Cuando la multitud hoy muda, resuene como océano.

Louise Michel. 1871

¿Quién eres tú, muchacha sugestiva como el misterio y salvaje como el instinto?

Soy la anarquía


Émile Armand

martes, julio 31

Sobre el ocio

Si definimos ocio como el tiempo libre dedicado a actividades no relacionadas con el trabajo asalariado u otras de tipo obligatorio en la vida de las personas, creemos necesario realizar un análisis de éste en los tiempos modernos porque consideramos que las formas de ocio predominantes de una sociedad dicen mucho de los valores y formas de organización de una colectividad y los individuos que la constituyen.

Una observación rápida de las actividades no obligatorias que realizamos en muchas ocasiones nos indica varias cosas:

A) El predominio del consumo monetario. Casi todas nuestras distracciones implican un gasto económico. Por tanto podemos definir nuestra sociedad como una sociedad de consumo mercantilizado.

B) La pasividad. Es decir, casi nunca somos capaces de crear un ocio participativo, dirigido y organizado por los propios interesados, sino que se nos da ya hecho. Normalmente se nos concentra en espacios cerrados donde escuchamos una música o vemos unos actores, todo ello sin ninguna intervención de nuestra parte. Vivimos por tanto un ocio dirigido, al gusto de las clases dirigentes. Esto implica una sociedad pasiva y dominada y a la vez de incomunicación.

C) La no reflexión. Relacionado con lo anterior, en pocas ocasiones unimos pensamiento o reflexión profunda o ganas de aprender cosas por mero amor al conocimiento, al tiempo de ocio. Quizá de vez en cuando alguna película, alguna obra de teatro, algún libro, alguna charla… Pero en general estamos poco interesados en unir ocio a pensamiento reflexivo, a ampliar conocimientos. El ocio moderno, en este aspecto, va unido al fomento de una sociedad de la irreflexión.

D) La alcoholización. Buena parte de las actividades de ocio van unidas al consumo de alcohol.

Pareciera que no es posible divertirse si no se beber alcohol, con lo que se impulsa una sociedad de drogadictos, de dependientes de diversas sustancias.

Esto crea sociedades con individuos de escasa fuerza interior, necesitados de sustancias que les estimulen.

Éstas son para nosotros algunas características claras de las sociedades actuales que podemos ver si analizamos cómo se estructura hoy por hoy el ocio.

Si con esto tuviéramos que definir en una palabra la característica esencial de nuestras comunidades, usaríamos el concepto de comunidad-rebaño. Esto es así porque lo que hay detrás de todo es la capacidad del poder de mover a los individuos allá donde él quiera, en todos los aspectos de nuestra existencia, incluyendo nuestro tiempo libre.

Y puesto que el objetivo de todo sistema de poder vertical es dominar y degradar a las gentes, éste necesita que aparte del embrutecimiento que constituye el trabajo asalariado de por sí, envilecer aún más a los siervos contemporáneos favoreciendo un tipo de ocio que imposibilite el desarrollo de las facultades humanas, tales como la comunicación, la reflexión, la participación y la acción consciente, la fortaleza de espíritu…

No obstante, buscando huir de victimismos y a la vez tratando de vislumbrar salidas al proceso de deshumanización, creemos fundamental construir un tiempo libre basado fundamentalmente en el diálogo con los otros y en la reflexión.

Así, renovando por ejemplo viejas tradiciones como los ateneos, podrían crearse grupos de estudio y reflexión sobre múltiples temáticas, que unan a las personas y permitan ampliar los conocimientos y las inquietudes intelectuales.

También se podrían potenciar los bancos de tiempo, que permiten bien enseñar o bien ayudar a otras personas, sin dinero por medio para ir acabando lentamente con la mercantilización de nuestras vidas.

Otra opción es organizar fiestas donde todos puedan participar, de niños a ancianos, sin exclusiones.

Y, por supuesto, trabajar libremente, de forma no asalariada, en beneficio del bien común en alguna actividad que haga disfrutar a la o las personas implicadas, lo que ayudaría también a ir superando la esclavitud del trabajo asalariado, creando un nuevo concepto de trabajo.

Todo esto son algunas ideas para encaminarnos en la dirección de reconstruir una vida civilizada en todos sus aspectos, incluyendo el ocio como elemento esencial en la vida humana. Un ocio que nos aleje de la actual sociedad granja.


Alfredo Carreras
Extraído de Tierra y Libertad

sábado, julio 28

La psicología anarquista


Con asiduidad, se ha relacionado la sicología social, disciplina relativamente moderna, con las ideas libertarias. De hecho, parece que se ha hablado incluso de "sicología anarquista", la cual se esforzaría más que ninguna otra en comprender las relaciones entre la sociedad y el individuo. Así, se produce el estudio de conceptos y problemas propios del mundo libertario, como son el poder, el autoritarismo, la educación, la jerarquización, la autogestión o las dinámicas de grupos, entre muchos otros. Recordemos la definición de anarquismo que aporta Amedeo Bertolo en su texto "Poder, autoridad, dominio. Una propuesta de definición" (recopilado por Christian Ferrer en El lenguaje libertario (Libros de Anarres, 2005): "La critica más radical de la dominación explicitada hasta el momento, crítica teórica y crítica práctica".

Por dar otra definición reciente, proponemos la de Nelson Méndez y Alfredo Vallota (Bitácora de la utopía: Anarquismo para el siglo XXI. Caracas: Universidad Central de Venezuela, 2000):

"El anarquismo es probablemente la corriente política en torno a la cual ha habido más desinformación o equívocos a la hora de describirla. En lo esencial, es un ideal que preconiza la modificación radical de las actuales formas de organización social, que tanta injusticia, dolor, sufrimiento y miseria acarrean a la mayoría de las personas del mundo, buscando suprimir todas las formas de desigualdad y opresión vigentes, a las que considera responsables de esos males, sin por ello reducir un ápice de la libertad individual".

Expresado de un modo elemental, aunque sustentado en numerosas investigaciones modernas, los valores anarquistas son reclamados por una sicología social calificada como "crítica": en general, las personas disfrutan de una vida más plena si participan directamente en los asuntos que les afectan, si cooperan con sus semejantes y si su entorno asegura que las interactuaciones se realicen en igualdad de condiciones. Como cualquier otra disciplina, la sicología ha tenido tendencias al conservadurismo, pero las nuevas visiones críticas se apropian y ponen de manifiesto diversos postulados libertarios, lo que lleva a nuevas formas de concebir y comprender las realidades sociales. Frente a la sicología tradicional, la sicología social crítica se convierte en una nueva forma de mirar el mundo que cuestiona todo lo establecido. Al igual que preconiza el anarquismo, el individuo no puede separarse de la sociedad de la que forma parte, son dos conceptos también inextricablemente unidos para la sicología social crítica. Del mismo modo, se rompe también la división entre teoría y praxis, se busca la solución de problemas reales y cotidianos del individuo en sus relaciones sociales.

