Cuando la multitud hoy muda, resuene como océano.

Louise Michel. 1871

¿Quién eres tú, muchacha sugestiva como el misterio y salvaje como el instinto?

Soy la anarquía


Émile Armand

lunes, enero 31

Blas de Lezo y el militarismo

 


Hace unos días, el gobierno más progresista de la historia conocida envió, en nombre de este inefable país conocido como España, una fragata para defender Ucrania de la amenaza rusa. Como miembro de la OTAN, no creo que pueda sorprender a nadie que Pedro Sánchez se subordine a la capital del imperio, aunque la manera arrastrada de hacerlo sí llama algo atención. Es posible que cuanto más mediocre sea la persona, como le pasó a aquel engendro llamado José María Aznar con su participación criminal en la guerra de Irak, el componente megalómano se acentúe con mayor fuerza al abrazar el poder; no obstante, creo que forma parte de todos los gobernantes, en mayor o en menor medida, tengan el pelaje ideológico que tengan. Esperemos que no se confirme el conflicto bélico; como dijo el clásico, y viene muy al caso para el texto que nos ocupa hoy, ¡malditas sean las guerras y los que la promueven! Y es significativo, en este indescriptible país, el nombre de la susodicha fragata de la gloriosa Armada española: la Blas de Lezo. Y es que, para los que no conozcan a este tipo, hablamos de un almirante del siglo XVIII, una emblemática figura naval que se pasó la vida guerreando y, por lo tanto, es símbolo de lo más rechazable a nivel histórico y moral; como no podía ser de otra manera, en este indecible país, esta figura histórica se la pone dura a derechistas y ultraderechistas (valga la redundancia).

Esto es así hasta el punto de que, en los últimos años, ha habido toda una ofensiva ultrareaccionaria y, entre otros monumentos abiertamente militaristas, se han erigido estatuas a la figura de Blas de Lezo en diversas ciudades. La que puede verse en la capital del Reino fue inaugurada hace unos años por ese otro representante de la infamia, protagonista de la historia reciente de este inenarrable país, que es Juan Carlos de Borbón. Por cierto, el artífice de dicha escultura pone su indudable talento con asiduidad al servicio del espíritu más ultra y reaccionario glorificando la historia militar de esta nación, que añora haber sido un imperio; se trata del mismo responsable de ese homenaje a los Héroes de Baler, que también puede verse en una céntrica plaza madrileña, que a pesar del subterfugio de la heroicidad y de la defensa de no sé muy bien qué, es una loa abierta a una de las mayores lacras que sigue enfrentando a la humanidad. Otra obra de esta joya de escultor, pendiente de ubicación, está dedicada al centenario de ese otro cuerpo militar, con una reiterada historia sangrienta, que es la Legión española. Ya hablé de ese monumento militarista en cierta ocasión, ya que estaba prevista en 2021 su inauguración en la Plaza de Oriente de Madrid, perfecta ubicación para lo más reaccionario de la historia.

Tengo la impresión que la Administración de Madrid, que ya ha hecho demasiados guiños a la la ultraderecha, se lo ha pensado finalmente dos veces para dar su aprobación a la instalación de la inicua efigie; la indignación mediática fue tal, que en otros países se preguntan cómo es posible que en España no tengan claro lo que es el fascismo. Que el responsable de la estatua asegure que en su obra no hay ideología es sencillamente un insulto a la inteligencia. La imagen que el artista escogió, seguramente por mera casualidad, es la de un legionario de 1921 como símbolo de uno de los episodios más repulsivos de la historia militar española: la Guerra Colonial del Rif entre los años 1909 y 1927. Las acciones de este cuerpo, incluida su repulsivo papel en la guerra civil, han sido tan cruentas, que el homenaje es toda una afrenta moral para cualquiera con una mínima sensibilidad; su fundador, el confeso admirador del fascismo Millán Astray, guarda ciertas semejanzas con Blas de Lezo, al que también le faltaba algún que otro miembro del cuerpo. Y es que la diestra de este indescriptible país solo podía abrazar la concepción más casposa del patriotismo más carca, pero lo verdaderamente preocupante es que su espíritu militarista envenene el conjunto de la sociedad. De momento, los odiosos tambores de guerra continúan sonando y una fragata española llamada Blas de Lezo, enviada por un gobierno presuntamente progresista, se encuentra en plena línea de fuego.

 

Juan Cáspar

viernes, enero 28

Policía y Securitarismo: Policía y ciudad neoliberal

 

 
 
Ciclo de dos programas de la Linterna de Diógenes bajo el tema del securitarismo y lo policial en las últimas décadas.

En esta primera parte, junto con Sergio García, nos adentramos en los cambios en la percepción social de la policía en las últimas décadas, la seguridad e inseguridad subjetiva y el papel de la actuación policial a la hora de generar estas subjetividades, la inclusión/exclusión desde lo policial en la ciudad mercantilizada neoliberal...

https://www.ivoox.com/ldd15x03-policia-securitarismo-i-policia-y-audios-mp3_rf_77531035_1.html 

 Segunda parte del ciclo dedicado a Policía y securitarismo. Ahondamos en la idea del papel de la policía como afianzadora y generadora de desigualdad.
Esa idea flotará en el ambiente, mientras recorremos algunas de las características diferenciadoras de la acción policial en las últimas décadas.
 

