Cuando la multitud hoy muda, resuene como océano.

Louise Michel. 1871

¿Quién eres tú, muchacha sugestiva como el misterio y salvaje como el instinto?

Soy la anarquía


Émile Armand

miércoles, julio 29

Crónica de las concentraciones por la libertad de Amadeu Casellas


x CNT - Madrid ::

Crónicas y fotos de las concentraciones que tuvieron lugar en Madrid y Barcelona el pasado sábado 25 de julio para exigir la libertad del preso anarquista Amadeu Casellas.
En Madrid...
Se informó de que Amadeu está en huelga de hambre desde el 15 de julio en protesta por estar sufiendo todo tipo de humillaciones por parte de Instituciones Penitenciarias.
Alrededor de 150 personas exigieron, en la céntrica y concurrida Puerta del Sol, la libertad de este preso libertario. El pasado sábado 25 de julio a las 12h, de modo puntual, daba comienzo el acto dónde se explicaron los motivos de la concentración.
Se informó de la actual situación de Amadeu Casellas en huelga de hambre desde el 15 de julio para, nuevamente, exigir su libertad. Instituciones penitenciarias ha vuelto a recortar sus derechos más fundamentales (comunicaciones, traslado de cárcel sin aviso…) a raíz de unos comunicados publicados por el compañero donde ponía nombre y apellido a las barbaridades que se cometen en la cárcel y denunciaba el funcionamiento hipócrita de ésta. Así es la libertad de expresión de la que gozan los presos, ninguna. Así mismo, se relató la represión que están sufriendo los abogados de CNT-AIT para poder llevar su defensa y puesta en libertad a buen término.
En la concentración se corearon consignas contra la cárcel y se exigió una y otra vez la libertadde éste preso que lleva más de dos décadas encerrado por atracar bancos y repartir lo expropiado entre diversas luchas obreras. Ya ha cumplido su condena con creces pero el Estado se niega a concederle permisos por su marcado carácter rebelde y sus continuas luchas llevadas a cabo en prisiones.
Los diferentes compañeros/as anarcosindicalistas que hablaron por el megáfono en la concentración, no sólo exigieron la liberad de Amadeu, sino que criticaron duramente la cárcel como máximo ejemplo represivo donde se encierra y priva de libertad a decenas de miles de trabajadores/es y personas pertenecientes a los sectores mas desfavorecidos de la sociedad. Personas explotadas en definitiva y sin oportunidades. Pusieron en evidencia la cárcel como elemento clasista y represor para dar falsas soluciones a los problemas que genera el sistema capitalista y autoritario.
Se criticó, así mismo, a las cárceles de menores y el endurecimiento que se quiere llevar a cabo de la ley penal del menor. Pasadas la 13h, entre un fuerte calor y sin incidencias con la policía que se mantuvo vigilante a una distancia prudencial, se desconvocaba la concentración no sin antes volver a exigir la libertad de Amadeu.
¡¡Libertad Amadeu Casellas!!
¡¡Contra la Represión: Organización y Anarcosindicalismo!!

Fotos: http://theplatform.nuevaradio.org/index.php?blog=4&p=929
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En Barcelona...
La convocatoria, que aglutinó a cerca de un centenar de personas, también sirvió para denunciar el estado de las prisiones catalanas.
En la tarde del Sábado 25 de Julio nos hemos reunido alrededor de cien personas, convocadas por CNT, para reivindicar la libertad del compañero Amadeu Casellas actualmente preso en el primer grado del centro penitenciario de Quatre Camins y en huelga de hambre indefinida. La convocatoria también ha servido para denunciar el penoso estado de las prisiones catalanas, como Brians 2, que en dos años de funcionamiento han muerto unas treinta personas y que han sido recordadas con siluetas de cartón pintadas de negro, en algunas de las cuales aparecían nombres y el motivo de su muerte. Con esta acción se pretendía a su vez denunciar las muertes silenciadas de las prisiones catalanas, que nuestro compañero ha sacado a la luz pública a través de sus comunicados de denuncia. Por este motivo ha sido represaliado con la prohibición de las comunicaciones orales, la intervención del correo escrito, el traslado a otra prisión y el confinamiento a primer grado. También hemos denunciado la persecución de la que es objeto el compañero abogado que lo defiende.
La convocatoria ha transcurrido sin incidentes y bajo la atenta mirada de las fuerzas policiales, de los mossos de esquadra, que rodeaba el perimetro de la Generalitat. Se han leído diferentes comunicados y su último escrito, en el que explicaba por qué iniciaba una nueva huelga de hambre indefinida.
Durante la concentración, que ha durado aproximadamente una hora, se han
gritado diferentes consignas pidiendo la libertad de Amadeu y denunciando al sistema penitenciario y a sus gestores: la Consellera de Justicia Montserrat Tura, el Director General Albert Batlle y los directores y altos cargos de las prisiones.
Desde CNT y los diferentes grupos solidarios con Amadeu seguiremos luchando hasta conseguir su libertad.
Recordamos que Amadeu Casellas Ramón es un compañero preso, que lleva venticinco años en prisión por diferentes atracos a entidades bancarias, en los años setenta, y sin delitos de sangre. Las expropiaciones de los atracos, servían para financiar luchas obreras y sociales tan características de esos convulsos años. Dentro de prisión nunca ha abandonado la lucha contra el sistema y por ese motivo ha sido represaliado y no se le permite salir en libertad.
El día 15 de Julio inició una nueva huelga de hambre que mantiene para reclamar que le sean respetados sus derechos más elementales. La institución penitenciaria lo ha regresado al primer grado de la prisión de Quatre Camins manteniéndolo aislado de sus familiares, amigos/as y compañeros/as con el fin de silenciar sus denuncias, su lucha y ocultar a la opinión pública la lamentable situación de la realidad penitenciaria catalana.

jueves, julio 23

Los nadies


Sueñan las pulgas con comprarse un perro y sueñan los nadies con salir de pobres, que algún mágico día llueva de pronto la buena suerte, que llueva a cántaros la buena suerte; pero la buena suerte no llueve ayer, ni hoy, ni mañana, ni nunca, ni en lloviznita cae del cielo la buena suerte, por mucho que los nadies la llamen y aunque les pique la mano izquierda, o se levanten con el pie derecho, o empiecen el año cambiando de escoba.
Los nadies: los hijos de nadie, los dueños de nada.
Los nadies: los ningunos, los ninguneados, corriendo la liebre, muriendo la vida, jodidos, rejodidos:
Que no son, aunque sean.
Que no hablan idiomas, sino dialectos.
Que no profesan religiones, sino supersticiones.
Que no hacen arte, sino artesanía.
Que no practican cultura, sino folklore.
Que no son seres humanos, sino recursos humanos.
Que no tienen cara, sino brazos.
Que no tienen nombre, sino número.
Que no figuran en la historia universal, sino en la crónica roja de la prensa local.
Los nadies, que cuestan menos que la bala que los mata.


Eduardo Galeano

I Jornadas de Historia (Juventudes Libertarias de Albacete)

martes, julio 21

El perseguidor y otros relatos

Los relatos de Julio Cortázar constituyen uno de los ejes esenciales de su gran obra narrativa. Si en sus novelas la búsqueda de una nueva expresión de la realidad, acepta incluso los riesgos de una audaz y brillante experimentación formal, en los relatos la perfección de la forma pretende no alterar la descripción de los espacios ambiguos, incomprensibles, fantásticos de la realidad. Ciñendose por tanto a una prosa sólo aparentemente realista, Cortázar logra crear, de pronto, un imprevisto, inquietante pasaje de un mundo cuyos códigos creemos conocer a otro cuyos misterios, encantos y horrores escapan a la comprensión. Y no por ello, sin embargo, son mundos diversos; la percepción de la realidad no es completa si serena, por temor o dogmatismo, sus aspectos mágicos o fantasmagóricos.
En estos veintiún relatos de Julio Cortázar, entre los que se encuentran los más perfectos de toda su obra "El Perseguidor", "La autopista del Sur", "Casa tomada", "El otro cielo", "Cartas de mamá", "Después del almuerzo", surge en todo su esplendor la gran cualidad narrativa que ha situado al autor entre los principales escritores en lengua castellana.

