Cuando la multitud hoy muda, resuene como océano.

Louise Michel. 1871

¿Quién eres tú, muchacha sugestiva como el misterio y salvaje como el instinto?

Soy la anarquía


Émile Armand

lunes, febrero 26

La dictadura invisible

El sistema capitalista con la democracia como estandarte y forma de gobierno se afianza en las condiciones materiales por las que aglutina a la sociedad entera, el progreso y los avances tecnológicos y científicos son sus grandes valedores. Fue la seducción y la sacralización por la mercancía la que hizo de ella un fetiche. La máquina se consagró como la servidora del hombre moderno y conquistó en buena medida su espíritu. 
 
El fenómeno técnico incidió en la producción de mercancías para dotarlas cada vez más de eficiencia en su uso. Primaba la eficacia por encima de otros aspectos. La técnica se propagó por medio de la industrialización como la salvadora de la escasez de mercancías, sin embargo, causó un grave daño a la Naturaleza y al medio ambiente al fomentar el consumo a gran escala y la acumulación de dinero y Capital derivado del comercio internacional, provocando la concentración del mismo y causando graves desequilibrios entre la sociedad, fomentando la división y por lo tanto la jerarquización. 
Los avances científicos en el campo de la medicina también han seducido a la sociedad, prometiendo una vida más longeva y hasta de una mayor calidad, sin embargo, esto no ha sido así. En muchos casos, la vida es más larga pero de peor calidad, en el aspecto espiritual vemos una degradación que conduce a más enfermedades de todo tipo. La estimulación a partir del consumo de drogas legales e ilegales para tratar de remediar una vida decadente es un síntoma de una sociedad enferma y fallida.
 
No obstante, la seducción por una vida placentera y cómoda sin demasiados contratiempos que da al hombre moderno cierta seguridad, lo acaba atrapando en una vorágine de consumo. El desasosiego y el aburrimiento son reemplazados por el espectáculo y el entretenimiento. 

En esta coyuntura el sistema de dominación no es percibido como tal porque hay una falta de estímulos naturales que provengan del individuo y que lo atenazan permanentemente. La incapacidad y la impotencia son percibidas como estados anímicos que conducen a la desesperación y éstos deben ser sustituidos por la propaganda; la televisión, la radio, internet, la música y el cine entre otros medios actúan como catalizadores y ayudan a olvidar los estados de sufrimiento y angustia en la que nos vemos inmersos de una forma u otra durante nuestras vidas.
 
El Capitalismo nos ofrece el remedio a nuestro mal. Es causa y efecto tanto de la enfermedad como de la cura que nos oprime y sujeta constantemente. 

El primer estadio de dominación del sistema capitalista es espiritual, por lo que se vale de las debilidades psicológicas del individuo moderno para manipularlo a través de la propaganda.

Investigar sobre las fuentes del conflicto psicológico en las que estamos inmersos en mayor o menor grado debe ser el primer objetivo que debemos conquistar para desentrañar los medios por los cuales somos atraídos una vez y otra al circulo vicioso que nos seduce y propone constantemente el sistema dictatorial. 
 
 

viernes, febrero 23

Consideraciones en torno al agotamiento del acuífero del Mediterráneo, en la Plana Baixa

En los años 60´s comenzó la explotación industrial en la agricultura, mediante la aplicación del saber especializado de la técnica y la química. Pronto este modelo –de crecimiento ilimitado- se había impuesto ante las diferentes formas de producción agrícola. Este proceso industrial -despilfarrador y extractista del territorio- con el paso de los años está mostrando su cara menos amable con consecuencias tan desastrosas  como el agotamiento de las tierras de cultivo, de las materias primas y del agua. Y con otras consecuencias sociales derivadas de la introducción de tecnologías poco convenientes para el medio natural y que degradan la tarea productiva.

Una muestra, la tenemos, en el agua que contiene el subsuelo de las huertas de Vall d´Uxo [1] junto al rio Belcaire. El agua dulce que contenía su acuífero ha sido trabucada por agua salada, por su sobre-explotación y su expulsión. La paradoja no acaba aquí y adquiere tintes delirantes cuando, Coca-Cola -la multinacional más derrochadora de agua dulce del planeta- dice que reflotará el acuífero mediante su programa  de “Cítricos Sostenibles”. En un claro intento de tratarnos como imbéciles, ya que este programa es solo una táctica de limpieza de imagen  para su ampliación sectorial, y encubridora, al eliminar toda contestación ecologista hacia su empresa y su marca.