Un concepto fundamental que han mencionado los expertos, dentro de una sicología social crítica concomitante con el anarquismo, es el de memoria histórica. Efectivamente, y la realidad española es muy significativa al respecto, descubrir y rescatar elementos del pasado que fueron muy útiles en el pasado para la emancipación de las clases explotadas se muestra fundamental para una mejora del presente. La estructuras de explotación y el conformismo se sostienen gracias a una realidad mediática controlada por un discurso dominante que no es más que un engañoso y alienante "sentido común". Parte de ese discurso dominante no es más que una ideología del poder (de forma paradójica, ya que se sostiene a la vez que las ideologías han resultado perniciosas), que tenemos la obligación de desmontar. Expresado de forma muy radical, pero con mucha razón, por el sicólogo Eduardo Botero: "Vale la pena recordar la dialéctica del amo y del esclavo, desde los griegos hasta hoy; existen los amos, sí, porque existen los esclavos". O como dijo el gran Albert Camus: "¡Ellos mandan hoy, porque tú obedeces!".

Hemos mencionado una sicología social crítica que reclama los valores anarquistas, y merece la pena ahondar de forma somera en su orígenes. En los años 70, nace una sicología radical que plantea los siguientes principios:

-Rechazo a las prácticas sicológicas manipuladoras (en cualquier ámbito).
-Acudir a las causas de los problemas, no solo a los síntomas.
-Holismo.
-Generar prácticas innovadoras que respondan a las necesidades y problemas de las personas.
-Trabajar con las situaciones de la vida cotidiana y transformarlas.
-Denuncia y subversión de relaciones opresivas de poder.
-Transformación social.

Posteriormente, en los 80, se empezó a utilizar el adjetivo de "crítica", pero parece que la raíces de la sicología social radical y la sicología social crítica son las mismas. La sicología social crítica enfatiza la transformación del orden social, es una sicología que se implica en los procesos de emancipación y de cambio social, mientras que el término radical tal vez puede ir más allá en su anhelo de acabar con toda dominación. Una sicología anarquista se alimenta de ambos rasgos, la capacidad crítica de de pensar un futuro diferente, y la capacidad radical que asume que puede acabarse con toda estructura opresiva.

Veamos si podemos, gracias al trabajo de algunos expertos, buscar la relación entre las propuestas anarquistas y la evolución de la disciplina sicológica. Para ello, vamos a atender en primer lugar el pensamiento de uno de los grandes filósofos anarquistas, Proudhon, el cual se adelanta a su tiempo en cuanto a conceptos sicológicos reconociendo la existencia de inteligencias múltiples que conducen a comportamientos muy diferentes: “...pero la inteligencia del hombre, formada para atender a la vez al destino social y a las necesidades individuales, es de diferente factura, y a esto se debe que la voluntad humana sea infinitamente divergente” (¿Qué es la propiedad?). Por supuesto, Proudhon también reflexiona sobre cuestiones, no resueltas al día de hoy, como son la influencia de lo biológico y lo social o la formulación de principios básicos  comunitarios.

Después de Proudhon, hay que mencionar a Augustin Hamon, el cual realizó una serie de estudios científicos bajo el nombre de “Estudios de Psicología Social”. El primero de ellos de llamó “Psicología del Militar Profesional” (1893), con el que trata de demostrarse la poderosa influencia que una determinada profesión tiene sobre la mentalidad de las personas que la ejercen. El segundo libro de estos estudios se llamó “Psicología del Socialista-Anarquista” (1894), el cual quiso caracterizar, gracias a un cuestionario realizado a una cantidad determinada de personas, las diversas particularidades síquicas propias de la mentalidad libertaria. Hamon describió que se recurrió al método positivo para este trabajo, y se utilizó sólo el método racional para confirmar las deducciones extraídas de los hechos relatados. Con este estudio, se quiso demostrar que existen unos rasgos mentales comunes en las personas vinculadas a la ideología socialista-anarquista: espíritu de rebeldía, amor al yo, altruismo, amor a la libertad, sentimiento de justicia, sentido de lógica, curiosidad de conocer y espíritu de proselitismo. No obstante, estas características no parecen darse con igual fuerza, ya que existe cierta subordinación del conjunto a algunas de ellas. Además, parece ser que la estructura síquica del anarquista puede clasificarse también dentro del tipo razonador (según Frédéric Paulhan en Los caracteres, 1894), ya que se trata de personas con un elevado índice de atención, examinan cognitivamente sus sentimientos, deseos, actos, cualidades y pensamientos.

Hamon también describe una inteligencia flexible en el anarquista: “por flexibilidad de los sistemas psíquicos, Paulhan entiende su facilidad más o menos grande para transformarse, absorber nuevos elementos y adaptarse a las circunstancias sin deformarse o disolverse. Flexibilidad es sinónimo de plasticidad”. Hamon también concibe al anarquista como un ser con más facultades críticas que creadoras, razona más que imagina. Puede existir entonces una subordinación, aunque la imaginación no está anulada, ya que también existe en la mentalidad anarquista un espíritu de innovación y un rechazo al inmovilismo.

Para resumir el estudio de Hamon, veamos sus propias palabras:

“En resumen, el socialista-anarquista tipo, por su mentalidad predeterminada, es un unificado, dueño de sí, reflexivo, contrariante. Tiene fijeza en sus ideas, amplitud en su carácter, pureza en sus tendencias, flexibilidad en su inteligencia. Es ardiente en sus empresas, audaz, enérgico, perseverante en su objetivo, inflexible en sus opiniones, de las que está orgulloso, muy impresionable, tan afectivo como intelectual, más critico que creador, orgulloso y ambicioso de influir sobre los hombres. Su dominante es la pasión social. Su fin característico por excelencia es el proselitismo para poder conducir la humanidad a establecer lo que él concibe como el ideal social. Refiriéndonos al estado mental, debemos decir que se trata del tipo del carácter socialista-anarquista. Es un carácter ideal, medio, correspondiente a todos los adeptos tomados colectivamente, pero que no corresponde a ninguno en particular. Cada individuo socialista-anarquista participa de este tipo, es decir, que su carácter, por ciertas tendencias, entra dentro de las categorías de que hemos hablado. Pero estas tendencias, según los individuos, están en grados diversos de desarrollo, y de la acción de unas sobre otras, como también de la acción de las demás tendencias particulares al individuo, resultan deformaciones más o menos atenuadas, más o menos pronunciadas, tendencias especificas del carácter del socialista-anarquista […] se trata, pues, en definitiva, de un tipo ideal de carácter del cual participaron todos los socialistas-anarquistas, pero que no es el retrato de ninguno en particular”.

