Cuando la multitud hoy muda, resuene como océano.

Louise Michel. 1871

¿Quién eres tú, muchacha sugestiva como el misterio y salvaje como el instinto?

Soy la anarquía


Émile Armand

miércoles, junio 28

El peculio como negocio

Si le preguntas a la persona que hay a tu lado mientras lees esto que qué es el peculio, lo más probable es que desconozca el significado de esta palabra. Pero para aquellas personas que tienen a algún familiar o compañera en prisión, o dedican parte de su tiempo a apoyar a personas presas, es parte de su día a día, pues no es más que el “monedero” dentro de la cárcel, en el cual su entorno puede ingresarle dinero. Dinero que se utiliza dentro del talego tanto para comprar en el economato, comida, productos de higiene personal o, según el grado en el que se encuentre la persona presa, tendrá acceso a determinados productos eléctricos como una radio o una televisión. Además, el dinero es necesario para poder realizar llamadas al exterior o comprar papel y sellos para poder mandar cartas. Es decir, el dinero es absolutamente necesario para la vida dentro de prisión, tanto para poder comunicar con el exterior como para disponer de unas condiciones de alimentación e higiene mínimamente dignas.

Hasta principios de este año, la gestión de todas las cuentas de las personas presas la realizaba el Banco Santander, y para ingresar dinero en ellas, había que acudir a la ventanilla de cualquier sucursal de esta entidad, eso sí, en base a la supuesta amenaza del terrorismo islámico, la Dirección General de Instituciones Penitenciarias dictó la orden de registrar dichos movimientos con los datos completos de la persona que realizaba el ingreso, así como ordenaba realizar un informe mensual de cualquier actividad “excepcional”, como el “que hiciera una misma persona en cuentas de 3 o más internos sin razón de parentesco”, una supuesta medida “antiterrorista” pero que al final señala y controla a aquellas personas que realizan un trabajo de apoyo con las que están al otro lado del muro. Aun así, la situación era mejor que la actual, puesto que el ingreso de dinero en el peculio no implicaba ninguna tasa ni comisión, y para bien o para mal, cualquier ciudad está plagada de sucursales del banco de la familia Botín, por lo que éste se convertía en un trámite bastante accesible.

El convenio firmado con el Banco Santander finalizó el pasado año, sacando el Ministerio de Interior un nuevo concurso en julio, al que no se presentó nadie.

En octubre ocurrió lo mismo, a pesar de que el Ministerio contactó personalmente con diferentes bancos. Estos pidieron contrapartidas pues no les resultaba lo suficientemente rentable. El Banco Santander solicitó la gestión de las nóminas de la policía nacional, a pesar de que la gestión del peculio viene acompañada también de la administración de las cuentas de todos los carceleros así como las cuentas de cada uno de los centros penitenciarios, que en total, ambos conjuntos de depósitos junto a las cuentas de las presas, mueven un total de 800 millones de euros al año, casi nada.

Finalmente, el Santander ha renovado la concesión, pero el Gobierno, una vez más, se ha plegado ante la banca, cambiando sustancialmente la forma que tenemos para realizar un ingreso a nuestras familiares y compañeras presas. El Santander ha retirado la opción de ingresar en cualquier ventanilla de alguna de sus oficinas, posibilitando las transferencias electrónicas pero cobrando una comisión por ello. Debido a este cambio, el Gobierno ha tenido que buscar alternativas que denotan la escasez de salidas así como la urgencia por apañar algo ante tal despropósito. Por un lado, el Ministerio de Interior publicó una orden por la cual todos los centros se veían obligados a abrir una ventanilla para poder recibir los ingresos, pero por un lado, los sindicatos de carceleros han puesto el grito en el cielo al verse obligados a hacer esta labor de cajeros, así como el que cada cárcel abre esta ventanilla según su criterio, por lo que no tiene por qué coincidir el horario de visitas con el de ingresos en el peculio, obligando a las familias y compañeras a acudir dos veces a la semana a las prisiones, que no se encuentran cerca precisamente ni son muy accesibles, y no hablemos ya del perjuicio que ocasiona si ésta se encuentra en otra Comunidad Autónoma. El ingreso del peculio directamente en el centro penitenciario es la única vía de hacer llegar el dinero sin pagar una comisión por ello. La última vía abierta por el Ministerio de Interior, publicada muy recientemente de forma oficial en la página web de Instituciones Penitenciarias, es el realizar un giro postal en cualquier oficina de Correos, pero dicho método implica también el pago de unas tasas, que aunque la Administración asegura que para estos casos será más económico que para un giro postal habitual, no específica nada concreto en la orden emitida.

