Cuando la multitud hoy muda, resuene como océano.

Louise Michel. 1871

¿Quién eres tú, muchacha sugestiva como el misterio y salvaje como el instinto?

Soy la anarquía


Émile Armand

lunes, agosto 13

Una cárcel con grilletes electrónicos. Sin muros, sin rejas, pero con la misma dominación


¡El mundo es un inmensa cárcel!. Sin contar los campos de refugiados cerrados de los que no se puede salir, o los centros de reeducación de niños, jóvenes y adultos, sin contar los presos extrajudiciales, sin contar los esclavos, ni las victimas de las organizaciones de proxenetismo… sin contar los CIE’s… en el mundo hay más de 11 millones de personas encarceladas y, si fuese posible computar la realidad.. ¿cuantas serian?.

El país ganador en esta lúgubre liga son los EUA que, con 2.239.785 sobresale mucho sobre el conjunto del resto de estados competidores, detrás viene la China con 1.640.000 (aunque si sumamos los 650.000 detenidos administrativos, seria la primera potencia también en esto con 2.290.000 presos), la Federación Rusa con 681.600, Brasil con 584.000 y la India con 385.135 les seguirían.

Si nos fijamos en las tasas de presos por cada 100.000 habitantes también ganan los EUA con 716, mientras que China baja hasta los 121, Rusia sube a 475, Brasil tiene 274 y una de las últimas es la India con solo 30 presos por cada 100.000 habitantes. Curiosamente, en tasa de encarcelamiento, siguen a los que siguen a los EUA son a menudo pequeños estados insulares, muchos de ellos con fuertes vínculos o conflictos coloniales, como Sy Kitts con 714, Seichelles con 709, Barbados con 521, Cuba con 501, las Islas Vírgenes, tanto las administradas por USA (539) como las administradas por UK (460), Guam tiene 432… estados pequeños pero con mucha mala leche!!.

El año 2013 el estado Español tenia 68.220 presos (y su número ha seguido creciendo) y la tasa por 100.000 habitantes era de 147. El Estado Español está por encima de la media de la UE, superada por los estados del este, especialmente los Bálticos.

Parece ser que el sistema de estados y corporaciones (corporaciones que también pueden ser estatales i/o burocráticas) necesitan esta gran masa de cautivos para su correcto y eficaz funcionamiento, parece que el sufrimiento carcelario lubrica los engranajes de la megamáquina de la desdicha. Las ideas del siglo XIX de “redención” y “reeducación” no han sido más que guirnaldas para hacer soportable un hecho monstruoso, en conjunto hacen más eficaz el sistema y al sufrimiento mayor.

Como todo aquello que funciona en este mundo, todo se contabiliza, y una de los dolores de cabeza de alcaides, carceleros supremos y otros contables son los costes, los gastos de mantener a tanta gente sufriendo, atada y degradada. Estos costes están en la base del trabajo forzado, de los presos encadenados picando piedra… y de los modernos y benevolentes sistemas como el CIRE de la Generalitat de Cataluña.

LA VIGILANCIA ELECTRONICA O COMO RECORTAR COSTES Y AUMENTAR EL CONTROL

Hacia el año 1960 un grupo de jóvenes estudiantes de la Universidad de Harvard, en su trabajo de final de carrera tuvieron una idea luminosa, elaborar un artefacto portátil(pesaba 1 kg aproximadamente) que permitiese controlar a las personas a distancia (presos y enfermos mentales…).

La idea era buena (rentable), pasó por varias pruebas piloto, pero tuvo que esperar a que madurase tecnológicamente y que se implantase en la mente de los jueces, para poder ser una realidad, en 1983 un juez de Nuevo Méjico dictó la primera sentencia en la que se prescribía el control electrónico de un criminal. A partir de aquí la metodología se implantó rápidamente en los EUA y de allí pasó al Reino Unido y enseguida a otros países europeos, americanos y asiáticos. Hasta llegar en la actualidad a someter, seguramente, hasta a un millón de personas.