- Pedro Oliver Olmo nos hablará del concepto de burorrepresión, orígenes del término y el uso de la estrategia de la sanción administrativa para desactivar la protesta
 

- Cristina Fernández Bessa nos ayudará a entender el papel de las normativas cívicas y de convivencia, así como las consecuencias de invisibilizar las desigualdades bajo la lógica del civismo, así como la utilidad policial de estas medidas a la hora de ahondar en dinámicas de inclusión/exclusión de la ciudad-mercancía
 

- Debora Ávila Cantos nos alertará de la estrategia de las llamadas policías de proximidad, comunitarias, etc y las consecuencias en tanto que colonización de la policía y lo policial de espacios que antes le estaban vedados.
 

- David San Martín Segura dará el cierre a este viaje, exponiendo la importancia de las herramientas tecnológicas para el giro preventivo de lo policial.

https://www.ivoox.com/ldd15x04-policia-securitarismo-ii-policia-y-audios-mp3_rf_77890953_1.html 

martes, enero 25

2 poemas de CASI POESÍA de MIREIA TORRALBA

 


MAYORÍA SILENCIOSA

 

¡Chitón!

¡A callar!

¿No ves que estamos hablando?

En casa,

en la escuela

en los aviones

en las calles

solo se habla el idioma adulto

¡Que te calles!

¡Porque lo digo yo!

En casa,

en la escuela

en las calles

Obediencia

Las mayorías silenciosas

no se crean en un día

Y la apatía se inculca

en jornadas reguladas

¿A quién le importan

los romanos

o la tabla del nueve

cuando se tienen solo siete?

¡A responder cuando te pregunten!

¡Castigada por hablar

cuando no toca!

Y decir lo que no puedes

Niños amordazados

engendran

sociedades mudas

Las mayorías silenciosas

no se crean en un año

Aquí

Hizo falta mucho odio

mucha muerte

De bocas cerradas

no nacen ideas


 

YA NO SE HACEN NIÑOS COMO LOS DE ANTES

 

(Para mi hermana)

 

Para dibujar un niño

hay que hacerlo con cariño

Gloria Fuertes

 

No lloran los niños

porque estén tristes

Ahora

solo quieren ser los protas

de vídeos en redes sociales

con doscientos likes

caritas tristes

comentarios ñoños

Los niños quieren ser influencers

No ríen los niños

con alegría

No te engañes:

solo muestran actitud positiva

que los libre del Prozac

y los convierta en ejemplo

de una vida perfecta.

Los niños hoy tienen vocación de anuncio

No juegan los niños, no

Se planifican la vida

a base de extraescolares

Inglés

Informática

Economía aplicada

Terapia de grupo

Fútbol

Los niños quieren ser millonarios

Los niños de hoy no son niños:

Son potenciales clientes

Futuros votantes

Un blanco fácil

Es una verdad evidente

que ya no hay niños solos

por las calles

No quedan sitios para esconderse

Y no me cansaré de decirlo

No se hacen ya niños

como los de antes

Ahora

Se programan

planifican

diseñan

esculpen

moldean

estrujan

deforman

subyugan

someten

Se hacen adultos en miniatura

Porque el niño es libre

Y la libertad asusta



 Mireia Torralba. Casi poesía. Ed. Malcriàs D'Agràcia. 2020

domingo, enero 16

Los inacabables conflictos bélicos


 

«Ni guerra entre pueblos, ni paz entre clases» es la máxima esgrimida, desde algunos movimientos sociales, frente a cualquier conflicto bélico. Bueno, frente a cualquiera tal vez no, ya que en algunos casos se mezclan los conceptos, como es el caso de la Guerra Civil en este bendito país, que muchos califican en realidad de guerra entre clases. Por supuesto, el facherío patrio y lo que no es el facherío se esfuerzan en calificarlo de conflicto fraticida negando la brecha social e insistiendo en esa simpleza reduccionista de las dos Españas. Pero, reflexionemos en el texto de hoy, con indisimulable lucidez y visible agudeza, sobre las guerras, el pacifismo y el antimilitarismo. Particularmente, y dejando de momento mayor profundización en lo moral e ideológico, desde que uno tiene uso de razón ha vinculado el militarismo con el, efectivamente, enfrentamiento cruento entre pueblos; por muchas vueltas, o justificaciones históricas que se le quiera dar, me resultan repulsivamente indiferentes al dolor ajeno los que, abiertamente reaccionarios, lanzan loas a las hazañas bélicas en nombre de la patria en cualquier momento histórico. Léase el concepto de patria, por mucho que se le quiera dar otra acepción más ambigua aludiendo incluso a la fraternidad, como comunidad humana férreamente unida y jerarquizada en torno a un Estado-nación, cuyo brazo armado es precisamente el ejército. De forma quizás menos paradójica de lo que pueda parecer, y al menos en este indescriptible país, este tipo de humanos patriotas, amantes de lo castrense, suelen ser también fervorosamente religiosos; insistamos de nuevo en lo evidente, patriotismo (¿nacionalismo?) y religión, los conceptos que han abierto mayores brechas entre los seres humanos, algunas de las cuales en forma de ríos de sangre. Aclararemos que la fraternidad solo puede tener aspiraciones universales y no solo entre miembros hermanados por el mismo accidente geográfico empujados al enfrentamiento con otros nacidos en tierra extraña.

