Entrevista realizada por los compañeros de A las barricadas
ALB: En vuestra declaración de intenciones recalcáis vuestra “actitud punk”, el hazlo tú mismo. ¿Sois un grupo que surge de estudiantes de historia o simplemente os gustaba la historia? Contadnos un poco de donde surge la iniciativa de la Revista.
Respecto al do it yourself, venimos del mundo del fanzin y queriamos algo más riguroso y duradero como es una revista. Somos cinco componentes, una maketadora y cuatro redactores. Dos de ellos tenemos la carrera de historia y una está estudiando historia en la UNED, el cuarto es un apasionado de la historia. En ese sentido no somos estrictamente profesionales, pero a nuestro modo de entender rechazamos al fiebre de la titulitis y defendemos la postura de que cualquier autodidacta es tan válido como un estudiante o titulado universitario. La postura autodidacta es una afirmación más del háztelo tu mismo. La iniciativa surge porque necesitamos contar nuestro punto de vista, porque necesitamos sentirnos bien investigando por desarrollo personal y porque estábamos cansados de ver nuestros fanzines tirados y pisoteados, algo común y no por ello despreciable. Queriamos ver nuestros núneros guardados en las estanterías de muchas personas que también tienen otras colecciones de historia.
ALB: Hacía tiempo que no surgía una revista de historia, y mucho menos una revista de historia que planteara la lucha contra la hegemonía cultural. ¿Cuál es vuestra forma de estudiar los hechos históricos? ¿en qué es esta forma diferente del pensamiento hegemónico?
Entendemos las revistas de historia que hay en el mercado desde dos puntos de vista generalizados. Aquellas que son completamente asépticas y tratan de entretener al lector con trivialidades y aquellas que procediendo de una ideología determinada quiere reinterpretar la historia. No vamos a citar nombres porque son de sobra conocidos. En este sentido queríamos expresar un pensamiento historiográfico más
centrado en el ser humano y su interrelación con las estructuras de poder y tratar de dejar a un lado las estructuras de historia social, económica, política... ¿Cómo lo hacemos? pues rescatando episodios perdidos de la historia, que nadie quiere tratar y así divulgarlos o reinterpretando el pasado desde un punto de vista critico y autocrítico. Esto es complicado, pero el artículo de Los ilegalistas y del Nacionalismo Versus Cultura es un ejemplo de como reinterpretar procesos históricos desde un punto de vista no oficialista, que no de por sentados valores de interpretación que se tienen asimilados como normales. Esto es complejo e indefinido pero tenemos la oportunidad de ir mostrando número tras número la posibilidad de reinterpretar la historia desde una verdad distinta a la oficial y, también, la más ampliamente difundida. Es, por tanto, una labor pedagógia hacia el lector que mira al pasado desde otros ojos.
ALB: Al hablar de un mundo académico basado en la Universidad actual, ¿cómo es posible hacer frente a la visión de este mundo académico? ¿veis que el pensamiento hegemónico de éstos haya podido calar en algunas de vuestras percepciones o estudios?. ¿Es fácil sacudirse de la influencia de lo que los profesores y catedráticos enseñan en las Universidades? ¿Créeis que se puede combatir a las interpretaciones académicas desde la propia universidad?
¿Cómo es posible hacer frente a esta visión oficialista? Muy fácil presentando otra distinta, día a día. La edad de piedra no se acabó porque se acabaran las piedras, del mismo modo un cambio de sociedad no se da porque se acabe con una y se ponga otra nueva, debe ser desde el día a día el cambio de mentalidad de asimilación de conceptos.
Por supuesto que ha calado hondo. La percepción antropológica ha marcado a una generación entera de historiadores que no entendemos la historia como un movimiento de masas homogéneas. Si no como una interrelación cultural que dista mucha de ser homogénea. Además todas las influencias son positivas, hasta la más deleznable, pues de todas aprendes algo, aunque sea alejarte de tal o cual tufo. Lo importante no es lo que sepas sino como interpretas tu conocimiento en función de una estrtuctura ideológica coherente contigo mismo. Ya sabemos que esto queda muy relativista y subjetivista, pero qué no lo es. El propio lenguaje utilizado denota un posicionamiento. A este nivel de detalles se puede profundizar mucho más pero es muy tedioso y aburrido.