En la actualidad, se valoran las investigaciones de Hamon por la enriquecedora relación que aporta su trabajo reflexivo a sus experiencias específicas vitales. De esto modo opina Alexandre Dorna (“Presencia y realidad de la psicología política francesa”, Psicología Política, 16, 1998). Dorna subraya lo penoso de lo escasa acogida que tuvo el trabajo de Hamon; fue una hostilidad, según este autor, de la opinión pública y del ámbito académico sustentada en el rechazo a los enfoques sicológicos de las instituciones políticas y a las ideas libertarias.

Los grandes pensadores anarquistas también tuvieron, por supuesto, preocupaciones sobre cuestiones relacionadas con la sicología. Bakunin lo expresa del siguiente modo en Tres conferencias dadas a los obreros del Valle de Saint-Imier (1871):

“Por perfectamente aislados que os encontréis con vosotros mismos, para pensar debéis hacer uso de palabras; podéis muy bien tener imaginaciones representativas de las cosas, pero tan pronto como querías pensar, debéis serviros de palabras, porque sólo las palabras determinan el pensamiento […] El pensamiento no existe antes de la palabra, ni la palabra antes del pensamiento; estas dos formas de un mismo acto del cerebro humano nacen juntas. Por tanto, no hay pensamiento sin palabras. Pero, ¿qué es la palabra? Es la comunicación, es la conversación de un individuo humano con muchos otros individuos. El hombre animal no se transforma en ser humano, es decir, pensante, más que por esa conversación, más que en esa conversación. Su individualidad, en tanto que humana, su libertad, es, pues, el producto de la colectividad”.

La gran obra El apoyo mutuo, de Kropotkin, toca prácticamente todas las ramas del saber humano, incluyendo la sicología, para tratar de sustentar una interpretación científica de la evolución humana en línea con una sociedad anarquista. Kropotkin, al igual que Aristóteles, y oponiéndose a la visión contractualista moderna que desemboca en la democracia liberal, destaca la sociabilidad del ser humano . El apoyo mutuo sería, no solo garante de la supervivencia de la especie y del progreso, también rasgo fundamental de la sique humana: “Tal es la esencia de la psicología humana. Mientras los hombres no se han embriagado con la lucha hasta la locura, no “pueden oír” pedidos de ayuda sin responderles. Al principio se habla de cierto heroísmo personal, y tras del héroe sienten todos que deben seguir su ejemplo. Los artificios de la mente no pueden oponerse al sentimiento de ayuda mutua, pues este sentimiento ha sido educado durante muchos miles de años por la vida social humana y por centenares de miles de años de vida prehumana en las sociedades animales.”

También en La conquista del pan, Kropotkin se apoya en la sicología y en la experiencia de la humanidad para considerar que la vida cotidiana en sociedad es más estable si se asegura el libre desarrollo de las personas involucradas en sus propios asuntos (a nivel económico, moral, de justicia, etc.). En su escrito Las prisiones, tal vez su obra más sicológica, se adelanta a otras investigaciones al descubrir diversos efectos del ambiente carcelario sobre el comportamiento humano. Su confianza en una educación moderna para prevenir comportamientos delictivos se sustenta, del mismo modo, en los avances en sicología. En esta obra, también reflexiona sobre la influencia de las causas físicas en los actos humanos, negando así el libre albedrío y profundizando en los condicionantes ambientales. También, se adelanta a las investigaciones en neuropsicología cuando señala la importancia de causas fisiológicas, es decir, las que dependen de “la estructura del cerebro y de los órganos digestivos, así como del estado del sistema nervioso del hombre”. Hay quien ha querido ver también en Las prisiones un adelanto también a la posterior antipsiquiatría y oposición a los manicomios cuando afirma que “la prisión pedagógica, la casa de la salud, serían infinitamente peores que las cárceles y presidios de hoy”.

Como es sabido, en La moral anarquista Kropotkin desarrolla un concepto de la moralidad en base al individuo, a la vida social y a la humanidad en general. Desde esta perspectiva, trata de sustentar la moral desde lo que considera natural, algo que puede denominarse “realismo ético”. Pero la visión kropotkiniana no es reduccionista, si pude hablarse de naturalismo en ella, también de utilitarismo cuando señala que el amor, la cooperación y el apoyo mutuo son muy beneficiosos para el desarrollo de la especie humana. Otro concepto importante en esta obra es el de “autonomía moral”, según el cual “no hay ley fuera del fenómeno; cada fenómeno gobierna al que le sucede, no la ley”. Como en tantas otras cuestiones, al día de hoy no creo que se tengan las respuestas definitivas sobre si es posible conciliar una cosmovisión armónica y horizontal con la autonomía individual, e importante es seguir reflexionando e indagando en ello.

Malatesta es otro autor que reflexiona sobre lo importante del paso del ser humano de lo biológico a lo cultural, considerando que es el desarrollo cerebral, el lenguaje y su creatividad lo que le hace potenciar su ya connatural sociabilidad:

El hombre, que salido de los tipos inferiores de la animalidad, se hallaba débil y desarmado para la lucha individual contra los animales carnívoros, pero dotado de un cerebro capaz de notable desarrollo, de un órgano bucal apto para expresar por sonidos diversos las diferentes vibraciones cerebrales, y de manos especialmente adaptadas para dar forma deseable a la materia, debía sentir bien pronto la necesidad y calcular las ventajas de la asociación. Puede decirse que salió de la animalidad cuando se hizo sociable y cuando adquirió el uso de la palabra,consecuencia y factor potentísimo, a la vez, de la sociabilidad. (“La anarquía”, recopilado en Escritos, Fundación Anselmo Lorenzo 2002).

En Nuevas perspectivas desde la psicología social crítica, Andrey Velásquez y Yuranny Helena Rojas consideran que se ha formado un valioso proceso, en la actualidad, entre la sicología como ciencia social y el anarquismo como teoría emancipatoria. Es lógico que así sea, ya que represión síquica y represión social suelen ir unidas y no hay que perder de vista la dimensión de una y de la otra. Una de las tareas del anarquismo, precisamente, es romper esa dicotomía entre individuo y sociedad. Por ejemplo, Tomás Ibáñez, catedrático de psicología social en la Universidad Autónoma de Barcelona, responde a la pregunta de por qué conocer una sicología libertaria: “para avanzar a un mundo sin Iglesias, para promover prácticas de libertad y para intentar desmantelar las relaciones de dominación” (“Invitación al deseo de un mundo sin Iglesias, alias, variaciones sobre el relativismo”, Fermentum,17). En este sentido, muchos autores posmodernos que rechazan los grandes discursos emancipatorios se han mostrado partidarios de una especie de anarquismo deconstructor, y la sicología social parece nutrirse en parte de ellos. Sin embargo, es rechazable establecer una férrea división entre el anarquismo del pasado (supuestamente caduco) y un anarquismo posmoderno. Sensibles siempre a ser oxigenadas, por supuesto, las ideas libertarias son confirmadas una y otra vez por la realidad social, y jamás pueden renunciar a su dimensión política y liberadora.