50 pasos para dar el salto...


1985. La joven astronauta afroamericana Luisa Simpson se despide de su marido la noche antes de salir con la primera expedición aeroespacial comandada por una mujer de raza negra. Luisa le recuerda que cumplirá años orbitando alrededor de la Tierra y Thomas, su marido, le dice un tanto azorado que no se preocupe, que ya se las ingeniará para hacerle llegar un regalo de los que no se olvidan.

Al otro lado del planeta, un ultranacionalista eslavo llamado Lukas Kosictz decide, tras viajar por medio mundo, hacer algo por su patria, y como considera que lo que diferencia a simple vista a su país del resto de naciones civilizadas es la terrible suciedad de sus cunetas, dirige un grupo de abnegados militantes que esparcen concienzudamente por todos los linderos de las carreteras una sustancia inflamable con la que una noche, una noche clara y fresca de verano, prenden fuego a todas las cunetas de su país, pretendiendo así limpiarlas.

En ese mismo momento, justo el día de su cumpleaños, a la astronauta afroamericana se le saltan las lágrimas cuando en la noche, en la para ella negra y volcánica noche de una de las mitades del planeta azul, una rosa de fuego le hace preguntarse en qué lugar oscuro de nuestra alma se encuentran los límites del amor.

50 pasos para dar el salto, Juan Cruz López.
Berenice. Córdoba: 2009. Premio Andalucía Joven de Narrativa 2008.

La ciudad de las croquetas congeladas


Publicación: 2006 (Ed. Baile del Sol)
ISBN: 8496687090
Categoría: Poesía
Número de páginas: 115

Crítica


Una de las citas que abren el poemario es de Umberto Eco: «El Infierno es el Paraíso visto desde la otra parte». Antonio Orihuela, poeta de la conciencia crítica, autor de una docena de poemarios, de ensayos vibrantes como La voz común: una poética para reocupar la vida y coordinador de los encuentros de poesía crítica de Moguer «Voces del extremo», vuelve a esgrimir su voz lírica para descubrir el Infierno que se esconde tras el Paraíso de la sociedad de consumo con este contundente y afilado La ciudad de las croquetas congeladas, uno de sus mejores libros.

Orihuela no sólo «des-invisibiliza» los problemas y conflictos sociales, aquellos que son silenciados, ocultados y desarmados, sino que pone al descubierto las contradicciones de un sistema económico y social excluyente, para que sea el lector quien intente extraer una conclusión de este absurdo y cruel mundo de la mercancía. Su mirada es radical, pues los ejemplos concretos que utiliza (las recuperaciones de fábricas de Argentina, el tsunami asiático, las industrias onobenses) son sólo representaciones simbólicas de la maquinaria capitalista, y a los engranajes, y no solamente hacia sus productos, dirige Orihuela su atención.

Por ello, desde una primera persona insertada en el conflicto, el poemario está plagado de paradojas. Su objetivo primordial es la expresividad y el discurso, no el juego retórico, y supedita a aquella todo el poema. Así, en los poemas más extensos yuxtapone las épocas (para plasmar que todo sigue igual) o mensajes publicitarios entre sucesos cotidianos paradójicos (para expresar el aturdimiento), donde bien parece que El Poder se burla de nosotros. Los versos, libres, sintéticos, siempre impactantes, con frecuente uso de los paralelismos, están cargados de ironía, de hechos desnudos, de cierto sarcasmo dolorido de encajar los golpes y continuar manteniéndose erguido.

Por su parte, los títulos de los poemas son una parte fundamental de las piezas, un elemento que enfoca (o desenfoca) el sentido de los versos, normalmente como un chispazo de ingenio crítico muy irónico («Que se queden todos», «Víctimas del terrorismo», «Desarrollo sostenible»).

Así, la ironía, que no logra desprenderse de un amargo desencanto, es la mecha que dispara la acción. Porque Antonio Orihuela enarbola una poesía encendida (ni muerta como practican los formalistas ni falsamente tibia como escriben los experiencialistas), que toma partido explícitamente, lejos de pretender disfrazarse con lo políticamente correcto o con falsas capas de conformista apoliticismo.

En otra ocasión, el poeta escribió «vivimos en el tiempo de las alambradas». Bien, esta ciudad de las croquetas congeladas es una perfecta metáfora de las consecuencias de esas alambradas. Denuncia la criminalización de la miseria y la lucha social, la pérdida de derechos laborales y la precariedad y la angustia generada por ello. Arremete contra la globalización capitalista, la destrucción del medio natural por fines económicos y la farsa de la publicidad, los medios de información y la propaganda manipuladora política (como es el caso del invento del «desarrollo sostenible») y su poder anestesiante. También aborda la pérdida de conciencia de clase y la hipotética desfragmentación de las mismas o la propia construcción de la Historia, su disciplina («todo lo que se levanta como Historia / lo hace sobre montones de cadáveres, / y se levanta como Historia / para dejar de ver los cadáveres»). Sin embargo, el poeta no se queda en la denuncia, sino que pretende construir, ofrecer medios de insurrección. No hay resignación. Abre un hueco para la ilusión; pero para una ilusión enérgica y activa. De este modo, Orihuela es consciente de la fuerza del pueblo y busca agitarlo, hacerle recapacitar para activarlo. Trata de incomodar al lector, para que apague el televisor y enjuicie lo que le rodea. Orihuela aboga por la revolución de las conciencias como primer paso para la revolución social, aquella que pueda construir justicia, dignidad y libertad y, efectivamente, como dice, consiga que «la gente vuelva a ser la que decida qué hacer / con sus vidas y con las palabras». Porque la revolución no se hace con consignas, y menos aún con urnas; «la revolución es otra cosa, / un modo distinto de vivir». Y Orihuela la lleva diariamente a su práctica poética.

Alberto García-Teresa

El túnel



El túnel es una novela de estructura psicológica escrita por Ernesto Sabato, escritor argentino. Presenta en el personaje de María Iribarne, la comprensión de la totalidad y el absoluto a la vez que las zonas ocultas de misterio que impulsarán a Juan Pablo Castel a asesinarla. El pintor, al dar forma a su obsesión interna, debe renunciar a cualquier otra opción, en un proceso a la vez constructivo y destructivo que centrará el análisis de las motivaciones del crimen. Obra esencial de Ernesto Sabato, El túnel nos entrega los elementos básicos de su visión metafísica del existencialismo. Es una obra en la que abunda el pesimismo en cada diálogo o pensamiento de los personajes.
El túnel, como denomina Sábato a su libro, es lo oscuro del alma, lo que el hombre pretende conocer como a la verdad.
Tras su publicación en 1948, Sabato logró el reconocimiento internacional al recibir elogios de personalidades del mundo como Thomas Mann y Albert Camus.
El túnel, una historia sobre la incomunicación y sobre la conversión del amor en odio, es una novela fácil de leer, que se puede considerar policíaca, aunque no de misterio; desde el principio sabemos quién es la víctima y quién el asesino. Pese a la amargura y el pesimismo que recorre toda la trágica historia, Sabato deja también espacio para la ironía.

Las venas abiertas de América Latina



Las venas abiertas de América Latina
es un ensayo del escritor uruguayo Eduardo Galeano publicado en 1971. En esta obra, difícil de clasificar como muchas otras de Galeano, el autor analiza la historia de América Latina de modo global desde la Colonización europea de América hasta la Latinoamérica contemporánea argumentando con crónicas y narraciones el constante saqueo de los recursos naturales de la región por parte de los imperios coloniales, entre los siglos XVI y XIX, y los Estados imperialistas, el Reino Unido y los Estados Unidos principalmente, desde el siglo XIX en adelante.