La industrialización y la petrolización en la agricultura es la forma más rápida de lucro sobre el terreno, al mismo tiempo que el ejercicio más perjudicial para el medio ambiente. Este es uno de tantos ejemplos que muestran las consecuencias de este proceso, bajo la mascara teatralizada de la defensa medioambiental. El hecho de que el acuífero perteneciente al río Belcaire y sus aguas subterráneas se hayan convertido en agua salada es un problema, extendido y similar en toda la vertiente mediterránea, en más o menor  intensidad. Los problemas de esta situación derivan en diferentes amenazas; por un lado el elevado vertido de productos químicos derivados del petróleo -utilizados en la agricultura- que acaban en el subsuelo y que ha contaminado el líquido por filtración, y por otro, el problema ya conocido de sobre-explotación de los acuíferos, agravado por  la ley natural de vasos comunicantes que ha rellenado el acuífero de agua salada. Hace años ya hubieron señales de peligro pero todos miraron a otro lado, por la mentalidad economicista y lucrativa. Fue cuando las instituciones decidieron que el agua no podía ser potable al contener un 2% de sal, pero el proceso continuo hasta llegar al 100% de salinización.  ¿Y ahora toma la iniciativa una multinacional exportadora de agua?

La demandada abundante de agua dulce es causada por la ampliación de terrenos para el cultivo de regadío, en unos que anteriormente eran de secano (almendro, olivo y algarrobo)  o simplemente, montañas de roca y vegetación silvestre. Esto ocurrió sobre la zona de la Plana Baixa y casi toda cuenca mediterránea, a partir de los 60´s y trasformó profundamente el paisaje para explotarlo económicamente. Al mismo tiempo fue lanzada la campaña de exportación del cítrico español hacia la Europa. La agroindustria  campaba a sus anchas y con ella las grandes cantidades de demanda de agua. La exportación de productos agrícolas conlleva un aumento de la producción y de trasvase de agua. Aunque a primera vista parece superfluo, si nos vamos a los datos, son 4 millones de litros los llevados a Europa desde la costa mediterránea año tras año. [2] Además del excesivo gasto de agua, también está el peligro de su putrefacción, causada por la contaminación de las tierras de su propia cuenca hidrográfica. Esta contaminación proviene del laboreo de sus las tierras, por el uso y abuso de sulfatos, de abonos nitrogenados, plaguicidas y vertido de venenos sobre el suelo. En la cabecera de la balsa de regadío se mezclan los venenos con el agua para su distribución por el riego a goteo, unido a la costumbre de pulverizar todos los días y a toda hora, sin ningún miramiento sobre los problemas que ocasionan en el medio y el terreno.

Ahora que el acuífero y el agua del subsuelo de la Vall d´Uxo está completamente salada, la Administración, la Universidad, las empresas público-privadas químicas y Coca-Cola, nos dicen que gracias a sus análisis van a reflotar el acuífero y ahorrar la cantidad de agua para riego. El procedimiento le llaman “Cítricos Sostenibles”un proceso pionero de recarga artificial de agua dulce que se inyecta de nuevo al acuífero, sacada de otros acuíferos cercanos y de agua residual de la población.  El negocio es redondo y perpetúa el peligro de otros acuíferos a sufrir las mismas consecuencias. El proyecto toma los cítricos de los agricultores para la supervisión; a los técnicos de la universidad y sus satélites empresariales; la financiación del Estado; y la multinacional Coca cola, que es la gestora

En la página web de la citada multinacional nos avanza que “la meta es ahorrar durante los dos próximos años alrededor de 800 millones de litros de agua, lo que equivale al contenido de 320 piscinas olímpicas”. [3] Nada más y nada menos. Cuando la forma de ahorrar agua, es disminuir la cantidad en su uso, y para ello reducir la extensión de cultivo de regadío. Entre otras cosas, volver al cultivo autóctono del territorio y acorde a la pluviometría y la riqueza de la tierra. En toda la vertiente mediterránea el cultivo es el olivo, almendro y algarrobo... Son los arboles poco demandantes de agua y de venenos, y que al mismo tiempo nos definen la vegetación de la cuenca de Mediterráneo.

La multinacional y su fundación Coca Cola quedan bien paradas. La fundación dona una gran cantidad de dinero a un buen número de asociaciones, entre ellas las  ecologistas, y con ello silencia todo tipo de posibles denuncias relacionadas con la actividad de la empresa, ver tabla [4]. Además la trama de las fundaciones beneficia a la mutinacional ya que cotizan menos impuestos que las empresas. Todas estas jugadas empresariales son un lavado de imagen, que esconde otras agresiones que ha realizado la empresa sobre el territorio, quedando silenciadas, como la sobreexplotación de acuíferos que realizó en El Salvador que dejó a 30.000 personas sin el agua necesaria para vivir.

