El movimiento anarquista griego ha sido referencial en los últimos años por su lucha incansable contra un modelo de vida incompatible con la misma. Diferentes movimientos libertarios organizaron la rabia tras la crisis que desoló a la clase trabajadora a partir del 2008. Así surgieron movimientos como la asamblea okupa de Prosfygika en Atenas. En la actualidad más de cien viviendas se organizan colectivamente en el barrio para plantar cara al estado en sus propias fauces. Tanto es así, que Prosfygika se sitúa entre las cortes y la comisaría central, además de tener a su alrededor un hospital oncológico y el estadio del Panathinaikos, el afamado equipo de fútbol ateniense.
Debido a su lugar estratégico, lleva años en el punto de mira del gobierno griego, tanto con Mitsotákis, de Nueva Democracia —los conservadores griegos—, como anteriormente con Syriza —los reformistas socialdemócratas—. Tras militarizar Exarchia y destruir buena parte de sus estructuras colectivas, también quieren acabar con Prosfygika, pero enfrente tienen a un barrio en lucha. En 2022 detuvieron a 79 personas en una operación sin precedentes. El pasado mes de junio realizaron una nueva acometida deteniendo a tres compañeras y la respuesta del barrio no tardó en llegar, como siempre han manifestado que harían si eran atacados. La policía lanzó granadas o gases lacrimógenos, sin importar que hubiera niños o mujeres embarazadas por las calles. Al día siguiente detuvieron arbitrariamente a un joven venezolano de 15 años residente del barrio. Este se disponía a hacer unas compras cuando fue sorprendido por miembros delta —policía motorizada griega—. En comisaría fue torturado y retenido durante 24 horas. Tras las protestas de los días previos, la Administración griega había decretado que 70 personas sin identificar estaban en búsqueda. Podrían realizar arrestos indiscriminados atendiendo a un cambio en la ley. No es casualidad que decidieran ir a por un menor migrante que se encontraba solo. Hemos hablado con la madre del adolescente, Lura, a la cual agradecemos sus palabras en un momento muy duro para su familia en particular y para el barrio en general. Atravesamos las fronteras ilusorias de los Estados para estrechar con fuerza la mano de las compañeras griegas. No estáis solas.
¿Cuál es la historia de Prosfygika? ¿Qué papel social desempeña en Atenas?
Es un barrio okupado desde el año 2000. En 2010 las personas que eran okupas autónomas —en su mayoría del movimiento anarquista— se colectivizaron y se convirtieron en una comunidad autoorganizada basada en el confederalismo democrático. Llevamos 14 años de lucha, organizando una comunidad en el centro de Atenas y uniendo a personas de diferentes nacionalidades, culturas, idiomas, religiones e ideologías políticas, además de personas mayores, personas con problemas de adicción, problemas psicológicos, personas con problemas de movilidad… Con todas nuestras diferencias, dentro del barrio hemos construido una cultura común donde todos estamos incluidos a diferentes niveles en cada uno de los trabajos y actividades que se desarrollan en la comunidad y donde un problema se convierte en un problema de todos y lo resolvemos entre todos.
¿Cómo se gestiona la actividad diaria del barrio?
Se rige por una asamblea general que tiene lugar todos los lunes donde cada vecino expone sus disponibilidades para los diferentes trabajos y donde se toman todas las decisiones. También contamos con un grupo de trabajo para organizar cosas más técnicas y una asamblea de mujeres que también toma decisiones, las cuales después son trasladadas a la asamblea general. Hay muchas estructuras y los miembros de la comunidad trabajan diariamente en ellas. Todas estas estructuras se han creado como respuesta a las necesidades que precisamente crea el sistema.
Como ejemplo de alguna de nuestras estructuras podemos mencionar la estructura de salud, estructura de mujeres, estructura de niños, estructura de juventud y autoeducación, cine, ropa, biblioteca, kiosko, internet, equipo técnico…
¿Cómo se organiza la autodefensa frente a los ataques que recibe?
La autodefensa tiene muchas opciones y niveles diferentes. En primer lugar, el espacio común, la perspectiva común, la fe en la lucha que estamos dando y la creencia en que otro mundo es posible consolida la unidad del barrio. La defensa no empieza y termina cada vez que la policía entra en el barrio, sino que continúa en cada momento en todo lo que hacemos. Desde la forma en que construimos las relaciones entre nosotros, cómo construimos y trabajamos en nuestras estructuras, cómo participamos en una manifestación, cómo nos comunicamos a través de los medios sociales, cómo creamos un terreno común con otros colectivos. En realidad, la autodefensa es todo lo que hace a la comunidad más fuerte y a cada miembro más consciente de la razón por la que está dando esta lucha.