Trasfondo

La publicación del libro (1971) coincide con una época plagada de enfrentamientos políticos e ideológicos en Latinoamérica. Entonces, Galeano trabajaba como periodista, editando libros, y estaba empleado en el Departamento de Publicaciones de la Universidad de la República. Según Galeano, le tomó "cuatro años de investigación y recolección de la información que necesitaba, y unas noventa noches en escribir el libro".[1] En 1973, poco después de la publicación, tuvo lugar el golpe de estado en Uruguay, con la consiguiente instauración de una dictadura cívico-militar, la cual forzó a Galeano al exilio. Como resultado de la perspectiva de izquierda del libro, fue censurado durante los gobiernos militares de Chile (de Augusto Pinochet), Argentina y el mismo Uruguay.
El autor aseguró más de una vez que no se arrepiente en nada de lo que escribió en este libro. Muchos afirmaron que esta obra marcó la época en la que se escribió, causando honda huella en los sectores juveniles. Algunos latinoamericanos han llegado a llamar el libro como la Biblia Latinoamericana.


Estructura

El libro consta de dos partes: "La pobreza del hombre como resultado de la riqueza de la tierra" y "El desarrollo es un viaje con más náufragos que navegantes". Además, también posee una Introducción ("Ciento veinte millones de niños en el centro de la tormenta") y una especie de conclusión denominada "Siete años después", escrita justamente siete años después (1977) de la primera edición del libro, en la cual Galeano hace notar que las cosas, lejos de mejorar, empeoran.

La pobreza del hombre como resultado de la riqueza de la tierra

  • Fiebre del oro, fiebre de la plata: narra de forma sucinta toda la fiebre del oro y de la plata, desde la llegada de Cristóbal Colón hasta que estos metales se agotaron o perdieron su valor.
  • El Rey azúcar y otros monarcas agrícolas: el capítulo más extenso del libro. En él se habla sobre las usurpaciones de los recursos en distintas regiones a lo largo de los años en manos de las grandes potencias (como son el caso del azúcar en Cuba, el caucho en Brasil, la banana en Ecuador y Colombia, etc.).
  • Las fuentes subterráneas del poder: capítulo dedicado a las riquezas mineras y las atrocidades cometidas en su nombre.

El desarrollo es un viaje con más náufragos que navegantes

  • Historia de la muerte temprana: reseña histórica de América Latina y sus vaivenes.
  • La estructura contemporánea del despojo: en contraste con el capítulo anterior, éste trata cómo continúa el saqueo por vías más indirectas pero no menos efectivas, mediante un sistema colonial opresor hacia adentro y oprimido desde fuera.

Popularidad

El libro fue bastante popular en Latinoamérica después de su publicación, convirtiéndose en uno de los clásicos de la literatura política del continente. Fue prohibido en Argentina, Uruguay y en Chile durante el periodo de las dictaduras. Las ediciones posteriores a 1997 llevan un prólogo escrito por Isabel Allende.
En la V Cumbre de las Américas, Hugo Chávez, presidente de Venezuela, le regaló un ejemplar del mismo al presidente de Estados Unidos, Barack Obama, convirtiéndolo de la noche a la mañana en uno de los primeros en la lista de ventas en Amazon.com.

Albert Einstein y el anarquismo



En el debate entre razón y fe o ciencia y religión, el movimiento libertario siempre se ha puesto del lado de la ciencia. Y en España, donde la religión católica juega un papel tan destacado, los anarquistas vieron en la revolución científica del siglo XIX un argumento irrefutable contra el oscurantismo religioso que ridiculizó desde Galileo Galilei hasta Charles Darwin; por el contrario, los anarquistas difundieron con entusiasmo a todos aquellos científicos, desde Camille Flammarion hasta Albert Einstein, que cuestionaban el modelo creacionista tercamente defendido e impuesto por la Iglesia Católica.

Por eso, no tiene nada de extraño que la visita de Albert Einstein a España fuese acogida con interés por la CNT y que, dada la estrecha relación que los anarquistas tenían con el republicanismo federal, hablasen con el catedrático Rafael Campalans, anfitrión de Einstein en Barcelona y militante republicano, para que el científico visitase la sede de la CNT y se dirigiese a los trabajadores barceloneses.
Para comprender la importancia de esta visita basta comprobar la cortina de humo que ha caido sobre élla: no está claro que impartiese una conferencia, aunque parece que sí que lo hizo, no se sabe con seguridad cuáles fueron sus palabras, aunque merecieron un informe secreto del consulado alemán, no hemos podido localizar el noticiario cinematográfico que recogió imágenes de la visita, pero parece evidente que se realizó la filmación... la cuestión es que se armó un revuelo político en España por las posibles tendencias revolucionarias del científico. [Algunos documentos datan el encuentro el martes 27 de febrero de 1923].

Todo eso da igual. Albert Einstein, a pesar de compartir muchos puntos de vista, no era anarquista, sólo simpatizaba con la corriente pacifista de la socialdemocracia alemana, pero acudió a la sede de la CNT. Sólo ese dato ya es suficiente para poder apreciar el prestigio de la central anarcosindicalista, el amor a la cultura de sus afiliados y el reconocimiento a una tarea de divulgación de la ciencia realizado por unos anarquistas a los que nada humano, ni siquiera las más sutiles teorías físicas, les era ajeno.

Es para nosotros, los libertarios, los ácratas, los anarquistas, un estimulante y al mismo tiempo un sedante, comprobar que una gran parte de dichos valores universales, verdaderos sabios que han ido descubriendo y profundizando en el inmenso Cosmos, y nos han explicado cómo funcionan las leyes fundamentales de las galaxias, que han creado vida y de las cuales nosotros descendemos, han rechazado abiertamente y con pruebas válidas la existencia de Dios todopoderoso, fundamento de la Iglesia para argumentar su doctrina, que mírese como se quiera no tiene nada que ver con la Creación y menos con la autoridad de los sacerdotes uniformados y ensotanados. Es una simple moral convencional que en el curso de la historia ha ido arreglando sus cosas, llegando al colmo de que la mayoría de gobernantes les rinden pleitesía oficial por la autoridad de que gozan a cuenta de su propaganda cotidiana y tenacidad.

Continuemos con Einstein. En el momento de nacer, Einstein poseía una cabeza desmesurada y durante mucho tiempo no habló. Nació en 1879 en la Alemania prusiana, de madre pianista y padre electricista. A los trece años, este niño judío, educado en un medio modesto, no se preocupaba de la religión, se burlaba de su profesor de griego y tuvo que dejar el establecimiento escolar. Consideraba a sus profesores como suboficiales de un sistema educativo basado en principios autoritarios y jerárquicos. Repudiaba el ejército: "si alguien puede encontrar placer en marchar en formación al son de una música -señala en su autobiografía- es suficiente para que yo lo desprecie". Así que no hizo el servicio militar y huyó del país al que consideraba una tara de la civilización y adquirió la nacionalidad suiza. A los 17 años se levanta contra todo lo que le oprime y se muestra apolítico convencido. Estudia en el colegio politécnico de Zurich y se define como "un solitario que no ha sentido jamás en su interior la pertenencia a ningún Estado". En 1896 asiste a los debates de los pioneros del marxismo ruso exiliados, escucha a Chain Neisman, futuro presidente de Israel, oye hablar de Jung, ami-ga con Friedrich Adler, que ocupa la habitación dejada vacante por Rosa Luxemburgo, y que en 1916 asesina al conde Stürg, el primer ministro de Francisco José de Austria, antes de transformarse en figura popular del movimiento obrero.