Es decir, nos encontramos ante una nueva dificultad añadida para una situación ya de por sí bastante complicada. Sin querer ser ingenuos pues no esperábamos menos de unos y otros, hay que remarcar que es demencial pretender seguir haciendo el máximo negocio con aquellas personas que se encuentran entre la espada y la pared, exprimiendo cada vez más todas las posibilidades, como el trabajo en prisión en condiciones de semiesclavitud, precios desorbitados para unos servicios y productos que en la calle son más baratos, etc. Teniendo en cuenta la realidad social dentro de la cárcel, los datos, frente a los estereotipos creados, nos indican que la mayor parte de las personas presas son pobres, y que los delitos más habituales, robos y trapicheo, son más una vía para llegar a fin de mes que un lucrativo camino para llenarse los bolsillos. Por lo que el coste económico y personal para la persona presa y su entorno acaba superando con creces el posible perjuicio ocasionado por el hecho por el que fue condenada.

La visión completamente deshumanizada, o la absoluta invisibilidad, que se ha impuesto sobre las personas presas permite que desde el Gobierno se puedan aprobar dichas medidas sin un mínimo de indignación, como también lo demuestra la nula presencia de esta noticia en cualquier medio, y la dificultad que hemos encontrado para dar con información al respecto sobre este cambio, incluso entre aquellos medios de comunicación del espectro alternativo. Las presas no le importan a nadie, no son noticia, generándose así un marco de impunidad muy peligroso.

 

Trabajo en prisión


El pasado mes, eldiario.es publicó el artículo “120 empresas emplean a miles de presos sin apenas derechos laborales”, donde, por primera vez, se hace público el listado completo de empresas que contratan a personas presas.

Recomendamos además conocer el trabajo de la Asociación Pro Derechos Humanos de Andalucía sobre esta realidad para acercarnos a otro escenario de falta de derechos, explotación e invisibilización.


domingo, junio 25

Sucesos policiales


Lo vi todo. Vi la sangre. Vi al chico, a la pareja. Vi las luces intermitentes que llegaban al lugar de los hechos. Vi los puños lanzados al aire y los que acertaban a golpear al chico. Vi como caía estrepitosamente al suelo y como la pareja lo alzaba como si fuera una marioneta de madera sin vida, completamente noqueado. Vi como lo arrodillaban simulando una escena de un film en donde hay un pelotón de fusilamiento a punto de cumplir órdenes, pero en esta escena el pelotón se reduce a un total de dos personas y los fusiles son, en realidad, tan solo una linterna que a modo de juego es posicionada frente a la dentadura del muchacho que se encuentra arrodillado. Veo la sangre correr, veo la sangre correr por su boca, veo como el chico escupe sangre mientras grita y se caga en todos los hijos de puta del mundo. Veo como lo vuelven a encajonar y lo inmovilizan. Veo como uno de ellos lo presiona contra el pavimento con sus rodillas puestas sobre su espalda mientras saca unas esposas y mientras el otro le pisa la cabeza al mismo tiempo que toca la culata de su pistola como si fuera John Wayne o Clint Eastwood y la ciudad fuese el salvaje oeste. Veo la sangre, el charco cada vez más amplio y espeso. Veo cómo mantienen sus brazos esposados en alto y cómo tiran de ellos. El chico gritaba y maldecía como un poseso. Vi la luz intermitente acercarse. Una luz azul que se apoderaba de todo. Vi descuartizarse el mundo.


