de traficar con el dolor. Debemos dejar de ser el alimento de las bestias. Más que una carnada ¡la fuerza rebelde entre las hienas!


Dicen que nacimos bajo una mala estrella y por eso nos condenan a una vida donde el oxígeno casi nunca alcanza para nosotros, aunque haya suficiente para todos. ¡Carroñeros mirándonos desde el cielo! No nos arrebatarán el monte, la selva, caminatas en manada, el olor de la tierra empapada. La vida se dispersa en el aire como una semilla, un haz de luz que pasa a través de las ramas y descansa sobre la hierba. ¡Los átomos claman libertad, la vida quiere germinar! 

Como decía Bakunin "... las gotas de agua, aun siendo invisibles, logran formar el océano." ¡Nuestro trabajo no se perderá! No nos arrancarán el placer de sentir en la sangre la esperanza de una revuelta que escriba otra historia para nosotros.


Debemos confiar en la fuerza y justicia de nuestra causa. Porque vos sabés bien que en la otra orilla de la noche la vida es posible. Mantén encendido el fuego de tu corazón que ya va siendo hora de propagar la llama plebeya. Los esbirros se quedarán sin sueños en el infierno.


Este aullido con las manos embarradas, esta esperanza ardiente, no es una mera abstracción, debe tomar forma sustancial en las calles para sacudirle el polvo a la oscura realidad que nos impone la burguesía imperial.


"Nosotros los anarquistas sabemos que esta moral de justicia perfecta, de libertad y de igualdad, es la verdad, y la vivimos de todo corazón mientras que nuestros adversarios dudan."



                                                                    - Elisée Reclus -


Nunca debemos aceptar la pobreza de la vida, aunque el horizonte nos anuncie lo desconocido. ¡Hacia allá vamos! La pluma de Ricardo Flores Magón eternizó este sentimiento, “El abismo no nos detiene: el agua es más bella despeñándose. Si morimos, moriremos como soles: despidiendo luz." Porque las cosas que importan se hacen con la sangre y con las manos y te digo el amor y la revolución. (A)


                                                                    - Cori Piccirilli –

domingo, septiembre 1

La fragilidad de la apuesta cínica

 

El cinismo ha formado parte siempre de la política institucional de derechas y de izquierdas, porque es una herramienta necesaria para la gestión estatal. El cinismo también es imprescindible para lubricar las relaciones sociales en el Capitalismo. Entonces ¿qué implica su presencia cada vez mayor en los movimientos y luchas que se dicen anticapitalistas? ¿qué efectos tiene? Y, sobre todo, ¿cómo se podría superar la lógica cínica?

El cinismo del que hablo es el de quién “actúa con falsedad descarada”, no el de la escuela filosófica griega. Marx en El Capital hablaba de quienes “no lo saben, pero lo hacen” refiriéndose a aquella parte de la clase obrera que actuaba siguiendo lógicas burguesas, lo que luego se llamó “falsa conciencia”. El cinismo moderno, del que se ocupa este texto, tiene que ver en cambio con quienes sabiendo lo que hacen, lo hacen igualmente. Este cinismo es una reacción defensiva, un repliegue que surge del miedo y la desconfianza respecto a las otras personas, sus motivaciones o sus objetivos. Aparece, a menudo, cuando hay una distancia grande entre lo dicho y lo hecho, entre ideología y realidad o entre las expectativas generadas y los resultados obtenidos.

La actitud cínica es una forma de huir. Evita afrontar los conflictos y contradicciones de forma honesta, o sea con disposición de quienes luchan a transformarse y a transformar el entorno. La fuga cínica suele adoptar formas teatrales, en ellas se representan escenas para proteger la propia imagen y distraer la atención de los problemas reales. En el ámbito político el cinismo busca mantener la capacidad de influencia y el capital simbólico por todos los medios necesarios. La actitud cínica pretende influir en otras personas evitando enfrentarse a los problemas, por eso el ejercicio del Poder y el cinismo van siempre de la mano. El problema de la apuesta cínica no es solo ético, también es una cuestión práctica.