En sus 30 años de evolución los sistemas de monitorización electrónica de personas presas ha evolucionado muchísimo y, de sencillos aparatos de radiofrecuencia se ha pasado a sofisticados brazaletes con GPS y sensores cada vez más pequeños.

MIL Y UNA JUSTIFICACIONES PARA LA VIGILANCIA ELECTRÓNICA

Cuando se quiere defender el control electrónico se suelen emplear dos argumentos:

1.-El hipócrita, que parte de la imposibilidad de un mundo sin cárceles ni sin el sistema que las hace posibles, que busca un “encarcelamiento benevolente” para determinados delitos. Que afirma que no quiere el desarraigo del condenado (como si una pulsera electrónica enraizase a alguien a algo), que quiere facilitar la integración (básicamente que el condenado trabaje, se mantenga y vaya a dormir temprano) y que el panóptico se extienda a toda la vida cotidiana.

2.-La económica, las inversiones para la adquisición de un aparate de monitoreamiento electrónico son mucho más bajas que la construcción de un módulo carcelario, del orden de centenares de veces, los costes de mantenimiento y de personal para verifica son hasta 10 veces más bajas que los de mantener a la misma persona en un cárcel convencional. De hecho en México se plantea hacer pagar a los condenados el coste del brazalete de seguimiento, para poder vivir fuera de la cárcel… todavía será un negocio redondo!!.

El seguimiento electrónico es un servicio fácilmente privatizable, fácil de externalizar, es factible contratar a una empresa que se haga cargo del suministro de brazaletes de muñeca o de tobillo, los coloque a los condenados, haga el seguimiento y realice el control informático… resolver las incidencias reales seria el trabajo de los funcionarios de prisiones… o de los trabajadores de alguna empresa de seguridad. La tendencia a ir hacia la cárcel neoliberal iniciada en los USA (la cárcel como negocio) tiene el campo abonado con la “prisión electrónica”.

Para hacer menos repulsiva esta invasión los sistemas de VE se han aplicado a delitos especialmente repugnantes: la violación, la pederastia y la violencia contra niños, niñas y mujeres en el marco doméstico (doméstico de donde viene la domesticación). Pero en realidad donde ha sido especialmente desarrollado ha sido contra el vandalismo juvenil, el uso de alcohol y otras drogas, delitos contra la seguridad del tráfico… Y, finalmente, a todo tipo de condenas que puedan ser cumplidas en el domicilio. De hecho recientemente el inefable Zarcosy a propuesto poner brazalete de seguimiento a todos los “radicales”, desde los islámicos a los activistas contra el cambio climático.

Para edulcorar aun más la tecnología se habla de otros usos no penales… pero también de control, control de personas ancianas, o con alzhéimer, control de niños y menores, control de “enfermos mentales”… quien alguna vez haya perdido a un familiar con alzhéimer u otra cosa parecida sabrá como la angustia de la pérdida nos podría hacer aceptar cosas que en una situación “normal” no aceptaríamos.

En la misma línea pero más empalagoso, está navidad Movistar presenta como gran novedad (ya se vendían en USA) el smartwatch FILIP, dirigido a un público de entre 3 y 8 años. Se trata de un reloj/teléfono “inteligente” que, además de tener las llamadas restringidas (5 números programados por padres o tutores), permite detectar siempre la posición del niño o niña (suponiendo que lo lleve puesto y en funcionamiento) y se pueden programar “zonas seguras” y “zonas prohibidas o peligrosas”, el reloj avisa al móvil de los controladores cuando sale o entra en una de ellas. Una pulsera con todas las prestaciones de las carcelarias, pero con colores llamativos, supuestamente de gusto infantil.

EL FUNCIONAMIENTO DE LOS SISTEMAS DE VIGILANCIA ELECTRÓNICA

Han evolucionada mucho, y, si no fuese por los costes, ahora todos serian GPS. Dejando al lado los detalles tecnológicos, estos artefactos se pueden clasificar, según su funcionamiento, en tres grandes grupos:

1.-Aparatos de “toque de queda” no permiten salir de una zona determinada (vivienda y zonas muy cercanas), pueden ser de todo el día (un arresto domiciliario) o sólo por unas horas, generalmente de noche (cárcel atenuada), puede restringir también los movimientos en determinados días de la semana (generalmente el fin de semana).