Pero, mi antimilitarismo, que con el tiempo adoptó mayor hondura gracias a comprender todas las mistificaciones e intereses creados por la humanidad, no adopta necesariamente un pacifismo ingenuo e idealista. Una de las justificaciones, ya no tan reaccionarias, es que los ejércitos son desgraciadamente necesarios; no se tiene en cuenta que lo que tal vez es necesario en una sociedad es cierta defensa armada, pero que no pasa obligatoriamente por una institución militar creada para dar sentido y justificación a la guerra entre pueblos. El optimismo de la Modernidad, o tal vez la hipocresía de algunos visto lo que luego sería el siglo XX, llevó a considerar que el primer gran conflicto mundial sería la guerra definitiva, que acabaría con todas y cada una de ellas. No lo debieron ver tan claro los anarquistas, al menos la mayoría de ellos, cuando observaron la Primera Guerra Mundial como un nuevo conflicto entre intereses de Estado, ya sean viejos imperios o naciones «democráticas», que llevaría al sacrificio a millones de personas. Después de aquel gran conflicto, se acabó gestando un fascismo, que llevaría a la Segunda Guerra Mundial con la antesala de la contienda en suelo español. En ambos conflictos, entre 1936 y 1945, se implicó la mayoría de los anarquistas; algunos de ellos, sin embargo, se mantuvieron fieles a su espíritu pacifista, y no únicamente antimilitarista, lo cual por supuesto da lugar a todo un debate.

La realidad es que hoy, bien entrado el siglo XXI, las guerras siguen proliferando con la consecuente pérdida de vidas humanas y muy vinculadas a golpes de Estados y opresión de toda índole. ¿Cómo es posible que en 2021 se mantengan todavía decenas de conflictos armados? ¿Cuál va a ser la definitiva contienda que acabe de una vez con todas y cada una de ellas? Son preguntas retóricas, claro, La lógica, unida a la moral más elemental, y no el mero idealismo ni la ingenuidad, nos dice que la manera de acabar con los conflictos bélicos pasa por erradicar la opresión, la pobreza y la alienación sin insistir en instituciones autoritarias, que generan los mismos problemas que luego pretenden combatir por la fuerza, ni en mistificaciones, que empujan a unos seres humanos a enfrentarse a otros. Tal vez, otra cuestión en la que hay que incidir, la explotación y la pobreza, junto a las contiendas bélicas, son inherentes a este sistema económico que sufrimos basado supuestamente en ese eufemismo llamado «libre comercio globalizado». Tal vez, solo tal vez, eso explica guerras como la de Afganistán durante dos décadas, con sus intereses económicos y el control de los recursos, con innumerables pérdidas humanas y vuelta a empezar con los talibanes de nuevo en el poder. O, tal vez, explique la Guerra de Yemen, país masacrado por la monarquía autoritaria de Arabia Saudí, aliado de las potencias occidentales «democráticas». Son muchos los ejemplos, hasta 65 conflictos se dice que hay en la actualidad; en todos, se hace negocio con la miseria de los seres humanos, ya que habría que insistir también en el comercio de armas que mantienen las guerras, con Estados y grandes entidades privadas implicados, como parte indiscutible de este inicuo sistema capitalista globalizado.

 

Juan Cáspar

jueves, enero 13

Jamás fuimos tan libres como durante la pandemia

 

 Cartel de la ocupación nazi aparecido en una calle de París durante la pandemia.

 

El mismo año de la liberación de París frente a la ocupación nazi, Jean-Paul Sartre escribía un artículo para Lettres Françaises, titulado «La república del silencio», que comenzaba así:

Jamás fuimos tan libres como bajo la ocupación alemana. Habíamos perdido todos nuestros derechos y, ante todo, el de hablar; diariamente nos insultaban a la cara y debíamos callar […] como una policía todopoderosa procuraba constreñirnos al silencio, cada palabra se volvía preciosa como una declaración de principios; como nos perseguían, cada uno de nuestros gestos tenía el peso de un compromiso […]

Habrá quien se escandalice porque piense que estoy tratando de comparar la gestión política de la actual pandemia con la ocupación nazi. Y eso es precisamente lo que voy a hacer. El estado de excepción, de suspensión de derechos y libertades, mantenido durante los últimos diecisiete meses, se parece cada vez más a la imposición de una dictadura político-sanitaria cuyo efecto fundamental es reducir al silencio a quien alce la voz contra los repetidos abusos y gestos autoritarios. Por supuesto, también existen diferencias evidentes entre ambas situaciones; sería ingenuo pensar que siempre vamos a combatir el mismo tipo de opresión. Cada época cultiva sus maneras. Pero como las consecuencias para nuestra libertad, cada día que pasa, se asemejan más a una existencia en la que «una policía todopoderosa procuraba constreñirnos al silencio», viene al caso decir que nunca hemos sido más libres que durante la pandemia. Pues cada palabra en contra de las medidas gubernamentales se vuelve una declaración de principios y cada gesto cotidiano tiene hoy el peso de un compromiso.
Claro que esa «libertad» a la que apelaba Sartre se circunscribía a aquellas personas que asumieron la responsabilidad de resistir a la opresión con los medios que tenían a su alcance. Y de esas personas siempre hay pocas. Por lo menos en el momento en que las atrocidades se generalizan y el terror, a través de la propaganda diaria, se difunde entre una mayoría social que prefiere seguir pensando que «pronto pasará todo» o que, en realidad, esas supuestas atrocidades no le conciernen y lo fundamental es adaptarse a lo que venga con el mejor de los talantes. Colaborar y no presentar resistencia para pasar el trago lo antes posible.


