Cuando la multitud hoy muda, resuene como océano.

Louise Michel. 1871

¿Quién eres tú, muchacha sugestiva como el misterio y salvaje como el instinto?

Soy la anarquía


Émile Armand

viernes, agosto 31

“Vacaciones sin cámara no son vacaciones” (O la condición audiovisual del Turismo)


Las señales más inequívocas que marcan la identidad del turista es que, independientemente de su sexo, edad, o condición, es un viajante que carga con una camarita de fotos o de vídeo, o las dos, alternativamente o al mismo tiempo. Se trata de ir visualizándolo todo y almacenándolo, aplazándolo para un futuro ideal donde aquello que se mira pero no se ve (porque desde luego el que mira difícilmente ve, pero más imposible es aún que vea si se filma o graba) pueda ser visto después ya desactivado de cualquier temblor o descubrimiento imprevisto, ya asimilado y domesticado, en condiciones inofensivas: tranquilamente en casa y en papel o pantallita para que así cualquier cosa, paisaje o rostro, sea lo más parecido al reclamo publicitario que ya aparecía en el anuncio o el folleto donde se te incitaba a ir al sitio que fuera. Con lo cual se ha conseguido cerrar el ciclo sin que pase nada: lo que se ha conseguido es reproducir por cuenta y gasto del viajante lo que ya estaba en el folleto y para lo cual no hubiera hecho falta que moviésemos un solo pié. En eso ha consistido básicamente su viaje, en la ilusión de un futuro vacío. Es como si los ojos ya hubieran perdido su función primordial de ver y tal función es sustituida por un mirar mediado a través de un vidrio o pantallita que aplaza la visión directa y el descubrimiento de cualquier cosa imprevista.

Esta impostura, esta sustitución del viaje y las viejas curiosidades del mundo desconocido, por la apropiación audiovisual de cualquier cosa, ya se inició hace varias décadas con la imposición de la fotografía y la compra de cámaras fotográficas. Aquel primer slogan publicitario para nuestros padres “Vacaciones sin Kodak no son vacaciones” no ha hecho más que progresar y refinarse; y ya no se trata de aquello de la foto y el álbum para enseñar a los amigos, algo relativamente inocente si lo comparamos con la depredación actual de la captura audiovisual En mi último viaje a Roma me atreví a visitar de nuevo y no sin miedo la Capilla Sixtina tras veinte años desde mi última visita. El Vaticano, que es experto en los negocios del alma, sabe que, en el progreso del régimen tecno-democrático, las almas y sus cuerpos son entes audiovisuales por excelencia y así autoriza e invita –eso sí, sin flaxes– a la toma fotográfica y digital de la gloria eterna; porque si la fe de la vieja religión se asentaba en aquello de “creer en lo que no se ve”, la fe democrática actual bajo el imperio del Audiovisual, se fundamenta en “creer en lo que se ve”, de tal forma que hoy día visión y fe es lo mismos. La Realidad tal y como hoy se nos vende está perfectamente diseñada desde los intereses del Capital por la creación de necesidades falsas a través de la publicidad teniendo en cuenta esta relación indisoluble entre visión y fe.

Esa identidad y retroalimentación mutuas entre visión y fe es también la que mueve en gran parte a las oleadas de turistas de un lado para otro. Si existen Abisinia o Tomboctú, hay que verlo para creerlo, ir hasta allá y verlo con nuestros propios ojos, o sea no verlo sino ir a mirar y fotografiarlo, filmarlo, grabarlo y así ya tenemos los testimonios en conserva, pero eso sí fidedignos e irrefutables de que tales lugares existen ...Y de paso ¡esto en el fondo es lo primero! así me confirmo que yo existo, de que yo soy yo, fulanito o fulanita de tal, y ningún otro porque ¿recordáis aquello de la naranjita de Mairena?: el único modo de que yo sea idéntico a mi mismo es que sea el mismo aquí y acullá, porque es ese movimiento y desplazamiento de mí mismo lo que va a confirmar mi mismidad. ¿Cómo no voy a ser yo si desde Abisinia o Tomboctú llamo a mis parientes y les digo que “Estoy aquí” y así ellos se enteran de que yo, fulanita o fulanito de tal, soy más yo que nunca porque con tanta distancia y en medio de tanta –ahora lo llaman diversidad–siendo el mismo o la misma?

Era de esperar –así lo marcan los tiempos– que a estas alturas de la civilización y del progreso histórico el orden del individualismo personalizado propio de las Democracias desarrolladas el cuidado y hasta obsesión por la identidad personal requiera y use al máximo los mecanismos y operaciones que más contribuyan a la confirmación de esa identidad. Y desde luego no hay nada más eficaz que ese movimiento uniformemente acelerado de las masas de individuos personales sin descanso de un lado para otro. O sea el Turismo. Y a esa condición de Turista es a la que se destina a cualquiera habitante de este lado del mundo, del Régimen del Bienestar. Luego están los otros del otro lado que esos si se mueven en oleadas para alcanzar este paraíso del Bienestar son por razones muy distintas pero desde luego sean las sagradas que sean sus razones y necesidades serán aprovechados como muestras de la diversidad turística. Si no son devueltos como animales a sus míseros lugares originarios serán integrados y asimilados en las grandes Metrópolis como diversidades folklóricas para satisfacer ese otro movimiento del Turismo intraurbano que consiste en ir a comer a un “senegalés” a Lavapies, por ejemplo. Lo cual mueve también su dinerillo. No tanto desde luego como los grandes Tour Operator que son con mucho una de las más potentes maquinarias de mover Capital en el Régimen.

Sin este tráfico constante del ir y venir de las Almas democráticas, el Régimen se caería abajo. Es ese movimiento de dinero y personas el que lo sostiene. Incluso su poderío de ilusión mayoritaria ha llegado a cegarnos de su verdadero carácter de Trabajo. Pero eso sí por gusto y voluntad personal, y además como señal de bienestar y acomodo. Lástima da pensar que ahora que nadie trabaja ya de verdad y que entre esa balumba de cachivaches mecánicos y burocracias perezosas, la mayoría se escurría sin dar un palo al agua, tenga que venir ahora a imponerse el trabajo más cansado, el más disimulado con el envoltorio acaramelado del Turismo, cuando todos, o por lo menos bastantes, (no me digan que no), después de las obligadas y cortitas vacaciones que nos concede el Régimen, estamos deseando llegar a casita para descansar de ellas. Todos sabemos aunque no nos atrevamos a decirlo en voz alta que esto del Turismo es trabajos forzados y que el turista no es más que un esclavo de la última de las penitencias impuestas por el Régimen.


Isabel Escudero

martes, agosto 28

Desde lo alto


El hombre subió hasta lo alto de la montaña, donde las personas del pueblo parecían no ya aceitunas, ni hormigas, sino meras pulgas, de puro pequeño e insignificante. 

Desde esa altura, pensó, podría proclamarse Rey, o Papa, o Emperador, nadie le hacía sombra. Podría proclamarse Dios mismo, incluso. 

Las pocas personas que, desde el pueblo, miraron a la cumbre de la montaña, le vieron a él, también pequeño e insignificante como una pulga. Y, además, solo, escarpadamente solo.


Bruno Rogero San José, de Fregar, sacar la basura, amar y hacer la Revolución.

sábado, agosto 25

Las igualitaristas al poder


Es difícil de explicar, o mejor dicho de entender, qué es exactamente la confrontación entre el feminismo de la igualdad vs el feminismo de la diferencia. Para las feministas que lo vivieron tiene una significancia muy reveladora; para quienes nacimos después, es más bien una trama complicada que oculta más que revela. Sin embargo, el ejercicio de comprender esta confrontación histórica, es más que necesario para concebir cuál es la pauta que está marcando la deriva de esta nueva Ola feminista. Es por tanto un deber hacer memoria.

Recordemos que, para los demócratas griegos, igualdad {isonomía} podía afirmarse sólo entre los miembros de derecho de la sociedad ateniense, es decir los ciudadanos, pues los esclavos, las mujeres y los extranjeros {metecos} quedaban excluidos. La reformulación de la igualdad decaerá en el derecho greco-romano y no reaparecerá hasta la modernidad con la manifestación del Derecho del Hombre, en plena revolución francesa.