2.-Aparatos de restricción de una o varias zonas, son los más aplicados en violencia doméstica, pero tienen más usos, como alejar a las personas de bares donde hayan habido incidentes, alejarlos de zonas de juego…

3.-Aparatos con GPS que almacenan rutas, con ellos se puede seguir el itinerario de una persona en tiempo real o posteriormente, se puede ver si ha ido de casa al trabajo, si ha pasado por zonas restringidas… seria el más sofisticado y se puede combinar con los otros dos tipos.

LA VIGILANCIA ELECTRONICA EN LA ACTUALIDAD

La extensión de la vigilancia electrónica no se conoce con exactitud y las estadísticas son muy variables, a menudo el periodo de vigilancia es corto (de menos de 6 meses) y, en las estadísticas se contabilizan el número de presos controlados a fin de año o de mes y no muestran resultados acumulados.

Muchos países tienen diversos códigos y sistemas judiciales y sólo se utilizan los sistemas electrónicos en algunas zonas o estados. En otros no se considera una sanción penal sino un control administrativo. En algunos países se usan masivamente con los menores y estos quedan, muchas veces, fuera de la estadística. También quedan fuera los vigilados cuando están clasificados como enfermos mentales o dementes.

Un caso aparte es el de los controles de proximidad a las víctimas, donde son ellas quienes reciben la alarma, tornándose ellas en prisioneras sin condena judicial, encerradas en los límites impuestos por los instrumentos electrónicos.

Los dos países con un mayor número de vigilados globales y con una mayor tasa por cada 100.000 habitantes son los EUA y Inglaterra y Gales, el primero con 300.000 vigilados y una tasa por cada 100.000 habitantes de 97 y el segundo con 120.000 y una tasa de 227. En el resto del mundo suelen estar en el rango que va entre los 60 y ninguno. Por ejemplo Holanda tienen una tasa de 60, Polonia de 20, Francia de 17, España de 7 y Italia de 3…

Para el conjunto de Europa no se conoce ninguna cifra fiable, pero ha de estar en los alrededores de los 200.000.

LA VIGILANCIA ELECTRÓNICA EN CATALUÑA

La Generalitat tiene las competencias en instituciones penitenciarias, por tanto toma decisiones referidas a la vigilancia, que no son diferentes de las del resto de autoridades carcelarias, pero que pueden servir de ilustración.

En Cataluña el número de personas bajo vigilancia electrónica es también difícil de concretar por el tratamiento estadístico y por la superposición con el sistema penitenciario estatal. Según las estadísticas de la Generalitat son sobre un centenar (no hemos podido discernir si son datos anuales acumulados o datos mensuales…). Otras fuentes las sitúan sobre las 300 personas, pero la diferencia no es tanta, Cataluña se situaría en la parte baja del abanico de tasas por 100.000 habitantes.

Dejando a parte los datos estadísticos, la Dirección General de Servicios penitenciarios de la Generalitat de Catalunya queda claramente retratada en sus contratos para la vigilancia electrónica.

Entre 2004 y 2015 la Generalitat ha hecho contrataciones de monitorización por valor de 1.402.806€ sin IVA (1.697.395 con el IVA), la última adjudicación ha sido en agosto de 2015 y durará hasta 2018.

Los adjudicatarios has sido en todos los casos menos en uno la empresa “3M Electronic Monitoring LTD” con sede en Tel Aviv (Israel) fundada en 1994, en el 2011 ganó el concurso con el nombre de “ELMO Tech LTD”, poco después de ganar el concurso cambió de nombre a “3M Electronic Monnitoring”, esta compañía está especializada en tecnología carcelaria.