En diferentes países, existe una fuerte tendencia académica a interesarse por el anarquismo: en julio de 2009, en el 53 Congreso Internacional de Americanistas, tuvo lugar el simposio “Anarquía-Anarquismos; História e Atualidades nas Américas”, en el que hubo 24 ponencias; en México, la Asociación Oaxaqueña de Psicología publicó en 2006 el Manifiesto de la Psicología Anarquista, en el que se planteaban diferentes puntos de vista de la sicología mexicana proponiéndose una plataforma organizativa de expertos en el marco de principios libertarios, algo que se extendió a la Universidad Nacional Autónoma de México (una de las más grandes de latinoamérica); en Estados Unidos, Dennis fox es un gran exponente de la sicología anarquista en aquel país, como profesor asociado de la Universidad de Illinois y en su sito web nos ofrece importantes textos y a muchos otros autores del mundo anglosajón. En Brasil, adquiere fuerza una terapia libertaria denominada somaterapia, que se desarrolla en los años 80 de mano de Roberto Freire, que apunta a identificar el autoritarismo, a potenciar la creatividad y a la construcción de una organización social más libre. En Colombia, parece que el interés académico por el anarquismo ha sido más complejo en su desarrollo, pero se creó el Centro de Investigación Libertaria y Educación Popular, de la Universidad Nacional de Colombia Sede Bogotá, además de existir un sector de la Corporación Cultural Estanislao Zuleta de Medellín que han trabajado con académicos de la Universidad de Antioquía. Otro intento por vincular anarquismo con la disciplina sicológica es el Grupo Estudiantil y Profesional de Psicología Univalle, el cual produjo en 2010 una línea de investigación llamada “Psicología Social Crítica, Comunidad y Anarquismo”, con el objetivo de potenciar las prácticas investigadoras en lo referente a temas libertarios y emancipadores. Son ejemplos de la vigencia e interés que tienen las ideas anarquistas también desde un punto de vista sicológico, algo en lo que trataremos de seguir indagando.
 
J.F. Paniagua
http://acracia.org/Acracia/La_sicologia_anarquista.html

miércoles, julio 25

Manual de autoayuda


ÍNDICE

PARTE I

1. Cómo venderse sin que parezca que te están comprando.
2. Cómo llegar a ser un gran artista sin que se note que no haces más que lo que te están pidiendo.
3. Cómo transplantarse una columna vertebral de goma.
4. Cómo evitar el crecimiento de la nariz.
5. Cómo engancharse a una carreta.
6. Cómo hablar alemán con fluidez delante de gente que no sabe alemán.
7. Cómo conseguir poder y atraer a las masas.
8. Cómo deshacerse de los vínculos.
9. Cómo comprar fuerza de trabajo como si se comprara un disco de Bustamante.
10. Cómo eliminar puestos de trabajo.
11. Cómo generar economías subterráneas.
12. Cómo vaciar cabezas.
13. Cómo llevar el agua a tu molino.
14. Cómo ser birllante, agresivo y creativo.
15. Cómo tener razón.
16. Cómo tener éxito.
17. Capítulo-resumen: Cómo agradar al que manda desarrollando todo tu potencial.

PARTE II


18. Cómo hacerse el muerto basándose en la técnica del conejo.
19. Cómo borrar cualquier atisbo de conciencia de clase.
20. Cómo hablar en neolengua elemental.
21. Cómo comentar lo evidente.
22. Cómo opinar en sintonía con los opinados.
23. Cómo evitar las aglomeraciones.
24. Cómo plantear la amenaza de la inmigración sin xenofobia.
25. Cómo correr en caso de aviso de bomba.
26. Cómo vivir en un espacio tan pequeño como las ilusiones.
27. Cómo identificar terroristas.
28. Cómo disimular una vivienda vacía.
29. Cómo instalar cámaras de seguridad para obtener control y dominio sobre el espacio.
30. Cómo identificar a pobres y mendigos.
31. Cómo decorar tu casa con libros.
32. Cómo hacer de lo visible lo real, y de lo real lo verdadero.
33. Cómo desarrollar un discurso ecologista plausible.
34. Cómo elegir al presidente de la nación de entre las ofertas televisivas.
35. Cómo tocar el Himno de la Alegría a los niños del Tercer Mundo.
36. Capítulo-resumen: Cómo cargar en tu PC Kuma War y American’s Army para defenderte del Eje del Mal.

PARTE III

37. Cómo experimentar nuevas formas de narratividad en la intersección que marcan las nuevas tecnologías, el pensamiento y el arte.
-Apartado antes conocido por: Cómo repetir la historia-
38. Cómo hacer de la inmovilidad propia del intelectualismo el único movimiento.
39. Cómo trabajar desde la izquierda para el triunnfo de la derecha y el naufragio de la democracia.
40. Cómo preservar las más hermosas teorías de la grosera realidad.
41. Cómo hacer del temor senil a cualquier iniciativa una rutina transformadora.
42. Cómo discriminar una oportunida revolucionaria de una situación revolucionaria.
43. Cómo apagar la llama y después echarle la culpa al viento.
44. Cómo vestir de seda a una mona y que parazca Paulina Rubio.
45. Cómo desplazarse lateralmente.
46. Cómo resumir El Capital en una línea.
47. Cómo refutar El Capital en una línea.
48. Cómo viajar gratis a la URSS.
-Capítulo eliminado en las ediciones posteriores a 1989-
49. Cómo desviarse del marxismo hasta flotar en el aire.
-Anexos incluidos en las ediciones piratas posteriores a 1999-
50. Cómo ocultar en la cartera una fotografía de Flores magón y otra de Fermín Salvochea.
51. Capítulo-resumen: Cómo hacer la revolución sin que se den las condiciones objetivas.

PARTE IV (Sólo incluida en las ediciones para Centroamérica)

52. Cómo achicopalarse y agarrar patio de la pura garnacha, sin bayucadas, para plantear el bolado.
53. Cómo ser un choleno cholotón en plena chochenga.
54. Cómo echar riata embachucado.
55. Cómo huevear a un jiludas con jilote.
56. Cómo mecatarse con las mengalas piqueteras con pisto, buscando con rigio un rozo.
57. Capítulo-resumen: Cómo los cipotes cuches con el culo a dos manos chingan queditos.  


Antonio Orihuela

domingo, julio 22

Carta a Luigi Fabbri


Errico Malatesta - "Carta a Luigi Fabbri"
Londres, 30 de julio de 1919.