Pronto encuentra a Mileva Mani, una joven serbia, estudiante de física como él, con la que se casará en 1902 y de la que tendrá dos hijos. Einstein es pobre. La Universidad no le place y a pesar de los diplomas que posee, perjudicado por su indumentaria, que deja mucho que desear, no halla facilidades para conseguir un puesto de trabajo. Ocupa un modesto empleo de tercera clase en el despacho de Brevets de Berna y desde allí comienza a llenar páginas y páginas con fórmulas y signos matemáticos que en 1905 remite a una revista científica. Se trata de la teoría de la relatividad, genial relectura del Universo que dinamita todos los dogmas del mundo científico de la época. Por fin los profesores de Zurich le perdonan su original vestimenta, sus gabanes mal abotonados y su aspecto de "clochard" y lo nombran profesor. Los estudiantes lo veneran. Sus cursos se continúan incluso en los cafés de barrio, la Universidad de Ginebra lo nombra doctor honoris causa, Marie Curie, siempre amiga, lo invita a París, Praga le ofrece una cátedra de física, es bien recibido por Kafka y Max Bond, cultiva su afición de violinista, mantiene relaciones con Poincaré y con Langevin, profesor del Colegio de Francia.
Las universidades de Europa se lo disputan y en 1914 acepta ser miembro de la Academia de Ciencias de Berlín. Había despreciado a Alemania con toda su alma y ahora se reencuentra con el país. Dice: "Los alemanes cuentan conmigo como si fuera una gallina excepcional, pero yo me pregunto si seré capaz de poner algún huevo". Choca con el nacionalismo en medio de la fiebre bélica que se apodera del país, se adhiere a lo que será Liga de los Derechos del Hombre, mientras 93 intelectuales alemanes firman un manifiesto al mundo civilizado en defensa del militarismo sostenedor de la cultura germánica. Indignado, no se deja presionar y escribe un "Llamamiento a los europeos" que sólo recoge cuatro firmas. Fue un acto de fe, de coraje y visionario cuando afirmó: "Ninguna pasión nacional puede justificar tal estado de espíritu (se refiere a los nazis). Es necesario que los europeos se agrupen y cuando seamos suficientes europeos decididos, intentaremos convocar una Liga". Los antisemitas ya no esconden su odio hacia él y Einstein dice: "Alemania es un país educado durante siglos por una cohorte de pedantes y oficiales que le han inculcado la sumisión servil y que ha sido domada para el militarismo más cruel".

Afortunadamente los acontecimientos científicos le llevan al cenit de la gloria: el 22 de septiembre una observación de Eddington, que enseña astronomía en Cambridge, sobre un eclipse de sol en Brasil, confirma la teoría de Einstein. Se convierte en el símbolo del genio. En París, Tokio, Nueva York, Oslo reina la euforia. La guerra había dejado desesperanza en el corazón de algunos, pero, acabada, surge una esperanza secreta. Los tónicos estaban presentes: los revolucionarios tenían a Lenin, los industriales a Ford, los sabios a Einstein, los psicólogos a Freud. El reino único de Newton llega a su fin. Einstein cree en la belleza misteriosa del ser humano, recusa la idea de un dios que recompensa y castiga, el objeto de la creación, para él no cabe duda, es el hombre y él es el dueño del mundo.

En 1933 Hitler le confisca sus bienes, libros y objetos personales y Einstein se asienta en América, en Princeton. En su corazón se ha instalado un odio indestructible hacia Alemania y el 2 de agosto de 1939, presionado por el físico judío Leo Szilard, toma la decisión más grave de su vida, de consecuencias incalculables para él y para la humanidad. Con una carta pone en alerta al presidente Rooselvelt: "los alemanes tienen muchas posibilidades en un tiempo próximo de poseer la bomba atómica, hay que adelantárseles". Se lanza rápidamente el proyecto "Manhattan" destinado a construir la bomba atómica americana. El 6 de agosto de 1945 cuando su secretaria le anuncia el bombardeo de Hiroshima y Nagasaki se lamenta: "Cometí el más grande error de mi vida cuando firmé la carta a Roosevelt, aun cuando existía alguna justificación". Einstein se considera humillado y se siente cansado. No acepta la presidencia del Estado de Israel. Dos días antes de su muerte, el 15 de abril de 1955, renuncia a cualquier ceremonia religiosa, pide ser incinerado y que sus cenizas sean esparcidas. Nadie podría ir a venerarlo.

Einstein previó tres cosas que se han realizado:

1-El mundo a partir de ahora queda amenazado por la energía nuclear.

2-La explosión demográfica transformará la situación. La mortalidad en el tercer mundo se reducirá en beneficio de la natalidad.

3-La explosión "psíquica" provocada por los medios de televisión. Los pobres sabrán de los más ricos y la inmigración hacia los países ricos será imparable. Será como el agua que se transforma en vapor, pero no se podrá tratar de la misma manera.

Su último gesto fue escribir al presidente checo rogándole que indultara a dos objetores de conciencia. La respuesta recibida distinguía dos clases de pacifismo, el ligado a cuestiones y razones religiosas y el de los anarquistas, predicadores de la destrucción del Estado y decía "Pieter, protegido por usted, no entra en el ámbito de la objeción de conciencia. Es un anarquista".

Los anarquistas, sin ser científicos (algunos hay) hemos llegado a la conclusión de que las leyes las hacen los hombres para continuar defendiendo el privilegio de unas minorías y la sociedad viene a ser como un cosmos convencional en el que han proclamado a Dios por encima del hombre.

No somos lo que dicen que somos, gentes insociables, violentos, sin orden, sino todo lo contrario. Naturalmente nuestro orden se aproxima más, al pensamiento de un Einstein, de un Newton, de un Condorcet y de los enciclopedistas de Diderot, padres de la revolución francesa, de Louise Michel y de los comunards. No hay duda de que somos dos mundos diferentes. Y a medida que la ciencia avanza, facilita poder deshilvanar poco a poco lo desconocido y nos hace conscientes de nuestra responsabilidad y demuestra que nuestra posición no tiene nada de extremista en el mundo social-económico en el cual nos desenvolvemos en medio de la imperfección de la Sociedad, que va recibiendo sacudidas violentas, aguantándolas bien o mal, gracias a la ignorancia, al fanatismo que aportan los que divinizan el dogma y los que se encuentran a gusto en la telaraña capitalista.

Einstein creía en la belleza del misterio del ser humano, pero refutaba la idea de un dios de recompensa y castigo. El mundo es para el hombre. El Dios católico es un mito convencional, una doctrina que conduce al dogma.
Texto de Juan Sans Sicart
(1915-2007)


Aquí algunas frases destacadas de Albert Einstein:

Nunca consideres el estudio como una obligación, sino como una oportunidad para penetrar en el bello y maravilloso mundo del saber.

Hay una fuerza motriz más poderosa que el vapor, la electricidad y la energía atómica: la voluntad.

El hombre encuentra a Dios detrás de cada puerta que la ciencia logra abrir.

Es un milagro que la curiosidad sobreviva a la educación reglada.

El mundo no está en peligro por las malas personas sino por aquellas que permiten la maldad.

¡Triste época la nuestra! Es más fácil desintegrar un átomo que un prejuicio.

El que no posee el don de maravillarse ni de entusiasmarse más le valdría estar muerto, porque sus ojos están cerrados.


El nacionalismo es una enfermedad infantil. Es el sarampión de la humanidad.

Lo importante es no dejar de hacerse preguntas. No tengo talentos especiales, pero sí soy profundamente curioso.


La palabra progreso no tiene ningún sentido mientras haya niños infelices. (hambrientos).

Entrevista a Osvaldo Bayer


“En esta elección triunfaron los grandes medios”

Por Juan Manuel Fonrouge/ Fotos: Justine Burgos / Producción: Lautaro González

Puede resultar paradójico entrevistar en este momento al historiador, periodista y autor de “La Patagonia rebelde”, “Severino Di Giovanni” y “Los anarquistas expropiadores”. Pero, ¿qué mejor que entrevistar a un anarquista para hablar de estas elecciones? Porque Osvaldo Bayer sigue partiendo de la misma certeza de siempre: que la humanidad sólo tiene futuro en un mundo socialista y libertario.