 “Cítricos Sostenibles”, contiene palabras y lemas biensonantes aunque de ambiguo contenido, al decirnos que es “una iniciativa que busca mejorar la competitividad y sostenibilidad de la producción de cítricos en España mediante el impulso de la fertirrigación eficiente (fertilización y riego) en zonas sometidas a estrés hídrico.” El capitalismo verde ha llegado hasta para la Coca Cola, que con el beneplácito municipal va a poner en marcha nuevas formas de lucro. Mientras lo único que podría mitigar el drama sería eliminar todo cultivo perjudicial para el territorio en su más amplia expresión. La sobre-explotación de acuíferos y fuentes naturales tiene consecuencia desastrosas en el territorio. En nuestra comarca tuvimos una amenaza en la misma línea planteada con la instalación de la empresa DAFSA, que los vecinos no fuimos capaces de frenar y cuyas consecuencias todavía no se han analizado seriamente.


Alfonso Soler colaborador de El Eco del Palancia

Notas
[1] https://elpais.com/ccaa/2017/10/27/valencia/1509116224_088202.html  
[2] http://www.agronegocios.es/digital/files/planstar/Sanfeliu_pstar_citricos_valencia.pdf
[3]  https://www.cocacolaespana.es/historias/acuiferos-castellon
[4] http://www.coca-colacompany.com/content/dam/journey/us/en/private/fileassets/pdf/our-company/2015-PIDC-Contributions-Report.pdf

martes, febrero 20

"¿Y qué pasa con lxs matarifes?"

Durante el programa de La Sexta, “Salvados” acerca de la industria ganadera, se mencionó la explotación laboral que sufren los matarifes. Incluso se entrevisto a una de sus líderes que entre otras lindezas dijo (lo escribo de memoria, así que quizás no sea exacta y minuciosamente las palabras que uso. O quizás sí. Lo que esta claro es que si no fueron estas fueron unas muy similares ya que se me quedaron grabadas): “A mi me encanta el cuchillo. Me encanta. Me encanta clavarlo, descuartizar. Tú me das un cerdo o una vaca y te hago un muñeco de nieve” expresiones a todas luces de una psicópata, sin ningún tipo de empatía o solidaridad con sus víctimas. Incapaz de ponerse en su lugar, de sentir el sufrimiento y el dolor ajeno. Incluso regocijándose en sus matanzas y crueldades. ¿Que pasaría si esas respuestas fueran al verdugo de víctimas humanas? A cualquier criminal de guerra, o asesino en serie… Si ves diferencias, es ahí donde empieza el especismo. La discriminación arbitraria hacia otros, desde una perspectiva supremacista por el simple hecho de no ser como el verdugo. Nunca sabremos si estas psicopatías ya vinieron con la entrevistada o nacieron a raíz de pasar tantas horas, días, quizás años, en los campos de concentración de animales no humanos. Por el contrario, conozco casos de personas que han tenido que “trabajar” (?¿) en esos lugares, y han abandonado todo, se han hecho vegans e incluso han montado un santuario animal y dedican toda su vida en la defensa de los animales a raíz de los horrores que tuvieron que presenciar.

En cualquier caso, está claro que en esos campos de concentración también llamados mataderos, a quienes esclavizan, torturan descuartizan y asesinan son a los no humanos. Que no digo que sus verdugos, que al fin y al cabo no son mas que el último eslabón de una cadena cruel, psicópata y asesina, no sufran explotación laboral, no se si mas o menos que el cualquier otro lugar donde priman las ganancias económicas por encima de todo. Lo que sinceramente me cuesta imaginar es que en el momento de la liberación de los campos de concentración nazis, por ejemplo, alguien dijera: “joder, si estamos mas preocupados de como sufrían las víctimas de los campos: judios, homosexuales, rojos y anarquistas, vagabundos, gitanos,… que los pobres jóvenes soldados nazis, obligados a trabajar en esas condiciones” o “¿Los campos de concentración? ¿El sufrimiento y la matanza que se viven dentro? ¿Y que me dices de los verdugos, de los soldados nazis, y la explotación laboral que sufren?.” Estamos de acuerdo en que no solo sería absurdo sin necesidad de negar la explotación que pudieron sufrir en algún momento los jóvenes alemanes obligados a ser soldados del III Reich, sino que comentarios de ese tipo serían extremadamente crueles y ofensivos. Igualmente me costaría mucho empatizar con algún líder de esos nazis cuando al preguntarle si le gusta lo que hace en los campos de concentración respondiera “A mi me encanta el cuchillo. Me encanta. Me encanta clavarlo, descuartizar. Tu me das un judio o un homosexual y te hago un muñeco de nieve” incluso aludiendo a posibles problemas mentales que haya desarrollado al vivir el holocausto.