Víctor Mesa. Poemas rescatados de las llamas. Ed. Piedra Papel Libros, 2017

jueves, junio 22

Trabajo esclavo en prisión: Relación de las empresas que desarrollan su actividad en prisión, los presos que emplean y las retribuciones a los presos (estado español)

Relación de empresas que desarrollan su actividad en los talleres de los centros penitenciarios, donde se detalla la ocupación de internos trabajadores y las retribuciones percibidas. Según Trabajo Penitenciario y Formación para el Empleo, el pago que las empresas realizan a Trabajo Penitenciario y Formación para el Empleo, varía en función de diferentes factores, como el nivel de ocupación que vaya a tener el taller, la complejidad de la producción, la productividad de los trabajadores, además de otros factores (maquinaria, consumos de energía, etc.) que puedan influir en la propia actividad productiva que realice la empresa.
Lo puedes ver aquí


Más información al respecto:

[Audio] Trabajo En Prisión, Trabajo Esclavo En El siglo XXI

Trabajo en prisión [pdf]

Explotación Laboral En Prisión

lunes, junio 19

Estructuralismo, postestructuralismo y anarquismo

Por su importancia para el anarquismo, recordamos diferentes corrientes de pensamiento; el estructuralismo, que vivió su auge en los años 50 y 60 del siglo XX, y el postestructuralismo, nacido en gran medida a partir de Mayo del 68, que resulta primordial para comprender la sociedad posmoderna.

El estructuralismo se gestó en los años 50, con autores como Claude Levi-Strauss, alcanzando su apogeo a mediados de los años 65. Hay quien considera que su declive comienza en 1968, con un acontecimiento del calibre de Mayo del 68, algo en lo que incidiremos posteriormente. ¿Qué es lo que sostiene el estructuralismo? Dicho de un modo extremadamente simple, el estructuralismo vendría a decir que hay que ocuparse de la manera en que una estructura se haya configurada. Así, se deja a un lado la historia, el porqué hemos llegado a esa situación y se dedica a estudiar la relación entre los diversos elementos. Otro factor que se deja a un lado es la subjetividad, que resulta tan importante por ejemplo para la fenomenología, ya que sería el elemento constituyente de la experiencia del sujeto. Según la fenomenología, solo hay que liberar la conciencia del individuo de todo aquello que la oprime y la distorsiona, para que el sujeto consciente se convierta en constituyente. El estructuralismo, por el contrario, considera que tanto el sujeto como la conciencia no son constituyentes, sino que están constituidos (por la lengua, las estructuras, la cultura, el inconsciente…). El estructuralismo, por lo tanto, se erige en crítico del sujeto de la modernidad (caracterizado por una conciencia transparente y por erigirse en constituyente), incluso pretende eliminarlo. Si bien el estructuralismo cuestiona este sujeto autónomo de la modernidad, sí participa en algunos presupuestos de la misma, como es la confianza en una razón fundamentalmente científica, en la creencia en cierto esencialismo (pensar que hay una naturaleza humana) y en la búsqueda de universales. Resumiendo, diremos que la metáfora más adecuada para el estructuralismo sería la de un investigador, que se esfuerza por indagar qué está detrás de la experiencia, de los hechos, de lo que se observa, para encontrar la verdad.