Arrancamos charlando de lo difícil que era conseguir sus libros en los ’90 y de lo bueno que ahora estén siendo editados por Página 12. Recordamos que en esa época, cada hallazgo en una librería de usados era indefectiblemente socializado para la formación de los recién iniciados en la militancia; de la edición Uruguaya de “Los anarquistas expropiadores”, una sorpresa para los que en la época pre Internet pensábamos que nunca leeríamos el libro prohibido, aunque haya sido sin consentimiento de Bayer, pero ¿quién podría pensar en que ese libro tiene copyright? Volviendo al presente, las elecciones recorrieron toda la charla. Osvaldo sigue fiel a sus ideas socialistas libertarias, y no vota, aunque reconoció que su “amigo” Martín Sabbatella era su candidato preferido. Recordamos el periódico “En la calle”, las charlas en las facultades y en la sede de Estudiantes de La Plata. Y nos quedamos con la certeza de que ésto no ha cambiado demasiado como para tener que bajar las banderas de aquellos años de resistencia.


- Tanto la idea de Estado como de Democracia parlamentaria han sido contrarias al anarquismo. ¿Cómo ve en la actualidad estos conceptos?

El anarquismo es la forma más pura e ideal de conseguir una administración más justa para todos, cuidando para las próximas generaciones la naturaleza. Es, digamos, lo más racional y lo más libre, donde cada uno se puede sentir protagonista. En un mundo muy complicado, creemos que está cada vez más lejano, pero de todas formas hay que sostener siempre esos ideales con el sueño de que alguna vez se va a conseguir. Porque todo lo demás ha fracasado, el capitalismo no soluciona ningún problema y menos el equilibrio de la naturaleza. Los países más ricos del capitalismo están en una enorme crisis. Vivo parte del año en Alemania y veo que siempre tiene 4 millones de desocupados. EEUU, también vemos los problemas que tiene con los cierres de fábrica, etc. El marxismo llevado a cabo por Lenin y la dictadura del proletariado, también hemos visto cómo ha fracasado. Si bien ese socialismo sacó del atraso a países como China y Rusia, pero demostró que el personalismo y la dictadura no llevan a nada. En pocos años se derrumbó un trabajo enorme que costó tantas vidas. Desde el punto de vista racional, tenemos que apuntar a un socialismo en libertad. No exigirlo de entrada, pero ir tal vez marchando hacia él. Participando en la vida política, no asilándonos. Tenemos que participar en las asambleas, y meternos en organizaciones sindicales y barriales donde hagamos llegar nuestra voz y nuestro pensamiento. Sigo creyendo que ahí está el futuro. Si es que nos da tiempo este capitalismo que está destruyendo el planeta.

- Para avanzar en un proyecto socialista, como lo plantea usted, ¿cree que es posible a través de la democracia, como se viene intentando en América Latina, o es inevitable pensarlo desde el punto de vista de la violencia?

Entre una dictadura y lo que tenemos ahora, es mejor esto que la dictadura. Por lo menos hay un cierto respeto hacia los derechos humanos. No del todo, porque las estadísticas lo dicen claramente: el 3,5 por ciento de nuestros niños está bajo el nivel de desnutrición. Es decir, que los argentinos en estas tierras tan ricas no somos ni siquiera capaces de alimentar a nuestros niños. Desgraciadamente se ha dado un paso atrás en Argentina. Estábamos pensando en discutir una nueva ley de los medios de radiodifusión, para realmente hacerla de derecho público, como tienen que ser los medios en una verdadera democracia, y ahora no se si va a ser tratada. Derecho público donde estén representados todos los organismos de base en cada uno de los medios de difusión. Ojala se trate la ley, pero ya tiene mayoría la oposición, en la última elección triunfaron los grandes medios. El primer paso que íbamos a solicitar era que una empresa no pudiera tener más de un organismo de difusión. No como es ahora, donde los dos diarios principales tienen todo: además de los diarios principales tienen los canales de televisión más grandes, las radios más grandes y están comprando los diarios, canales y radios del interior. Eso no es democrático. Hay que seguir trabajando en la sociedad, llevando protagonismo a la gente y más derechos a cada uno de los individuos.

- Estas elecciones fueron bastantes apolíticas. Los medios de comunicación más que nunca expresaron la política desde el marketing, a través del cual posicionaron rápidamente candidatos. ¿Cómo analiza el rol de los medios y cómo ve el mapa político después de esta elección?

No se votaron programas políticos, sino que se votaron slogans y caras. El hombre que sabe sonreír mejor o la mujer que va mejor adornada es la elegida. ¿Qué principios dijo De Narváez, qué principios dijo Macri? Fue una cosa publicitaria, sin seriedad. Se sabe que lo que fue electo fue la derecha, porque han apoyado al campo y señalaron que hay que defender la libertad de prensa, que es en realidad la libertad de empresas. El gobierno completamente indefinido, lo único que hay que aplaudirle es su política con respecto a los crímenes de los derechos humanos cometidos por la dictadura. Por primera vez van a la cárcel esos tremendos criminales de la desaparición de personas. Después, en lo económico, lo político y lo social está todo indefinido…

- ¿Cómo ve la gestión de la Presidenta Cristina Fernández?

Es algo indefinido. Yo le debo reconocer que cuando le pedí una entrevista, a las 24 horas la tuve. Cuando llegué, salió del salón donde estaba, me saludó, me atendió muy bien, me hizo sentar y todo, cosa que ni Alfonsín ni ningún otro hizo. Le pedí que imitemos a los gobiernos de Canadá y Australia, que habían pedido disculpas a los pueblos originarios por las matanzas que habían hecho los europeos al llegar. ¿Qué esperamos los argentinos para pedir disculpas por la campaña de (Julio) Roca y de otros tantos genocidas que hubo? Me dijo que lo iban a estudiar pero han pasado ya 6 meses. En muchas cosas donde puede ser que encuentren problemas no se juegan… que tienen gestos, es evidentemente claro. Pero la base no se cambia. Con el tema de las retenciones al campo habría que haber hecho tres o cuatro meses propaganda para hacer conocer bien al pueblo lo que se buscaba con eso, que es absolutamente justo. No lo explicó bien y al final se perdió por el voto traidor del Vicepresidente. Es increíble que el futuro de un país dependa del voto no positivo, como dijo él, de una persona. ¿Eso es democracia? Creo que este gobierno le tiene un poco de miedo al debate público de las cosas. A que el pueblo se haga realmente protagonista. Ojalá que después de esta elección, el gobierno encuentre una nueva línea.

- ¿Qué medidas hay que llevar adelante en lo inmediato?

Tenemos que hacer de los medios de comunicación un derecho público y empezar a administrar justicieramente a los medios que tiene el país. Hay que devolverles las tierras a los pueblos originarios, que no son muchas. Esos pueblos que no tienen sentido de la propiedad, sino de comunidad. Tenemos que aprender de ellos. Hay que terminar con los poderosos pulpos económicos y propender a las cooperativas de obreros, que han demostrado que venden más barato que cuando eran propiedad de una familia o consorcio. Hay que tener una política en relación a esto. Tenemos que tratar de administrar lo poco o lo mucho que nos da la naturaleza, pensando en las próximas generaciones. Y esto se hace mediante la participación, que es lo que querían los anarquistas. Las dictaduras no van, los personalismos siempre terminan en derrotas.


- ¿Cree que la clase obrera como sector organizado, tanto en la CGT como en la CTA, debe ahora tener mayor protagonismo para defender los avances logrados en estos años?

Para eso hay que terminar con los caudillos y la corrupción. Debemos democratizar los sindicatos. El pueblo en su sabiduría los ha calificado tal cual se lo merecen: “los gordos”, y no es por el peso que tienen, sino porque evidentemente les va muy bien. Averiguar si es cierto que este señor, Secretario General de la CGT, tiene un campo que cuesta 1 millón de dólares. Hacer las investigaciones si es cierto, y que haga una declaración pública. Hay que terminar con estas asociaciones delictivas que permanentemente tienen nuestros sindicatos.

- No se ha vuelto a dar en la historia un movimiento obrero tan formado y consciente de su rol de clase como fue el movimiento anarquista a principios de siglo. ¿A qué se debe esto?