El sostenimiento de un modelo social basado en la desigualdad y la miseria, requiere alimentar la cultura del miedo. El miedo continuado, la desconfianza y la frustración potencian el cinismo. El cinismo, por su parte, reproduce las relaciones sociales capitalistas, reforzando el modelo social imperante. Este ciclo se hace mas intenso en momentos de crisis y funciona como una centrifugadora que nos aísla.

En la Biblia, hay una escena en la que Jesus practica un exorcismo como parte de su carrera promocional como mesías. En aquella época había mucha competencia en el sector, y entre el público comienza un debate en el que unos piden mas pruebas y otros directamente desconfían de él. Jesús zanja la discusión diciendo que ante el mal demoníaco: “El que no está conmigo, está contra mí.

En los ambientes anticapitalistas las ideas tienden a cristalizarse en forma de ideologías. Entonces la teoría se convierte en doctrina y pierde relación con la realidad, que es siempre compleja, contradictoria y cambiante. Este desajuste supone un obstáculo importante que se debe abordar, si lo que se pretende es intervenir para transformar la sociedad. Esto implica abrirse a adaptar las propias teorías al contexto que se vive.

La apuesta cínica, en cambio, prioriza los intereses y la imagen de la propia Organización por encima de la transformación social. Lo primero que hace el cinismo para evitar enfrentarse a las propias contradicciones, es declarar que hay una situación de urgencia, como por ejemplo la “situación caótica del movimiento”. A continuación trata de conseguir la adhesión acrítica de la audiencia simplificando el análisis del entorno hasta dividirlo en dos campos. El campo propio es el correcto, el realista, el revolucionario, y luego está el contrario. Y ¿qué pasa con aquellas otras voces críticas con el Capitalismo que no se alinean con la propia tendencia? La apuesta cínica subordina los análisis y los debates a los intereses de la propia organización, así que lo único que quedaría por debatir es si esas otras voces están equivocadas por ignorancia o por maldad reaccionaria. Estos análisis simples y maniqueos pueden servir como propaganda, pero llevan a dinámicas torpes que no contribuyen a emancipar a nadie.

Catalina de Medici llegó al trono de Francia al casarse con Enrique II, en 1547. Fue una mujer con mucha influencia durante tres décadas, primero como reina y luego como regente. En una época turbulenta, Catalina estableció pactos, enfrentó entre si a nobles e intervino en las guerras de religión con el objetivo de preservar el poder de la monarquía. Catalina también es conocida por introducir el uso del corsé en Francia, al imponer esta vestimenta en la corte. El corsé era una herramienta para disciplinar el cuerpo de las mujeres, como la monarquía lo era para disciplinar a la población. La “cintura de avispa” se convirtió también en una señal que indicaba la posición social de quién vestía la prenda.

La épica revolucionaria entra a menudo en conflicto con la diversidad de habilidades, intereses y aspiraciones de quienes participan en las luchas. La capacidad de transformación de una lucha depende, en parte, de la habilidad para aceptar esas diferencias y buscar puntos en común. La apuesta cínica esquiva esta contradicción, prefiere presentarse como una alternativa unificada, con una estructura sólida y unos planes definidos. El problema de las fajas organizativas, los planes encorsetados y los ceñidores ideológicos es que ni se adaptan al contexto, ni se nutren de las aportaciones diversas de quienes participan de las luchas. Por eso llevan a dinámicas incapaces de intervenir y transformar el entorno.

Federico II fue rey de Prusia entre 1740 y 1786. Se hizo famoso por ser un tirano moderno y un héroe militar. Su reinado fue una combinación de ideas racionalistas y monarquía absoluta o lo que luego se llamó despotismo ilustrado. En un escrito sobre las formas de gobierno, Federico afirmó: “El príncipe es a la sociedad que gobierna lo que la cabeza es al cuerpo: debe ver, pensar y actuar por toda la comunidad.

