¿Qué sucede
cuando la violación no es un hecho aislado sino el producto de una
estrategia planificada de control y aniquilación de una comunidad o una
etnia? ¿Pueden los cuerpos racializados, migrantes, ubicados
históricamente por debajo de la línea de lo humano, tener algún tipo de
restitución legal en una Europa racista, colonial, capitalista y
heteropatriarcal cuando son violados? ¿Qué sucede cuando la denuncia de
una violación es utilizada para atacar a un colectivo por motivos
raciales, como sucedió en Colonia recientemente? ¿Qué ocurre cuando ni
siquiera puedes señalar a tu violador o vengarte de él? ¿Cómo modifica
el análisis el hecho de que los cuerpos designados como violables sean
también los de los hombres, como sucedió en la cárcel de Abu Ghraib?
¿Por qué las 43 niñas violadas y asesinadas en Guatemala apenas
despertaron campañas de apoyo internacionales? ¿Hasta qué punto la
cultura de la violación está inserta en nuestra cultura cristiana?
Los textos
de Brigitte Vasallo, Úrsula Santa Cruz, Deyanira Schurjin y Ana Llurba
plantean todas estas preguntas, pero también la certeza de que es
necesario análisis mucho más profundos, capaces de matar de una vez por
todas al colono racista y patriarcal que los blancos llevamos dentro.
Edita: Antipersona
[64 páginas. Encuadernación rústica sin solapas. Tapa blanda. Ilustraciones de cubierta Alba Feito. 14×18 cm]
Lo puedes conseguir aquí
No hay comentarios:
Publicar un comentario