El feminismo de la igualdad tiene sus raíces en las premisas de esta época, la ilustración. Aquellos filósofos políticos liberales, como John Locke y Jean Jacques Rousseau, que habían defendido la regla de la razón y la igualdad de todos, no incluyeron a las mujeres en su comprensión de los merecedores de la igualdad, en particular la igualdad política. Era la filosofía de la burguesía en ascenso.

Las primeras consideraciones de este feminismo igualitario están resueltas por Olympe de Gouges, perteneciente al grupo de los Girondinos[1] en la revolución francesa y quien escribiría “Los Derechos de la mujer y la ciudadanía” en 1791. Y más tarde por Mary Wollstonecraft, perteneciente a la sección radical de la aristocracia intelectual en Inglaterra, y quien escribiría la “Vindicación de los Derechos de la Mujer” en 1792. Luego llegaría la 1ª Ola con el Sufragismo y finalmente se inscribiría en la 2ª Ola. Aquí la principal de sus luchas era conseguir modificar las leyes que negaban la igualdad de las mujeres en el ámbito de la educación y el empleo, así como acceso a la vivienda, el divorcio, etc. Pero a medida que estas barreras legales y educativas comenzaron a caer, se hizo evidente que la estrategia, liberal, de cambiar las leyes dentro del sistema existente no era suficiente para lograr la justicia y la libertad de las mujeres.

En este escenario aparecen las primeras filósofas que plantean la idea de que el feminismo igualitario es un feminismo que se inscribe en la noción burguesa. Así, feministas como Luce Irigaray y Hélène Cixous plantean un feminismo de la diferencia. Desacreditan el feminismo de la igualdad al considerarlo reformista, liberal y oportunista, que asimila las mujeres a los varones sin lograr salir de la dominación masculina. Esta idea de la diferencia derivará en un feminismo disidente, segregacionista y esencialista.

En el Estado español el feminismo de la 2ª Ola participa muy activamente en las luchas autónomas -huelgas, antifranquismo, movimiento obrero, estudiantil- pero no consiguió hacer su lucha transversal a las demás luchas. Para las mujeres de la diferencia, el feminismo de la igualdad es lo que para los autónomos fueron los partidos y sindicatos: La Traición[2]. Este hecho provoca una ruptura definitiva que empieza tomando forma en el “I Encuentro Estatal de Mujeres”, durante las II Jornadas Feministas en Granada en 1979. Alrededor de 200 mujeres, de unas 3.000 que había en el encuentro, abandonaron las jornadas oponiéndose a la presencia de partidos de izquierda. “Enfrentamientos y abandonos en las II jornadas Feministas” Titulaba así el periódico “El País” que intentaba explicar lo inexplicable. «Nosotras, que nos consideramos mujeres independientes, queremos hacer pública nuestra decepción sobre el desarrollo de las jornadas […] Nos negamos a firmar un cheque en blanco a los partidos obreros y no nos sentimos representadas en estas jornadas[3]

Hoy, esta nueva ola, tiene visos de ser un refinamiento de las luchas igualitarias de la 2ª Ola. Si antes se reivindicaba el acceso al mundo laboral, la visibilidad de la división sexual del trabajo y mayor libertad sexual, hoy, pedimos mayor cupo en los puestos de dirección empresarial, mayor presencia en la política burguesa tradicional y políticas de conciliación. Las soluciones a estos reclamos por parte del gobierno van a ser: mayor policía femenina, más dirigentes mujeres, servicios públicos de encierro infantil (guarderías) desde los 0 años y subida de sueldo a las cuatro que ya cobraban más de 24.000€ al año. El 70% de la población activa seguirá siendo “precaria”, el 26% pobres y el resto conseguirán la igualdad que tanto anhela. Porque la lucha igualitaria es la del 4% restante. Muestra de ello es el nuevo gobierno de Sánchez con sus 11 ministras, y la disputa entre las dos figuras femeninas de mayor peso en el PP. Acordémonos sino en un futuro próximo, que el PP será el primer partido del país en tener una mujer a la cabeza.

El problema aquí reside en la ausencia de disidencia que aún mantiene esta nueva Ola. La sororidad del todas a una es partidista, clasista y racista. Y pocas son las voces que mantienen la memoria activa, para no dejar que se repita el triunfo de un feminismo igualitario.
  

Deyanira Schurjin

 
Es importante destacar que la lectura que hacemos de estos acontecimientos históricos se inscribe en el relato del feminismo oficial, y que, como tal, deja fuera las luchas de las mujeres pertenecientes a los procesos revolucionarios decolonizadores de los tres continentes: América latina, África y Asia, durante el periodo de los ´60-´70 así como las primeras elaboraciones teóricas de un feminismo postcolonial que señala la uniformidad hegemónica del concepto “mujer” obviando su racialidad o pertenencia de clase. Asimismo, queremos resaltar la necesidad de simplificar los acontecimientos expuestos para llegar a una conclusión concreta. Es importante mencionar, que las cosas ni fueron tan simples ni quedaron ahí. Muchas de las feministas socialistas pronto se vieron trabajando codo a codo con las liberales, lo que las llevó a una escisión. Y las feministas de la diferencia, donde por falta de espacio se sumaron todas las que no propugnaban por el reformismo partidista, pronto entendieron que muchas no tenían nada que ver con el binarismo y el esencialismo que caracterizó desde el principio esta tendencia. Así aparecieron nuevas doctrinas feministas como el feminismo radical, derivando el feminismo de la diferencia en el feminismo cultural.


_______________

[1] Es el nombre dado a un grupo político moderado y federalista de la Asamblea Legislativa y de la convención nacional francesa, compuesto por varios diputados procedentes de Gironda. Pertenecían, en su mayoría, a la burguesía provincial de los grandes puertos costeros. Su violento enfrentamiento con el grupo de los jacobinos o montañeses dominó los primeros meses de la Convención Nacional.

[2] Los pactos de la Moncloa en 1978

[3] Extracto del comunicado redactado durante las jornadas por las 200 feministas que se inscribirían a posterior al feminismo de la diferencia.


Extraído de www.todoporhacer.org

miércoles, agosto 22

El lenguaje secuestrado

El lenguaje no solo es el elemento por el cual dotamos de sentido a nuestra realidad inmediata, sino que también nos constituye como sujetos, articulando nuestras identidades, individuales y colectivas. Por lo tanto, adquiere automáticamente un marcado sentido político. A su vez, es una construcción social que se reproduce y reconfigura constantemente. Es plástico y maleable, como la propia identidad subjetiva. Este artículo repasa algunos de los muchos casos de manipulación del lenguaje que nos ofrece la historia reciente. Desde los eufemismos de los medios hasta la reinterpretación interesada de hechos históricos, imprescindible para cualquier identidad nacionalista, pasando por los ejercicios de exclusión, desplazamiento y olvido que han sido necesarios para acabar con la cultura y la identidad propias de las clases populares. Y sobre todo el texto pende una ominosa certeza: cuando la narración no fue suficiente para lograr estos objetivos, no faltó la retórica de las balas.

Autor: Antonio Orihuela

Podéis conseguir el libro en https://piedrapapellibros.com

domingo, agosto 19

CCTV patrocina esta democracia


La cámara de seguridad dice que soy un ciudadano ejemplar;
opinión televisadamente creada, susurrada con convicción cada cuatro años,
paseo dominical sin pausas en espacios abiertos
y uso exclusivo del idioma patrio y el léxico imperial.

La cámara del banco remarca que me endeudo adecuadamente.

La cámara de la tienda me reconoce y me saluda
como buen cliente satisfecho en la insatisfacción aspiracional;
tentetieso consumidor de cesta siempre por llenar
y catálogos desechables.

A su vez, la red de monitores del centro comercial afirma
que soy un consumidor complaciente:
siempre alcanzo a lo que llego
y leo lo que me entra por los ojos.

Las cámaras me retransmiten mi vida
para que no pierda detalle.

Recuerdo que, de niño,
aquellas cámaras sólo querían arroparme
con sus cátodos y sus luces de algodón.

En las esquinas, las cámaras me ayudan a superar la soledad.
En el trabajo, me protegen de la solidaridad y del pensamiento
de mis compañeros.

Cámara Uno, Cámara Dos, Cámara Cuatro:
Sonreímos. Sabemos lo importante que es salir guapas por la tele.
 