El obrerismo fue una construcción ideológica que proyectaba una especie de aura revolucionaria en la figura del obrero industrial. Hoy ya no está tan de moda, aunque hay una tendencia latente en la izquierda a buscar sustitutos en el precariado, en la población desposeída o los sectores excluidos. El problema es que ninguna colectividad puede ajustarse al modelo ideal de sujeto revolucionario. Las decepciones cíclicas que se viven en los procesos de lucha, suelen provocar frustración. Esta desilusión podría servir para dejar de lado el idealismo abstracto y prestar mas atención a las habilidades e iniciativas emergentes de quienes luchan.

La respuesta cínica a esta contradicción consiste en asumir en primera persona (del plural) el papel protagonista. Esta dinámica suele tener dos efectos, el primero es que se equipara la figura de la persona militante típica con la del héroe salvador, el segundo es que se extiende entre las militantes mas experimentadas un ambiente de paternalismo y desconfianza hacia el resto de participantes, que acaba por reproducir e institucionalizar la dominación de clase dentro del propio colectivo en lucha.

En la novela Los Hermanos Karamazov hay un cuento que comienza con la quema de unos herejes en Sevilla. En medio del humo, el Gran Inquisidor se encuentra con Jesús. El Inquisidor describe a la humanidad como mala, egoísta y viciosa. Eso explica, según él, que la Iglesia deba convertirse en un imperio que ejerza el poder total en nombre de Jesús. La libertad es, para el Inquisidor, una losa que lleva a la desesperación y la rebeldía, por eso debe ser entregada a la Iglesia a cambio de la felicidad. Al final, el Inquisidor destierra a Jesús porque su aparición supone un obstáculo para los planes de la Iglesia.

Poco después de la aparición de la novela de Dostoyevski, se firmaron los acuerdos de la Primera Internacional cuya primera frase es: “La emancipación de la clase obrera debe ser obra de los obreros mismos”. Las organizaciones obreras estaban entonces en plena efervescencia. Se solía considerar la organización como un medio, horizontal y abierto para tejer alianzas. Sin embargo, muchas organizaciones anticapitalistas se asignaron a sí mismas un papel que empezó a contradecirse con aquella declaración.

La apuesta cínica considera que la Organización es una especie de varita mágica, o un puente que lleva del caos capitalista al ideal comunista. Según su perspectiva, las luchas deben ser patrimonializadas por la Organización en beneficio de sus propios intereses. Entonces el protagonismo deja de tenerlo el colectivo que lucha y pasa a la Organización. Las personas implicadas en las luchas son tratadas como una masa amorfa pendiente de moldear. Estas organizaciones hablan a toda la población en representación de quienes luchan, con un lenguaje cargado de abstracciones ideológicas y generalizaciones. Al hacer esto replican, en el ámbito anticapitalista, prácticas que son típicamente estatales y contribuyen a la pacificación de los conflictos.

Jacob Van Marken fue un empresario holandés de finales del siglo XIX, con formación de ingeniero químico e ideas innovadoras. A Van Marken se le ocurrió que podría mejorar sus beneficios y reducir la creciente conflictividad laboral, si trataba a sus empleados con la atención que le dedicaba a sus máquinas. El empresario promovió en sus fábricas una serie de medidas a las que llamó “ingeniería social”.

Van Marken constituyó los primeros comités de empresa, aunque los trabajadores no podían participar en la toma de decisiones. Además, clasificó a sus empleados en escalas, y les asignó premios por productividad. El empresario impulsó el seguro médico y las pensiones, a cambio del control total de la vida de sus empleados. Van Marken organizaba el tiempo de trabajo y de ocio de los empleados, y decidía en que podían gastar su dinero. Impulsó, además, las colonias industriales, a las que sus empleados se opusieron por el precio de los alquileres, su localización aislada y su cercanía respecto a la casa del empresario.

