En el principio creó Bilderberg los Estados y el dinero
y decidió llamar capitalismo al sistema imperante.
Y Bilderberg dijo:
sean para nosotros los recursos del planeta,
arrasados los bosques de la tierra,
talados sus árboles,
contaminados sus ríos,
explotadas sus montañas en busca del material preciado.
Hagamos de sus pobladores mano de obra barata,
trabajen para nosotros con el sudor de su frente,
reciban a cambio migajas en forma de salario,
minijobs y horas laborales sin contrato.
Sean los tiranos dirigentes que amenacen a su pueblo,
violen a sus mujeres,
hagan soldados de sus niños
e impongan para siempre el miedo entre sus calles.
De la Escuela de las Américas haremos una universidad en Panamá
donde enseñar a ejecutar con orden y concierto
suculentos golpes de estado.
Cotizará la prensa en bolsa quedando la información en manos de magnates,
convertido en negocio el periodismo
la verdad dejará de ser importante.
Llamaremos “Mercado común” a la colonización empresarial
que acabará con la desaparición de los mercados,
el empobrecimiento de las tierras, de los agricultores, de los ganaderos.
Llegará el hambre a la gente,
los pueblos volverán a ser el epicentro tremendista,
la España vacía.
Lastraremos el futuro a base de hipotecas,
los bancos serán rescatados,
los ahorros volarán a Suiza,
los paraísos dejarán de ser islas desiertas para ser territorios libres de fiscalidad.
La pobreza energética marcará el fin de la clase media
y de la cultura haremos un circo de payasos.
Objetos de consumo para mentes vacías serán los libros
y las televisiones voceros de la simpleza.
Muertos Galeano, Chomsky o Casaldáliga
los referentes serán tronistas,
cuerpos esculpidos en modelable materia gris.
Y ya al final, sometido el ser humano a su voluntad,
Bilderberg declaró la guerra a la pobreza.
Muros de la vergüenza para proteger sus castillos
de seres humanos ilegales que transitan como escombros,
el mediterráneo convertido en una tumba,
la gran fosa común de nuestro tiempo.
Celebró, Bilderberg, la creación del mundo.
Comieron y bebieron manjares robados.
Paco Ramos. Los muertos de Bilderberg. Huerga & Fierro, 2022
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