Cuando la multitud hoy muda, resuene como océano.

Louise Michel. 1871

¿Quién eres tú, muchacha sugestiva como el misterio y salvaje como el instinto?

Soy la anarquía


Émile Armand

viernes, octubre 5

Armas silenciosas para una guerra tranquila

 William Cooper

El autor de este texto publicado en 1979 nos muestra las actuales formas de dominación, mucho más sofisticadas que en tiempos pasados. Esta misma persona alertó el 28 de junio de 2001 de la preparación por parte del gobierno de EE.UU. de un atentado del que se culparía posteriormente a Bin Laden. El 5 de noviembre sería asesinado por la policía.

La Tercera Guerra Mundial, llamada “Guerra tranquila” está, siendo llevada a cabo utilizando armas biológicas subjetivas, calificadas de “armas silenciosas”.
Estas armas concretan sus efectos en evitar que la población mundial utilice su inteligencia con objeto de construir una realidad totalmente previsible, predecible y manipulable.
A fin de alcanzar una realidad totalmente predecible, los elementos de las clases inferiores de la sociedad deben ser llevados a un control total, es decir subyugados a un deber social a largo plazo desde una edad temprana. Para llegar a tal conformidad, las células familiares de las clases inferiores deben ser desintegradas. La calidad de la educación dada a las clases inferiores debe ser la más pobre, de manera que la brecha de la ignorancia que aísla las clases inferiores de las clases superiores sea cada vez más grande y a la vez que permanezca impenetrable para las clases inferiores.

Introducción descriptiva de las armas silenciosas

Las "armas silenciosas” disparan situaciones, en vez de balas; propulsadas por el tratamiento de datos. No causan daños físicos o mentales aparentes, ni interfieren de manera evidente con la vida cotidiana social de cada uno. Producen, sin embargo, un permanente “ruido” causa indelebles daños, físicos y mentales, e interfieren de forma constante en la vida social cotidiana.
Cuando un arma silenciosa es aplicada gradualmente, las personas se ajustan, se adaptan a su presencia, y aprenden a tolerar las repercusiones que genera sobre sus vidas. En consecuencia, el arma silenciosa es un tipo de arma biológica. Ataca la vitalidad y las posibilidades de realización de los individuos en sociedad, manipulando y asaltando su energía social e individual, así como sus fuerzas y debilidades físicas, mentales y emocionales, consiguiendo finalmente que los ciudadanos sientan una profunda aversión a cambiar su forma de vida, transformar su mentalidad o regenerar su fe en el prójimo.
Tomar el control del mundo por medio de la utilización de “armas silenciosas” bajo la forma de una “guerra tranquila”, significa reducir los conflictos derivados de la actual desigualdad económica mundial a un nivel seguro, mediante un proceso que combine la esclavitud y el genocidio cuando este se vuelve estrictamente necesario.