El aprendizaje en la obediencia y la sumisión al que hemos asistido durante este año y medio abre, sin duda, un nuevo capítulo histórico en lo que a servidumbre voluntaria se refiere. Pero, siguiendo la lógica que vengo describiendo, eso no hace más que aumentar las posibilidades para el ejercicio de nuestra libertad. Por supuesto, en las circunstancias actuales, el precio a pagar puede ser altísimo, pero ¿no hace eso que nuestra libertad sea más valiosa?
Negarse a la inoculación de compuestos que contienen OMG’s (Organismos Modificados Genéticamente) y que, a falta de mejor nombre, han llamado «vacunas» — comercializados bajo una licencia provisional a la espera de constatar posibles efectos adversos a medio y largo plazo—, supondrá pasar a formar parte de una categoría social que algunos pesimistas han llamado «ciudadanos de segunda», pero que en realidad nos abrirá nuevas oportunidades para ser libres.

No poder aportar el pasaporte inmunitario nos liberará de los viajes internacionales, del turismo de masas y de los humillantes controles aeroportuarios. Al mismo tiempo, y en un mismo y elegante movimiento, podremos prescindir de la asistencia a centros y eventos culturales de todo tipo donde el martilleo ideológico nos descerebra desde hace tiempo y en los que no dejarán de celebrarse las conquistas de esta nueva normalidad del sometimiento. Muchas de las supuestas bendiciones de las sociedades de consumo nos estarán vetadas, por lo que tendremos la libertad de dejar de participar en muchos de los rituales de esa forma de vida. Es posible, incluso, que llegue el momento en el que pertenecer a esta nueva categoría social de los «no inoculados» nos libere del trabajo asalariado, porque no habrá nadie que quiera explotarnos. Y, así, un largo etcétera de situaciones en las que ejerciendo nuestra libertad de decir «no», tendremos que asumir otras libertades que como en un efecto dominó se nos irán presentando en el camino que conduce hasta nuestra condición de enemigos públicos o parias de la dictadura político-sanitaria.

Habrá quien piense que la perspectiva que ofrecen dichas libertades es más bien sombría, pero piensen por un momento en aquellas personas que, aprovechando las condiciones derivadas de una opresión inédita para ejercer su albedrío, pasaron a formar parte de la resistencia frente a la ocupación nazi: ¿creen que lo hacían esperando el reconocimiento o el perdón de sus verdugos?

A partir de ahora el ejercicio de nuestra libertad tendrá que desarrollarse en condiciones cada vez más duras. Es decir, en condiciones inmejorables. No hay que esperar que grandes masas secunden la desafección al nuevo régimen dictatorial político-sanitario, por más que las movilizaciones en varios países estén empezando a ser numerosas. En el corto plazo, la represión recaerá sobre los pocos que se hayan negado a aceptar las nuevas condiciones de miseria social y, además, osen expresarlo públicamente. Estamos entrando en una nueva «república del silencio», en la que la resistencia frente a la tiranía encontrará, como siempre lo ha hecho, su forma de abrirse camino entre las sombras.

 

Juanma Agulles

https://www.revistahincapie.com 

lunes, enero 10

6 poemas de CASI POESÍA de MIREIA TORRALBA

 


HOMO MENSTRUANTE

 

¿Y si la regla fuera

una cosa de hombres?

Puedo ver un mundo diferente

 

Una exaltación del rojo

menstruaciones públicas

exhibicionistas

 

Y dirían:

Hombres que de tan fuertes

supuran hierro,

en lugar de azúcar

 

¿Sería entonces

el semen de las mujeres

la irrefutable prueba

de su blandura extrema?

 

Y yo sé que se hablaría de

esos GLORIOSOS días del mes

Pobres, nosotras

tan limitadas

biologías como encefalogramas planos

 

Y ellos (vosotros) serían

superhéroes de la hormona

gimnastas emocionales.

 

El dolor como premio

y su ausencia el castigo.

 

Y en todas partes verías

braguetas ensangrentadas:

en la playa

en la calle

en los anuncios que a mí

me llaman sucia

 

Te sentirás hombre

Te sentirás férreo

Te sentirás bien

 

Al final, sé

que si los hombres menstruaran

cambiaría todo

menos lo más importante.


 

COMPRA EN EL MERCADO

 

Hicieron obras en el mercado

qué auténtico

dicen los guiris

qué paradas más cool, los modernillos

y ahora puedes comerte un pad tai

o tatuarte la espalda

sin salir del barrio

qué maravilla

me ha cambiado la vida

 

Y sin embargo

 

La señora Dolores ya no compra en el mercado

Ahora que los garbanzos

vienen libres de gluten

Ahora que las lentejas

tienen nombre y apellidos

 

Y hay merluza

apta para veganos

 

La señora Dolores ya no sabe qué venden

la Paquita y el Rafa

Antes era verdura

ahora joyas con nombres

                               tan raros

 

Y ella sabe que antes del pollo ecológico

había vida

y no hambre

 

(Aquellos tiempos de la nevera llena)

 

Sabe

que aguanta más la pasta seca

la verdura tocada

se trocea pequeña

 

La señora Dolores compra arroz en el Día

y recoge las sobras que le guardan

vendedores antiguos

que se acuerdan de antes

 

Los tiempos con billete

no solo moneda

 

Qué le vamos a hacer

piensa la señora Dolores

si la vida es dura

y yo pobre y vieja

 

A ver si me muero antes

de que me echen del piso

 

La señora Dolores

pasea

 

Qué bonito está el mercado

qué bien puestas las paradas

 qué rojas las gambas

y qué gente más guapa


 

COSAS QUE PASAN

 

Don Marcelino me ha dicho

que mañana se hace facha

se ha dejado un bigotillo

y comprado una corbata

Dice que antes, con Franco,

se vivía mejor

había moral

 

Pero a mí no me engaña

Sé que la señora Francisca

tras tantos años

se fue de casa

 