No es fácil sacudirse de la influencia que te deja una persona en tu vida, pero que te deje marcado no significa que tengas que ser igual, ni seguir sus pasos. Si se puede combatir desde la propia universidad si ésta no colmara el acceso con ciertas filias políticas. El problema del academicismo es la fuerte impronta que ejerce en ella la Partitocracia en la que vivimos. Todo debe ser controlado por el partido para ejercer una propaganda oficial, esto ocurre con el socialismo, el populismo y los nacionalismos periféricos. Es tan obvio, que hasta que la universidad, al igual que la justicia, o los servicios sociales, los insitutos, los hospitales no se sacudan el poder político no tendremos la posibilidad de encontrarlo en la universidad.
ALB: A tenor del centenario de la CNT y de la celebración de exposiciones y actos conmemorativos por parte de las instituciones (caso de Zaragoza), ¿como contrarrestar la recuperación oficial del anarquismo por parte del mundo académico?
Hablar del anarquismo no es recuperar el anarquismo. Recuperar el anarquismo pasa por llevarlo a la gente y que se difunda. El mayor éxito de la CNT no estuvo en su creación, si no en todo el proceso de decenios previo que produjo su difusión desde asambleas locales o regionales, del día a día, de llevar el anarquismo a las casas, a los talleres, a las escuelas y a los barrios por medio de una acción directa no violenta, pero tan exitosa y directa como el atentado selectivo, tipo Dato, Canalejas... los cuales fueron más consecuencia de otros actos que actos pensados por sí solos. Se contrarresta sustituyendo el pensamiento oficial por un pensamiento autocrítico, que no tienen porqué ser solo anarquista. Simplemente, pues es aquello de lo que más adolecemos en un mundo hiperinformado, con crítica y con autocrítica.
ALB: Sin embargo en otros países, en el mundo académico comienzan a haber anarquistas. Por ejemplo en Brasil hay una cátedra de Anarquismo en alguna universidad. También ha habido profesores anarquistas en algunas universidades, ¿qué pueden aportar estos para el pensamiento anarquista?
Mucho, su aportación en muy importante, Abel Paz, por ejemplo, también en los Países Bajos. Esto ocurre en Brasil en una primavera cultural que estan teniendo al amparo de un hiperdesarrollismo, teniendo bolsas de pobreza muy importantes. Esto quiere decir, que en el Estado español hay un conformismo social e intelectual no solo alarmante si no ciertamente deleznable. En otros países que viven ahora su auge, su edad de oro, que estas ideas se difundan es totalmente natural. Yo creo que en Brasil han sabido alcanzar la cima aquellos que no supieron hacerlo en la España de los ochenta. Esto también pasó en Francia y el resultado es la asimilacióm por parte del sistema de los mecanismos de protesta y sus portavoces, a ver en que acaba esto en Brasil, espero que aprendan. Si algo tiene el anarquismo es que si está asimilado por el estado ya no es anarquismo, es otra cosa, se le podría haber preguntado a Cohen-Benditt o a Angel Pestaña, pero anarquismo no es.
ALB: En la última década el movimiento de la recuperación de la memoria histórica despertó una gran expectación gracias a sus charlas, libros y excavaciones. Este nuevo interés por la historia fue contestado por ese grupo de "sensacionalistas gacetilleros" del que habláis en una de vuestras editoriales. Sin embargo, se les ha respondido bastante ampliamente. De hecho ahora se está dando una nueva vuelta de tuerca con el proyecto Sangre Anarquista, de los compañeros de Vitoria. ¿En qué podríamos basar nuestra réplica y llevarla más allá?
Llevamos mucho tiempo dedicado a esta gentuza que manipula la historia y el problema es que ganan la batalla porque tienen el sistema entero apoyándolos y nosotros, pobres infelices esperamos que el sistema nos ampare y nos de voz en igualdad de condiciones. No, por ahí no van los tiros. Hay que plantear otra cosa, desde la normalidad; centros sociales, donde se den servicios a la comunidad, haciendo labor social y sustituyendo al estado allí donde se le puede hacer frente. Ahora mismo estamos en un momento de escasa efervescencia ideológica por la desidia social. En parte seguimos teniendo estructuras de defensa ideológica muy heredadas de la industrialización. Ahora el modelo social postindustrial rompe con las estructuras sociales, mentales y de relación social que existían, volvemos al personalismo decimonónico español, donde la relación con el jefe es de vital importancia, caer en gracia, es más importante que hacer bien tu tarea...