Tenemos el especismo, la discriminación y el supremacismo muy arraigado profundamente en nuestras mentes. Hasta tal extremo de ser capaces de empatizar mas con verdugos que con víctimas, “porque son de mi misma especie (aquí igualmente podrías cambiar especie por genero, etnia, condición sexual,…)” Pero igual que somos capaces de ver y luchar contra otras discriminaciones que no siempre llevan a generar tanta opresión y terror como el especismo hacia sus víctimas, debemos perder el miedo a deshacernos de nuestros privilegios, ponernos en el lugar de las víctimas, y luchar contra la opresión, aunque no nos afecte a nosotras directamente. Si solo luchamos contra aquello que nos afecta negativamente directamente a nosotras, no es solidaridad, ni estamos llevados por ideales revolucionarios, sino es egoísmo e interés personales puro y duro. Y mas cuando somos capaces de solidarizarnos antes con verdugos que con quienes son claramente las víctimas de todo esto.


sábado, febrero 17

Primera puñalada al nacionalismo

Ya disponible la primera parte de esta colección recopilatoria de textos anarquistas contra el nacionalismo. En el primer número, podéis encontrar los siguientes textos:

-Patria y humanidad

-La patria

-El nacionalismo como relegión política

-Multiculturalismo, capitalismo y nacionalismo

-Espacio, territorio y cultura

-Nación y nacionalismo: el atractivo manjar envenenado

-Extractos de “El persistente atractivo del nacionalismo” de Fredy Perlman

-Diferencias entre nacionalismo y anarquismo

-Cataluña dentro del movimiento populista

-Algunas consideraciones sobre la situación actual en Cataluña y la actuación de las anarquistas

-Sobre el procés, patria, independencia y estado

Podéis descargar de aquí http://contramadriz.espivblogs.net/files/2018/01/primera-pu%C3%B1alada-al-nacionalismoFIN1.pdf el PDF o encontrarlo en distribuidoras, locales y centros sociales de diversos puntos del Estado. Su precio de venta al público es de 2 euros, siendo 1,5 el precio de venta a distribuidoras. Para realizar pedidos (o mandar propuestas de textos para futuros números) escribir al siguiente correo: grupotension@inventati.org

miércoles, febrero 14

El sermón de Bilderberg


Bienaventurados los mansos televidentes,
los desdentados sentados a la mesa de la precariedad,
los que con la papeleta en la mano nunca dudan
y votan a quien el televisor les ha dicho que hay que votar.

Bienaventurados los que callan en la calle,
los que no hacen preguntas,
los que viven en un anuncio de publicidad.

Bienaventurados los que distinguen un terrorista de un economista,
los que nunca vieron una pelota de goma,
los que con los guantes puestos hablan de paz.

Bienaventurados los que conducen a doscientos,
los que arrasan la Tierra y previenen el cambio climático
construyendo campos de golf, para que esté todo más verde,
que la muerte nos coja en bañador.

Bienaventurados los reyes, los comisionistas,
políticos y banqueros terroristas,
los que miran en su asiento desde un piso 33,
los sedientos de tu bolsa y su 4%,
los que viven en el IBEX sin dolor y a todo tren.

Bienaventurados los bien cebados con chalets regalados,
los alcaldes engordados por mi amigo constructor,
los políticos adosados al mito de que ahora
al patrono explotador se le llama emprendedor.

Bienaventurados los que ríen en las revistas a color,
los que no tienen corazón, los todólogos tertulianos,
mercenarios y sicarios al servicio del mercado,
te convierten en tarado y te dicen, de rodillas,
yo cocino tu tortilla, te has quedado sin alternativas,
pues ya sabemos que con la izquierda todo nos irá peor.

Bienaventurados los presos de la fábrica de montaje,
la cadena perpetua, el salario fordista revisable,
los amordazados sin ley mordaza,
los demócratas, los patriotas, los tristes pelotas del santo capital.

Bienaventurado mi Iphon que me protegerá
de las grasas saturadas, de las patas de gallo,
de Kropotkin, de Kierkegaard, de Juvenal,
qué digo, de la próxima reforma laboral.