Y ahora él dice

que una tía le pegó un virus

y se ha hecho lesbiana

que con tanto rojo

uno pilla las cosas más malas

 

La señora Francisca,

eso es cierto,

se ha echado una novia

Se las ve por el barrio

cada tarde en las plazas

y se comen la boca

los chavales se apartan

escandalizados

Y las llaman marranas

Que no tienen edad

Qué vergüenza

Si esa fuera mi abuela

 

Don Marcelino,

el ahora facha

me lo cuenta encantado

Eso no va a durar

Ya verás cuando vuelva

Mano dura

 

Y yo lo miro,

él, que fuera tan limpio

siempre tan arreglado

hace mucho que no se cambia de traje

 

Ahora que ella no está

nadie quita las manchas

ni le tiende la ropa

ni le cuece las habas

ni le quita la mierda

incrustada en el váter

 

Ahora que ella no está

nadie escucha en silencio

esa frase que él tanto usaba

“Tú qué vas a saber….”

 

La señora Francisca,

es sabia

Y ahora quiere hacer topless

Irse a vivir a Ibiza

Tatuarse una cobra

Aprender tailandés

O hacer con su vida

cualquier cosa

Menos lavarle de nuevo

los calzoncillos

a un viejo


 

TRANSPORTE URBANO

 

Dame un bono de transporte

de una sola zona

que para irme a la mierda

no tengo que viajar lejos

 

Me basta andar por las calles

vacías de gente

llenas de miedo

 

A la soleda

Al paro

Al hombre

Al otro

A la miseria

 

Cojo la línea tres para viajar

de la educación fast-food

hasta el trabajo basura

La línea dos para la gentrificación concentrada

de la Sagrada Familia

al carrer Blai

 

Y la línea uno, que pasa por todas partes

(menos por Sarriá y Pedralbes)

sirve para ubicar deshaucios

que pasan en todos los barrios

(menos en Sarriá y Pedralbes)

 

Con la línea cuatro escapo del mar

que ya no es nuestro

 

Y uso la línea cinco para llegar

a la sala de espera

del hospital saturado

donde se muere la gente

y no de un virus

es por capitalismo

esa enfermedad sistémica

 

En el metro

por mi seguridad

vigilo mis pertenencias

al voyeur electrónico

le muestro siempre mi lado bueno

 

Y si quiero ser libre,

camino

ahora que aún puedo

 

Tal vez el año que viene

saquen un bono que grave

el paso

una nueva tasa

de desgaste de suelo





 MEMORIA

 

La memoria es

el privilegio de unos pocos

 

El olvido es

lo que nos queda a los otros

 

La memoria viste

siempre los mismos colores

(No existen memorias rojas)

 

La MEMORIA

escrita en mayúsculas

es un rosal en un tiesto

y un jardinero se cuida

de que crezca derecha

pero no demasiado

 

El olvido es silvestre

crece sin ayuda de nadie

nunca falla

Es lo que nos queda a los otros


 

SEXOSTRÉS

 

Sacaron un estudio:

El sexo estresa

a las parejas

que buscan horas

desesperadas

para tocarse

besar

cuerpos cansados

 

Después de las horas extras

O la jornada partida

Ella fue

corriendo

a buscar al crío

 

A él,

le tocaba la compra

y llevaba aún

estampada a fuego

la amenaza del ERE

 

El contrato del piso

vencerá en seis meses

y la luz se ha vuelto

un privilegio

(que no venga frío el invierno)

 

Hace un año

desde el último polvo

sin orgasmo

 

La culpa es del deseo:

ser pobre y querer

la gloria

 

No hay estudios que digan

como mata el sistema

Ni fondos para investigar

verdades

tan simples:

esta vida no es buena

es una estafa

un expolio

un homicidio

 

El estudio es bien claro

El sexo

(si eres pobre)

estresa


 

Mireia Torralba. Casi poesía. Ed. Malcriàs D'Agràcia. 2020

viernes, enero 7

La historia interminable del capitalismo: conflictos bélicos internacionales en el año 2021

 


En un mundo que necesita de una mirada global y un actuar local, finalizando este año 2021 queremos echar un vistazo y situar sobre el mapa algunos de los conflictos abiertos en el mundo, golpes de Estado y represión hacia civiles, un viaje a los límites de la periferia. En solo doce meses suceden demasiadas violencias contra la población mundial, vidas humanas quedan quebradas o se profundizan algunas brechas políticas y sociales. En un sistema capitalista que nos acostumbra a vivir en perpetuo conflicto, este sistema criminal genera violencias continuadas, la mayoría de ellas relacionadas con aspectos de clase social o de etnia cultural y migraciones, materializadas en ocupaciones militares, exterminios o asesinatos selectivos de comunidades humanas en el mundo.

En la actualidad se contabilizan en el mundo 65 conflictos bélicos o situaciones de guerra abierta, entendiendo la guerra como una lucha armada entre naciones o entidades político-militares. Al margen quedan las denominadas guerras contra el terrorismo, contra las drogas o las ciberguerras. A continuación repasaremos brevemente algunos de estos conflictos con el único objetivo de ubicarlos, no es nuestra intención, ni podríamos, hacer un análisis de cada uno de ellos.

