Cuando la multitud hoy muda, resuene como océano.

Louise Michel. 1871

¿Quién eres tú, muchacha sugestiva como el misterio y salvaje como el instinto?

Soy la anarquía


Émile Armand

jueves, octubre 5

Estados como sinónimo de represión y distracciones nacionalistas

No hay palabras para definir lo que se vivió ayer en Catalunya. La represión y violencia ejercida por las Fuerzas democráticas del orden, policías y guardias civiles, dejan una vez mas patente que a la hora de la verdad, en la práctica no hay diferencias en los diferentes tipos de regímenes que desde el Estado, oprimen a las personas. Llámese democracia, dictadura, o como quieran, en la práctica es lo mismo, y ayer quedó nuevamente demostrado. Sí, esto es democracia, como ya estarán cansadas de ver a lo largo y ancho del mundo y de la historia. El problema no son unos políticos u otros, ni siquiera un modelo de Estado u otro, el problema es el propio Estado en sí, el Sistema, porque todos los Estados  llevan explícito la represión de unos pocos privilegiados, los poderosos, los que gobiernan y sus aliados, contra todas las demás. Todos los Estados, sean del color que sean, como la historia bien nos remarcan, llevan represión, fuerza, violencia, opresores y oprimidas, poderosos y humilladas, policías, cárceles, autoritarismo, falta total y absoluta de libertad, especialmente contra el individuo, antropocentrismo, destrucción del Planeta, dominación, explotación,… Lo de ayer fue una demostración más, de lo que pasa siempre, cuando un Estado, sea este del color que sea,  y la sociedad, chocan. La historia está plagada de hechos tan espeluznantes, asqueroso y vergonzosos como los de ayer. Los mismos acontecimientos que, no le quepa a nadie la menor duda, hubieran pasado en una Catalunya independiente del Estado español pero donde sus habitantes estuvieran sometidos a un nuevo Estado, en este caso el catalán, si la sociedad catalana choca con los intereses de este hipotético Estado y gobierno catalán. También son habituales las agresiones, violencia, represión,… por parte de los Mossos (policía autonómica catalana) contra personas que luchan por sus derechos o por cualquier otra causa justa. ¿O es que acaso la represión y la violencia de las porras y las pistolas han dolido menos si la bandera de la solapa del brazo armado de la democracia lleva la bandera de Catalunya o cualquier otra?

No es una cuestión de nacionalismo o creación de nuevos Estados. Es una cuestión de la existencia de los propios Estados en sí, como insisto nos demuestra la historia, y obviamente esto no se soluciona con la creación de otros nuevos, con todo el pack represivo con el viene cualquier forma de Estado.

Los gobiernos nacionalistas tanto español como catalán han jugado muy bien sus cartas:  Por un lado tenemos al gobierno nacionalista catalán, ahogándose en mil y un caso de corrupción, otros tantos casos de represión y brutalidad policial por parte de su policía autonómica, y descendiendo de una manera vertiginosa tanto en las urnas como en las encuestas. Y en este descenso en cuanto a apoyo popular, no solo me refiero a los nacionalistas que gobiernan, CiU (ahora creo que se llaman PdD o algo así, como un intento de lavar su imagen y huir de la crisis interna y descalabro social) y ERC, sino además de la propia Cup, que como era de esperar, a sus electoras no les ha parecido nada bien que se alineen y apoyen a burgueses, opresores, derechistas, conservadores, corruptos,…vamos, al “PP catalán”. Unos nacionalistas que estaban en caída libre y que la sociedad, con razón, les daba de lado cada vez más. Y entonces, sacaron el arma que de momento siempre funciona: llamamiento al patriotismo, nacionalismo,… Porque si no, ¿que otra cosa puede tener en común el gobierno y las personas en la calle, oprimidas y opresores? Pues una supuesta patria en común, y así estamos todas en el mismo barco, las de abajo defendiendo y justificando a los de arriba, a sus propios explotadores, ya que ahora, tienen una causa en común políticos, policías, empresarios, burgueses, oprimidas… Y las oprimidas, muerden el anzuelo. Y nos dejan imágenes tan surrealistas e impensables hace unos meses como unas gentes que estaba hasta las narices de que les robaran, explotaran, reprimieran y apalearan,… aplaudiendo y dándole vitoles a sus verdugos, políticos y policías. Ya esta todo olvidado, la jugada del nacionalismo salio de maravilla para el corrupto y desprestigiado gobierno catalán y sus aliados.

Y por parte del nacionalismo español más casposo representado en el gobierno de España por el PP, tres cuartas partes de lo mismo. Igual que el gobierno catalán, el español, desprestigiado y absolutamente desligitimado por miles de casos de corrupción, de opresión, de explotación, de recortes de derechos, de alejarse de la realidad de su entorno, vuelve a izar la bandera de la patria para recibir un apoyo social que estaba perdiendo, contra “los que quieren romper y destruir a la amada patria”. Y vuelve a salir la jugada redonda, las personas a olvidarlo todo, y apoyar el intervencionismo casi militar en Catalunya. Jugada perfecta por ambos bandos, usando la carta que nunca falla de patrias, nacionalismos, enemigos en común,…

¿Y el resultado cuál es? Pues el de siempre que se caen en estas triquiñuelas por parte de los Estados o gobiernos. Lo que pasa en cualquier guerra: oprimidxs matándose entre ellxs, en defensa de intereses burgueses  ajenos a los suyos. Aplausos y vitoles a sus propios opresores, que ven desde sus cómodos sillones, quizás con una copa de champan  (o cava) en la mano, como un apoyo popular que tenían absolutamente perdido, lo vuelve a tener en un tiempo récord, debajo del calor que da la amada patria. Pues toca echar mas leña al fuego, que cuanto más se cabreen con el otro nacionalista, más me apoyaran a mi y me reconocerán como sus líderes y dirigentes de tan noble causa como la nación o la patria. Ahora tenemos una causa común, y un enemigo común. Ya la sociedad a dejado de apuntar su rabia hacia mi, y la apuntan hacia otro lado, muy lejos de mi. Me vuelven a reconocer a mi, y al brazo armado que defiende mis intereses contra ellos mismos, como “de los suyos”. O mejor dicho, ellos ahora vuelven a estar bajo nosotros. Ya mañana tocara reprimirlos a ellos, pero de momento, nos son útiles.

En todo este tinglado de patrias y nacionalismos, es habitual ver envuelta a la izquierda. Lo que quizás es un poco más sorprende es ver del lado de policías (autonómicos en este caso), políticos, burgueses y corruptos, represores y explotadores de todo índole, a algún o alguna despistada venida del mundillo libertario. Si bien es cierto que algunos sectores de este mundillo hace tiempo que tiró la toalla y hoy por hoy es muy difícil en cuanto a fondos y formas distinguirlos del viejo marxismo de toda la vida, no deja de sorprender ver a alguna, quizás por falta de formación ideológica, o información en general, teniendo de compañerxs de viaje a burgueses, policías, opresores, religiosxs,… O es que simplemente les gusta la fiesta y allí donde la haya ellxs se apuntan sin importar el contenido, todo sea por la bronca y el ruido, o quizás simplemente es que no terminan de tener claro sus ideas. Si es esto segundo, no me preocupa. El tiempo y la información, pone a cada uno en su lugar. Si es lo primero, tampoco debería ser preocupante. Nunca han estado de este lado.


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