Queridísimo Fabbri:

Sobre la cuestión que tanto te preocupa, la de la dictadura del proletariado, me parece que estamos básicamente de acuerdo.
Se me ocurre pensar que sobre este asunto la opinión de los anarquistas no puede ser dudosa y la verdad es que antes de la revolución bolchevique nadie dudaba. Anarquía significa no gobierno, y por lo tanto con mayor razón no dictadura, que es el gobierno absoluto sin control y sin límites constitucionales.
Pero, cuando estalló la revolución bolchevique, algunos amigos nuestros confundieron lo que era revolución contra el gobierno precedente con lo que era un nuevo gobierno que venía a imponerse a la revolución para frenarla y dirigirla a los fines particulares de un partido, y casi casi se declararon bolcheviques ellos mismos.
Ahora bien, los bolcheviques son simplemente marxistas, que han permanecido honestos. y consecuentemnte marxistas, a diferencia de sus maestros y modelos, los Guesde, los Plejanov, los Hyndmann, los Scheidemann, los Noske, etc., etc., que han tenido el fin que tú sabes. Nosotros respetamos su sinceridad, admiramos su energía, pero como no hemos estado nunca de acuerdo con ellos en el terreno teórico, no sabríamos solidarizarnos con ellos cuando de la teoría se pasa a la práctica.
Quizá la verdad sea simplemente esta: que nuestros amigos bolchevizantes con la expresión dictadura del proletariado entienden simplemente el hecho revolucionario de los trabajadores que toman posesión de la tierra y de los instrumentos del trabajo, y tratan de constituir una sociedad y organizar un género de vida en el que no haya sitio para una clase que explote y oprima a los productores.
Entendida así, la dictadura del proletariado sería el poder efectivo de todos los trabajadores dirigido a la destrucción de la sociedad capitalista, y se convertiría en anarquía apenas cesara la resistencia reaccionaria y nadie más pretendiera obligar con la fuerza a las masas a obedecer y trabajar para otros. Y entonces nuestro desacuerdo no sería más que una cuestión de palabras. Dictadura del proletariado significaría dictadura de todos, es decir, no sería ya dictadura, como gobierno de todos no es ya gobierno, en el sentido autoritario, histórico y práctico de la palabra. Pero los verdaderos partidarios de la dictadura del proletariado no lo entienden así y esto lo hacen ver perfectamente en Rusia. El proletariado naturalmente interviene en ella como lo hace el pueblo en los regímenes democráticos, es decir, simplemente para esconder la esencia real de las cosas. En realidad se trata de la dictadura de un partido, o más bien de los jefes de un partido; y es una dictadura verdadera y propia, con sus decretos, con sus sanciones penales, con sus agentes ejecutivos, y sobre todo con su fuerza armada, que sirve hoy para defender la revolución de sus enemigos externos, pero que servirá mañana para imponer a los trabajadores la voluntad de los dictadores, detener la revolución, consolidar los nuevo intereses que se han ido constituyendo y defender contra las masas a una nueva clase privilegiada.
También el general Bonaparte sirvió para defender la Revolución francesa contra la reacción europea, pero al defenderla la ahogó. Lenin, Trotski y sus compañeros son seguramente revolucionarios sinceros, de la forma que ellos entienden la revolución, y no traicionarán; pero preparan los cuadros gubernamentales que servirán a los que vengan después para aprovecharse de la revolución y asesinarla. Ellos serán las primeras víctimas de su método y con ellos, me temo, caerá la revolución. La historia que se repite: mutatis mutandis, la dictadura de Robespierre lleva a Robespierre a la guillotina y prepara el camino a Napoleón.
Estas son mis ideas generales sobre los asuntos de Rusia. En cuanto a los detalles, las noticias que tenemos son todavía demasiado variadas y contradictorias para poder arriesgar un juicio. Puede suceder también que muchas cosas que nos parecen malas sean el fruto de la situación y que en las circunstancias especiales de Rusia no hubiera sido posible obrar de modo diferente a como se hizo. Es mejor esperar, sobre todo porque lo que nosotros digamos no puede tener influencia alguna sobre el desarrollo de los sucesos en Rusia, y en cambio podría ser mal interpretado en Italia y dar a entender que nos hacemos eco de las calumnias interesadas de la reacción.
Lo importante es lo que nosotros debemos hacer; pero permanezcamos siempre firmes, yo estoy lejos y en la imposibilidad de cumplir mi tarea…

Publicado por Columna Libertaria Joaquin Penina (Rosario – Argentina)
http://columnalibertaria.blogspot.com.ar/2012/05/errico-malatesta-carta-luigi-fabbri.html

jueves, julio 19

En la fila de atrás


En la fila de atrás: “ese lugar de la clase retirado del ojo que todo lo ve”

Ya han publicado cuatro números de su revista, además de varios títulos descatalogados que han vuelto a poner en
circulación. Este mes entrevistamos a los/as compañeros/as del colectivo “En la fila de atrás”, un proyecto desde Madrid
que se propone estudiar, analizar y practicar la educación libre, la pedagogía desde un punto de vista antiautoritario.
Charlamos de su trabajo militante, su opinión sobre las experiencias actuales de educación libre y analizamos la relación
de los movimientos sociales y sindicatos con estos proyectos.

Para quienes no os conozcan ¿A qué se dedica vuestro colectivo y en qué ámbitos difundís vuestro trabajo?

En la fila de atrás hace referencia a ese lugar de la clase retirado del ojo que todo lo ve. Allí en la lejanía a modo de refugio o cueva propia de los ladrones de Alí Babá, existe un alumnado que encarna el conflicto entre la escuela y la vida, que resiste ante un sistema educativo voraz que impone la sumisión, el silencio, la inmovilidad, el aprendizaje desnaturalizado, el encierro, el éxito de unos cuantos y por ende el fracaso de muchos. La disposición panóptica propia del aula, generadora de filas y cómo no, de la fila de atrás, creemos es un detalle que revela gran cantidad de información acerca de la función escolar.
Tomamos ese nombre para editar un boletín sobre pedagogía libertaria, siendo nuestra intención que el contenido de éste fuera
eminentemente práctico. A su vez “En la fila de atrás” pretende actuar como un órgano de expresión para aquéllos y aquéllas que horrorizadas frente a ese monstruo, deseen aportar reflexiones, que cuestionen el “buen nombre” de la Institución, empujando a otras
personas a pensar acerca de la escuela, porque creemos que la escuela ha de repensarse, para ello consideramos que internet constituye una herramienta muy eficaz, que nos permite sobrepasar las fronteras ideológicas, tomando contacto con gente que no
suele tener relación con el movimiento libertario ni con sus medios de producción/distribución de cultura.

Se os ha podido ver participando en la VIII Feria del Libro Anarquista de Madrid ¿Qué tipo de material edita el colectivo y quién realiza y colabora en las ediciones?