Es que se manejaban con principios éticos. Realmente es épico ver cómo se fundaron esas primeras asociaciones…sociedades de oficios varios, que pertenecían a distintos gremios. Pese a las persecuciones, empezaron a luchar por el jornal de las cosechas. En pocos lados se ve un movimiento tan puro, con tantos dirigentes sacrificados. Que no eran dirigentes, porque había solamente un secretario de actas que copiaba las resoluciones de la asamblea, que era el actor principal. Pese a todo, se fueron imponiendo. Por ejemplo, lo vemos en la lucha de las 8 horas de trabajo, que costó mucho pero al final se logró. Lo vimos en los obreros metalúrgicos de la Semana Trágica de 1919, que todavía trabajaban 10 horas por día, cuando los panaderos, el sindicato más anarquista de todos, habían conseguido las 8 horas de trabajo en 1895. Ese movimiento tal vez nunca vuelva por esa maravillosa ingenuidad de la lucha y de sentirse todos iguales. Va a ser muy difícil con los medios siempre en posesión de los que tienen el poder.

- ¿Qué paralelismo encuentra en el conflicto con las patronales rurales y lo que usted documentó en La Patagonia Rebelde?

Es exactamente lo mismo. Han cambiado las formas, pero es lo mismo. Se ejerce el poder… y las fuerzas que representan al pueblo no se juegan en lo que tendría que ser una verdadera democracia. Con este juego que se hizo en el Senado de la Nación quedó todo en la nada y los que han triunfado son la gente del poder, del campo. Antes, la Federación Agraria luchó contra los latifundistas y ahora luchó a favor de ellos.

- El anarquismo y el peronismo, cada uno a su manera, han sido los dos movimientos de masas más influyentes en la historia del movimiento obrero del país. ¿Cómo ve en el tiempo el rol que cumplió el peronismo?

Lo vemos en los resultados. Cambió todo para no modificar nada. Sí, se hicieron leyes, se aumentaron los salarios, se hicieron modificaciones de tipo social, como lugares para pasar el verano, pero la reforma agraria no se tocó, el campo no se tocó para nada, cuando era lo fundamental: la tierra para quien la trabaja. No se socializó nada, tampoco se ayudó a las cooperativas en la parte de las fábricas, sino que se siguió con el mismo concepto del capitalismo. Perón era un conservador inteligente, había que darles a los obreros para que no se hicieran socialistas. Y se les dio leyes obreras que antes del peronismo no existían. Pero hasta ahí nomás… cuando cierta parte del peronismo marchó hacia el socialismo, bueno, así les fue, ¿no? Terminó en las tumbas.

- ¿En qué proyectos está trabajando?

Estoy escribiendo mis recuerdos. Esos 82 años vividos en este difícil país. Hablando de mis experiencias y haciendo un examen de las cosas positivas y negativas de la política que he vivido, para ver si aprendemos algo. Ojalá. Después de ver los resultados donde ganó De Narváez y otras figuritas que no se sabe de dónde salieron, parece que no hemos aprendido nada. Pero no hay que volverse pesimistas, sino se derrumba todo.

Lo más difícil de estar en la casa de Osvaldo Bayer es saber que uno tendrá que irse, pudiendo pasar todo el invierno entre sus recuerdos, viejos libros y esa luz tenue que tranquiliza. Osvaldo a sus 82 años sigue militando. Al finalizar nuestra entrevista lo esperaban dos representantes de la lucha por los derechos de los pueblos originarios, quienes nos aconsejaron que si volvíamos no nos olvidáramos de llevar un vino. ¿Qué hubiese dicho el gallego Soto, Osvaldo?


Publicado en Revista 2010, #29, julio 09.



Aniversario de la revolución de 1.909

La revolución de 1909 en Barcelona y el asesinato del pedagogo Francisco Ferrer.


Hace cien años, durante la semana del 25 de julio al 2 de agosto, en Barcelona se desencadenó una revolución que pasó a la historia con el nombre de Semana Trágica. Un nombre otorgado por la burguesía catalana, ya que la clase trabajadora la bautizó como “la revolución de julio”, o como “Semana Gloriosa”.
 

Para Diego Camacho, anarquista, que en algún lugar contempla la celebración de este centenario con su cigarrito en los labios, porque como solía afirmar: “La única iglesia que ilumina es la que quema”.

La ciudad en llamas. Barcelona, julio de 1909

La revuelta empezó a partir de una acción antimilitarista y pacifista para transformarse en una huelga general. Fue convocada para impedir el embarque de los soldados reservistas (los que ya habían hecho el servicio militar y que tenían experiencia y familia) a Marruecos desde el puerto de Barcelona. La protesta derivó en la quema de la mayoría de escuelas y edificios religiosos de la ciudad, odiados por la clase trabajadora.

El balance de la semana fue de más de un centenar de edificios quemados, la gran mayoría de ellos religiosos: conventos, iglesias o escuelas anexas. El testimonio fotográfico de “La Actualidad” no dejó lugar a dudas sobre la magnitud de la revuelta urbana: 33 conventos quemados, 33 escuelas religiosas de ambos sexos –separados, lógicamente-, y 20 iglesias reducidas a cenizas.

Nadie se explica aún como en prácticamente 4 días ardieron simultáneamente, en ocasiones, más de una cincuentena de edificios en barrios muy alejados, es decir, que había, probablemente unos cuarenta grupos organizados de ciudadanos que prendían fuego, en sus respectivos barrios, a aquello que era el símbolo más patente del atraso intelectual del país y del poder temporal, aquellos que habían prohibido la difusión de las ideas de Darwin en la Universidad, y que denunciaban sistemáticamente las publicaciones anarquistas como ataque al dogma, o como pornografía en el caso de las publicaciones neomalthusianas, o de divulgación sexual.

Tomaron parte en los hechos, según informes de la época, más de 30.000 personas, personajes anónimos de la clase media y obrera barcelonesa, obreros vidrieros, ladrilleros, jornaleros y obreras textiles, maestros laicos, empleados de talleres metalúrgicos, pescadores, estribadores, y un largo etcétera. Se enfrentaron a unos 700 guardias civiles y fuerzas del ejército que paulatinamente fueron engrosando su número hasta acabar con la revuelta. Una revolución en toda regla, en la que no hubo pillaje ni robo de las propiedades de la iglesia, al contrario de lo que afirma la historia revisionista de siempre, que ahora empieza, como siempre, a dar su enésima versión de los hechos. Según los periodistas que realizaron las primeras valoraciones de lo acaecido, en todos los conventos e iglesias la multitud lanzó al fuego todo aquello que encontró, incluso joyas o acciones de bolsa, dinero, lienzos o retablos. La idea de quemar la superstición y el oscurantismo abrazó todo lo que los edificios contenían. Por el contrario, y a diferencia de la revolución y quema de iglesias de 1835, se respetó la vida de los frailes, curas y monjas que huyeron despavoridos por tapias y terrazas hacia los patios vecinos donde con mayor o menor fortuna fueron escondidos –o no- por los vecinos. Su salida, vestidos de seglar, pasó por toda una serie de vericuetos que también fueron después narrados por la prensa.

La revuelta que además afectó a más de 50 poblaciones de toda Cataluña y que en el caso concreto de Granollers y Sabadell tomó el aspecto de proclamación revolucionaria con la toma de los edificios consistoriales y la proclamación de juntas y asambleas vecinales. En la mayoria de poblaciones (Badalona, San Adrià, Mataró, Manresa, Igualada, Olesa, Arenys, Palamós, Cassà de la Selva, Anglés, Reus, Valls, Vendrell, etc.) se quemaron las casetas de consumo, los registros de propiedad y se desarmó el somaten (fuerza ciudadana para-policial), en casi todas se cortaron las vías férreas –para impedir el paso de refuerzos hacia Barcelona, o para impedir el paso de los trenes con soldados hacia el puerto- y también se volaron el telégrafo y las comunicaciones. A partir de aquí, en todos estos municipios se declaró la huelga general.

