Del pasado 17 al 23 de abril se realizó una semana de acción contra Vivotecnia con acciones descentralizadas en diferentes localidades. Tras un llamamiento general realizado durante los días previos que animaba a visibilizar el rechazo a Vivotecnia y a la experimentación animal, la participación se extendió de distintas formas, a través de acciones como pintadas, pegadas de carteles, campañas de llamadas y correos electrónicos a la propia Vivotecnia y a aquellos organismos y empresas que han establecido contratos con ella, una charla, etc. Desde el propio movimiento antiespecista se animaba a poner en práctica diferentes estrategias, primando la creatividad, para romper el cerco mediático y social que contribuye a la invisibilidad e impunidad de dichas prácticas sobre los animales. También en Barcelona tuvo lugar una manifestación por el centro de la ciudad.
Esta semana de acción se encuadró en un mes de abril en el que se cumplía el segundo aniversario de la publicación de las fotos, que obtuvo Carlota Saorsa, de los experimentos en la empresa Vivotecnia que mostraron la realidad de la experimentación animal. Para el mismo 1 de abril, la Asamblea Antiespecista de Madrid organizó una concentración a las puertas de las instalaciones de la empresa para recordar que, pese a la indignación generalizada de los primeros días y las promesas de acción por parte de las instituciones, dos años después, los animales siguen dentro y los laboratorios funcionando. Durante la tarde del 1 de abril, decenas de personas se concentraron a las puertas del edificio situado en Tres Cantos entre gritos por la liberación animal, para agradecer a las militantes que ponen su cuerpo, su voz y su libertad, para luchar contra los actos de crueldad sobre las animales, y, también, para denunciar que lo que ocurre entre las paredes de Vivotecnia no es un caso aislado, es una práctica sistémica que tiene lugar en cientos de laboratorios por todo el mundo.
En esta tarde de lucha, tuvo lugar otro hecho relevante y algo diferente que rompía con las dinámicas propias de los círculos militantes. Tras la protesta, se organizó una actividad de encuentro y reflexión en el CSO La Animosa, en el barrio de Hortaleza (Madrid).
Suele ser habitual que, tras una manifestación, cada una continúe con su rutina de vida, pero, más de una vez, uno se va de la convocatoria con toda una serie de preguntas rondando por la cabeza. Qué más se puede hacer, cómo ser partícipe, de una forma u otra, de dicha lucha más allá de acudir a la mani, cómo extender las prácticas de lucha a diferentes sectores de la sociedad, etc. Por ello, desde la Asamblea Antiespecista decidieron crear un espacio para, de forma colectiva, compartir dichas dudas y reflexiones, con el objetivo final de reforzar los vínculos y dinámicas de lucha. Crear un espacio donde poder juntarse, donde ponerse cara y nombre, posibilitando la comunicación para romper la separación entre tanto los propios colectivos como entre individualidades, es un elemento imprescindible para fortalecer la lucha que pocas veces tiene lugar. La actividad se basó en cuatro mesas de debate, con una serie de preguntas abiertas, que esperamos sirva como ejemplo para otros colectivos del espectro antiautoritario.
Para terminar el fin de semana, el domingo, la Campaña contra Vivotecnia participó también en un coloquio internacional contra la vivisección, con grupos de otros países como EEUU, Canadá o Italia, organizado por Camp Beagle UK.
Otro elemento de interés en la convocatoria de la manifestación que evidencia el trabajo colectivo previo que, muy a nuestro pesar, muchas veces no tiene lugar por las aceleradas dinámicas de la práctica militante que, en ocasiones, no establece unos ritmos propios de trabajo sino que se deja arrastrar por la inercia del momento, es el hecho de reflexionar y elaborar un protocolo antes de que tenga lugar la propia convocatoria. En él, entre otras cosas, se apostaba por crear espacios seguros y respetuosos para todas, dejando claro que esto no puede tener lugar si acuden grupos con vínculos con organizaciones y personajes fascistas y racistas. Por otro lado, se pedía a los partidos dejar a un lado el proselitismo de su organización para centrar la acción en el objetivo real compartido, la denuncia de la crueldad de la experimentación animal.
Esperemos que este mes de abril repleto de acciones haya tenido su impacto en la compañía y en la visibilización social de lo que implica realmente la experimentación animal, una práctica llena de crueldad y dolor que no pueden ser mitigados con protocolos o buenas prácticas, pues la experimentación animal es tortura y asesinato. Para estar atentas de lo que ocurre en esta campaña, podéis seguir los perfiles de la Asamblea Antiespecista de Madrid en redes y también seguir los hashtags #CerremosVivotecnia y #CerremosVivotecniaPorLosAnimales. La lucha continúa hasta que toda jaula quede vacía.
Extraído de https://www.todoporhacer.org
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