 
 Alberto García-Teresa. A pesar del muro, la hiedra. Huerga & Fierro, Ed. 2017

jueves, agosto 16

La libertad de expresión en peligro

La libertad de expresión va camino de convertirse en un lujo exclusivo de los poderosos, quienes en un futuro próximo podrán expresarse sin cortapisas ni temor a posibles responsabilidades penales, mientras que a todos aquellos que discrepen con su ideología y punto de vista serán, como de hecho ya ocurre, severamente castigados. Este fenómeno es cada vez más evidente y generalizado. Así lo vemos cuando cantantes son enjuiciados y enviados a la cárcel, cuando las personas son procesadas por hacer chistes, cuando las críticas a la autoridad son constitutivas de delito, cuando periódicos, radios y librerías son cerrados sin que siquiera en muchas ocasiones sea llevado a cabo juicio alguno, cuando ciertas revistas son confiscadas, cuando las personas que hacen determinados comentarios en las redes sociales son detenidas, etc. Son claros indicadores que nos muestran que la libertad de expresión es cada vez más una ficción jurídica.

Todo lo anterior parece que va camino de agravarse a tenor de la última campaña mediática en torno a las denominadas noticias falsas (fake news en el argot periodístico anglosajón). Los regímenes parlamentarios occidentales ya no dudan en admitir que la libertad de expresión reconocida en sus constituciones sólo es un instrumento político de los poderes constituidos para manipular a la población, y que esto sólo es admisible cuando dicha manipulación es ejercida por las elites dominantes de estos países. Las consecuencias de esto previsiblemente las veremos a corto y medio plazo, ya que los Estados occidentales, bajo el pretexto de injerencias extranjeras, plantean abiertamente establecer fuertes restricciones a la libertad de expresión con la creación de organismos específicos dirigidos a supervisar los contenidos que son publicados y difundidos a través de diferentes medios. Ciertamente ya existen en estos países agencias dedicadas a funciones supervisoras en el terreno de la cultura y la información, pero la magnitud y alcance de esta nueva iniciativa que quiere ponerse en marcha bajo la excusa de la seguridad nacional será, en caso de materializarse, mucho mayor. De esta manera, abierta y descaradamente, el poder establecido se encargará de decir según su propio criterio e intereses qué es verdad y qué es mentira, y determinará la forma en la que la población debe entender la realidad y el mundo en el que vive. Esto ya ocurre pero de un modo encubierto a través del adoctrinamiento del sistema educativo, la universidad, los más importantes medios de comunicación, etc., que se ocupan de imponer la ideología dominante.

La dinámica impuesta por las políticas y medidas de las instituciones en este ámbito tan decisivo como el de la libertad de expresión no está desprovista de un efecto especialmente preocupante como es, sin duda, la normalización de comportamientos censores y sectarios en el seno de la sociedad. Las palabras y las ideas que las palabras tratan de representar no delinquen, y cualquier cortapisa a la libertad de expresión es absolutamente inaceptable. En este sentido podemos afirmar que se ha establecido una mentalidad liberticida en la sociedad en la que cada individuo y colectivo se afana en reivindicar la libertad para sí mismo, para expresar sus ideas y opiniones, al mismo tiempo que se la niega a los demás. Este fenómeno es especialmente preocupante en tanto en cuanto reproduce las mismas dinámicas de la dominación pero a un nivel mucho más básico que es el de las relaciones sociales e incluso personales.

Un ejemplo evidente de lo anterior es lo que a día de hoy ocurre en los ambientes de la disidencia política donde se ha impuesto el sectarismo, la censura y la autocensura, todo lo cual ha contribuido en sobremanera a ahogar cualquier tipo de debate, diálogo constructivo y reflexión como consecuencia de la asunción de una innumerable cantidad de dogmas, mitos y axiomas de diferente tipo que en la práctica han dado origen a estructuras ideológicas semejantes a las religiones, y que por ello mismo podemos llamar con toda justicia religiones políticas. Así pues, la dominación reaparece igualmente en los medios de la disidencia en la que emergen los apóstoles de estas religiones, generalmente pastores de rebaños que se dedican a pontificar con su palabrería y a censurar a todos los que discrepan con ellos al considerarlos una amenaza para su autoridad ideológica. Esto es llevado hasta el extremo de incluso ejercer presiones para impedir que los discrepantes puedan expresarse libremente en distintos medios: revistas, portales de noticias, foros, ateneos, etc. De esta forma ya no sólo no se asume la posibilidad de que existan voces discrepantes, sino que su mera existencia es inaceptable y constituye un motivo de reprobación y persecución a través del boicot, la censura, la difamación, etc.

Pero lo peor es que este comportamiento sectario, inquisitorial y liberticida es interiorizado por una gran parte del público y reproducido en sus relaciones, lo que aboca a un encerramiento frente al mundo, a la endogamia (tanto ideológica como relacional), y en última instancia a la destrucción de la convivencia al introducir la distinción política amigo-enemigo en las relaciones personales sobre la base de determinados postulados ideológicos y políticos, de manera que todo se reduce a lo siguiente: o estás conmigo o estás contra mí. ¿En qué se diferencia todo esto de lo que hace el poder establecido?. En nada.

Pero lo cierto es que este tipo de actitudes y comportamientos se reproducen en los ambientes disidentes que pretenden constituir una alternativa emancipatoria y transformadora al actual sistema de dominación. ¿Es posible la emancipación si reproducimos la dominación en nuestra práctica cotidiana?. Desde luego que no. Si no estamos dispuestos siquiera a asumir la existencia de puntos de vista o planteamientos contradictorios con los nuestros, e incluso abogamos por su silenciamiento, no somos diferentes de los poderosos que también reprimen a quienes discrepan o cuestionan el orden establecido.

La autocomplacencia, y muy especialmente la autocomplacencia ideológica que no deja de ser una forma de narcisismo, no es inteligente y sobre todo es inmoral. Es muy fácil seguir la corriente, permanecer en esa zona de confort que eventualmente nos suministran los círculos ideológicos o sociales en los que nos desenvolvemos y que, en definitiva, constituyen el gueto del que formamos parte. Nada de esto nos permite avanzar como personas ni como colectivo. La endogamia, la ortodoxia y el monolitismo ideológico nunca han permitido avanzar a las personas y sociedades porque las ha conducido al estancamiento, a su fosilización y en último término a su desmoronamiento interno. Todos estos son rasgos inherentes a las denominadas sociedades cerradas que desafortunadamente también se manifiestan en los ámbitos de la disidencia. El pluralismo en el terreno de las ideas es necesario, pero este es imposible sin libertad de expresión para exponer estas ideas, sean cuales sean. La libertad de expresión permite el debate, la discusión, el intercambio de ideas y puntos de vista, y como consecuencia de la confrontación entre planteamientos e ideas contradictorias cada parte involucrada se ve obligada a mejorar sus argumentos, a enfocar las cosas y situaciones de diferente manera, a reformular sus ideas e incluso a cambiar su posición respecto a determinadas cuestiones.
El rechazo del debate es el rechazo del cambio, de la posibilidad de mejora, es cerrar la puerta a la evolución porque no se quiere nada de esto y lo que en realidad se persigue no es otra cosa que la imposición. En el fondo se trata de una derrota ideológica porque comporta el abandono de la batalla de las ideas.

Y las razones que explican esto son varias. La más habitual es pura y simple pereza mental. Rehuir el combate ideológico no supone ningún esfuerzo, siempre es más fácil conformarse con nuestras supuestas verdades en vez de confrontar nuestras ideas con las de otros que piensan distinto. La confrontación ideológica exige ponerse en el lugar del otro para conocer los razonamientos que le han conducido a las conclusiones y argumentos que sostiene, y esto supone un esfuerzo considerable que por lo general no se está dispuesto a llevar a cabo porque entraña cierta dificultad. Reflexionar y cuestionarse algunas cosas que se daban por sentado no es una actividad especialmente agradable, y exige informarse acerca de lo que piensan los otros. Resulta mucho más sencillo caer en el insulto que es, por lo demás, el último, y muchas veces también el único, recurso de los incompetentes.