El foco de la indignación se centró en Barcelona. La ciudad industrial y cosmopolita, escenario de la burguesía modernista y emprendedora, era también escenario de la miseria obrera. Desde sociedades de apoyo mutuo, incipientes cooperativas de producción o consumo, y reorganizaciones sindicales clandestinas tras la cruenta represión de las condenas de Montjuich de 1896, la clase obrera avanzaba con dificultad hacía la autoorganización sindical que en aquellas semanas se fraguaba al entorno de Solidaridad Obrera. En ella un conjunto de sociedades sindicalistas revolucionarias -en número de 67 en Cataluña y 53 en Barcelona- se habían constituido autónomamente y gracias a una aportación económica del pedagogo anarquista Francisco Ferrer y Guardia habían podido adquirir un inmueble en el que poder reunirse y realizar la propaganda. Un inmueble en el que se gestarían buena parte de las iniciativas de aquella semana, pero a las que Ferrer casi permaneció completamente ajeno, ya que se encontraba fuera de la ciudad. Se calcula que pertenecían a Solidaridad Obrera unos 10.600 obreros barceloneses de los 200.000, esto según estimaciones de Rovira i Virgili. El revolucionario José Prat estimaba que unos 15.000 afiliados eran los inscritos en la sociedad que tenia en la huelga general y la acción directa eran sus armas más poderosas. Sus reivindicaciones eran la jornada de 8 horas y mejores condiciones económicas, pero también mejoras que hacían referencia a su calidad de vida: educación, asociaciones culturales, asistencia médica, etc.

Paralelamente, el librepensamiento había hecho su aparición en Europa, y tímidamente se abría camino en España. La masonería, unida a las campañas de laicidad y al republicanismo hacía su irrupción en los barrios obreros. Todos ellos (anarquistas, federalistas, masones, socialistas y republicanos) participaron en las campañas a favor de los cementerios civiles, por la inscripción de los recién nacidos y los matrimonios en el registro civil sin dar cuenta a la iglesia que ostentaba el monopolio de la educación y la vida moral española.

Las obreras no eran ajenas a todo este movimiento sociocultural. Muchas de ellas militaban activamente en la mayoría de las sociedades obreras y aparecen ya en la prensa obrera. La mayoría de las más activas ejercía de maestras laicas y se mostraron valientemente a favor de la coeducación y de la difusión del racionalismo científico. Sin duda, es dentro de las filas del librepensamiento y del anarquismo donde las mujeres encontraron su lugar donde actuar a nivel político, escribir, hablar y relacionarse. Es decir, un espacio ciudadano en el que actuar y visibilizarse. Y en este lugar darán muestras de su autoridad intelectual Teresa Mañé, Teresa Claramunt, Àngeles López de Ayala, Amalia Domingo Soler, Belén Sàrraga y muchas más que se convertirán en referente y modelo de sus compañeras.

Los huelguistas catalanes pretendían que el resto de la península los imitaran y lograr así que la revolución se generalizara, pero los refuerzos no llegaron, al contrario. Las ideas de los revolucionarios no se escucharon, ya que el gobierno se aprestó a explicar que en Barcelona estaba teniendo lugar una revuelta separatista.

Las muchas causas del incendio de las iglesias

Varias son las posibles causas del desencadenamiento de la huelga general y de la quema de los conventos.

La crispación ciudadana de las clases trabajadoras es sin duda una de las principales. Desde mediados del siglo XIX las calles de Barcelona eran periódico escenario de huelgas y barricadas. Incluso en 1835 ya se había efectuado una violenta quema de conventos que conllevó varias víctimas mortales. Bullangas y revueltas obreras jalonaron los años de 1840-50 para desembocar en las bombas y petardos anarquistas del fin de siglo. Algunos eran reales, otros meras provocaciones policiales, como el oscuro caso protagonizado por el confidente Juan Rull y sus familiares que conmocionó los medios obreros, ya que periódicamente se efectuaban detenciones indiscriminadas. La célebre bomba lanzada en 1896 durante la procesión religiosa de Corpus puso en marcha un descomunal aparato represivo que encerró en el castillo de Montjuic a muchos inocentes. La huelga de las sociedades metalúrgicas de 1902 duró una semana entera y tal fue la represión que el pintor Ramón Casas la retrató su lienzo: La carga.

La clase obrera demandaba constantemente una mejor educación. Sólo a partir de una mejor instrucción podrían elevar su nivel cultural y optar por mejores trabajos y salarios. Pero la educación escolar estaba desde 1851 condicionada por el concordato entre España y el Vaticano, y la iglesia ostentaba prácticamente el monopolio de la educación en España, en unos años en que no había leyes que regularan la edad mínima para entrar a trabajar y donde niños y niñas frecuentaban fábricas y talleres por salarios de miseria.

De nada valió el intento de la Ley Moyano (1857) para que los ayuntamientos se hicieran cargo de la educación. En ciudades como Barcelona, con una alta afluencia periódica de emigración y con escasos recursos, nada impulsaba a la oligarquía burguesa a instruir a sus ciudadanos.

Y la instrucción quedó así en manos de la misma clase trabajadora que intentará por todos los medios de autoeducarse o de formar escuelas para sus hijos. Desde los años de la Internacional, la educación será una demanda generalizada de todo el proletariado mundial. Después de numerosos y dispersos intentos, Ferrer y Guardia impulsará un modelo educativo moderno, laico y coeducador. De hecho había observado experiencias similares en Francia, como la escuela de Cempuis de Sébastien Faure y Paul Robin. De ellos tomará las ideas del contacto del niño con la naturaleza, y del trabajo cooperativo.

Además Ferrer, que cuenta con una buena fortuna personal, a partir de una herencia, formará maestros y impulsará una editorial que publicará una coherente línea editorial de carácter racionalista y progresista. En 1901 aparece su “Boletín de la Escuela Moderna”, en 1906 ya se contabilizan más de mil alumnos en 34 centros educativos coordinados por Ferrer. Aquel mismo año la escuela fue clausurada, ya que Ferrer es acusado de complicidad con Mateo Morral.

La iniciativa anarquista no era la única en una ciudad convulsa, en 1907, el regidor catalanista Francesc Layret propuso invertir parte de un excedente económico del consistorio barcelonés en la creación de cuatro escuelas laicas y coeducadoras para niños obreros. A la expectación y contento inicial, siguió la indignación obrera, ya que el cardenal Salvador Cassañas emprendió una intensa campaña de propaganda y escribió dos circulares en contra de las escuelas y de su manifiesta “laicidad” y “bisexualidad”. No se volvió a hablar del tema, pero los republicanos se sintieron muy defraudados por los ataques de la iglesia.

Por último cabria citar a los miembros del republicano partido radical fundado por Alejandro Lerroux. Formado no sólo por proletarios, sino por miembros de las clases medias o pequeña burguesía, que en absoluto aspiraban a la revolución social como los anarquistas o sindicalistas revolucionarios, pero si querían un estado republicano, sin monarquía y fundamentado sobre las bases de la laicidad y el sufragio universal. Según testimonios policiales numerosos miembros de base se encontraban entre los huelguistas y los activistas de los diferentes barrios barceloneses. También estuvieron en las calles sus dirigentes: Sol y Ortega, los hermanos Ulled, Juan Colominas Maseras, Rafael Guerra del Río y varios más. Sólo el diputado Francisco Giner de los Ríos, se quedó en casa y estuvo presente en una reunión consistorial. Es evidente que en el curso que tomaron los acontecimientos, hubo una clara disyuntiva entre las bases del partido y sus dirigentes que hábilmente optaron por la vía pactista con los miembros de la Lliga, es decir la derecha. Incluso en el asunto de la condena a Ferrer, los dirigentes del Partido Radical tuvieron una actuación que avergonzó a sus militantes de base.

La lucha por el espacio urbano y la quema de conventos

Por primera vez las fotografías de prensa retrataron a los anónimos que poblaban las calles. Cada vez más los periódicos insertaban en sus páginas reportajes fotográficos. Y así, rostros de obreros, mujeres y muchachos compartían protagonismo tras las barricadas improvisadas con railes de tranvías, barriles de madera, somieres de cama y adoquines en los barrios de la ciudad.