Las personas que componemos el colectivo, apreciamos cierta carencia de material pedagógico antiautoritario dentro de nuestros
entornos habituales, tanto en términos teóricos como prácticos. El material del que se dispone es muy recomendable, 25 años de
Paideia, Enrique Martínez Reguera, Pedro García Olivo, Félix Rodrigo Mora, Ricardo Mella... pero también resulta insuficiente. Por
ello comenzamos a buscar y adquirir libros descatalogados de segunda mano, pillados en librerías, por internet, rescatados de distris
abandonadas o de manos solidarias...
De forma casi artesanal y completamente autogestionada, decidimos distribuir parte de ese material, reeditando textos descatalogados pertenecientes a los años 60/70, como “La Sociedad desescolarizada”, de Ivan Illich; “El maestro compañero”, de J.R. Schmid; “La escuela ha muerto” de Everett Reimer... textos que pretendieron desmontar el mecanismo
educativo institucional, desde un enfoque libertario y que finalmente acabaron muriendo de igual manera que otras ideas de la época, ¡oh quizás no!.
La experiencia en el encuentro fue muy gratificante, puesto que distribuimos todo el material que llevábamos. El material expuesto tuvo una gran aceptación, puesto que como hemos comentado anteriormente, disponemos de “obras clásicas” que resulta difícil conseguir. Aprovechar para felicitar a la organización del Encuentro por la buena organización del evento.

La educación libre es divulgada desde distintas posturas por autores, proyectos pedagógicos o colectivos
¿Donde se sitúa “En la fila de atrás” en este debate? ¿Hay en la actualidad alguna escuela o proyecto en especial con el que compartáis ideas y prácticas?

Sin duda, nos situamos en un paradigma político de la educación, con tendencia libertaria. Con las críticas que pueden hacerse, Paideia es nuestro referente; puesto que ha sabido llevar a la práctica las ideas anarquistas en su cotidianeidad. Construyendo un modelo de escuela en el que prima la creación de un sentimiento “colectivo”, del que tal vez carezcan otros ejemplos de Escuelas Libres del Estado, centrándose éstas, más en el desarrollo personal, individual. Partiendo de la necesidad de crear escuelas libertarias, consideramos positivo la participación en escuelas estatales siempre que se planteen proyectos colectivos entre el profesorado, huyendo de heroicidades personales. Pero reconociendo las limitaciones impuestas por la Institución (asistencia, jerarquía...) y tomando conciencia de la imposibilidad de aportar un enfoque revolucionario desde este contexto. Aún así, debemos valorar positivamente que incluso en estas escuelas estatales, la maestra o el maestro tiene muchas posibilidades de ejercer su trabajo: ausencia de libros de texto, favorecimiento del sentimiento colectivo, cuidado de las relaciones...

Pese a que muchas de las personas implicadas en los movimientos sociales estudian o se dedican a la educación y derivados, el debate y el trabajo en torno a esta causa es escaso ¿A qué creéis que se debe esto?

Consideramos que es debido a la no politización. Que trabajan o participan en el ámbito de la “intervención social”, desde una visión más “humanista” que “política”. Interviniendo sobre la suma de individualidades, pero olvidando su conjunto; por tanto, sin apostar por la transformación de las estructuras socio-económicas. Lo que provoca una delegación en las Instituciones e ir “remediando” situaciones que esas propias Instituciones han generado. Por otra parte, las personas que participan en proyectos con un enfoque marcadamente político, se encuentran tan inmersas en sus actividades, que es difícil que dispongan de tiempo y energías para poder proyectarlo hacia el exterior.

¿Cómo pensáis que puede influir vuestro trabajo en el día a día de los espacios sociales? ¿Son útiles las teorías sobre educación libre en la convivencia y organización entre compañeros?

Pero cuando los grupos nos enfrentamos a un aprendizaje colectivo y horizontal, se aprecia que los mecanismos que ponemos en
funcionamiento, están claramente sesgados por la cultura escolar, por lo que para reapropiarnos de la realidad colectivamente, es necesario desaprender lo que la escuela nos enseñó. Ahí es donde la pedagogía libertaria nos puede aportar un amplio, aunque
desconocido abanico de recursos y herramientas.
Por ejemplo, el concepto de educación integral, ayuda a que dentro de nuestro grupo se evite la dualidad entre trabajo manual e intelectual, evitando así la alienación y jerarquización de los miembros que lo componen. Otro ejemplo sería la autogestión de nuestros aprendizajes, desarrollando nuestra capacidad de autorregulación, asumiendo responsabilidades sin necesidad de un elemento regulador externo. La no competitividad, evitando la lucha de egos que a veces se dan dentro de las asambleas. Los
aprendizajes vivenciales o experimentales, la no posesión de la verdad absoluta por el profesorado (ni por compañeros a los que se tiene en un pedestal); satisfacer la curiosidad, trabajar la observación y la escucha, algo básico para las asambleas y así podríamos seguir largo y tendido.

¿Creéis que los sindicatos de la CNT pueden y deben
seguir siendo transmisores de las ideas en torno al
aprendizaje libre, tal y como se impulsó en el pasado
desde los propios sindicatos, ateneos y escuelas racionalistas?

Sí, la CNT debe retomar ese interés hacia la educación formal. Ahora bien, desde un punto de vista no ortodoxo. Es decir, no debiera centrarse únicamente en apoyar aquellas experiencias que copien el proyecto de la escuela de Ferrer i Guardia. Entraríamos en un interesante debate sobre si el apoyo de CNT restaría independencia a los proyectos y disponemos de un limitado espacio. Queremos aprovechar aquí para “ganar amistades”, comentando que desde CNT se ha idealizado en demasía la figura personal de Ferrer y su escuela. Reconociendo y admirando los aspectos positivos que introdujo en la pedagogía, que en su época le costaron ser asesinado y en la actualidad el sistema educativo estatal considera muchos de estos aspectos como propios (coeducación de sexos, apertura al entorno y la naturaleza, experimentación...). Pero nos posicionamos en cierta manera contrarios a parte del enfoque ferreriano. Entendemos que existe un marcado componente adoctrinador en Ferrer y para no extendernos añadimos un ejemplo: Ferrer diría, a personas de corta edad fácilmente manipulables por su falta de madurez y experiencias, que “la policía es el instrumento represor del Estado que defiende...” eso es cierto, pero en el ámbito educativo lo enfocaríamos de otra forma. Vivenciando formas horizontales de organización y relación, las niñas y los niños llegarán a esa misma conclusión; además desde un punto de vista pedagógico, dar una idea terminada, impide realizar ese proceso personal, interno que ha de llegar con la experiencia.

Por ir acabando ¿Cuáles son los planes de futuro para “En
la fila de atrás? Muchas gracias por vuestra atención.