La importancia del estructuralismo fue notable en su momento, pero se produjo un gran evento que puso en cuestión sus postulados. Mayo del 68 se convirtió en símbolo de lo que el estructuralismo consideraba intrascendente: el acontecimiento. Igualmente, el mayo francés puso en cuestión los discursos totalizantes y universalistas, otorgando predominancia a lo local, lo particular y lo específico. Tal y como sostiene Tomás Ibáñez, el acontecimiento de Mayo del 68 ayudó enormemente al derrumbe de una corriente y el advenimiento de otra: el postestructuralismo. Según este nuevo pensamiento, construido según los postulados contrarios al estructuralismo, se cuestiona la universalidad de la razón científica (y conceptos derivados como la objetividad o la verdad absolutas), es decir, la idea de que el conocimiento puede asentarse sobre fundamentos absolutos y definitivos. La negación de la historia no tiene ya cabida en el postestructuralismo, ya que resulta importante en las estructuras estudiar su origen y su dinámica. No obstante, hay que decir que es una visión de la historia alejada de la de la modernidad, ya que no existiría ninguna finalidad en ella (teleología). Si bien el postestructuralismo reintroduce la historia en el interior de la estructura, lo hace de forma discontinuista, sin propósito alguno ni forma de evolución en ella.

Otra creencia que se pone en cuestión en el postestructuralismo es la de una supuesta naturaleza humana, algo que tal vez acababa derivándose del estructuralismo a pesar de su exclusión del sujeto. Esa creencia en una naturaleza humana nos llevaría a pensar que existe una esencia que condicionaría lo que somos, por lo que se ve como una imposibilidad para la creación de algo nuevo. Es decir, lo que existe, lo que podemos producir, sería solo una variante de esa supuesta esencia. Desde un punto de vista radical e innovador, esto sería inadmisible. Así, según lo que sostiene el postestructuralismo, habría que desenmascarar esa visión esencialista, ya que sería un peligro para nuestra libertad, para la posibilidad de crear algo verdaderamente nuevo. Frente a la esencia, hay que reivindicar la existencia y su carácter contigente (es decir, algo que pueda suceder o no, lo que abre un campo enorme de libertad). Como dijimos, el postestructuralismo reintroduce al sujeto, que el estructuralismo había dejado a un lado, pero se trata de un sujeto sin una naturaleza humana esencial e inmutable, que habría sido reprimida y distorsionada por las práctica históricas y las instituciones. Desde un punto de vista libertario, resulta admisible esta visión: deseamos ser libres, pero no en nombre de una visión esencialista, ni por ninguna exigencia natural, sino porque queremos transformar las cosas, querer ser de otra manera. Sin justificaciones de ningún tipo, estamos obligado a trabajar y a luchar por ello. Entendemos así que los sujetos, y las sociedades que fundan, resultan históricamente variables, lo que abre la posibilidad a una existencia libertaria. Para ello, es necesario comprender ciertas prácticas históricas, según esa visión del sujeto no esencialista, para comprender lo que somos y lo que podemos llegar a ser. A pesar de lo que nos pueda parecer en muchos momentos, no hay necesidad alguna en la existencia humana; existe contingencia, la posibilidad de ser de una u otra forma.


Capi Vidal

viernes, junio 16

El patio de mi casa

Atención.
Ahora y aquí, muchachos, aquí y ahora.
Huxley



La locura cotidiana
impregna cada centímetro
de lo que llamamos desarrollo
capitalismo
democracia
civilización.
Nos vestimos de paradojas
e insaciables
consumimos despropósitos
en nombre del progreso.
Más más más.
El sistema insiste seductor:
¡parar es el abismo!
La consciencia susurra dócil:
parar es la liberación.
Pero da miedo –el miedo inoculado–
por eso caminamos derechitos
y muy entretenidos
dando vueltas en este absurdo.




Francisca Alonso. Informe de daños. Ed. Niebla, 2016

sábado, junio 10

“Fuego Queer: Historia de la “Brigada George Jackson” y del colectivo gay anticarcelario “Hombres contra el Sexismo” (1975-1978)

 

Ed Mead. Rita “Bo” Brown

En 1971 moría asesinado a manos de sus carceleros George Jackson, preso afín al Partido Pantera Negra. Su espíritu fue recogido años más tarde por un grupo heterogéneo de militantes de la ciudad de Seattle (Washington). La Brigada George Jackson aglutinó a anarquistas, comunistas, maricas, bolleras, heterosexuales, gente negra, blanca y de ascendencia nativa. Su origen de clase muy baja, con habituales entradas y salidas de los presidios y una cotidiana represión policial y social, era uno de sus puntos de unión. Su compromiso por atacar las instituciones del estado y destruir todo aquello que les oprimía en muchas de sus múltiples formas, fue lo que les hizo constituirse como uno de los grupos armados de EEUU de la convulsa década de los 70. 

