La abolición de la prisión no es posible sin la abolición O, mejor dicho, la destrucción de las relaciones sociales actuales. Los que todavía defienden la posibilidad de eliminar la tortura que conlleva el encarcelamiento en este mundo comenten un grave error, y realizan —incluso si se puede reconocer, en algunos casos, su buena fe— una obra claramente conservadora.
Pretender eliminar el uso del encarcelamiento por el Estado argumentando que la cárcel no siempre ha existido (que incluso es una invención mas bien reciente), en el mejor de los casos, no lleva a nada. Y en el peor, como ocurre con demasiada frecuencia, conduce a formular tesis que tendrían como objetivo reinsertar al "desviado" en la sociedad mediante medidas coercitivas alternativas.
La Neurosis o las Barricadas Ed., Colección Minianarquismos contemporáneos nº12. Madrid 2015
No hay comentarios:
Publicar un comentario