Bienaventurada la prima de riesgo, las centrales nucleares,
los episodios de fuga silenciados a raudales,
el rocío, las faldas de lunares,
el polvo, el camino peregrino
por la raya de farlopa, viva Europa,
que a Sevilla la corrupción la galopa
del político al rociero pasando por el pelota.

Bienaventuradas las mordidas, las corbatas bendecidas,
las mulatas, las chaquetas,
los equipos, sus camisetas, con letreros vanguardistas
promocionados por Estados terroristas,
porque aquí lo que sobra son pacifistas extremistas,
leyes y agujeros para que se den los baños
los ríos de los dineros
y en paraíso fiscal tome el sol el futbolero
y al trullo, por capullo, el titiritero.

Bienaventurada la mujer en la orgía capitalista,
las violaciones masivas, por activa y por pasiva,
la guerra que no entienden
los que viven pensando en diciembre,
pero participan
por la paga y por el humo,

yo de aquí ahora me esfumo, saturado, empalagado,
el consumo nos consume, nos encoje, nos destruye,
nos embarca en una sucia vida suicida,
triste, opaca, yo te digo, ven, escapa, huye.

Alegraos, regocijaos, saltad de gozo, están con vosotros
el Imperio del mercado y el fascismo de baja intensidad,
y de este modo os seguiremos adormeciendo, susurrando,
hasta el día del juicio final.


Antonio Orihuela. Pelar cebolla. Este. Amargord. 2017

domingo, febrero 11

Funciones de la cárcel (I)

En el artículo anterior de la serie de temática carcelaria se explicó que la cárcel había surgido principalmente como un instrumento de encierro de los pobres redundantes y más o menos desligada de la lucha contra la delincuencia (autores como Foucault sostienen precisamente que la cárcel desempeña un papel fundamental en la emergencia de “la delincuencia” como algo distinto a la suma de delitos). No obstante, una institución puede sobrevivir a sus funciones originales, y renovarse. Es decir, una vez inventada la cárcel –por X motivos- se le añaden funciones o se transforman. Así parece que pasó: las cárceles se crearon para encerrar a los pobres y, una vez en marcha, se pensó que podía ser útil en la prevención de la delincuencia.

[Es un buen momento para recordar que no podemos extendernos mucho aquí, por la naturaleza del foro, y que necesariamente hay que simplificar cuestiones complejas y que admiten matices]

Esta prevención de la delincuencia se viene entendiendo que puede hacerse de dos formas, llamadas general y especial. Dicho de otra manera, todos a la vez o uno por uno. Se entiende que la existencia de la cárcel nos achanta, y que por no ir ahí no delinquiremos. Se entiende que la estancia en la cárcel nos trasforma, y que por haber estado ahí no delinquiremos. Para que lo primero sea efectivo, la cárcel tiene que ser terrible y dar miedo. Para que lo segundo sea efectivo, la cárcel tiene que ser amable y dar herramientas. Parece complicado hacer las dos cosas a la vez, y aun así se le exige que haga las dos.

No es mi intención entrar aquí en la efectividad de la cárcel para dichas misiones (los estudios, en general, muestra que es baja en ambas –ni previenen mucho ni rehabilita mucho). Lo que me interesa señalar es que la cárcel se trata de una institución con más de una función y que, al ser algunas de ellas incompatibles, genera contradicciones y tensiones en su funcionamiento –así como en su comprensión-.

Lo primero, lo que aprendemos primero: si haces algo malo, irás a la cárcel. Esta idea de la cárcel como castigo, como retribución, por un acto malo, es fundamental. Lo es, entre otras cosas, porque en ella ya se ven las primeras ambivalencias e imprecisiones en una política pública que debería de ser precisa en los objetivos que busca. Como se ha dicho, se busca que la existencia de este castigo disuada a la gente para que no delinca. Aun cuando se ha demostrado que, en gran medida, apenas tiene un efecto preventivo en la mayoría de la delincuencia –que es leve y no planificada-, se recurre a la idea de puro castigo, de venganza, de expiación. Sin más, se pasa de pedirle un objetivo racional a pedirle que satisfaga una inquietud emocional –el sentimiento de injusticia, de que eso “no puede ser”, de que el que la hace, la tiene que pagar-. Por otro lado, los políticos hacen de la cárcel un sitio opaco, sin control público ni apenas publicación de datos. Así cuesta un poco ver cómo va a dar miedo la cárcel. A tal punto llega el desconocimiento que es habitual escuchar que en la cárcel se está como en un hotel –curioso que ninguna de estas personas se vayan en verano a la cárcel, con su comida gratis y su piscina para 1000 personas dos horas al día, dos días a la semana, 3 meses al año).