La presente edición rompe con años de desconocimiento sobre la historia de la Brigada, relegada ante el protagonismo que otras bandas armadas como la Weather Underground o el Ejército Simbiótico de Liberación tuvieron en esa época. La mezcla de sus opresiones con planteamientos anticapitalistas y, una vez en prisión, englobándolos dentro de la lucha contra la cárcel, les convierte en uno de los colectivos más genuinos y rompedores de las últimas décadas de historia de lucha contra el sistema. 

A día de hoy la mayoría de sus integrantes siguen vivos y participan en colectivos anticapitalistas y anticarcelarios, procurando mantener viva la memoria de la Brigada y la lucha que llevaron mediante charlas, entrevistas y escritos, algunos de los cuales vienen incluidos en este libro. Estamos ante una útil herramienta de interseccionalización de luchas en una época en que, cuarenta años después, seguimos soportando un sistema racista, machista, sexista, heterocentrado, clasista y autoritario, para cuyo combate la intersección entre opresiones sigue siendo de vital importancia.

 

https://editorialimperdible.wordpress.com

 

miércoles, junio 7

Tambores de guerra

Suenan tambores de guerra. Nada nuevo bajo el sol, salvo por la insistencia de los medios de comunicación que, como siempre, se encargan de poner el foco donde el sistema considera oportuno. Porque los tambores de guerra nunca han dejado de sonar y jamás lo harán mientras la opresión y la muerte generen beneficios.

La guerra siempre está en marcha, vivimos inmersos en ella. Forma parte fundamental del orden autoritario, especialmente del capitalismo. La sociedad está en constante guerra. Unos contra otros tratando de conquistar una meta impuesta como si fuéramos pequeños roedores en busca del pedacito de queso que el científico de turno otorgará al que sobreviva a cuantas tropelías se le ocurran. En estos casos, donde la maquinaria bélica está relegada a un segundo plano (eso sí, siempre insinuante, siempre presente en el imaginario colectivo) se considera que vivimos en tiempos y lugares de paz. Aunque a diario las víctimas de esa paz se suceden arrastradas a una vida de penuria moral y física hasta el final de sus días.

Pero la guerra es el pasatiempo favorito de los poderosos. Es apostar a caballo ganador porque vaya como vaya siempre ganan los mismos y el riesgo de pérdida es cero. Los muertos, sean del bando que sean siempre los ponen los mismos. Los vencedores también.

La industria de la muerte es una colosal máquina que genera beneficios económicos astronómicos y garantiza el mantenimiento de un orden social basado en el poder en todas sus dimensiones (propiedad, dominio, lucro, explotación…) Bien sea como causa directa de muertes y sufrimiento allá donde esta industria despliega su poderío, bien sea a través de un efecto colateral y no menos devastador: el miedo. Porque las balas y las bombas matan al instante pero el miedo aniquila lentamente. El miedo atenaza las mentes, cierra las bocas, encoge la esperanza. Consigue que cada cual se encierre en su situación y no quiera/pueda ver más allá. Cierra la puerta a cualquier atisbo de acción espontánea, independiente, genuina y las abre de par en par a la mansedumbre, al seguidismo, a la servidumbre total y, por tanto, a la perpetuación del orden social vigente.