Guerra de Afganistán y los talibanes; ese enemigo que ahora ya no resulta tan incómodo


El conflicto de Afganistán, contaba con veinte años de recorrido, desde que en el año 2001, los Estados Unidos y sus aliados invadieran el territorio afgano para supuestamente desmantelar la red Al Qaeda, apoyada por los talibanes. Más de 46 mil civiles muertos en veinte años de conflicto, para alcanzar un triple objetivo económico de los EE.UU. Se destinaron dos billones de dólares para presuntamente, modernizar el país y el ejército afgano; sin embargo la finalidad ha sido asegurarse el control de los gasoductos desde Turkmenistán hasta La India, cruzando suelo afgano. Otro negocio controlado ha sido la producción de opio en Afganistán convirtiéndolo en el mayor supermercado de la droga mundial, plagando de narcodólares el país. Y el último objetivo en esta última década fue el blanqueo de capitales de las mayores empresas estadounidenses en negocios e infraestructuras afganas. Tras dos décadas de guerra y haber logrado estas finalidades, las tropas estadounidenses se retiraron este año dejando sangre derramada y el camino abierto a los talibanes nuevamente para el control efectivo del país. Unos talibanes que siguen siendo la extrema derecha del islamismo y que ahora han sido presentados al mundo como el enemigo que fue, pero el amigo que será.

Guerra de Yemen y masacre de la monarquía autoritaria de Arabia Saudí

La República de Yemen, único país que es una república en la Península Arábiga, surge en 1990 de la unificación de la República Árabe de Yemen (Norte) y la República Popular de Yemen (Sur), acordando en el año 2000 sus fronteras con Arabia Saudí. En el contexto de las Primaveras Árabes, el presidente Abdullah Saleh renuncia a su cargo tras fuertes protestas en la calle contra la pobreza, el desempleo y la corrupción. Todos los poderes de la presidencia fueron transferidos al vicepresidente Al-Hadi, sin embargo, en 2014 la facción política de los Huthíes, una rama islámica nacionalista liberal tomó Saná, la capital del país. Desde ese momento Arabia Saudí apoyó a la facción Al-Islah, la rama ultraconservadora y salafista; el país vecino ha bloqueado las fronteras yemeníes y desde 2015 hasta la actualidad bombardea sistemáticamente a su población. Esta situación tras seis años está derivando en un conflicto continuado de fuerte intensidad pero muy invisibilizado internacionalmente, que podría prolongarse de manera indefinida. Yemen continúa fragmentándose y su población vive acorralada por Arabia Saudí, un fuerte aliado económico de los países occidentales.

La guerra del narco en México: cárteles de día y de noche policías

Este conflicto se origina en el año 2006 declarado por el ex presidente Felipe Calderón, en una supuesta lucha contra el crimen organizado y el narcotráfico en México. Sin embargo, los actores de esta guerra abierta juegan casi siempre en el mismo bando, y se trata de un conflicto a diversas escalas territoriales por el control efectivo del mercado de la droga, pero también de otros negocios ilegales como el tráfico de personas o de órganos humanos. Las fuerzas armadas federales y los cárteles del narco disputan estas actividades en las que cada actor tiene potentes intereses. Se provoca un conflicto con la población a la cual implican en esta guerra, que ha causado ya la muerte de 350 mil mexicanos, de los cuales 25 mil han sido en este último año 2021. El actual presidente López Obrador dio por finalizada esta guerra oficialmente en 2019, sin embargo, la realidad es que el conflicto sigue provocando una gran brecha social en la sociedad mexicana. Han surgido en la pasada década algunos Grupos de Autodefensa o Guardias Comunitarias, como en la población de Cherán (Estado de Michoacán), donde en abril de 2011 expulsaron al narco y a los policías. En esa misma línea actúan el Congreso Nacional Indígena y las comunidades de la órbita zapatista que han creado unidades de autodefensa frente al ejército y los cárteles del narco.

Guerra de Tigray, conflicto territorial etíope con coletazos del postcolonialismo

Este conflicto en curso desde el año 2020 estalló tras un enfrentamiento civil en el territorio de Tigray, en Etiopía, entre autoridades regionales y el gobierno federal. Tras el fin de la Guerra Civil etíope en 1991, el partido dominante fue el Frente Democrático Revolucionario del Pueblo Etíope; sin embargo en la última década uno de los partidos que conformaban esa coalición, el Frente de Liberación Popular de Tigray, se ha desmarcado de esa línea unitaria de gobierno. El año pasado el presidente Abiy Ahmed (Premio Nobel de la Paz en 2019) acusaba a las autoridades de Tigray de haber socavado su autoridad, y estrechaba lazos con el presidente de Eritrea, Isaias Afewerki, considerado enemigo en Tigray. En noviembre de 2020 el ejército etíope lanzó una operación militar contra el Frente de Liberación Popular de Tigray, tras declarar un ataque de estos previamente a una base militar nacional. Esto determinó el inicio de un conflicto territorial, en que el país eritreo también se sumó como actor en conflicto, ocupando parte del territorio de Tigray. Durante el año 2021 esta contienda ha dejado casi 20 mil muertos, se inició una persecución étnica contra los tigrayanos, y actualmente se encuentra en un complejo laberinto; tras un alto el fuego unilateral del gobierno en junio cuando las fuerzas de Tigray tomaron la capital regional, Mekelle. Los combates se han extendido a las regiones vecinas de Amhara y Afar; y organizaciones internacionales tratan de impulsar un proceso de paz que está bastante lejos de llegar a alguna solución.

