Cuando la multitud hoy muda, resuene como océano.

Louise Michel. 1871

¿Quién eres tú, muchacha sugestiva como el misterio y salvaje como el instinto?

Soy la anarquía


Émile Armand

sábado, agosto 22

Despedida a Pepita Martín Luengo, co-fundadora de la escuela libre "Paideia"


El pasado jueves, 2 de julio, Josefa Martín Luengo (Pepita) fue incinerada en el crematorio “La Dolorosa”, en Salamanca. Pepita, fundadora y principal propulsora de la escuela libre Paideia falleció el día antes en el Hospital Universitario de Salamanca. Tenía 64 años, 31 de ellos dedicados a la escuela.
Fue un acto muy emotivo donde nos dimos cita cerca de cincuenta personas. Amigas y amigos que tuvimos que salir corriendo, dada la rapidez con que se desarrolló todo, para no perdernos el último adiós a esta gran mujer. A lo largo del día desfilamos por el tanatorio un montón de conocidas y conocidos, antiguos/as alumnos y alumnas, padres y madres, familiares, compañeros de la escuela (que más que amigos/as eran también su familia), y su querida compañera de viaje durante tantos años, Concha.
Sucesivamente fueron alternándose las lágrimas tristes con los recuerdos de su vida, los abrazos sentidos con la serena añoranza. Un día duro y cansado donde el tiempo lento y pesado se empeñaba en que nos convenciéramos de que ella ya no estaba con nosotros/as. Que no iba a volver a estar nunca. Que había un hueco entre nosotras/os que no volvería a llenarse.
Todos quisimos acercarnos después hasta el crematorio donde se cumplirían los últimos deseos de Pepita, ser incinerada y llevada después a Mérida, donde estaba su vida, su proyecto educativo, su gente, su compañera….
Allí se leyeron dos emotivas notas de despedida (se adjuntan en las líneas de abajo) que terminaron de agujerearnos el estomago a todos/as. Los numerosos ramos de flores ya habían sido retirados de encima del ataúd para que no los devoraran las llamas, y se guardaron con la intención de llevarlos al colegio.
Se colocó encima del ataúd de nuestra querida, y ya añorada, Pepa, una bandera negra con una A en un círculo pintada en el centro, para que, al arder, formara parte de sus cenizas, igual que formó siempre parte de su vida. Finalmente el fuego consumió sus restos y todos nos retiramos a sentir su falta en soledad.
Página web de la escuela libre de "Paideia": http://www.paideiaescuelalibre.org/

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