¿Cuáles son las relaciones políticas con otros espacios de autonomía locales e internacionales?
Somos parte del movimiento radical griego y entendemos cada lucha también como propia, porque la lucha contra el capital, el neoliberalismo y la injusticia es común. Así que participamos en otras asambleas que existen también en Atenas y nos asociamos con otros colectivos autoorganizados y okupas intentado conectar cada una de las luchas. De esta forma también tenemos relaciones con espacios y grupos políticos de Europa, Turquía y Kurdistán.
¿Qué pasó los días previos a la detención de tu hijo?
La represión de los organismos de seguridad del estado escala siempre sus provocaciones cada verano. Habíamos tenido una serie de detenciones de algunos de nuestros compañeros y el barrio respondió unido saliendo a la calle, haciendo ruido y protestando junto al edificio de la policía. Después se realizó una marcha alrededor del barrio.
¿Cómo fue la detención y la situación en comisaría?
Totalmente arbitraria. A mi hijo lo secuestraron solo por vivir en este barrio. Lo incomunicaron, lo golpearon en la cara mientras era rodeado por varios policías en un lugar en el que no podían ser rastreados por sus propias cámaras de seguridad. Mi hijo fue expuesto a abuso psicológico constante, siendo amenazado con la violación. Le hicieron tres chequeos en menos de 24 horas y la última vez le obligaron a quitarse hasta la ropa interior. Intentaron humillarlo, diciendo que era mentira que fuese venezolano. Le dijeron: «Por el color de tu piel, eres gitano». Amenazaron con revocarnos el asilo, tratándonos como si fuéramos una familia de delincuentes, todo para quebrar su moral. Mi hijo pidió hablar conmigo y llamar a una abogada. Tras esto se burlaron de él, diciendo: «Tú no tienes dinero para pagar una abogada», aprovechándose para interrogarle sin la presencia de la abogada con la intención de intentar robarle una declaración falsa. Lo conectaron con los enfrentamientos que hubo los días anteriores, donde la policía una vez más atacó el barrio sin importar que hubiese niños jugando o un hospital cercano, usaron bombas aturdidoras y gas lacrimógeno y el barrio reaccionó unido en su defensa, pero mi hijo no estaba en el barrio cuando eso sucedió.
¿Qué proceso judicial se abre ahora?
Debido a la falsa acusación, le han cargado la mitad del código penal. Mi hijo tiene un juicio para el año 2026 donde tendremos que demostrar la injusticia que han cometido con él. Lo mismo que hicieron con otro compañero del barrio, el cual estuvo preso un año por falsas acusaciones. Además, 79 personas estamos esperando un juicio tras el ataque que realizó la policía el 22 de noviembre del 2022. Mientras tanto mi hijo tendrá que cargar con la etiqueta de delincuente que le han construido los que sobre la teoría deberían protegerlo.
¿Cuál fue la respuesta del barrio tras el ataque?
Seguir trabajando. Consolidamos cada una de las estructuras, la comunicación y la proyección con el Comité para el rescate de la memoria histórica del barrio y la plataforma de unión confederalista.
¿Cómo se siente tu hijo tras la detención? ¿Y tú?
Para un adolescente de 15 años esto representa una carga psicológica fuerte, pero como familia vamos a superar esto con ayuda psicológica y el apoyo de la comunidad.
¿Quieres dar algún mensaje a las lectoras de esta entrevista?
Como madre, como ser humano, no solo pienso en mi hijo, sino en todos los niños y adolescentes que han sido abusados y que por no tener recursos y el apoyo necesario han sido víctimas de un sistema corrupto. ¡Respeto a los derechos humanos! ¡Respeto a los derechos de los niños! ¡No al racismo! ¡No a la tortura! ¡No al abuso psicológico! ¡Fuera las manos de Prosfygika!
________________________
Si queréis tener más información sobre el barrio, podéis visitar su web, o su Twitter (@Prosfygika). Además, podéis apoyarles económicamente en este difícil momento si escribías a sykapro_squat@riseup.net
No hay comentarios:
Publicar un comentario