Cuando la multitud hoy muda, resuene como océano.

Louise Michel. 1871

¿Quién eres tú, muchacha sugestiva como el misterio y salvaje como el instinto?

Soy la anarquía


Émile Armand

martes, diciembre 14

Efectos secundarios del progreso. Psiquiatría, psicofarmacología y control social

 

 

Daniel Cuéllar Yagüe

 

Este libro es una crítica radical al sistema de salud mental en general, y a la psiquiatría y a su alianza con la industria farmacéutica en particular. Los psicofármacos actualmente se están utilizando de forma indiscriminada y perjudicial para la salud mental de adultos y niños. 

El sufrimiento está medicalizado en exceso. El predominio del modelo biomédico ha dado lugar a la medicalización con psicofármacos de las reacciones normales a las variadas presiones que genera la vida. También se medican los problemas sociales pues existe una dependencia excesiva a dar explicaciones biomédicas sobre el sufrimiento psíquico y los problemas de salud mental. Se suele dar prioridad a los tratamientos basados en la coacción, la excesiva medicación y la institucionalización, lo que acaba reforzando la estigmatización, discriminación y exclusión social acrecentando así estos problemas de salud mental. Con las cinco clases de psicofármacos existentes se tratan prácticamente todos los trastornos del DSM-V y CIE-10. 

La psiquiatría actual, con la falta de validez y fiabilidad de sus diagnósticos y con su excesiva sobremedicación con psicofármacos, está creando una epidemia psiquiátrica. Esta epidemia se basa, en gran medida en los intereses de la poderosa industria farmacéutica y de la psiquiatría y su afán de suministrar psicofármacos sin valorar suficientemente sus efectos secundarios y la posibilidad de convertir en "enfermas crónicas" a estas personas si lo toman a largo plazo.

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