En otro lugar nos encontramos con quienes se oponen a cualquier debate bajo la excusa de que de lo contrario se da pábulo y publicidad a adversarios políticos e ideológicos, y que el mejor modo de combatirlos es censurándoles, silenciándoles, haciendo boicot, etc., para excluirles de determinados ámbitos, pues de lo contrario lo que se consigue es legitimarlos. Esta argumentación, por el contrario, encubre las razones inconfesables que se ocultan detrás de este planteamiento. La primera de ellas es la inseguridad que produce el miedo a entrar en un debate de ideas y perderlo. Esto demuestra que no se tienen argumentos, ni ideas que merezcan la pena ser sometidas a debate y confrontadas con otras ideas antagónicas. Un debate público y abierto, sin violencia física, en el que cada una de las partes pueda presentar sus ideas sin ninguna cortapisa, produce un enorme desasosiego entre quienes temen ser rebatidos y quedar en ridículo. Pero el mayor tormento para los defensores de este punto de vista es la posibilidad de la deserción del rebaño. No olvidemos que todo gueto político e ideológico constituye un entorno que unos pocos controlan, pues desafortunadamente en esta sociedad sobran personas con mentalidad de rebaño mientras que no faltan aquellas otras que aspiran a pastorear a los demás. Es por esto que hay que proteger a las ovejas de los posibles lobos, no vaya a ser que se las coman o que les dé por seguir a otro pastor.

Para los defensores de este enfoque coercitivo el mundo se divide entre buenos y malos. Ellos son los buenos y a los malos no hay que permitirles respirar, por lo que hay que combatirles sin cuartel hasta destruirlos completamente. Sus ideas son malas y no deben tener cabida en la sociedad, por lo tanto no hay que permitirles expresarlas. Este es exactamente el mismo razonamiento que sigue el poder establecido en su relación con todos aquellos que lo cuestionan o que discrepan al no compartir su ideología y manera de explicar la realidad. La cobardía es, así, disfrazada de una supuesta superioridad moral que en realidad no existe. Sólo es una forma de justificar una imposición más. En ambos casos no interesa que las personas pensemos por nosotras mismas y que lleguemos a nuestras propias conclusiones.

Por el contrario, un debate de ideas, público y abierto, en el que todas las partes puedan expresarse libremente y confrontar sus puntos de vista, es una oportunidad extraordinaria para rebatir las ideas de los adversarios y demostrar el error en el que se encuentran. La batalla de las ideas no hay que rehuirla sino por el contrario aceptar los envites que pueda presentar, porque es la forma de exponer ante la opinión pública los argumentos sobre los que se apoyan las distintas posturas para que cada cual saque sus propias conclusiones. Es, también, una manera de llegar a más personas que de otro modo seguirían ignorando determinados planteamientos e ideas. Sin embargo, al poder no le interesa el debate abierto de ideas y por eso lo impide. Encarcela, silencia, censura, boicotea, etc., a quienes cuestionan las verdades establecidas y el sentido común imperante. Algo parecido, aunque a otro nivel, ocurre con los pastores de rebaños ideológicos. Si queremos construir un mundo libre no debemos incurrir en el error de reproducir las mismas dinámicas liberticidas que definen al poder, porque ninguna sociedad libre es posible sobre la base de la censura y la coacción.


Esteban Vidal

lunes, agosto 13

Una cárcel con grilletes electrónicos. Sin muros, sin rejas, pero con la misma dominación


¡El mundo es un inmensa cárcel!. Sin contar los campos de refugiados cerrados de los que no se puede salir, o los centros de reeducación de niños, jóvenes y adultos, sin contar los presos extrajudiciales, sin contar los esclavos, ni las victimas de las organizaciones de proxenetismo… sin contar los CIE’s… en el mundo hay más de 11 millones de personas encarceladas y, si fuese posible computar la realidad.. ¿cuantas serian?.

El país ganador en esta lúgubre liga son los EUA que, con 2.239.785 sobresale mucho sobre el conjunto del resto de estados competidores, detrás viene la China con 1.640.000 (aunque si sumamos los 650.000 detenidos administrativos, seria la primera potencia también en esto con 2.290.000 presos), la Federación Rusa con 681.600, Brasil con 584.000 y la India con 385.135 les seguirían.

Si nos fijamos en las tasas de presos por cada 100.000 habitantes también ganan los EUA con 716, mientras que China baja hasta los 121, Rusia sube a 475, Brasil tiene 274 y una de las últimas es la India con solo 30 presos por cada 100.000 habitantes. Curiosamente, en tasa de encarcelamiento, siguen a los que siguen a los EUA son a menudo pequeños estados insulares, muchos de ellos con fuertes vínculos o conflictos coloniales, como Sy Kitts con 714, Seichelles con 709, Barbados con 521, Cuba con 501, las Islas Vírgenes, tanto las administradas por USA (539) como las administradas por UK (460), Guam tiene 432… estados pequeños pero con mucha mala leche!!.

El año 2013 el estado Español tenia 68.220 presos (y su número ha seguido creciendo) y la tasa por 100.000 habitantes era de 147. El Estado Español está por encima de la media de la UE, superada por los estados del este, especialmente los Bálticos.

Parece ser que el sistema de estados y corporaciones (corporaciones que también pueden ser estatales i/o burocráticas) necesitan esta gran masa de cautivos para su correcto y eficaz funcionamiento, parece que el sufrimiento carcelario lubrica los engranajes de la megamáquina de la desdicha. Las ideas del siglo XIX de “redención” y “reeducación” no han sido más que guirnaldas para hacer soportable un hecho monstruoso, en conjunto hacen más eficaz el sistema y al sufrimiento mayor.

Como todo aquello que funciona en este mundo, todo se contabiliza, y una de los dolores de cabeza de alcaides, carceleros supremos y otros contables son los costes, los gastos de mantener a tanta gente sufriendo, atada y degradada. Estos costes están en la base del trabajo forzado, de los presos encadenados picando piedra… y de los modernos y benevolentes sistemas como el CIRE de la Generalitat de Cataluña.

LA VIGILANCIA ELECTRONICA O COMO RECORTAR COSTES Y AUMENTAR EL CONTROL

Hacia el año 1960 un grupo de jóvenes estudiantes de la Universidad de Harvard, en su trabajo de final de carrera tuvieron una idea luminosa, elaborar un artefacto portátil(pesaba 1 kg aproximadamente) que permitiese controlar a las personas a distancia (presos y enfermos mentales…).

La idea era buena (rentable), pasó por varias pruebas piloto, pero tuvo que esperar a que madurase tecnológicamente y que se implantase en la mente de los jueces, para poder ser una realidad, en 1983 un juez de Nuevo Méjico dictó la primera sentencia en la que se prescribía el control electrónico de un criminal. A partir de aquí la metodología se implantó rápidamente en los EUA y de allí pasó al Reino Unido y enseguida a otros países europeos, americanos y asiáticos. Hasta llegar en la actualidad a someter, seguramente, hasta a un millón de personas.

En sus 30 años de evolución los sistemas de monitorización electrónica de personas presas ha evolucionado muchísimo y, de sencillos aparatos de radiofrecuencia se ha pasado a sofisticados brazaletes con GPS y sensores cada vez más pequeños.

MIL Y UNA JUSTIFICACIONES PARA LA VIGILANCIA ELECTRÓNICA

Cuando se quiere defender el control electrónico se suelen emplear dos argumentos:

1.-El hipócrita, que parte de la imposibilidad de un mundo sin cárceles ni sin el sistema que las hace posibles, que busca un “encarcelamiento benevolente” para determinados delitos. Que afirma que no quiere el desarraigo del condenado (como si una pulsera electrónica enraizase a alguien a algo), que quiere facilitar la integración (básicamente que el condenado trabaje, se mantenga y vaya a dormir temprano) y que el panóptico se extienda a toda la vida cotidiana.

2.-La económica, las inversiones para la adquisición de un aparate de monitoreamiento electrónico son mucho más bajas que la construcción de un módulo carcelario, del orden de centenares de veces, los costes de mantenimiento y de personal para verifica son hasta 10 veces más bajas que los de mantener a la misma persona en un cárcel convencional. De hecho en México se plantea hacer pagar a los condenados el coste del brazalete de seguimiento, para poder vivir fuera de la cárcel… todavía será un negocio redondo!!.