Nuestra intención es seguir con la publicación, intentando sacar un nuevo número cada tres o cuatro meses, aspirando a ampliar los contenidos prácticos, con el objetivo de aportar nuestro granito de arena a la pedagogía libertaria y a su puesta en práctica. Por otro lado, queremos seguir reuniendo material bibliográfico poco habitual en nuestros entornos y darles una mayor difusión, en aquellos espacios y/o actividades que estén relacionadas con nuestro ámbito de lucha.

Más información:
www.enlafiladeatras.wordpress.com

lunes, julio 16

Los referéndums: último recurso de la opresión democrática


Ante el actual panorama político-social[1], en el que cada vez son más las Organizaciones que se unen a las diferentes propuestas políticas de realizar referéndums (privatización del agua, Plan Bolonia...) nos parece necesario hacer algunas aportaciones a este campo para destapar el verdadero papel que juegan los referéndums. El referéndum, posicionamiento último del pueblo [2] (dentro de la dicotomía pueblo-poder), supone uno de los recursos más valiosos de las "democracias" para afianzar su fuerza y asegurar su credibilidad.
Es muy importante no olvidar que la "democracia" intenta anular en los individuos su capacidad de iniciativa, los referéndums son el último reflejo de lo que exponemos: el referéndum se origina a raíz de una decisión política, no a raíz de una necesidad concreta. Cuando se ha generado un descontento social importante, los políticos intentan arrastrar a su campo toda una serie de movilizaciones sociales.
El principal papel de los referéndums es transformar a todo un movimiento social en un mero porcentaje, cambiar los individuos organizados, con todas sus capacidades, para reducirlos a números, con dos opciones: sí o no. Cumplen el papel de, una vez más, llevar al campo de la política la lucha social para así eliminarla; ofrecer el Parlamento como la única vía posible. Repetimos, una vez más, la única posibilidad de cambio surge de la auto-organización.
Este hecho supone un problema mayor en la medida en que no sólo desde dentro del Parlamento surgen esas tentativas, sino que éstas se reproducen en aquellas Organizaciones que orientan la movilización a un fin político; en este caso los referéndums.


La preparación del referéndum


El referéndum no es un hecho que surja por la petición de las Organizaciones movilizadas, sino una respuesta conciliadora de la clase política. Eso sí, una vez que se ha estudiado el tema y se han visto índices de viabilidad. En temas particulares con un gran descontento general no se realizan referéndums, sino después de una gran campaña de propaganda. No olvidemos, como ya comentábamos en el Suplemento 5 de Germinal Libertario: Monográfico contra los Medios de Comunicación, que la clase política cuenta con la disposición de los Medios de Comunicación y, por ello, prácticamente del monopolio informativo.
De esta forma, se bombardeará a les "ciudadanes" con toda aquella información favorable a los intereses políticos: Manipulación de las propuestas "alternativas": Por ejemplo a través de las criminalización de las acciones sociales en los telediarios (de forma que la "opinión pública valore el parlamento como única vía), creando falsos debates televisivos en los que sólo se muestran las posturas oficiales o si se muestra otra diferente es en un marco de marginación (intentando significarla de este modo en la sociedad) o de ridiculización (los casos de manipulación directa de intervenciones son numerosos, ¿qué se esperaba?), mostrar el lado opuesto al del campo político como algo idealizado (es decir sin base real), esto no es, en muchas ocasiones, una manipulación intencionada, sino la muestra de que el sistema político ha hecho ya efecto directamente en gran parte de la Sociedad.


La creación de la necesidad


Se intenta de esta forma que la propuesta política aparezca como algo necesario aún no siéndolo. Es un esfuerzo por hacer partícipe a la gente del sistema de representación para que este no pierda legitimidad. Este hecho de crear una necesidad ficticia se ve claro en el referéndum de 1986: el PSOE, que durante la campaña electoral se posicionó en contra de la incorporación de España en la OTAN ("OTAN, de entrada NO" decía el lema) y que obtuvo el 48% de los votos en las elecciones de 1982, fue el que impulsó cuatro años más tarde el referéndum en el que el sí obtuvo el 52% (todo ello obviando las cifras de Abstención).


La creación del miedo


Ante situaciones concretas, la finalización de un régimen dictatorial, por ejemplo; los referéndums se constituyen no sólo como elementos "legitimadores" sino además como limitadores, volviendo a esa idea de dicotomía del referéndum de la que no se puede salir. Un ejemplo transparente de ello es el referéndum sobre la "Ley para la Reforma Política". Este referéndum, que en caso de aprobarse abriría las puertas al camino de la "Transición" (Ver Suplemento 2 de Germinal Libertario), tenía el claro papel de intimidar a la población española: por un lado se ofrecían dos únicas posibilidades: democracia o dictadura, y se hacía en unos momentos de represión importantes (Asesinato de Salvador Puig Antich en 1974, Fusilamientos de Txiki, Otaegui y "los tres del FRAP" en 1975, Montejurra en 1976...), de esta forma se jugaba con el miedo al "no" identificándolo con un "sí" al franquismo. Ni que decir tiene que este referéndum sirvió para legitimar el Estado "democrático" para que este continuara haciendo lo mismo que el anterior (Matanza de Atocha en 1977, asesinato de Agustín Rueda y Caso Scala en 1978...).


La celebración del referéndum: El caso europeo


Un caso aparte es el referéndum realizado para la aprobación de la Constitución europea. Este acontecimiento refleja claramente nuestra posición respecto a los referéndums: estos son solamente convocados cuando su resultado es positivo para los intereses de la clase política. Los referéndums convocados para la Constitución europea fueron negativos y, sencillamente, se paralizaron. En el Estado español, en el que la participación en referéndums ha ido cayendo de forma progresiva (77% en 1976, 67% en 1978, 59,4 en 1982 y 42% en 2005), el resultado fue a favor, aunque el referéndum ni tan si quiera era vinculante. Sin embargo, el proceso se paralizó cuando en Francia e Irlanda el resultado mayoritario fue el no. Ante esto, el parlamento europeo comenzó el estudio de una nueva reforma para el Tratado.
Esto pone en evidencia que los referéndums no sirven para expresar la voz del pueblo sino para canalizar, a través de ésta, la opinión de les polítiques. Sin embargo, la fuerza del proletariado reside en su capacidad de organización no en su capacidad de "decisión".[3]


