Cuando la multitud hoy muda, resuene como océano.

Louise Michel. 1871

¿Quién eres tú, muchacha sugestiva como el misterio y salvaje como el instinto?

Soy la anarquía


Émile Armand

sábado, febrero 4

Las cárceles son centros de exterminio




Hace mas de 500 años que la prisión existe, y en todo este tiempo no han dejado de haber robos, tráfico de drogas, de personas y mucho menos se han acabado los maltratos, asesinatos o violaciones y esto es así, aparte de porque somos una sociedad enferma, porque la prisión, que fue creada para reeducar a las personas que han roto la ley, no ha cumplido ni cumple esta función, porque la prisión no es ninguna solución sino que es parte del problema.

Y decimos que es parte del problema porque nosotros queremos señalar los verdaderos intereses que se esconden detrás de las instituciones penitenciarias: por un lado mantener este sistema social y económico injusto y por el otro hacer que nos creamos la mentira de que las prisiones son necesarias, y decimos que es una mentira porque la prisión como institución ni reinsertan ni lo desea, sino que pretende esconder/confinar a aquellas personas que molestan, que no responden al modelo de ciudadano cívico, que no encajan con los patrones de conducta, todas aquellas que roban, en definitiva, a todas aquellas personas que no seguirán las normas del juego del capitalismo y la democracia.

La prisión como negocio: desde su planificación, construcción y mantenimiento, es decir las obras del edificio, suponen toda una inversión de capital público que pasará a manos privadas, puesto que las obras las llevan a cabo constructoras privadas, un negocio muy suculento; sólo hay que ver las cifras de la construcción de las nuevas macroprisiones: Mas Enric (Tarragona) 102 M€, Figueres 107M€,… Esta adjudicación de proyectos casi siempre se lleva a cabo de una manera poco transparente, a dedo y por amiguismo. Por otro lado la empresa CIRE (Centro de Iniciativas para la Reinserción) se lucra esclavizando a las personas presas – que cobran entre 1,4 €/h y 2,5 €/h – y encima es la misma empresa que vende los productos del economato (el supermercado de dentro de la prisión); de este modo las personas presas se gastan su sueldo en la misma empresa que se los paga. Visto esto queremos remarcar como cada vez más la prisión es vista como un negocio, y como tal el objetivo es minimizar los costes y maximizar los beneficios.

La prisión como mecanismo para perpetuar los privilegios de los ricos, es decir, a la prisión entra la gente que rompe las leyes, leyes que están ideadas por las clases dirigentes, grandes oligarquías que no quieren ver peligrar sus capitales. A través del miedo al castigo mantienen el orden para nadie se atreva a tomar aquello que de manera legal o ilegal nos han robado. Por el otro lado se continúan perpetuando los privilegios, en los casos que los mismos empresarios/políticos rompen sus leyes y no los dejan pudrirse en la prisión, y, no nos engañemos, empresarios y políticos que entran en la cárcel no viven las mismas condiciones que el resto de personas, ni ellos ni sus familias.

La necesidad de la prisión, a través de la falsa idea que aquellas personas que sean castigadas podrán volver a encajar a la sociedad, es decir reinsertadas, nos quieren hacer creer que la prisión siempre ha existido y tiene que existir por siempre jamás. Si partimos de las estadísticas, más del 80% de las personas que están en la prisión lo están por delitos relacionados con la pobreza (tráfico de drogas y robos), como se puede entender que cerrando a un miembro de la familia se pueda ayudar a la misma familia a salir de la pobreza, todo lo contrario, todavía se la condena más. Seguramente, si todo el dinero invertido en el negocio de las prisiones se inyectara en ayudas sociales, muchas personas no se verían en la necesidad de arriesgar su libertad para mantener a sus familias.

En torno a la pregunta de qué hay que hacer con las personas que cometen agresiones físicas, machistas, racistas, xenófobas,…(que representan menos del 10% de la población reclusa) enviarlas y aislarlas en las prisiones no es ningún tipo de solución; no se puede resolver el trasfondo de estas agresiones castigando cuando la agresión ya ha sido cometida, así no se transforma el pensamiento de la sociedad en general ni en las creencias que tiene la gente que agreden por estos motivos. Nosotras creemos que cada persona o grupo afectado tendría que tener el poder para decidir de qué manera se puede repara el sufrimiento.

Dejemos de creer que las carceles son necesarias
La carcel es un negocio para los ricos
Un suplicio para los pobres.

No hay comentarios:

Publicar un comentario