La guerra está siempre presente, lo sepamos o no, no se detiene nunca y derrama nuestra sangre por todo el mundo. En la actualidad hay docenas de países donde a diario, guerras más o menos declaradas, se cobran vidas humanas. Yemen, Siria, Palestina, Sudán, Libia, México, Ucrania, Nigeria, Colombia, Turquía, Iraq… son sólo algunos ejemplos. Sin embargo, el egocéntrico occidental medio, acostumbrado a devorar las informaciones sin procesarlas está ya inmunizado ante el dolor ajeno, apenas siente un suave golpe en su coraza. Necesita una amenaza más palpable para sentir el suficiente temor para legitimar la imparable rueda de la guerra. Al parecer no es suficiente con la psicosis terrorista, así se recurre nuevamente al terror nuclear. Esta amenaza, es la máxima expresión técnica de la dominación, nada produce un efecto tan devastador en las mentes y los cuerpos. Bastó una sola aplicación del horror nuclear para marcar a las siguientes generaciones de por vida (por si acaso, de vez en cuando, nos muestran alguna prueba nuclear para recordarnos quien manda). Sin duda, fue el inicio de una etapa de esplendor para el sometimiento mundial. Suficiente para que, al menos en occidente, se acatara el orden establecido sin rechistar. Años más tarde, con la caída del imperio soviético, se sellaría ese nuevo orden mundial.

Ahora, la exhibición de la amenaza nuclear hace que la industria de la muerte aumente exponencialmente sus beneficios. Se sabe ganadora, sabe que siempre será el bastión del poder independientemente de quien lo ostente formalmente. Mientras existan estructuras de dominación, éstas se sustentaran en la guerra. La guerra siempre está presente, a todas horas. Sus efectos están bien presentes en nuestros cuerpos y sobre todo en nuestras mentes.


domingo, junio 4

FIES, tortura legal. El "defensor del pueblo", otra inutilidad más que nos cuesta dinero

El informe anual del “defensor del pueblo” sobre malos tratos menciona el «aislamiento total» de 193 personas, las “más conflictivas” con medidas de seguridad para el inhumano estado español.

21 y 22 de junio. Dos “técnicos” del “defensor del pueblo” y dos médicos externos realizaron una visita sin previo aviso al centro de exterminio de León. Formaban parte del equipo MNP (Mecanismo Nacional de Prevención de la Tortura y otros tratos o penas crueles, inhumanos o degradantes). Su presunto cometido consiste en visitar toda clase de centros de privación de libertad en el estado español y examinar los aspectos que afectan a las personas que allí se encuentran.

El MNP, cuya función por ley orgánica 1/2009 compete al “defensor del pueblo”, presuntamente realizó 101 inspecciones el pasado año (supuestamente 62 en 2015), y formuló 352 resoluciones (como podéis leer y sumar, la cifra cuadra poco…). La de León tenía como presunto objetivo prestar particular atención a los módulos de régimen cerrado. Se trata de aquellos que implican la aplicación de criterios de máxima seguridad (inhumanidad) y constituyen “el tipo de vida” más restrictivo que prevé la norma penitenciaria. En su mayoría se aplica a pres@s que sufren el régimen FIES (Ficheros de Internos de Especial Seguimiento) o por haber “provocado desórdenes internos”. Según el “defensor del pueblo”, este régimen presenta unas condiciones de «dureza intensa»… todo lo contrario a las de dicho cargo que pagamos tod@s con nuestros impuestos para que realice burocracía al servicio del estado español.

Durante la visita de junio se realizaron presuntamente “entrevistas reservadas” con los internos de estos módulos y supuestamente se examinaron sus historias clínicas y expedientes. Igualmente se mantuvieron entrevistas con los carceleros que prestan servicio allí y se “remitieron recomendaciones” a la administración competente, la secretaría general de instituciones penitenciarias, dependiente del ministerio del interior, trámite que como tod@s sabemos no sirve absolutamente para nada trascendente.

En la cárcel de León, donde secuestran a casi un millar de reclusos, el módulo de régimen cerrado es el número 15. Allí se encontraban el pasado año cinco de los 193 pres@s calificad@s como «más peligros@s» dentro del primer grado penitenciario en todas las cárceles españolas y de Cataluña, que tiene asumidas las competencias penitenciarias.

