Cuando la multitud hoy muda, resuene como océano.

Louise Michel. 1871

¿Quién eres tú, muchacha sugestiva como el misterio y salvaje como el instinto?

Soy la anarquía


Émile Armand

miércoles, septiembre 4

Tinta y pólvora. Cori Piccirilli

 


No traigo polvo de estrellas en las manos, sólo herrumbre de muebles viejos, colores que resucitan la polvorosa alquimia de los días, pasto húmedo, gotas de agua sulfurada, un innegable olor a azahares y perros. El viento y la lluvia me tallaron a fuego como un grito trazado sobre la pared. Mi alma corre empachada de libertad por las calles vacías de la ciudad, viviendo la vida junto a la respiración de un animal que sueña transito un sueño, que también es tu sueño. No creas que es fácil llevar esta cruz en contra del viento, pero el animal palpita y me empuja su aliento.
 

Piedras sobre las gargantas, cerrojos en los labios. Jaurías de palabras estranguladas buscan asilo en mis manos desnudas para hacer una hoguera que calcine la realidad del capital. El ímpetu de un ardor estremecedor me abraza, enciende mis venas; a la sombra de una piedra escribo contra el tempestuoso viento glacial. A lo lejos se oyen locutores, mentirosos, desmentir las noticias y viceversa. Muchos aquí se están tragando el cebo de la democracia gubernamental, como un animal en una trampa recorren la jaula golpeándose una y otra vez contra sus barrotes. El ruido de los déspotas arriando el rebaño me alerta y el sentido del deber me lleva a detonar la dinamita que explote tus grilletes para despertar a los mortales en este cementerio.


La calma antes de la tormenta presagia tempestades de fuego y sangre. ¡Suelta a los leones! ¡Pájaros ideas! ¡Libera a la jauría! ¡Rebélate contra los tiranos! Vivamos el día en que se desate la cuerda y la rabia quede suelta. Afrontaremos las inclemencias, pestes violentas, seremos la borrasca frente a este cínico ejemplar de lo que dicen llamar "libertad".


Es importante que tengas la firmeza y convicción de seguir avanzando y luchando estés donde estés, porque el devenir de la vida continúa sucediéndose, aunque tu capacidad de movimiento esté o parezca reducida. ¡El mundo se mueve! gritó el inconveniente Galilei.


Debemos hacer que dejen de traficar con el dolor. Debemos dejar de ser el alimento de las bestias. Más que una carnada ¡la fuerza rebelde entre las hienas!


Dicen que nacimos bajo una mala estrella y por eso nos condenan a una vida donde el oxígeno casi nunca alcanza para nosotros, aunque haya suficiente para todos. ¡Carroñeros mirándonos desde el cielo! No nos arrebatarán el monte, la selva, caminatas en manada, el olor de la tierra empapada. La vida se dispersa en el aire como una semilla, un haz de luz que pasa a través de las ramas y descansa sobre la hierba. ¡Los átomos claman libertad, la vida quiere germinar! 

Como decía Bakunin "... las gotas de agua, aun siendo invisibles, logran formar el océano." ¡Nuestro trabajo no se perderá! No nos arrancarán el placer de sentir en la sangre la esperanza de una revuelta que escriba otra historia para nosotros.


Debemos confiar en la fuerza y justicia de nuestra causa. Porque vos sabés bien que en la otra orilla de la noche la vida es posible. Mantén encendido el fuego de tu corazón que ya va siendo hora de propagar la llama plebeya. Los esbirros se quedarán sin sueños en el infierno.


Este aullido con las manos embarradas, esta esperanza ardiente, no es una mera abstracción, debe tomar forma sustancial en las calles para sacudirle el polvo a la oscura realidad que nos impone la burguesía imperial.


"Nosotros los anarquistas sabemos que esta moral de justicia perfecta, de libertad y de igualdad, es la verdad, y la vivimos de todo corazón mientras que nuestros adversarios dudan."



                                                                    - Elisée Reclus -


Nunca debemos aceptar la pobreza de la vida, aunque el horizonte nos anuncie lo desconocido. ¡Hacia allá vamos! La pluma de Ricardo Flores Magón eternizó este sentimiento, “El abismo no nos detiene: el agua es más bella despeñándose. Si morimos, moriremos como soles: despidiendo luz." Porque las cosas que importan se hacen con la sangre y con las manos y te digo el amor y la revolución. (A)


                                                                    - Cori Piccirilli –

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