Por otro lado, y aquí se ve claramente con la gente condenada por delitos sexuales, se acepta que, aunque no se vaya a rehabilitar –cosa que los datos ponen en duda-, así por lo menos no delinque mientras está en la cárcel. Se trataría, pues, de incapacitar a esa persona para que sea un peligro para la sociedad (¿un ladrón es un peligro para la sociedad o para los que tienen propiedades?). Esta función parece efectiva, aunque no importe si esa persona sigue delinquiendo dentro de la cárcel. Esta cuestión es fundamental a la hora de esforzarse porque no haya fugas en las prisiones.

No obstante, junto a estas tareas, a la cárcel se le añadió la de rehabilitar. Se trata de hacer de la cárcel algo útil, y ya que va a tener a gente encerrada durante años, aprovechar el tiempo y darle a los presos oportunidades que tal vez fuera no tuvieron: educación, formación profesional, apoyo psicológico y legal, etc. La idea no es premiar a los delincuentes, sino evitar que vuelvan a delinquir. Se busca así evitar la reincidencia y proporcionar un castigo más “humano” (yo aún no sé qué significa esto, pero orienta muchas de las medidas concretas que se adoptan).

En el día a día de las cárceles, esto se ve en la división del personal entre prevención y tratamiento. A unos les importa que los presos no se escapen y cumplan el reglamento. A los otros que el preso pueda mejorar sus capacidades personales y sociales. Por hacerse una idea, en España en torno al 70% del personal se dedica a tareas de vigilancia, y el 15% a actividades de tratamiento. Se hacen las tres cosas, pero parece que hay prioridades entre las distintas funciones.

Un caso claro de cómo están presentes estas tres lógicas es el de la cadena perpetua. La cadena perpetua no tiene mayor efecto preventivo que una pena de 20 años, pero sí un efecto incapacitador mayor: “que no vuelva a salir en su puta vida” es una frase que todos hemos oído refiriéndose a un delincuente, y connota dos cosas ya señaladas: una parte emotiva que busca castigo como forma de venganza, y otra en la que se asume que así, por lo menos, no va a seguir poniéndonos al resto en peligro. No obstante, se elimina la capacidad de rehabilitación (o, incluso, de salir a la calle aunque se esté rehabilitado). Cuando en un país, como España, la rehabilitación es un mandato constitucional (“principio inspirador”, una vez que el Tribunal Constitucional corrige lo que los españoles votaron en referéndum…), se pone en duda la legalidad de este tipo de pena. Otro tema es cómo consigue ponerse en duda algo sobre lo que cabe poca duda.

En fin, sin hacer un comentario mínimamente justo sobre el caso actual en España (basta con buscar en Google y se encontrarán multitud de opiniones más informadas que la mía), la cadena perpetua en España ya existía de facto (penas máximas de 40 años, con una edad media de ingreso en prisión de 25-30 años). De hecho, se da la circunstancia por la que personas ya condenadas a delitos graves puede que pidan esta “cadena perpetua revisable”, pues así, por lo menos, a los 25 años alguien revisará su caso, mientras que actualmente hasta los 35 años no tienen acceso ni a un permiso de fin de semana. Además, los políticos reforman el Código penal más de una vez al año de media, por lo que cuesta imaginar la vigencia –o si quiera la forma- que éste tendrá dentro de 25 años. Es una medida que difícilmente se le podrá aplicar a alguien, pero con mucha importancia simbólica (“vamos a manteneros a salvo de esos peligros sobre los que, realmente, no podemos hacer nada, porque somos 45 millones de personas y no podemos controlar a todos los individuos”).

[Por supuesto, la rehabilitación es muy criticable, como lo es la incapacitación, pero no hay sitio aquí para discutirlos merecidamente]

A pesar del revuelto de ideas, debería quedar claro que la cárcel cumple varias funciones a la vez, y que son incompatibles entre ellas, por lo cual no cumple ninguna de ellas satisfactoriamente. Cabe preguntarse, entonces, cómo es que ha tenido tanto éxito, cómo es que se ha extendido por casi todo el mundo, y cómo es que ha desplazado a otro tipo de sanciones penales.