Las fotografías mostraban también las entrañas chamuscadas de los edificios religiosos convertidos en ruinas. Hogueras improvisadas en grandes naves góticas quemaban sillas, puertas, reclinatorios, cortinajes, campanas y todo lo que recordaba siglos de oscurantismo. Pero hay algo que impresiona en el desencadenamiento de los hechos en esta semana: la imperturbabilidad de la clase burguesa ante las quemas, y también la del mismo ejército que contemplaba impasible las llamas que tampoco eran sofocadas por los bomberos. La burguesía parecía mirar hacia otro lado, como relatan los testimonios de los hechos. Algunos se encerraron en sus casas, pero otros asistían al espectáculo desde terrazas y balcones. De hecho quizá preferían ver arder conventos que ver como se dirigía la rabia ciudadana hacia sus propias fábricas o propiedades.

Una especie de desamortización popular atacaba las escuelas y edificios religiosos. La masa atacó también los odiados cementerios de los conventos que permanecían en los patios de las casas de vecinos barcelonesas, atentando a la higiene y a las emergentes normas de salubridad. Y en los cementerios y criptas, el pueblo extrajo las momias de sus tumbas y las paseó en una escena buñuelesca por toda la ciudad. Desde los conventos hasta las Ramblas, de ahí hasta la alcaldía de la plaza de San Jaime, y de ahí, al palacio del marqués de Comillas, propietario de las minas africanas que los reservistas debían defender.

En cada encuentro con la fuerza pública, los portadores de los ataúdes y las momias dejaban su carga, para reemprender la marcha después de los encontronazos, entre música callejera y chirigotas. Un muchacho deficiente mental fue acusado de haber bailado con una momia lo que le valió la sentencia a muerte.

En las calles de Barcelona se enfrentaban dos formas de entender las cosas, por una parte el mundo antiguo, la iglesia, el clasismo educativo, el viejo estado de cosas, aquello que los progresistas bautizaban como “la superstición”, y del otro lado de la barricada, la idea anarquista, el librepensamiento, la emergencia de las mujeres y su autonomía, la laicidad, la razón, y también el darwinismo.

La represión no se haría esperar, una represión azuzada por la derecha catalanista que en su periodico La Veu de Catalunya lanzó una siniestra campaña: ¡Delatad!, es decir: denunciar a vecinos, vecinas, maestros u obreros.

Una campaña que pedía a voces cabezas de turco para desviar la atención de aquello que realmente importaba: la desatención y el abandono de la clase trabajadora que no tenía garantías jurídicas, económicas, sanitarias o sociales.

Desviar la vista de aquellos que en su desesperación quemaron edificios, monumentos a la desigualdad, y no dirigieron su mirada hacia el patrón, el burgués que hacía del modernismo y el lujo su forma de vida. Cabezas de turco que como la de Ferrer eran molestas: anarquista, activo, subvencionador de periódicos como La Huelga General, o sociedades obreras, amigo de Mateo Morral, de Malato, de los Montseny, de los neomalthusianos y un hombre con una libertad moral e intelectual que hacía que palidecieran de envidia los timoratos y los puritanos, incluso los que profesaban sus mismas ideas. Ferrer era la víctima perfecta.

Fueron clausuradas más de 122 escuelas laicas, solo en Barcelona. La mayoría de sus profesores fueron detenidos o deportados a Alcañiz, como el caso de los profesores amigos y familiares de Ferrer. Otros eligieron el camino del exilio.
También fueron detenidos líderes obreros, mujeres proletarias, soldados y guardias civiles que desertaron por su republicanismo, damas burguesas antimilitaristas que llamaron a la huelga general y un extraño conglomerado ciudadano de personajes diversos que vieron en la revuelta urbana la posibilidad de canalizar sus aspiraciones. Con motivo de la Semana Trágica, la derecha catalana volvió a la carga, en concreto los hombres de la poderosa Lliga, con Verdaguer y Callís a la cabeza que testificó contra el pedagogo. Un juicio militar sumarísimo y sin garantías decidió su futuro. Ferrer y Guardia fue ejecutado en los fosos del castillo de Montjuïc el 13 octubre de 1909. Un clamor internacional condenó su ejecución.

Y Solidaridad Obrera, a pesar de la represión, o a consequencia de ella, siguió adelante, organizando campañas para liberar a los presos, o participando en los populosos entierros de los ajusticiados (fotografiados por la prensa), en los actos de protesta contra la condena de Ferrer, y volviendo a organizar clandestinamente los sindicatos obreros, sus editoriales y sus escuelas, hasta volver a representar una amenaza tan importante que pocos años después, en 1919 conseguirian la jornada de 8 horas.

La historia forma parte del presente, en un bucle perverso, ya que hace cien años de aquel julio en Barcelona, y cuestiones como la libertad en la enseñanza, la coeducación, el creacionismo y el racionalismo, la impertinencia con que la iglesia interfiere en la vida privada de todos nosotros, la poca laicidad en la vida pública, y el deseo de que la enseñanza forme parte del patrimonio de la crítica y la reflexión, no como mera instrucción o adiestramiento, son aún motivos
candentes de nuestra vida diaria.



* Artículo elaborado por Dolors Marín, afiliada a la CNT de Hospitalet, es especialista en historia de los movimientos sociales, su último libro La Semana Trágica ha sido editado por La Esfera de los Libros (Barcelona, 2009).

domingo, julio 19

Jesús Lizano (vídeo)

Jesús Lizano (Barcelona, 1931), licenciado en Filosofía, poeta y pensador libertario que defiende lo que él llama "Misticismo Libertario", la evolución desde el Mundo Real Salvaje donde se encuentran todos los animales excepto la especie humana, que ahora se encuentra estancado en el Mundo Real Político, en su camino hacia el Mundo Real Poético, la acracia. Publica periódicamente "la columna poetica y el pozo politico" a la revista llibertaria Polemica editada a Barcelona.


Actualmente está en preparación la edición de los siguientes libros

  • LIZANIA , edición definitiva.
  • VISIÓN DE LA ACRACIA .
  • CARTAS ABIERTAS AL PODER LITERARIO . .
  • EL INGENIOSO LIBERTARIO LIZANOTE DE LA ACRACIA, ANTOLOGIA
  • CARTA AL HIJO (AUTOBIOGRAFIA)

Bibliografia

  • Poemas de la tierra (Col. Atzavara, 1955)
  • Jardin botánico (Instituto Iberoamericano, 1957) Premio Boscán.
  • Libro de la soledad (Ed. Barna, 1958)
  • La creación (Ed. Occitana, 1963)
  • Tercera parte de la creación (Ed. Occitana, 1964)
  • La creación humana (Ed. Marte, 1968)
  • Fin de la tierra (Ed. Marte, 1972)
  • Ser en el fondo (Ed. Occitana, 1974)
  • Veinte poemas desesperados y una canción de amor (Ed. de autor, 1981)
  • Mi mundo no es de este reino (Ed. de autor, 1982)
  • Labios como espadas (Ed. de autor, 1983) Firmado por primera vez como Colectivo Jesús Lizano.
  • Sonetos del miserable (Ed. de autor, 1984)
  • Misticismo libertario (Ed. de autor, 1985)
  • Camino de imperfecciones (Ed. de autor, 1987)
  • Lo unitario y lo diverso (Ed. Lumen, 1989) Firmado por primera vez como Lizano de Berceo.
  • La palabra del hombre (Ed. Adonais, 1990)
  • La selva (Seuba ediciones, 1991) Premio Ciudad de Martorell.
  • Sonetos (Ed. Lumen, 1992)
  • Héroes (Ed. Libertarias, 1995)
  • Lizanote de la Mancha o la conquista de la inocencia (Ed. El Ciervo, 1997)
  • Lizanote de la Mancha o la conquista de la inocencia, segunda parte (Ed. El Ciervo, 1998)
  • Lizanote de la Mancha o la conquista de la inocencia, tercera parte (Ed. El Ciervo, 1999)
  • Lizania. Aventura poética 1945-2000 (Ed. Lumen, 2001).