América Latina: la guerra social en Colombia y el colapso de Haití


Este año América Latina ha estado sobre todo en el foco por el gran conflicto social y las protestas en Colombia. El país colombiano lleva décadas sometido por un régimen político represor unipersonal encarnado en Álvaro Uribe, el actual presidente Iván Duque, en la línea política del ex presidente Uribe quería introducir un conjunto de reformas fiscales que profundizaban el empobrecimiento de una población agotada y asfixiada por la crisis de la Covid-19. Las protestas que estallaron a raíz del paro del 28 de abril de 2021 se extendieron a todo el territorio y las principales ciudades colombianas; en algunos enclaves como Medellín, Pereira o Cali, las fuerzas policiales, militares y sicarios relacionados con las bandas paramilitares actuaron contra la población civil asesinando a decenas de jóvenes. Solamente en este año, además, en Colombia se han producido hasta el mes de noviembre 88 masacres que han provocado el asesinato de 313 líderes sociales, indígenas, o activistas de los derechos humanos. También más de 40 ex combatientes de las FARC han sido asesinados, a pesar del intento de un largo proceso de paz salpicado de violencias por parte del Estado colombiano y los paramilitares.    

Por otro lado, en Haití se vive una situación de auténtico colapso, casi un experimento criminal del capitalismo del siglo XXI, que nos recuerdan a escenas de películas sobre esa temática. Desde hace décadas Haití mantiene una entidad estatal que es el paraíso del ultraliberalismo, gobiernos corruptos y clientelares, bandas armadas que controlan autoritariamente determinados recursos como el combustible y una población que no tiene ningún servicio educativo, sanitario y alimentario básico.

Viejos y nuevos conflictos: fronteras criminales y ocupaciones de territorios

Durante este año hemos visto nuevas evoluciones de algunos conflictos internacionales abiertos y analizados en otras ocasiones en nuestro periódico; y otros conflictos nuevos como el golpe de estado en Myanmar en febrero de 2021, la insurgencia en el norte de Chad en abril, la reapertura del conflicto en el delta del río Níger de los campesinos contra las petroleras, o la revuelta de junio en Suazilandia contra su monarquía absoluta. La Guerra en Siria y los ataques turcos al Kurdistán han continuado también durante este año contra la población de Rojava. En mayo los manifestantes palestinos se defendieron de ataques de la policía sionista israelí por la decisión de la Corte Suprema de Israel de desalojar familias palestinas en el barrio de Sheij Yarrah. El ejército israelí realizó ataques aéreos contra la Franja de Gaza durante dos semanas, provocando la muerte de al menos 150 civiles palestinos. El conflicto en el Sáhara se reabrió hace un año con la entrada de militares marroquíes a la zona de Guerguerat, en la frontera mauritana. Además, Joe Biden ha dejado claro que mantendrá una política continuista de la de Donald Trump en este conflicto; mientras la monarquía marroquí utiliza migrantes como carne de cañón en la frontera española como medida de presión potenciando discursos xenófobos y violencias hacia migrantes.

Otro conflicto fronterizo en la vieja Europa se situaría en el paso del Canal de La Mancha, entre Francia e Inglaterra, donde cientos de migrantes están agolpados en asentamientos asediados por el gobierno francés a la espera de su huída. La Unión Europea lleva décadas firmando acuerdos comerciales con terceros países alejando migrantes de sus fronteras a cambio de dinero, hace pocas semanas veíamos cómo policía de Bielorrusia cargaba contra migrantes forzándoles a cruzar la frontera con Polonia donde también les esperaba la represión policial. 

 

La historia interminable de la violencia social enmarcada en un sistema capitalista que hace negocio de la miseria humana, ellos crean las guerras y el pueblo pone los muertos.

 

Extraído de https://www.todoporhacer.org

martes, enero 4

Las luciérnagas y el progreso

 


¿Se han fijado en las luciérnagas? Quedan muy pocas pero son muy valiosas. Estos coleópteros, que en el caso de las hembras parece que no han superado el estado larvario, sin necesidad de electricidad son capaces de emitir un constante destello de luz para atraer a los machos y asegurar así la reproducción de su especie. En el centro, la Vida.
 

De la misma manera, en el caso de la especie humana, sobreviven aún algunas escasas personas que, bien podríamos decir, como las luciérnagas hembras, voluntariamente han decidido no evolucionar, no progresar. Pero, como las luciérnagas hembras, en esta oscuridad actual, nos indican un camino a seguir. Seres que con su lucidez, valga la redundancia, nos iluminan.
 

En el libro “Los Cuentos del Progreso” recojo conversaciones imaginadas con una de estas personas campesinas, con un pastor estereotipado: varón, ya abuelo, taciturno por oficio pero muy hablador cuando tiene la ocasión. Pacifista por ideología, pero con una sublime navaja en el cinto. Gruñón y cascarrabias por derecho, pero sus finos sarcasmos son propios del mejor humor inglés. Con pocos estudios y ningún currículo, pero catedrático en muchas disciplinas fundamentales para la Vida.
 

Y cuento como, en mi casa de la ciudad, durante una visita que me hizo, observando todo lo que se anuncia como progreso, me preguntó:
 

—Nevera digital, aspirador robótico, cine en casa, pero ¿tendréis alimentos?
 

Y cuento como, tomando con una mano el mando a distancia de la televisión y con la otra mi móvil, apuntó:
 

—Los mandos que os mandan.
 

Y cuento como, mirando por la ventana las celdas del enjambre urbano donde viven tantos especímenes humanos, me cuestionó:
 

—Enjaulados en las ciudades, para recuperar la libertad, ¿lo único que se os ocurre es encerraros en un mundo digital?
 

Y cuento como, señalándome tantas cosas conectadas y tantos supuestos privilegios, nos bautizó:
 

— Sois “la civilización de los Enchufados”.
 

Y dejándolo hablar, cuento que el progreso es un cuento.