El seguimiento electrónico es un servicio fácilmente privatizable, fácil de externalizar, es factible contratar a una empresa que se haga cargo del suministro de brazaletes de muñeca o de tobillo, los coloque a los condenados, haga el seguimiento y realice el control informático… resolver las incidencias reales seria el trabajo de los funcionarios de prisiones… o de los trabajadores de alguna empresa de seguridad. La tendencia a ir hacia la cárcel neoliberal iniciada en los USA (la cárcel como negocio) tiene el campo abonado con la “prisión electrónica”.

Para hacer menos repulsiva esta invasión los sistemas de VE se han aplicado a delitos especialmente repugnantes: la violación, la pederastia y la violencia contra niños, niñas y mujeres en el marco doméstico (doméstico de donde viene la domesticación). Pero en realidad donde ha sido especialmente desarrollado ha sido contra el vandalismo juvenil, el uso de alcohol y otras drogas, delitos contra la seguridad del tráfico… Y, finalmente, a todo tipo de condenas que puedan ser cumplidas en el domicilio. De hecho recientemente el inefable Zarcosy a propuesto poner brazalete de seguimiento a todos los “radicales”, desde los islámicos a los activistas contra el cambio climático.

Para edulcorar aun más la tecnología se habla de otros usos no penales… pero también de control, control de personas ancianas, o con alzhéimer, control de niños y menores, control de “enfermos mentales”… quien alguna vez haya perdido a un familiar con alzhéimer u otra cosa parecida sabrá como la angustia de la pérdida nos podría hacer aceptar cosas que en una situación “normal” no aceptaríamos.

En la misma línea pero más empalagoso, está navidad Movistar presenta como gran novedad (ya se vendían en USA) el smartwatch FILIP, dirigido a un público de entre 3 y 8 años. Se trata de un reloj/teléfono “inteligente” que, además de tener las llamadas restringidas (5 números programados por padres o tutores), permite detectar siempre la posición del niño o niña (suponiendo que lo lleve puesto y en funcionamiento) y se pueden programar “zonas seguras” y “zonas prohibidas o peligrosas”, el reloj avisa al móvil de los controladores cuando sale o entra en una de ellas. Una pulsera con todas las prestaciones de las carcelarias, pero con colores llamativos, supuestamente de gusto infantil.

EL FUNCIONAMIENTO DE LOS SISTEMAS DE VIGILANCIA ELECTRÓNICA

Han evolucionada mucho, y, si no fuese por los costes, ahora todos serian GPS. Dejando al lado los detalles tecnológicos, estos artefactos se pueden clasificar, según su funcionamiento, en tres grandes grupos:

1.-Aparatos de “toque de queda” no permiten salir de una zona determinada (vivienda y zonas muy cercanas), pueden ser de todo el día (un arresto domiciliario) o sólo por unas horas, generalmente de noche (cárcel atenuada), puede restringir también los movimientos en determinados días de la semana (generalmente el fin de semana).

2.-Aparatos de restricción de una o varias zonas, son los más aplicados en violencia doméstica, pero tienen más usos, como alejar a las personas de bares donde hayan habido incidentes, alejarlos de zonas de juego…

3.-Aparatos con GPS que almacenan rutas, con ellos se puede seguir el itinerario de una persona en tiempo real o posteriormente, se puede ver si ha ido de casa al trabajo, si ha pasado por zonas restringidas… seria el más sofisticado y se puede combinar con los otros dos tipos.

LA VIGILANCIA ELECTRONICA EN LA ACTUALIDAD

La extensión de la vigilancia electrónica no se conoce con exactitud y las estadísticas son muy variables, a menudo el periodo de vigilancia es corto (de menos de 6 meses) y, en las estadísticas se contabilizan el número de presos controlados a fin de año o de mes y no muestran resultados acumulados.

Muchos países tienen diversos códigos y sistemas judiciales y sólo se utilizan los sistemas electrónicos en algunas zonas o estados. En otros no se considera una sanción penal sino un control administrativo. En algunos países se usan masivamente con los menores y estos quedan, muchas veces, fuera de la estadística. También quedan fuera los vigilados cuando están clasificados como enfermos mentales o dementes.

Un caso aparte es el de los controles de proximidad a las víctimas, donde son ellas quienes reciben la alarma, tornándose ellas en prisioneras sin condena judicial, encerradas en los límites impuestos por los instrumentos electrónicos.

Los dos países con un mayor número de vigilados globales y con una mayor tasa por cada 100.000 habitantes son los EUA y Inglaterra y Gales, el primero con 300.000 vigilados y una tasa por cada 100.000 habitantes de 97 y el segundo con 120.000 y una tasa de 227. En el resto del mundo suelen estar en el rango que va entre los 60 y ninguno. Por ejemplo Holanda tienen una tasa de 60, Polonia de 20, Francia de 17, España de 7 y Italia de 3…

Para el conjunto de Europa no se conoce ninguna cifra fiable, pero ha de estar en los alrededores de los 200.000.

LA VIGILANCIA ELECTRÓNICA EN CATALUÑA

La Generalitat tiene las competencias en instituciones penitenciarias, por tanto toma decisiones referidas a la vigilancia, que no son diferentes de las del resto de autoridades carcelarias, pero que pueden servir de ilustración.

En Cataluña el número de personas bajo vigilancia electrónica es también difícil de concretar por el tratamiento estadístico y por la superposición con el sistema penitenciario estatal. Según las estadísticas de la Generalitat son sobre un centenar (no hemos podido discernir si son datos anuales acumulados o datos mensuales…). Otras fuentes las sitúan sobre las 300 personas, pero la diferencia no es tanta, Cataluña se situaría en la parte baja del abanico de tasas por 100.000 habitantes.

Dejando a parte los datos estadísticos, la Dirección General de Servicios penitenciarios de la Generalitat de Catalunya queda claramente retratada en sus contratos para la vigilancia electrónica.

Entre 2004 y 2015 la Generalitat ha hecho contrataciones de monitorización por valor de 1.402.806€ sin IVA (1.697.395 con el IVA), la última adjudicación ha sido en agosto de 2015 y durará hasta 2018.

Los adjudicatarios has sido en todos los casos menos en uno la empresa “3M Electronic Monitoring LTD” con sede en Tel Aviv (Israel) fundada en 1994, en el 2011 ganó el concurso con el nombre de “ELMO Tech LTD”, poco después de ganar el concurso cambió de nombre a “3M Electronic Monnitoring”, esta compañía está especializada en tecnología carcelaria.

Tan solo el concurso de 2013 fue ganado por otra empresa, a pesar de que la tecnología parece ser la misma que 3M, fue al “Compañía Integral de Seguridad” (CIS) una compañía española dedicada a servicios de seguridad clásicos. El contrato conseguido por CIS fue sólo de 119.825€, el más pequeño de todos, el resto, 1.552.407€ fue a parar a 3M a a su antecesora.

El concurso concreta tres servicios básicos, el de “toque de queda domiciliario” por radiofrecuencia y radiobaliza en el domicilio (más económico), el de seguimiento con GPS y el de control de consumo de alcohol. En total se pedían como mínimo el seguimiento simultáneo de 150 presos.

Del Estado Español no hemos podido obtener datos de contratos de telecontrol ni datos estadísticos directos, pero en el 2011, cuando el número total de presos era de 69.588 (149 por cada 100.000 habitantes), un total de 2.688 personas eran vigiladas por sistemas electrónicos (5.8 por cada 100.000 habitantes)…

Es interesante considerar que el nuevo código penal se preocupa mucho de los medios de vigilancia electrónica, y se le ha añadido un párrafo en el artículo 468: “3. Los que inutilicen o perturben el funcionamiento normal de los dispositivos técnicos que hubieran sido dispuestos para controlar el cumplimiento de penas, medidas de seguridad o medidas cautelares, no los lleven consigo u omitan las medidas exigibles para mantener su correcto estado de funcionamiento, serán castigados con una pena de multa de seis a doce meses.”.

EL FUTURO DE LA VIGILANCIA ELECTRÓNICA

La tendencia, a pesar de los impedimentos legales que protegen la privacidad (al menos nominalmente), es dotar a las pulseras de diversos sensores.

De hecho actualmente las hay que miden el contenido de alcohol en sangre a través del etanol exudado por la piel, en los EUA hay ya 50.000 en funcionamiento y se están extendiendo por Europa (por ejemplo en el concurso de renting de la Generalitat de Cataluña de 2015). También se está estudiando la detección de otras drogas ilegales.

