sábado, mayo 29
Abolición del Capitalismo
El corto plazo es necesario para vivir, sin por ello caer en el reformismo y recordando siempre el objetivo final y el análisis de fondo.
La economía no es una ciencia sino una técnica. Uno se puede perder en las múltiples formas del capitalismo, en análisis coyunturales y parciales, y olvidar el análisis estructural, crítica de fondo y global.
Así, podemos perdernos en el análisis coyuntural de las múltiples formas del capitalismo financiero, en el que la especulación trae consigo una perdida del vínculo entre capital financiero y capital productivo. El capital financiero engorda por un beneficio máximo a corto plazo arruinando al capital productivo. Es la burbuja financiera que estalla. Es la crisis coyuntural.
No obstante, las formas del capital son complementarias y antagonistas a la vez en su propio interés. El capital financiero invierte en el capital productivo, que produce objetos o servicios que el capital comercial vende. Pero cada capital quiere el máximo beneficio en detrimento del otro. Situación paradójica en la que uno necesita del otro y lo arruina.
Pero en el fondo, no hay que elegir entre una forma u otra. El capitalismo es el mismo sistema cualquiera que sea su forma, liberal o socialdemócrata; productivo, comercial o financiero; privado, estatal o autogestionado "en un banco del pueblo".
Es la propia existencia de la plusvalía la que está en el origen de la crisis. Debido al beneficio, el precio de venta es superior a los salarios, que no pueden comprar toda la producción; de ahí la superproducción, el paro y la crisis. Al no poder venderse toda la producción debido al beneficio, el beneficio disminuye, consecuencia y no causa de la crisis, como pretende Marx. Paradoja perversa de la plusvalía, la penuria se instaura en fase de superproducción, el beneficio mata al beneficio y la competencia mata a la competencia donde el grande se come al pequeño, aumentando la productividad, que aumenta el paro y baja los salarios, lo que hace descender el consumo, para conquistar los mercados. En el fondo es la cuestión de la plusvalía, que se opone a la distribución de las riquezas.
Para salir de la crisis, el capital no puede funcionar más que en expansión al infinito con sus estragos en el medio ambiente. El capital financiero debe invertir en un nuevo mercado, mercancía real o virtual, creador de empleo. La plusvalía se transforma en valor añadido salario, lo que relanza la economía, libre de producir lo inútil e incluso lo perjudicial. Pero es para una mayor plusvalía, una nueva crisis, un nuevo mercado y así sin parar.
Texto completo en: http://www.nodo50.org/tierraylibertad/5articulo.html
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