La teoría del shock, como arma silenciosa, aplicada a la economía

Gracias a una investigación denominada shock-testing (prueba de shock), fue descubierta una relación directa entre la disponibilidad del flujo de dinero en una economía y la respuesta de una masa de gente en función a esa disponibilidad. Por ejemplo, se ha establecido que existe una relación cuantitativa medible entre el precio de la gasolina y la probabilidad de que una persona sufra dolor de cabeza, sienta ganas de ver una película violenta, fumar un cigarrillo, o ir a un bar para tomar un par de cervezas.
Los más interesante es que observando y midiendo los modelos económicos por los cuales la gente trata de huir de sus problemas y de escapar de la realidad, es posible generar programas informáticos para predecir la más probable combinación de acontecimientos creados (choques) que llevan a un control completo y al sometimiento de las personas, por ejemplo, gracias a la perturbación de la economía con acciones tipo "agitar el árbol de las manzanas” haciendo que los más débiles caigan.
La forma más simple de arma silenciosa es un instrumento llamado publicidad. Si una publicidad televisiva se dirige a una persona como si ella tuviera 12 años de edad, entonces, en razón de la sugestibilidad, ella tendrá, con cierta probabilidad, una respuesta o una reacción tan desprovista de sentido crítico como la de una persona de 12 años de edad.
Nuestro sistema económico se sostiene gracias al consumo abundante y barato de materias primas y el consentimiento del pueblo para trabajar, y en consecuencia, para asumir una cierta posición social en la estructura social (es decir de proveer trabajo a los niveles variados del orden social). Cada clase social, obrando a garantizar su propio nivel de ingresos, controla el nivel inmediatamente inferior a éste, y así preservar la estructura de clase. Ello asegura la estabilidad y la seguridad, pero también un gobierno desde arriba. Es esencial reconocer que en la hora actual, el consentimiento de los ciudadanos es todavía clave para el sostenimiento del sistema. Así, el consentimiento es la primera victoria.
Un sistema de arma silenciosa opera a partir de datos (información) obtenidos de un público dócil por medios legales. Tal información se halla disponible para los programadores de sistemas de armas silenciosas, empezando por los formularios de datos de la declaración de la renta presentados por los propios pagadores de impuestos.
El que el gobierno sea capaz de recaudar impuestos y de dimensionar la propiedad privada sin justa compensación ni contrapartidas sociales reconocibles, es una indicación de que la ciudadanía está madura para rendirse y consentir su esclavitud y su sometimiento legal.

Diversión, la primera estrategia

La experiencia ha mostrado que el método más simple para volver eficaz un arma silenciosa es mantener al público ignorante, confuso, desorganizado y distraído con temas sin importancia. Esto se obtiene:

• Descomprometiendo sus mentes y espíritus; saboteando sus actividades mentales;
• Administrando programas educativos de baja calidad en matemáticas, economía, derecho e historia y desmotivando la creatividad.
• Desviando sus emociones, infantilizándolas.
• Aumentando su egocentrismo y su gusto por las actividades físicas a través de la presencia constante en los medios de comunicación de situaciones de violencia, guerra y sexo.
• Ofreciendo –en exceso– “basura” para el espíritu, y privando a la gente de lo que realmente necesita.
• Rescribiendo la historia y la ley, y sometiendo al publico a distracciones que desplacen sus pensamientos hacia un desear construido artificialmente y que nada tiene que ver con las necesidades reales de la población.
• Creando problemas para enseguida ofrecer soluciones.
• Manteniendo al público ocupado, ocupado, ocupado, sin tiempo para pensar.

El efecto de las “armas silenciosas” en la estructura política de una nación

La primera razón por la cual los ciudadanos individuales de un país crean una estructura política es un deseo subconsciente de perpetuar la relación de dependencia de su infancia, y la explicación a por qué la soportan es porque están dominados por el miedo, la pereza y porque es más cómodo que asumir individual y colectivamente las responsabilidades políticas que se derivan de vivir en sociedad.
La inmensa mayoría de los ciudadanos no quieren afrontar los problemas sociales y mucho menos sentirse responsables de nuestra suicida forma de vida, así que asignan el trabajo sucio a otros para mantener la sangre alejada de sus
manos y aquí entran en acción unos profesionales llamados políticos. El pueblo se pone en manos de los políticos a fin de que el pueblo pueda:

1. obtener la seguridad sin tener que organizarse.
2. no tener que pensar o reflexionar.
3. infringir robos, heridas, y hasta la muerte a otros sin tener que implicarse directamente en esas actividades.
4. evitar asumir cualquier tipo de responsabilidad, dando a los políticos el poder de crear y de dirigir la violencia institucional siempre que se justifique apelando a la sobrevivencia de la nación/útero, lo que significa incluso la eliminación de los ciudadanos de su propio país que no se conforman al respeto de la estabilidad de la nación/útero.

* Texto publicado en el anexo del libro Behold a pale horse. Ed. Light Technology Pub
(1991). ISBN: 9780929385228

Adaptación de Antonio Orihuela.


1 comentario:

  1. Excelente artículo, tanto como otros muchos que se pueden encontrar en el blog. Salud!

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