En la próxima entrada, en vez de señalar las funciones declaradas de la cárcel, tal y como aparecen en la filosofía de las penas, o en los manuales de Derecho, explicaré otro tipo de funciones que cumple (no declaradas, no previstas) pero igual o más importantes que estas tres para entender esta institución.
Artículo de Ignacio González Sánchez, publicado originalmente en 2015 en:  


jueves, febrero 8

Aparente debilidad, gran fortaleza del anarquismo

El anarquismo, nos esforzamos en afirmar de forma pertinaz, no está muerto ni anuncia, afortunadamente, fecha de defunción. Es cierto que sus limites, en forma de 'movimiento' o cómo queramos denominarlo, son difusos y cuesta a veces reconocerlo y no claudicar o frustrarse en su peculiar universo, lastrado ante el empuje de ciertos condicionantes externos.

Sin embargo, ya sea en forma de propuestas políticas y éticas, ambas tan fusionadas, o como una filosofía existencial, tan sencilla y tan compleja como reza la máxima de "no dominar ni ser dominado", acabamos seducidos e ilusionados por unas ideas, que estamos seguros son la gran esperanza para la humanidad. Las únicas ideas que, en su praxis, no han acabado adaptadas a un mezquino entorno, como otras mutando y claudicando a la vez. Es, si se quiere, cierta paradoja: el movimiento que pretende y promueve el anarquismo supone también no cambiar en lo fundamental: un mundo libre y solidario pleno de autonomía. El anarquismo, o anarquismos, no es tampoco una utopía ni un bonito recuerdo propio de un museo, ya que su corpus histórico, en el que puede reflejarse su presente y su futuro mediante la continua creatividad y el rechazo de dogmas, supone una realidad social, política y cultural espectacular. No hay reduccionismo ni monopolio en las ideas libertarias, únicamente no existe colaboracionismo ni claudicación ante el poder y la dominación, propios de doctrinas cerradas y construidas de una vez para siempre. El anarquismo es una continua y permanente lucha por la libertad y la autonomía, aunque a veces como seres humanos condicionados y moldeados nos cueste un enorme esfuerzo reconocerlas.

No es cosa de un mundo posmoderno, el de esta especie de etéreos contornos de las ideas anarquistas. Si echamos un vistazo a su historia, comprobamos que no existe teoría única, fija ni constante. Hay quien lo ha señalado como cierta debilidad ideológica, nosotros sabemos que se trata de una de sus grandes fortalezas: la capacidad para albergar propuestas diversas e incluso opuestas. Es más, esa supuesta debilidad teórica, en un mundo plagado de dogmas, es en realidad una de sus grandes fortalezas prácticas (o, al menos, su gran potencial). Como ya se ha comprobado, haya donde no existen directrices y proclamas dirigidos crece y se expanden las prácticas sociales. Se nos dirá que todo es vago y difuso, propio efectivamente de una sociedad posmoderna sin grandes asideros, pero sabemos que los más sólidos cimientos estriban, no en dogma alguno, sino en la defensa de la libertad y la solidaridad. Desde esos rasgos libertarios, que se concretan en la asociación libre y voluntaria, basada en el apoyo mutuo, se comprende bien la complejidad de lo real. Un complejidad permanentemente encorsetada por los promotores de la identidad cerrada y homogeneizadora.

El anarquismo, a pesar de ser expresado a menudo como ideas, no es tampoco ningún ideal, que precisamente ignora esa complejidad de la realidad humana y pretende que se adapte a él cual lecho de Procusto. Efectivamente, el anarquismo se posiciona en contra de todo modelo unitario de la realidad (e, incluso, de la racionalidad). La realidad humana, lejos de estar condicionada por dogmas, ideales o abstracciones, está formada por singularidades vinculadas a espacios y tiempos muy concretos. Es por eso que siempre se ha negado a Dios, lo mismo que a cualquier trasunto terrenal del mismo, al igual que rechaza cualquier delirio metafísico. Si otras ideas han insistido en la adaptación de la práctica a la teoría, el anarquismo considera que todo es movimiento y acción, unas determinadas condiciones de posibilidad libertaria en la realidad humana. Ética, decisión personal, y política, actividad social, fusionadas, aunque no siempre proclives a las ideas libertarias. Nadie dijo que el anarquismo fuera el camino con menos esfuerzo, aunque encuentre enormes y suficientes momentos de satisfacción para moldear la realidad.

