Óleo sobre lino – Puntillismo- 162 x 130 – 1987-1998
NADA os distraiga de lo importante.
Nuestro es el mensaje de la contingencia. Recordad que la verdad puede ser tan variable como la mentira y para eso tenemos televisiones.
(Un abismo de bolas se cierne sobre el poeta / el pintor).
Regocíjense todos, ya tenemos escuelas para secuestrar las ganas de Aprender de nuestros niños, tenemos perros para ladrar al Olvido, tenemos al Miedo para controlar las luces y no se insubordinen las sombras. ‒ ¿Para qué la lucha? ¿Acaso el azar seguro de la ceniza calienta mejor que este fuego frío? ¿Acaso el embate de las luces contra el talud de la carne sirve de algo? ¿Acaso la violencia no engendra violencia?
Nada os distraiga de lo importante.
Tenemos un cortejo de luces dispuestas a ingresar en nuestra organización criminal
(perdón, internacional) del consumo. Queremos reclutar luces que lleven
espejos o sombras que [no] delaten nunca la verdad ni la mentira (según
convenga); queremos que este infinito cortejo de luces disperse
imágenes y palabras hueras, ángeles de sombra y ángeles sin sombra.
¿Qué, sino la Sombra, puede detener el avance de Luz? Busquemos sentidos
en este perímetro cercado de alambre de espino. Contra la (im)precisa
melancolía: ˗ ¿Qué, sino la Sombra (o la Luz) puede elevar nuestra imaginación hasta el altar de la delincuencia?
* Este
poema se empezó a escribir en 2009 y se rehizo en enero 2021 después de
leer Balance anual de A. Orihuela
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