El “parte de deficiencias” en León es muy extenso: celdas sin cámaras de grabación o videovigilancia para el control total, no hay actividad terapéutica, los patios donde los reos pasean una vez al día durante «pocas horas» son de cemento y no tienen techado para resguardarse, no hay seguimiento médico a los enfermos y tampoco se regulan los mecanismos para denunciar malos tratos. Absolutamente ninguna novedad. Salvo la primera especificidad que la administración va a corregir, el resto han sido rechazadas por criterios de la «Dirección del Centro», según detalla el informe anual del Mecanismo Nacional de Prevención de la Tortura. Ninguna sorpresa.

Del mismo modo, los “técnicos” visitaron supuestamente sin previo aviso los módulos de régimen cerrado de Dueñas (Palencia), Zuera (Zaragoza) y Teixeiro (La Coruña). En estos lugares donde un/a reclus@ puede “permanecer” «el tiempo mínimo necesario hasta que desaparezcan o disminuyan las razones» que “sirvieron para su encierro” -cada tres meses se revisa su situación- se “desarrollan” de forma «deficiente» otros “programas”, según el informe del “defensor del pueblo”.

«Una amplia mayoría de los internos entrevistados no conocían el plan específico de actividades para su condición; las consultas médicas se realizan desde el exterior de la celda, a través de la puerta de barrotes, lo que impide el contacto directo con el interno y vulnera el derecho a la intimidad entre médico y paciente; las celdas cuentan con elementos mínimos y la ventanas dan con frecuencia al muro del patio de luces; y las salidas al patio son en solitario, contacto mínimo con funcionarios y cambio de celda de forma periódica».

En suma, señala el “defensor del pueblo”, en este escrito que tomamos de la prensa burguesa, las “medidas especiales de seguridad del régimen cerrado” suponen el «total aislamiento» del interno y presentan unas «condiciones de dureza intensa», que se agravan en el caso de aplicación de las previsiones contenidas en la orden del la secretaria general de instituciones penitenciarias de agosto de 2016. Son las medidas contenidas para el control de internos en ‘FIES 1 CD’ cuando se “protagonicen incidentes muy graves” al atentar contra la integridad física de otros internos, carceleros o “personal” a sueldo. Buscamos una noticia de hace 10, o 20 años… y seguramente podríamos leer exactamente lo mismo que ahora. Obviamente, al “defensor del pueblo”, sus “tecnic@s”, l@s medic@s, l@s carceler@s, la clase política y demás… todos estos hechos se la suda. ¿Y a tí, que estás leyendo?


jueves, junio 1

Los animales son parte de la clase trabajadora

 
Los animales son parte de la clase trabajadora y otros ensayos, Jason Hribal.

Cuando nos quejamos de que “cargamos como mulas”, “trabajamos como animales”, o “tiramos del carro” (como caballos), estamos reconociendo la existencia de una relación de clase que, nos guste o no, va más allá de la especie. Observando la indiscutible naturaleza explotadora del trabajo, tenemos que admitir que el papel de los demás animales en la industrialización y el desarrollo del capitalismo ha sido un papel activo. No sólo sus cuerpos, vivos o muertos, se han utilizado como productos, valor de cambio y acumulación.

También su tiempo y su fuerza han servido para producir mercancías, transportarlas, construir máquinas o hacerlas funcionar. Del mismo modo, aunque se suela ocultar, han participado activamente en la resistencia contra su opresión.

 13×19 cm. 178 páginas.

Podéis descargar el libro aquí:

http://ochodoscuatroediciones.org/…/…/2014/12/APCT-libro.pdf 

Y podéis comprarlo escribiéndonos a: edicionesochodoscuatro@gmail.com o en nuestros puntos de venta:

ochodoscuatroediciones.org/puntos-de-venta 

 Una entrevista con su autor aquí: https://www.youtube.com/watch?v=Mc2uh8_wu1w