Tan solo el concurso de 2013 fue ganado por otra empresa, a pesar de que la tecnología parece ser la misma que 3M, fue al “Compañía Integral de Seguridad” (CIS) una compañía española dedicada a servicios de seguridad clásicos. El contrato conseguido por CIS fue sólo de 119.825€, el más pequeño de todos, el resto, 1.552.407€ fue a parar a 3M a a su antecesora.

El concurso concreta tres servicios básicos, el de “toque de queda domiciliario” por radiofrecuencia y radiobaliza en el domicilio (más económico), el de seguimiento con GPS y el de control de consumo de alcohol. En total se pedían como mínimo el seguimiento simultáneo de 150 presos.

Del Estado Español no hemos podido obtener datos de contratos de telecontrol ni datos estadísticos directos, pero en el 2011, cuando el número total de presos era de 69.588 (149 por cada 100.000 habitantes), un total de 2.688 personas eran vigiladas por sistemas electrónicos (5.8 por cada 100.000 habitantes)…

Es interesante considerar que el nuevo código penal se preocupa mucho de los medios de vigilancia electrónica, y se le ha añadido un párrafo en el artículo 468: “3. Los que inutilicen o perturben el funcionamiento normal de los dispositivos técnicos que hubieran sido dispuestos para controlar el cumplimiento de penas, medidas de seguridad o medidas cautelares, no los lleven consigo u omitan las medidas exigibles para mantener su correcto estado de funcionamiento, serán castigados con una pena de multa de seis a doce meses.”.

EL FUTURO DE LA VIGILANCIA ELECTRÓNICA

La tendencia, a pesar de los impedimentos legales que protegen la privacidad (al menos nominalmente), es dotar a las pulseras de diversos sensores.

De hecho actualmente las hay que miden el contenido de alcohol en sangre a través del etanol exudado por la piel, en los EUA hay ya 50.000 en funcionamiento y se están extendiendo por Europa (por ejemplo en el concurso de renting de la Generalitat de Cataluña de 2015). También se está estudiando la detección de otras drogas ilegales.

La temperatura, el ritmo cardiaco, la tensión arterial y el contenido de oxígeno en la sangre ya están disponibles aunque, que se sepa, sólo han sido implantadas experimentalmente en personas clasificadas como enfermos mentales. Bajo el paraguas de la escusa de la salud se pretenden prevenir episodios de violencia, sexuales… Un paso más seria dotar al aparato de vigilancia de la posibilidad de actuar en el caso de que el programa lo considerase necesario, una alarma acústica, una “leve” descarga eléctrico… o la inyección de calmantes.

En este aspecto la vigilancia de los presos converge con la moda de los “wearables” que podemos ver puestos en los deportistas de calle, con el agravante en el caso de estos fanáticos del ejercicio físico de que su uso es voluntario.

La vigilancia electrónica se extenderá cada vez más, ya que permite castigar eficazmente a un coste más bajo y además tiene un efecto estigmatizador que disuade a los “buenos ciudadanos”, todos conoceremos a alguien (o lo habremos experimentado directamente) que lleva un brazalete de control, alguien que tiene una condena corta por asuntos fiscales, alguien que conducía un vehículo pasado de copas, alguien que ha tenido una o varias peleas, los holigans futboleros, maltratadores… algún radical islámico o de los otros… no parece un buen futuro y de algún amanera será necesario diferenciar entre los portadores involuntarios y los siervos voluntarios (los que llevan wearables por temas de salud o de comodidad).

Para crear sistemas más robustos se empiezan a combinar la vigilancia electrónica con la biometría, por ejemplo leyendo la huella dactilar en el brazalete en momentos determinados, utilizar el reconocimiento facial en el uso de alcoholímetros a distancia, el límite es la imaginación de los tecno-carceleros.

UNA CARCEL GLOBAL Y UBÍCUA

El objetivo es encarcelarnos a todos, a los condenados en juicio, a los sospechosos, a los incapacitados, a los dementes, a los menores… a todos los infractores, el objetivo es un panóptico electrónico global, más económico y más eficiente que el actual, un sistema penitenciario del siglo XXI, no como el atrasado sistema actual, heredero de el del siglo XIX.

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