Debemos cambiar el chip y empezar a actuar más allá de encuentros y conciertos y actuar como se hizo en el siglo XIX y primer tercio del XX, en la calle con personas y sobre todo en los barrios y en las escuelas, allí se forman las mentes y en la sociedad de ahora se educa para ser un profesional y no para ser un ciudadano. No puedes cambiar su estructura de poder pero sí sustituirla hasta que sea innecesaria y obsoleta.
ALB: Hablando de la Guerra Civil española. El pensamiento liberal dominante parece que ya no esconde la Revolución Social, y de hecho le ha dedicado más de un estudio. Pero como siempre, lo ha hecho para desprestigiar a los logros anarquistas y ponerlos fuera de la realidad. Por nuestro bando tenemos una “historiografía anarquista” que va analizando la historia desde un punto de vista anarquista. ¿Qué forma de análisis utiliza un anarquista para leer la historia?
El ser humano como objeto central del estudio, desde sus sentimientos y pensamientos (a veces te empuja el odio y no una ideología, o tal ideología te camufla un odio) es el primer pilar de la historiografía. No hay historia económica si no hay consecuencias sociales. Acabar con los compartimentos estancos de la historia. Desde la objetividad, los datos están ahí favorezca a quien favorezca y perjudique a quien perjudique. Por último, desde la interdispilinariedad, servirse de la antropología, filosofía, economía... Por último tratando de evitar el localismo extremo. Vamos planteando distintos métodos de análisis histriográfico anarquista, pero no hay una hoja de ruta, es una interpretación que deja al individuo libertad de ideas, con valores comunes, pero con libertad individual. Así lo hacemos en nuestra revista.
ALB: Con esto enlazamos con la antropología. En las últimas décadas la antropología y el anarquismo han convergido de alguna manera en el campo de la antropología social. ¿Creéis que si se sistematizan los análisis históricos desde un punto de vista anarquista se puede llegar a tener una influencia más allá del movimiento libertario?
Sí, sin duda. El objetivo es llegar a cualquier lector. Tenemos experiencias de personas ajenas al anarquismo que han dado una opinión muy positiva de la revista como algo refrescante para su intelecto. Pero nos da miedo la sistematización, porque encorseta al investigador. En eso debemos poner especial interés. Se pueden tener líneas de interpretación, que hay que discutir y después desarrollar, pero la base es la discusión y desarrollo no el sistema de trabajo e interpretación en si.
ALB: ¿Estáis en contacto con historiadores anarquistas de otros ámbitos? ¿Sois un grupo abierto?
Sí, conocemos otros historiadores anarquistas, pero no muy conocidos, aunque mentes lúcidas y muy despiertas. En este sentido hemos tenido personas que se han ofrecido para trabajar en nuestro proyecto y a las que acogemos, pero en el equipo de redacción no podemos incluir a más personas. La razón es sencilla, ya cinco somos muchos para ponernos de acuerdo en muchos aspectos por lo que incluir a más gente es complicado. No rechazamos colaboraciones, pero el espacio de impresión es limitado y puede que sea una futura salida la inclusión de colaboraciones en el blog, al que queremos dar, con la dedicación necesaria, un aspecto de archivo digitalizado para poder tratar toda la temática que vayamos tocando y otras nuevas que se propongan, pero en la revista si encontramos algo interesante y se aprueba en la asamblea, no rechazamos nada de primeras, pero tampoco aseguramos nada. Nos gustaría dar más voz, pero es un proyecto incipiente y novedoso y debemos asentarlo para después plantearnos otras cuesiones.
ALB: Palabras finales
Queremos agradeceros profundamente la charla digital que hemos tenido y el interés más que palpable que habéis mostrado hacia nosotrxs y nuestro proyecto. Salud y Anarkia.
Blog de la revista: http://revistacontrahistoria.blogspot.com/
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Qué grande, Moli. He leído un par de artículos y me está encantando, sobre todo porque los artículos son serios y divulgativos. El del nazismo es genial.
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