 

 

Gustavo Duch

La Fertilidad de la Tierra, otoño 2021

 

sábado, enero 1

FRONTEX: drones, pistolas semiautomáticas y big data

 

La Agencia Europea de la Guardia de Fronteras y Costas (FRONTEX) se encuentra trabajando para constituir el primer gran cuerpo uniformado y armado propio de la UE. Lo que comenzó en 2005 como una “pequeña” agencia con 50 empleados y 6 millones de euros de presupuesto, se ha transformado en un organismo que, en 2020, contaba ya con 1.200 empleados y 460 millones de euros para gastar, pero, para 2027, tiene como objetivo contar con 10.000 elementos uniformados y armados en las fronteras y convertirse en la Agencia comunitaria con mayor presupuesto.

FRONTEX ha ido creciendo de forma gradual, no solo a nivel de recursos sino también de capacidades y autonomía, desarrollando ya operaciones propias de gestión fronteriza, búsqueda y retorno dentro de la Unión, pero también contando con presencia en países del continente africano y del este de Europa. FRONTEX se ha convertido en un símbolo de la nueva, pero vieja, política migratoria europea, donde el discurso securitario refuerza el crecimiento de este aparato policial autónomo, opaco y con estrechos vínculos con la industria militar y de seguridad.

En estos últimos años, han ido apareciendo noticias realmente preocupantes gracias, principalmente, al trabajo de activistas de diferentes lugares pero, a pesar de que los mecanismos de control internos de la UE han puesto en marcha comisiones de investigación, procesos judiciales o declaraciones públicas, la voluntad política de los Estados miembros es clara y dicha Agencia continúa su tendencia expansiva.

Entre los diferentes hechos que han tenido un mayor eco se encuentran la colaboración entre su personal y la guarda costera griega o libia para realizar devoluciones violentas, sin respetar los procedimientos administrativos, quebrantando el derecho de asilo y poniendo en peligro la vida de miles de personas en el Mediterráneo; denuncias de acoso laboral y trato denigrante por parte de trabajadoras de este organismo; la progresiva sustitución de las misiones de búsqueda y rescate marítimo por la vigilancia aérea a través de drones (ha invertido 150 millones de euros en drones, una parte de ellos comprados a la industria militar israelí); la falta de transparencia reflejada en hechos como que el 70% de las reuniones que mantenía FRONTEX con la industria del control no quedaban registradas en contra de lo que dicta la legislación comunitaria; etc.

FRONTEX, además, ha desarrollado la capacidad de asumir las deportaciones, el conocido jurídica y administrativamente como retorno. Pese a ser esta una competencia propia de los Estados, la puesta a disposición de dicha alternativa por parte de la Agencia ha provocado que muchos de ellos hayan delegado todas o parte de las deportaciones por el ahorro económico y de recursos que implica. De esta forma, FRONTEX, de 2009 a 2019, ha expulsado a más de 60.000 personas.

Respecto a su vínculo con la industria militar y de seguridad, no solo se limita a la adquisición de material, vehículos, armamento, etc., también tecnología punta vinculada a la biometría, almacenamiento, análisis y procesamiento de datos, vigilancia, etc. Además de destinar grandes cantidades de dinero a proyectos de investigación vinculados al control y militarización de fronteras, FRONTEX asesora de forma directa a la Comisión Europa en dicho ámbito y realiza estudios de vulnerabilidad para los Estados fronterizos. La relación con dicha industria es muy estrecha y se materializa de forma pública en diferentes actos como ferias o su cena anual donde participan empresas y lobbies, y cuyo coste ascendió a medio millón de euros en 2019.

Además, FRONTEX dirigirá el Sistema Europeo de Información y Autorización de Viajes (ETIAS) cuyo objetivo es crear una gran base de datos biográficos y biométricos, que completará con la información recopilada por otras Agencias de la UE y con otros programas propios como el Trespass, una tecnología que pretende correlacionar la información proporcionada por los viajeros, con sus redes sociales, con las imágenes en directo de los aeropuertos, etc. Es tal su afán por controlar, registrar y almacenar, que la propia UE ha tenido que poner fin a determinados proyectos por violar los límites marcados por la legislación europea de protección de datos. Aun así, FRONTEX continúa dicho camino, recurriendo a la Inteligencia Artificial y al análisis de macrodatos para detectar posibles “amenazas”, desarrollar escenarios futuros, disponer de perfiles propios, etc.

A pie de campo, las sucesivas modificaciones reglamentarias, sobre todo la aprobada en 2019, permite a los miembros uniformados de FRONTEX realizar tareas policiales tales como la verificación de la identidad, la realización de interrogatorios, el registro de huellas, el uso de armas, etc. Este hecho y su despliegue en las fronteras de la UE ha generado fricciones con los Estados, con el gobierno español ha tenido choques sobre la dirección de los operativos puestos en marcha, aun así no se han detenido estas operaciones conjuntas, en las cuales los agentes de FRONTEX realizan entrevistas e identificaciones, utilizan embarcaciones marítimas, colaboran con las Fuerzas Armadas en labores de vigilancia, etc.

La apuesta por FRONTEX implica el blindaje policial de las fronteras, la creación de grandes bases de datos personales, la “industrialización” de las deportaciones y la apertura de mayores espacios a la patronal del control y de la guerra en las instituciones europeas, lo cual evidencia cada vez más la naturaleza racista de la Unión. El derecho de asilo y refugio, la libre circulación de las personas, los recursos para el rescate marítimo y la solidaridad internacional no son negociables. Abolish Frontex!

 

Extraído de Todo Por Hacer.