En aquella ocasión, después
de que su circo quedase en ridículo cuando dos toros lograron abandonar
el recinto del circo y llegar a la vía pública aunque sin atacar a
nadie, ese incidente, fruto de las, afortunadamente, cutres
instalaciones y seguridad de los explotadores dueños del circo, la fuga
fortuita de los animales se convirtió de repente y por arte de magia,
con la complicidad de los medios de comunicación locales en un acto
supuestamente cometido por activistas animalistas que vestidos de negro y
gritando consignas habrían sido vistos abriendo las jaulas de esos
toros así como de ponys, tigre y león (animales que debían estar muy a
gusto en su jaula, ya que en ningún momento fueron vistos fuera de
ella). Con este cuento, pura invención del dueño del circo para hacerse
la víctima, no sólo pretendía criminalizar al movimiento antiespecista
local, sino también acusarles de poner en peligro la seguridad de niños,
conductores y viandantes, algo que por supuesto, no es culpa de nadie
más que del dueño del circo y además, es falso ya que los toros (ni
ponys, ni tigres, ni leones, sólo dos toros) en ningún momento atacaron a
nadie.
Cuando se da un incidente
tan cutre y patético en el que necesitas inventarte ataques de
activistas a tus instalaciones para dar algo de pena y ver si así
reflotas tu asqueroso negocio basado en la explotación y el maltrato,
entonces queda claro que estáis acabados y que los circos de la escoria
como vosotres, que convierte en “espectáculo” y pretende hacer pasar por
divertida la tortura y la esclavitud de animales arrancados de sus
hábitats y condenados a una vida de jaulas y lamentos para diversión de
cuatro imbéciles, tienen los días contados.
También se produjo otro
caso parecido en Madrid con el Circo Quirós y el circo Gottani, cuando
ante la presión ejercida por grupos de defensores de los animales que
desde hacía varios años realizaban concentraciones y protestas pacíficas
frente a sus instalaciones en la capital para denunciar públicamente el
encierro y la violencia ejercida contra los animales explotados como
atracción de feria, también se inventaron ataques de animalistas.
El 2 de enero de este año
se produjo la primera concentración de la temporada contra el circo
Gottani en la que 70 personas con carteles gritan lemas en contra de la
explotación y la esclavitud animal, a lo que el empresario del circo
responde publicando una nota en sus queridos medios de comunicación
haciéndose la víctima, sin mencionar en ningún momento los incidentes
que ocurrieron durante concentraciones del año anterior en las que, a
pesar de que les manifestantes no habían incurrido en comportamiento
violento de ninguna clase, el empresario envió a sus matones a
perseguir, amenazar de muerte (un domador de este circo dijo
textualmente a un activista “te voy a rajar el cuello” y “tú y yo nos
vemos luego”, ver aquí
más información), golpear e increpar a les manifestantes que
protestaban. Puñetazos, empujones, lanzamiento de objetos o empaparles
con una manguera (en invierno) son algunas de las prácticas que ese
circo desplegó contra quienes exigían respeto para los animales.
12 días después, el 14 de enero tiene lugar otra concentración frente al circo Quirós en Madrid,
en la que unas 200 personas expresan su rechazo absoluto a la
utilización de animales en espectáculos. En ningún momento se habla de
que las condiciones de los animales encerrados sean mejores o peores, ni
de si se cumple o no la normativa estatal o la europea: se habla de que
ningún animal debería estar encerrado en un circo para que alguien gane
dinero ni para que otras personas “se diviertan”.
Esto fue respondido,
nuevamente, con artículos y noticias publicados en los medios de
comunicación a los que sin duda estos miserables pagan para que les
hagan de altavoz. Primero fue Europa Press, que publica una noticia
diciendo que supuestos animalistas radicales habían hecho pintadas en
los camiones del circo Quirós y habían emboscado y pegado a Nacho
Pedrera. A pesar de la completa falta de consistencia de las
acusaciones, esta noticia ha sido copiada y pegada con mayor o menor
disimulo por Telemadrid, El Mundo y La Razón, y reelaborada con especial ingenio y dominio de la prosa por mundotoro.com
(lo que demuestra que los torturadores que usan a los animales como
payasos de circo y los que en cambio se divierten acuchillándoles hasta
la muerte no son tan diferentes ni están tan alejados).
Aconsejo leer con detenimiento y atención este artículo publicado en El Diario por la Asamblea Antiespecista de Madrid,
donde desmontan gran parte de las acusaciones de Pedrera, y de todo el
armazón victimista que construyó para criminalizar a les antiespecistas.
¿A qué viene todo esto?
Pues a que después de quedar en evidencia por inventarse supuestas
agresiones y supuestos actos de sabotaje en Ciudad Real y Madrid, hechos
que nadie ha visto y que nadie ha podido corroborar salvo el relato
inconsistente y lleno de contradicciones de los empresarios de los
circos, ahora le llega el turno a Galicia.
Hoy, publicaba el Diario de Pontevedra
una noticia de Circos Reunidos (nuevamente, Nacho Pedrera aparece en
escena con su asociación embustera) hablando de una supuesta agresión
por parte de un grupo de “animalistas radicales” (sic) que le habrían
pegado una paliza con barras de metal al dueño de un circo con animales
portugués en la localidad pontevedresa de Silleda. En esa noticia no han
dudado en aprovechar el (presunto) incidente para recordar los hechos
en Ciudad Real y Madrid, ¡hechos que han quedado demostrados como falsos
o al menos como faltos de verdad! Según declara Circos Reunidos,
“estos hechos de radicalismo son inadmisibles, como lo ocurrido en enero
en el circo Quiros en Madrid o en marzo en el Circo Continental en
Ciudad Real”.
No obstante, nosotres no
olvidamos, nuestra memoria no es tan torpe ni a corto plazo como la de
esas masas que engañáis con publicidad de animales felices, sabemos
perfectamente cuáles son vuestras tretas, cómo funciona vuestra
manipulación y hasta dónde estáis dispuestes a llegar para defender
vuestro “derecho” a torturar y esclavizar animales, valiéndoos para ello
de unas leyes y normativas que no son menos especistas y que desde
luego no garantizan en absoluto el bienestar de los animales.
Quede clara una cosa. Por
lo que a mí respecta (y hablo sólo por mí), si a este embustero
especista torturador de animales y agresor le hubieran dado esa supuesta
paliza, yo me alegraría. No encuentro motivos para compadecerme de un
miserable que dedica su vida a sacar animales de su hábitat natural,
encerrarles toda su vida y torturarles hasta convertirles en poco más
que payasos de circo. No encuentro motivos para sentir lástima por
alguien que opta por la violencia, la amenaza, la coerción y el terror
como armas contra grupos de activistas pacífiques que piden “tamaña
barbaridad” como un mundo donde los animales sean tenidos en cuenta y
respetados. No obstante, ¿sabéis el cuento aquel donde una oveja, de
tanto gritar que viene el lobo, al final, cuando el lobo realmente
atacó, nadie la creyó? Pues eso es, más o menos, lo que nos pasa
contigo, Nachete. Ya nadie se cree tus lloros ni los de tus colegas.
Sois unos torturadores y unos asesinos cobardes, y lo pagaréis caro, no
quizá en forma de palizas, pero sí cuando tu negocio se hunda y ya no
tengas la posibilidad de seguir ganando dinero a costa de encerrar y
maltratar a criaturas inocentes.
¡No a los circos con animales!
Fuente: La Rebelión de las Palabras
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