[1] El Grupo Bandera Negra ha reeditado este texto de las Juventudes Anarquistas de León en un panfleto actualizado, el texto original es de Junio de 2009. Puedes descargarlo aqui.
[2] Las referencias hechas en todo el artículo al concepto "pueblo" no nos propias, sino que las hemos adoptado para adaptarnos al lenguaje de la "democracia", dentro de la cual los conceptos pueblo y poder aparecen como una dicotomía. Desde nuestro punto de vista, esta dicotomía es inconclusa ya que el concepto "pueblo" se nos antoja como una idea, dentro de la concepción "democrática", interclasista.
[3] Extrapolado del panfleto "El referéndum: Un paso más hacia Bolonia" de la Sección de Estudiantes del Sindicato de Oficios Varios de León (CNT-AIT). Está claro que ponemos en tela de juicio, cuanto menos, que el proletariado tenga alguna capacidad de decisión en los mecanismos políticos

viernes, julio 13

Cowboys - Phil Mulloy 1991

Oscura animación satírica del cineasta británico Phil Mulloy. Cowboys compila seis cortometrajes: Slim Pickin's, That's Nothin', Murder!, The Conformist, High Noon, Outrage!, en los cuales se utilizan los estereotipos del Oeste para crear a través del pincel y de la tinta negra una feroz crítica a la sociedad contemporánea.

martes, julio 10

Poemas lisiados


Jorge Riechmann


«Si finalmente en la configuración de sedimentos las catástrofes de ayer han dejado huesecillos esquirlas y raíces que quepa disponer formando algo parecido a un rostro humano lo llamaremos en primera instancia poema y de antemano lo sabremos lisiado»

La Oveja Roja, Madrid 2012

miércoles, julio 4

Destruir para crear. Crear para destruir.


La pasión por la destrucción es también la pasión creativa.” M. Bakunin

La sociedad moderna en la que los individuos se desarrollan en el actual mundo occidental se encuentra inundada de contradicciones:
Vivimos para trabajar bajo el yugo del salario, que supone al mismo tiempo el robo de nuestras vidas; pero que a su vez resulta indispensable si queremos poder optar a las necesidades más básicas; y de esta manera, aumentamos cada vez más el poder de la clase dominante y su engranaje de explotación.
Nos dicen que estudiemos como condenados en sus escuelas y universidades para alcanzar una futura posición social que nos permita vivir con cierta tranquilidad y bienestar; a la par de pertrecharnos de un cierto capital cultural que aumento nuestro prestigio en este mundo de apariencias. Nos dicen también que el estudio nos dará saber y cierto grado de autonomía para defender nuestras libertades y derechos… Pero por más que se estudie y avance en la jerarquía de nivel de los estudios, más ignorantes se hacen los individuos sobre la realidad social que les rodea y más adaptados a una vida de sumisión voluntaria, de horarios, de normas, de jefes, de dogmas, de rutina, de egoísmo… de muerte cotidiana.
El Capital mismo y su amante, el Estado, desarrollan la eterna contradicción de destruir para crear. Destruir los sueños, las voluntades, las conciencias, la imaginación, las ansias de libertad del individuo; para crear obediencia, aislamiento y uniformidad.
Destruye el autoestima de las personas para crear traumas, miedos y sufrimiento psíquico; para que, de esta manera, busquemos la felicidad en comprar nuevos productos, fármacos o formas de ocio creados por el propio sistema que genera nuestras debilidades y falsas necesidades.
Destruye el entorno natural –ríos, montañas, mares…- para crear fuentes de extracción de materias primas, para de este modo crear nuevos productos, que nosotros, los explotados de cualquier parte del mundo, fabricaremos para luego tener que consumirlos. De esta destrucción en términos ecológicos, se deriva la creación de enfermedades y otros padecimientos, para los cuales el sistema o, más bien, su engranaje en el que estamos insertos, creará remedios que tendremos que costearnos, que en muchas ocasiones destruirán nuestra salud y nuestra capacidad de acción. Destruye, el Capital, en nombre del progreso, para crear un concepto del desarrollo de la humanidad unido a la destrucción y aniquilamiento de la vida natural.
Nos dicen también, que con la destrucción de la disidencia a través de la criminalización, golpes, prohibiciones, torturas, cárcel, heridos y muertos, crea y mantiene nuestra “libertad”. Nos dicen, pues, que manteniendo nuestras muchas cadenas que nos destruyen como personas, mantenemos las libertades y derechos que ellos dicen habernos otorgado.
Pues bien, es hora que apliquemos de una vez por todas, esa misma contracción, ese dualismo entre destrucción y creación contra el sistema que lo desarrolla día a día. Que destruyamos su propiedad privada, para construir la propiedad común o colectiva; que destruyamos su autoridad, su delegacionismo y jerarquía social para construir modelos organizativos horizontales, asamblearios donde los propios implicados en las distintas problemáticas sean quienes decidan sobre ellas en común e igualdad; que destruyamos su trabajo asalariado para construir un modelo productivo controlado por los propios trabajadores que atienda a las necesidades reales de las personas; que destruyamos su educación que nos inculca sus valores de egoísmo, competitividad… para construir una pedagogía que pretenda construir individuos libres, solidarios y conscientes; destruyamos su cultura de masas convertida en productos de consumo, para crear una cultura común, libre, de y para nosotros mismos. Destruyamos sus valores, para crear los nuestros: solidaridad, apoyo mutuo, acción directa, federalismo, horizontalidad y autogestión.
Y esa destrucción no puede esperar al mañana. Debe empezar desde el ya y el ahora; desde nosotres mismes y nuestras propias organizaciones. Debemos aniquilar todo vestigio, todo valor de la sociedad estatal capitalista de nuestro entorno, para así poder combatirlos a niveles más generales. Debemos construirnos a nosotres mismes en base a los valores de la ética libertaria. Nuestras propias organizaciones, deben destruir y crear en su seno, aquello que pretenden combatir y aquello que pretenden propagar. De otra manera, estamos abocados a reproducir los valores del sistema, de la clase dominante, de la Dominación; destruyéndonos como personas, destruyendo nuestras organizaciones como proyectos revolucionarios.
Empecemos a construir la anarquía. Empecemos a destruir al Estado y al Capital.

JUVENTUDES LIBERTARIAS DE MADRID
http://juventudeslibertariasmadrid.wordpress.com/
jjllmadrid@riseup.net

domingo, julio 1

Dicen los indios

¿Que tiene dueño la tierra? ¿Cómo así? ¿Cómo se ha de vender? ¿Cómo se ha de comprar? Si ella no nos pertenece, pues. Nosotros somos de ella. Sus hijos somos. Así siempre, siempre. Tierra viva. Como cría a los gusanos, así nos cría. Tiene huesos y sangre. Leche tiene, y nos da de mamar. Pelo tiene, pasto, paja, árboles. Ella sabe parir papas. Hace nacer casas. Gente hace nacer. Ella nos cuida y nosotros la cuidamos. Ella bebe chicha, acepta nuestro convite. Hijos suyos somos. ¿Cómo se ha de vender? ¿Cómo se ha de comprar?

Memoria del fuego I. Los nacimientos.
Eduardo Galeano