Actualmente las luchas no tienen la fuerza de entonces, y esto contrasta con el discurso triunfalista de algunas organizaciones anticapitalistas. Construir comunidades de lucha es una tarea lenta, y superar la cultura capitalista es una labor imprescindible pero que requiere dedicación. La apuesta cínica adopta, en cambio, criterios empresariales para tratar de acelerar los procesos. En nombre de una supuesta “eficacia” se apuesta por las votaciones y la lucha por las mayorías, y se deja en segundo plano la búsqueda de consensos. Las asambleas mismas pierden poder en favor de las comisiones y los cargos técnicos. Cuando pasa esto, los colectivos en lucha se verticalizan, y entonces la base de participantes y la propia lucha acaban siendo instrumentalizadas por la cúpula. Es un atajo que lleva al punto de partida, porque en realidad toda organización prefigura el mundo que propone.

En 1979 Mayer N. Zald y John D. McCarthy publicaron un estudio sobre varias organizaciones sociales activas en EE.UU. en aquellos años. En su investigación descubrieron que las organizaciones mas exigentes con sus militantes, en años de baja conflictividad social, solían dejar de lado la cooperación y fomentaban una competencia agresiva con otras organizaciones. La pugna podía ser por la capacidad de influencia, por espacios de reclutamiento o por recursos.

Los ciclos de pacificación social empujan a las organizaciones políticas y sociales anticapitalistas a situaciones de crisis. Estas crisis pueden servir para revisar los propios planteamientos y la forma en la que se llevan adelante. La opción cínica elige otro camino, el de la competencia con otras organizaciones para disputar los recursos en juego. Cuando se adoptan estas dinámicas de competencia capitalista, se cierra la posibilidad de experimentar y aprender por el método prueba-error. La reproducción de la competencia agresiva en el ecosistema anticapitalista, reproduce la lógica capitalista y fomenta la cultura mercantil.

Las máscaras que adopta el cinismo pueden ser de varios tipos: maniquea, encorsetada, fetichista de la organización, instrumentalizadora, productivista, etc. En todos los casos la apuesta cínica supone un encierro desconfiado y por eso es enemiga de la posibilidad de emancipación. El cinismo no es patrimonio de ninguna tendencia concreta, pero siempre fomenta la apatía y la resignación.

La lógica cínica es que “el fin justifica los medios”, pero lo que suele ocurrir es que por medios alienantes solo se llega a fines alienantes. La apuesta cínica suele apuntar a objetivos grandilocuentes y desconectados del presente. A un nivel menos visible, sus objetivos están relacionados con tendencias narcisistas y megalómanas, que reproducen lo mismo que critican.

El cinismo hace malabares con las palabras y se desliza por los sentidos para ocultar el vacío estéril de su propuesta. La apuesta cínica es frágil, porque el camino de la emancipación pasa por afrontar las contradicciones y conflictos.

Aunque no apostemos por el cinismo es inevitable que tarde o temprano nos encontremos con él. Las experiencias de otras épocas y lugares pueden servirnos como ejemplo para afrontarlo. Conviene prestar atención para identificarlo y comprenderlo. Cuando aparezca es importante señalar que supone una infantilización de la audiencia y una forma de paternalismo. El ambiente ideal para el despliegue del cinismo es la confusión, por eso hay que evitar que nos atrape en su lógica, conviene no enzarzarse con él. La mejor vacuna contra el cinismo es la asertividad, el respeto y la determinación.

 

Artículo escrito por David Fuster (movimiento por la vivienda de la comarca del Bages)

Bibliografia:

Julio Jurenito (1922) Ehrenburg, Ilya

Los ritmos del Pachakuti (2009) Gutiérrez Aguilar, Raquel

Charms of the cynical reason (2011) Lipovetsky, Mark

Crítica a la izquierda autoritaria en Catalunya 1967-1974 (1975) Sala, Antonio; Duran, Eduardo

Crítica de la razón cínica (1983) Sloterdijk, Peter

¿Sindicalismo alternativo o alternativa al sindicalismo? (2009) Vela, Corsino

Social movements industries (1980) Zald, Mayer N.; McCarthy, John D.