La temperatura, el ritmo cardiaco, la tensión arterial y el contenido de oxígeno en la sangre ya están disponibles aunque, que se sepa, sólo han sido implantadas experimentalmente en personas clasificadas como enfermos mentales. Bajo el paraguas de la escusa de la salud se pretenden prevenir episodios de violencia, sexuales… Un paso más seria dotar al aparato de vigilancia de la posibilidad de actuar en el caso de que el programa lo considerase necesario, una alarma acústica, una “leve” descarga eléctrico… o la inyección de calmantes.

En este aspecto la vigilancia de los presos converge con la moda de los “wearables” que podemos ver puestos en los deportistas de calle, con el agravante en el caso de estos fanáticos del ejercicio físico de que su uso es voluntario.

La vigilancia electrónica se extenderá cada vez más, ya que permite castigar eficazmente a un coste más bajo y además tiene un efecto estigmatizador que disuade a los “buenos ciudadanos”, todos conoceremos a alguien (o lo habremos experimentado directamente) que lleva un brazalete de control, alguien que tiene una condena corta por asuntos fiscales, alguien que conducía un vehículo pasado de copas, alguien que ha tenido una o varias peleas, los holigans futboleros, maltratadores… algún radical islámico o de los otros… no parece un buen futuro y de algún amanera será necesario diferenciar entre los portadores involuntarios y los siervos voluntarios (los que llevan wearables por temas de salud o de comodidad).

Para crear sistemas más robustos se empiezan a combinar la vigilancia electrónica con la biometría, por ejemplo leyendo la huella dactilar en el brazalete en momentos determinados, utilizar el reconocimiento facial en el uso de alcoholímetros a distancia, el límite es la imaginación de los tecno-carceleros.

UNA CARCEL GLOBAL Y UBÍCUA

El objetivo es encarcelarnos a todos, a los condenados en juicio, a los sospechosos, a los incapacitados, a los dementes, a los menores… a todos los infractores, el objetivo es un panóptico electrónico global, más económico y más eficiente que el actual, un sistema penitenciario del siglo XXI, no como el atrasado sistema actual, heredero de el del siglo XIX.

viernes, agosto 10

Estragoceno



El día 6 de junio pude ver en la página web de una cadena televisiva las imágenes de un orangután corriendo sobre un gigantesco árbol talado para desafiar valientemente a la excavadora que trabajaba en la retirada de lo que ya era una simple mercancía. Este suceso es una pequeña muestra de lo que, desde hace décadas, está sucediendo en Indonesia. Una tala continuada de los bosques y selvas (en otras ocasiones, incendios provocados) para obtener tierras fértiles donde poner en marcha plantaciones de palma africana en régimen, nunca mejor dicho, de monocultivo. El fruto de la palma africana permite la extracción del aceite de palma, muy utilizado en la industria agroalimentaria y como ingrediente fundamental del biodiésel con el que llenamos los depósitos de nuestros automóviles.

La noticia referida aparece en una sección denominada ‘curiosidades’. ¿Seguro? En realidad, y científicamente hablando, lo correcto sería hablar de curiosidades muy habituales. De hecho, terriblemente habituales.

Como podemos leer en el informe ‘La distribución de la biomasa en la Tierra’ del Instituto Weizmann de Ciencias y del Instituto de Tecnología de California, publicado el pasado 21 de mayo, el surgimiento de la civilización humana ha causado la desaparición del 83% de los mamíferos salvajes que ahora solo representan el 4% del total de mamíferos terrestres. El otro 96% se reparte entre el ganado, que son el 60%, y el propio ser humano, que somos el 36%. Lo doméstico, al servicio de lo humano, ha acabado con lo salvaje.

La caza de grandes mamíferos cómo el mamut desde tiempos cavernarios para la alimentación de nuestra especie, hasta la caza actual para sesiones fotográficas pasando por el exterminio de los bisontes, es uno de los factores. Otro, fundamental, y el más beligerante en los últimos 50 años, es la expansión de la agricultura industrial, que a base de monocultivos como el de la palma, o el del maíz y el de soja para alimentación del ganado están acabando con el hábitat de las especies salvajes. Y no solo de mamíferos. El abuso de pesticidas en esta trágica manera de entender la producción de alimentos es responsable de la desaparición de muchos otros animales, como muchas especies de insectos y de aves. La pesca industrial, copia fidedigna de la agricultura industrial, es corresponsable de la pérdida del 80% del total los mamíferos marinos.

Pero, ¿y el árbol talado sobre el que vemos al orangután? Ese árbol en breve hecho celulosa o quemado en una central eléctrica también es una especie en extinción. El estudio contabiliza la pérdida del 50% de la biomasa total de las plantas.

Esta época geológica, donde el ser humano es el mayor condicionante de la vida en el planeta se la conoce como Antropoceno. Algunos autores buscan nombres que definan la raíz de esta situación y hablan del ‘Capitaloceno’, en referencia al capitalismo o ‘Faloceno’, pensando en el modelo patriarcal de dominación de la naturaleza. Yo me aventuro con otro muy realista, el ‘Estragoceno’, porque somos una plaga que todo lo destruye.


Gustavo Duch

martes, agosto 7

Karl Marx: Una fatalidad

Recientemente se ha cumplido el bicentenario del nacimiento de Marx. Este acontecimiento ha recibido la atención de diferentes articulistas que han aprovechado la ocasión para hablar de esta figura histórica, generalmente en términos aduladores. Por esta razón es hora de hacer una valoración de las ideas contenidas en la obra de Marx, aunque sólo sea de forma muy general, para examinar con la perspectiva del tiempo histórico las consecuencias de las mismas.

En primer lugar hay que señalar que Marx es el fundador de una gran ideología que, a diferencia de todas las demás, lleva su nombre. Esto es bastante indicativo de la naturaleza tanto de sus ideas como del gran movimiento político que se inspiró en ellas y que adoptó el nombre de marxismo. La preeminencia de la figura de Marx como gran autoridad, tanto ideológica como intelectual y política, constituye un elemento central en el marxismo que viene complementado con el no menos notorio culto a la personalidad que tanto ha caracterizado a las organizaciones basadas en esta ideología.

Sin lugar a dudas la obra de Marx es prolija. Pero en el balance final que puede hacerse de esta es incontestablemente negativo, al menos si nos remitimos a las consecuencias que sus planteamientos ideológicos y filosóficos han provocado. En lo que a esto respecta son numerosos los ejemplos históricos de aquellos países en los que las ideas de Marx fueron puestas en práctica, o que en su caso inspiraron la instauración de regímenes autodefinidos como socialistas o populares. El resultado fue en todos los casos, sin excepción, la creación de inmensas distopías llenas de terror, violencia, corrupción y miseria. Ahí tenemos el caso de China donde el partido-Estado ejerce un dominio omnímodo sobre la sociedad, y donde la desigualdad y la falta de libertad es rampante. Pero también están otros casos no menos reseñables como el de Corea del Norte, Cuba, la URSS, la RDA, la Rumanía de Ceaucescu, la Albania de Enver Hoxha, la Camboya de Pol Pot, etc. Bien podrán decir los acólitos del marxismo que estos ejemplos son desviaciones de las ideas de Marx, y que estas no fueron puestas en práctica tal y como fueron pensadas por el propio Marx. Lo cierto es que este argumento, a la luz de los hechos, no se sostiene, y hoy vemos cómo la izquierda en todo el planeta está completamente desacreditada al igual que las ideas de Marx en las que históricamente buscó inspiración. Incluso aquellas organizaciones que sin ocupar posiciones de mando toman como referencia la obra y pensamiento de Marx demuestran en su práctica cotidiana, al igual que en el obrar de sus máximos representantes, la verdadera faz de las ideas marxistas: corruptelas, clientelismo, luchas de poder, violencia, sectarismo, autoritarismo, etc.

Si Marx se ha caracterizado por algo es por su completa falta de originalidad a la hora de desarrollar su propio pensamiento, hasta el punto de que la mayoría, por no decir la totalidad, de sus ideas sólo son préstamos tomados de otros autores que le precedieron. Lo esencial de su pensamiento ya estaba contenido en las obras de los materialistas franceses, especialmente de los fisiócratas, pero también en autores del mundo anglosajón como Adam Smith o David Ricardo, sin olvidar la más que obvia deuda intelectual con Hegel del que tomó su lógica dialéctica y la aplicó a los procesos históricos y sociales.