Se puede, obviamente, ser anarquista de múltiples formas, incluso aparentemente opuestas, todos enfrentadas al poder entendido como dominación. Un poder que pretende ordenar, crear espacios objetivos, definidos y cerrados, algo impensable para el anarquismo, que observa la realidad como algo vivo y dado para la libertad. Se nos dirá que la realidad contradice tantas veces esa visión libertaria, pero precisamente pensamos que no hay determinismo alguno, ni en la condición humana, ni en la praxis social. El ser humano cede, en gran medida, ante la presión del contexto social, pero este es por descontado susceptible de ser cambiado. Los humanos somos, también, activos y creativos, por lo que podemos desarrollar nuestra potencialidades gracias a una comunidad social que lo promueva. El anarquismo, a diferencia de la ideología oficial, rechaza el atomismo del individuo, su aislamiento e insolidaridad, condición que le desprovee de herramientas para desarrollar sus mejores potencialidades o que le entrega, con facilidad, a causas ajenas. Si el anarquismo niega todo esencialismo en la condición humana, también sabe que la misma está ligada y determinada por los paradigmas sociales. Es algo que, de cara a la realidad que a veces padecemos, conviene no olvidar y mantener, todo lo lúcidamente que seamos capaces, el análisis libertario.


Capi Vidal

lunes, febrero 5

Slaughterbots (tecnología asesina)

Los poderes fácticos tienen en la tecnología una extraordinaria y terrible herramienta con la que aumentar su control sobre nosotros. Una herramienta destinada a proteger y ampliar su poder y su riqueza a expensas de la sostenibilidad, la justicia y la igualdad. El poder, la codicia y la guerra se encuentran entre los principales impulsores de la tecnología actual, lo que a su vez abre la puerta a un mundo aterrador que escapa cada vez más al control de la gente. El siguiente vídeo nos muestra una imagen de pesadilla, la más sofisticada tecnología en manos de los poderosos.

No sé cuán lejos podremos estar de este escenario o si es ya una realidad, pero no tengo duda alguna de que hay quienes trabajan tenazmente para alcanzarlo.

Sólo la gente puede evitar que esto se convierta en realidad. Una razón más, y urgente, para que nos unamos y derribemos este sistema de locura que es el mundo capitalista de hoy. No creo que dispongamos de mucho tiempo, estoy seguro de que el punto de no retorno está muy cerca.


viernes, febrero 2

Estatismo y tecnología


El Estatismo (o el Capitalismo en su forma actualizada) como religión, se aceptó a partir de la creencia en el crecimiento, el desarrollo y la modernización de las condiciones (materiales) de vida de la sociedad, no obstante, el precio que pagaron nuestros antepasados y que estamos pagando nosotros en toda su dimensión social, de las que han derivado las guerras más destructivas por el control de los recursos naturales y la concentración de riqueza que han provocado la mayor miseria ética y material (corrupción y engaños) debido a la industrialización y a la técnica desarrollada e implantada durante el siglo XX para contrarrestar la supuesta pobreza y el "atraso" de las sociedad rural ha sido y está siendo muy caro en general; destrucción y contaminación para el posterior control de la Naturaleza, control del ser humano a partir de la tecnología, guerras de rapiña, conflictos sociales, terrorismo, caos, confusión, manipulación de los medios de comunicación masivos, miedo y temor en todas sus manifestaciones como sentimiento de sometimiento a un poder "invisible" que escapa a nuestro entendimiento.


El fetichismo por la tecnología constituye una forma de vida alienante en la cual el individuo se sumerge en el encapsulamiento de la vida privada. Que lo sustrae de la realidad en la que vive para que pueda evadirse de los conflictos y problemas que derivan de la guerra permanente que genera el sistema capitalista.

La tecnología ha sido concebida para la acumulación. No es neutra o no significa necesariamente que pueda ser usada para bien o para mal (lo que puede suceder en algunos casos y no en todos, ahí radica el engaño) como la inmensa mayoría cree.

Es un fin en sí misma y no un medio. Es totalizadora y totalizante en cuanto pretende el control absoluto de la Naturaleza y el ser humano. Este control que la tecnología ejerce sobre el individuo y el mundo en sí, se proclama en aras de la seguridad para crear un dispositivo que refuerce la confianza que se deposita en el Sistema.

La fe ciega en el Sistema se transforma en una adhesión a éste a cambio de seguridad. La libertad del individuo y el colectivo es restituida por el control y el dominio tecnológico. Sus vidas ya no les pertenecen, éstas pertenecen a la gran máquina del Estado y el Capital.

El individuo es absorbido por el Sistema que lo convierte en una pieza más del engranaje de la máquina. Se transforma en un ciudadano o súbdito más que acaba consolidando y perpetuando la dominación.

* La seguridad absoluta no existe. La seguridad relativa es administrada por la gran máquina según sus conveniencias e intereses. Todo dependerá del contexto en el que se halle cada sociedad y el destino que decida la élite de poder para aquella.