Marx ha pasado a la posteridad por haber sido uno de los personajes históricos que más daño ha hecho al pensamiento humano. Sus logros en este sentido son dos. El primero es haber articulado una gran narrativa en la forma de sistema de pensamiento que pretende explicarlo todo. En esto el marxismo no se diferencia en nada importante de ninguna religión pues al igual que estas se fundamenta en una serie de axiomas que operan como dogmas, y a partir de ellos desarrolla toda su lógica argumental y explicativa con la que organiza el mundo. Axiomas que por supuesto no están demostrados en modo alguno. Pero además de esto el marxismo se caracteriza por no dejar espacio para el libre pensamiento al implantar todo un sistema de ideas esencialmente cerrado que gira en torno a su propia lógica interna que se encarga de reproducir ad infinitum. Es de sobra conocido cómo el marxismo, allí donde han sido implantados regímenes políticos inspirados en esta ideología, ha suprimido toda libertad de conciencia y ha impuesto a la sociedad su particular forma de pensar que, para legitimarse, se ha presentado como científica y objetiva. Y ahí es donde el marxismo llegó a ser algo más que una ideología al pretender mostrar las leyes impersonales que rigen la historia, y que proporcionan el conocimiento preciso para transformar el mundo en un sentido revolucionario. De ahí que Lenin exclamase que el marxismo es todopoderoso porque es cierto.

El marxismo viene a ser una religión política en la que Marx es su profeta encargado de mostrar la verdad revelada constituida por el marxismo como nueva fe. El Capital, junto a otras obras como El manifiesto comunista, es la biblia de este credo político. En esa biblia está contenido el conocimiento que, en forma de leyes históricas, sociales y económicas, rige el universo y en virtud de las cuales este puede ser transformado. El partido comunista es la iglesia en la que se organizan los líderes de esta fe encargados de conducir a la comunidad de fieles, compuesta por el movimiento obrero, hacia el paraíso terrenal del comunismo, ese nuevo cielo en la tierra. La revolución viene a jugar el papel del día del juicio final, la gran catarsis que redimirá a los justos y condenará a los malvados. Engels, Lenin, Trotsky, Gramsci, Stalin, Mao, etc., son los apóstoles de esta religión que se ocupan de impartir directrices y desarrollarla en su puesta en práctica. Junto a ellos están los intelectuales comprometidos, esa vanguardia revolucionaria que vela por la ortodoxia ideológica en el seno del movimiento obrero y de la iglesia que constituye el partido. Son un nuevo clero que se encarga de decir lo que está bien y mal, lo que es aceptable y lo que no lo es, lo correcto e incorrecto, porque ellos están imbuidos de un conocimiento objetivo, científico y sobre todo auténtico que los convierte en una autoridad indiscutida. Y finalmente nos encontramos con el Estado que es en todo esto el nuevo Dios que nos salva. Un Dios mortal que en las manos correctas nos redime y actúa de manera benéfica, completamente desinteresada, para construir una nueva humanidad.

El segundo gran logro de Marx contra el pensamiento humano es su reduccionismo. Un reduccionismo que consiste en enfocar el mundo, y consecuentemente todos los procesos humanos, a través de una perspectiva tan limitada como la que ofrece la filosofía del materialismo histórico. Una filosofía que reduce al ser humano a la condición de estómago con patas al afirmar que el hecho fundamental de la sociedad es la producción, y por tanto la forma de obtener los medios de vida. La economía, y con ella las relaciones de producción, son la base de toda sociedad y el elemento determinante de su desarrollo histórico en la medida en que todos los restantes procesos sólo son epifenómenos de la base material y económica sobre la que se organiza la sociedad. Se trata de una concepción del mundo y de la vida esencialmente burguesa, y que sólo entiende la realidad en términos económicos, y por tanto numéricos y monetarios. Para el marxismo todo es una cuestión de beneficios económicos, de rentabilidad y productividad, y en última instancia de dinero.
El economicismo del marxismo, algo que comparte con el liberalismo, lleva a cabo una deformación profunda de la realidad al afirmar que el poder económico que se forma en las relaciones de producción es el que articula la superestructura política, de manera que esta última depende en todo lo esencial de la economía. El Estado, entonces, es el resultado de las relaciones sociales que se desenvuelven en la economía, y por tanto la consecuencia directa de la existencia de relaciones de explotación en la que la clase privilegiada se dota de los medios de coerción precisos para mantener su posición dominante. Esto es lo que condujo a Marx a considerar el gobierno del Estado moderno la junta que administra los negocios comunes de toda la clase burguesa. Sólo la ruptura revolucionaria que conduzca al proletariado a la conquista del Estado puede hacer que este comience a funcionar en interés de la clase obrera al mismo tiempo que reprime a la clase explotadora. Un planteamiento que en modo alguno resiste cualquier análisis histórico del surgimiento del Estado y de su posterior evolución, y lo mismo cabe decir de los sucesivos intentos de poner en práctica las ideas de Marx.

El marxismo, con su economicismo, ha hecho lo imposible para presentar la economía como el factor determinante de la política. Y al hacerlo ha socializado entre la clase obrera una concepción burguesa del mundo que sólo tiene en cuenta los beneficios económicos, el dinero, la rentabilidad, etc., y que entiende todo, absolutamente todos los fenómenos sociales, en esos términos. El marxismo ha demostrado ser así un agente aburguesador de la clase obrera al sumirla en una ideología que rinde culto a la economía y al logro del máximo beneficio, y para la que el dinero y la producción lo son todo. El marxismo consiguió que la clase obrera aprendiese a pensar, sentir, ser y obrar como la burguesía, y sobre todo a resultarle apetecible todas aquellas cosas que precisamente le parecen apetecibles a la burguesía. El marxismo convirtió al burgués en el espejo en el que el obrero pasó a mirarse. Esto fue llevado hasta el punto de convertir la condición burguesa en la principal aspiración obrera. De este modo el marxismo preparó y ejecutó la derrota ideológica del movimiento obrero frente a la burguesía.

La imagen que el marxismo presenta de la realidad, especialmente en su versión socialdemócrata, es la de un mundo en el que banqueros, empresarios, etc., constituyen el poder económico que controla y dirige el Estado como máxima institución del poder político. El Estado sirve a los intereses de los capitalistas porque sólo es una maquinaria, un instrumento de opresión que, sin embargo, puede cambiar su finalidad si es controlado por el proletariado, y más concretamente por los representantes de esta clase social. Entonces el Estado se convierte en un ente salvador y benéfico que redime a la sociedad al pasar a estar a su servicio en la medida en que es dirigido y organizado según los preceptos establecidos por Marx.

Lo cierto es que Estado y Capital constituyen a día de hoy una misma y única realidad. Tal es así que el Estado es el principal poder económico en la sociedad al apropiarse de una porción del PIB por medio del gasto que ninguna corporación privada alcanza, llegando en algunos casos al 50 ó 70% del mismo. Esto hace que el Estado, con sus presupuestos, sea la organización que mayor cantidad de recursos financieros, económicos y materiales controla y gestiona, sin olvidar la ingente cantidad de funcionarios que tiene a su servicio como mano de obra (el Estado español dispone de aproximadamente 3 millones de funcionarios, más que ninguna corporación privada). Asimismo, ninguna empresa del capitalismo privado tiene la capacidad de gravar la economía con impuestos y menos aún de regularla por medio de innumerables organismos y agencias de las que dispone el Estado, sin olvidar las leyes que organizan tanto el mercado como la economía en su conjunto. El Estado se sirve en primer lugar a sí mismo, sólo después sirve al Capital y lo hace en la medida en que esto le permite servirse de este para conseguir sus propios objetivos que, obviamente, trascienden lo puramente económico. Si el Estado es algo es un maximizador de poder y no de beneficios, tarea que históricamente dejó en manos de la burguesía.

Vemos cómo la izquierda, una y otra vez, apoyada en esa mitología ideológica expelida por el marxismo, ahonda en esa reaccionaria y anticuada idea de defensa del Estado como remedio de todos los males. Y lo hace con el claro propósito de promocionar a sus líderes a la condición de burguesía de Estado encargada de gestionar los ingentes recursos que dicha organización concentra. La burguesía de izquierda martillea la conciencia de la sociedad mediante la repetición sistemática del discurso marxista, y sobre todo socialdemócrata, de que el Estado nos salva, y que desde sus instituciones es como puede cambiarse la realidad injusta del capitalismo. En este sentido el marxismo anula la capacidad reflexiva del sujeto y ciega a quienes se dejan embaucar por un discurso ensordecedor que no se atiene lo más mínimo a los hechos concretos. El resultado es la permanente postración de la clase sometida bien al Estado o bien a una casta de charlatanes que dice representarla.

En todo esto huelga decir que la extinción del Estado como meta última era para Marx una mera concesión retórica para acallar las críticas, pero difícilmente puede conseguirse la desaparición del Estado cuando lo que se propone es su progresivo fortalecimiento y crecimiento, siempre a expensas de la sociedad, mediante la administración de la dominación. La falta de coherencia entre medios y fines, al plantear que el Estado puede ser desvinculado de los fines para los que fue creado (la opresión de la población por una minoría organizada), es lo que lleva una y otra vez a los mismos resultados que hemos podido comprobar en diferentes lugares como la URSS, China, Cuba, etc. En todos ellos apareció una nueva elite dirigente, una burguesía de izquierdas, que oprimió a la población con mayor saña que sus predecesores.

El culto al Estado es un rasgo definitorio del marxismo y de todos los partidos que se adhieren a esta ideología. No por casualidad el fascismo nació en la izquierda e hizo de ese culto al Estado su principal divisa política, a la que le siguió el culto a la personalidad que tanto predicamento tiene en la izquierda. Es lo propio de una ideología totalitaria en la que la libertad y la ética nada importan al estar supeditadas al principio de eficacia política en la lucha por el poder. Sin lugar a dudas la razón instrumental ha sido un elemento fundamental en la práctica de las organizaciones marxistas, lo que unido a las ideas desarrollistas, productivistas e industrialistas hacen explicable que cuando el marxismo ha sido puesto en práctica haya producido sociedades distópicas llenas de sufrimiento para la población.

El balance general que puede hacerse de las ideas de Marx, y más específicamente de su sistema de pensamiento, es negativo. La historia, a la que los marxistas siempre han considerado el último juez, da suficientes pruebas de la negatividad intrínseca de una ideología que tanto daño ha producido a la humanidad. Una ideología que se empecina en separar al capitalismo del Estado cuando es el Estado el que crea, protege y reproduce el capitalismo. Una ideología que hace de la principal causa de los males de la humanidad, el Estado, el remedio de esos mismos males que produce. El marxismo, junto al izquierdismo que le es intrínseco, merece el repudio de todos los que amamos la libertad, y que por ello mismo aspiramos a un mundo sin amos ni esclavos, sin explotadores ni explotados, sin jefes ni súbditos, sin gobernantes ni gobernados, sin opresores ni oprimidos. Por todo esto Karl Marx sólo puede ser considerado una fatalidad que únicamente merece estar en el cubo de la basura de la historia.


Esteban Vidal

sábado, agosto 4

La edición del genoma: hacia la apropiación de la naturaleza, hacia la mercantilización de la vida.


Mientras se siguen desarrollando y elaborando nuevos modelos de la tecnología de edición del genoma CRISPR CAS9 (CRISPR CAS9 la máquina de editar el genoma ), continúa la batalla para ver quién se quedará con la patente (y los miles de millones de dólares que generará), si la universidad de Berkeley, el Instituto Broad (Universidad de Harvard) o el Instituto de tecnología de Massachusets, el MIT.

De momento hay dos grupos de patentes con posibilidades, una de Berkeley, muy genérica y una segunda del Instituto Broad específica para células eucariotas, de hecho Broad té 13 patentes tramitándose, a primeros de año la Oficina de Patentes dio parcialmente la razón a Broad frente Berkeley.

Las numerosas empresas biotecnológicas, muchas de ellas participadas por los investigadores principales y financiadas por fondos de capital riesgo, están a la espera de una resolución que dé el pistoletazo de salida para la explotación comercial en profundidad de la tecnología.

Cualquier empresa que quiera utilizar las patentes se encuentra con dos instituciones a las que abonar los royaltis. Es el caso de Intelli Therapeuticas, CRISPR Therapeutics y editaré Medicine dedicadas a desarrollar productos para la salud humana, y Caribou Biosciences, ERS Genomics y el mismo Broad Institute dedicados al sector agrícola, la creación de herramientas de investigación y “modelos animales “de enfermedades humanas.

Obstáculos en el desarrollo de las “soluciones” CRISPR CAS9

No todo serán buenas noticias para los biotecnócratas, a mediados de 2017, el 30 de mayo, se publicó un artículo que vinculaba la aparición de mutaciones no deseadas (unos cientos) a la aplicación de la CRISPR, el artículo provocó una conmoción en el sector, una bajada generalizada de las valores de las acciones de las empresas biotech y una amenaza de retirada de la financiación. A raíz de esto la Academia cerró filas alrededor de la técnica, los equipos de investigadores, los centros, los institutos, las universidades se lanzaron sobre los autores, consiguiendo en un tiempo récord una retractación publicada en la misma revista (retractación) … a pesar de todo, en la retractación, de hecho lo que se dice es que faltan más datos y se necesitan más estudios para poder afirmar que CRISPR CAS9 provoca estas mutaciones, al contrario de lo que dice el principio de precaución que debería ser a al revés, los defensores de la técnica deberían demostrar que es inocua.

A pesar de que no han sido tan mediáticos (no han provocado bajadas de la cotización en bolsa que es el índice de calidad científica más empleado actualmente) hay más estudios que piden precaución antes de generalizar la edición genética. Por ejemplo uno que estudia la variabilidad genética individual que puede provocar errores en el funcionamiento de ARN guía diciembre de 2017 (individualidad del genoma ), u otra de que detecta reacción inmunológica contra la parte proteínica (la enzima nucleasa) de la sonda editora …

Parece claro que el sistema científico / industrial no quiere soltar una oportunidad de oro para apoderarse de la vida, patentar y venderla de nuevo, es un sueño de dominación, un sueño que para nosotros es una pesadilla.

Los evidente riesgos del método CRISPR CAS9.

Para nosotros el principal riesgo es la existencia misma de esta tecnología, ya que todo lo que es posible hacer acabará haciendo, ya sea “mejoramiento” de los humanos, nuevos organismos OGM, la división de la humanidad en clases genéticas … pero hay otros problemas, básicamente los de seguridad, ligados al uso militar y los liberación accidentales.

En este marco, el Servicio de Inteligencia de EE.UU. clasifica la edición genética como una amenaza importante, al mismo nivel que las bombas nucleares de Corea, los misiles de crucero rusos o las hipotéticas armas químicas de Siria.

En su web ( web director inteligencia ) consideran que el bajo coste, sencillez y facilidad de uso puede dar lugar a “un mal uso deliberado o accidental que podría tener amplias implicaciones económicas y de seguridad nacional” ( edición genética arma de destrucción masiva ).

A pesar de que el entramado bioindustriales ha conseguido poner sordina a estas consideraciones, queda claro que los “malos” (la CIA, la NSA … etc) ven un riesgo cierto en la edición del genoma, un riesgo para la hegemonía y la existencia de su estado y su entramado corporativo … muchos más motivos tenemos nosotros pe ver el riesgo de dominación que implican !!.

POR UN MUNDO LIBRE Y SALVAJE
 
 
 Extraído de negre i verd

miércoles, agosto 1

Está llegando




 El reloj interno que te despierta a las siete de la mañana es
el capitalismo hecho entraña.

Ana PÉREZ CAÑAMARES


Aquí es donde nos sajan los párpados
cada mañana de lunes.
Pero hoy era un día para acariciar
nuestros huesos sin resuello.
Hoy era un día para volver a llenar los pulmones
hasta el próximo despertador;
uno de esos fragmentos de vida
en los que nos alargan la cadena
y salimos a besar la luz.

Sin embargo, aunque nuestros cuerpos
yacen ardientes de cansancio y oleaje,
la sangre nos sigue palpitando
a ritmo de salario, de engranaje, de fichero.

De una forma u otra,
su victoria consiste
en continuar quitándonos el sueño.


  Alberto García-Teresa
 Aparecido en el nº 2 de La Tormenta