Cuando la multitud hoy muda, resuene como océano.

Louise Michel. 1871

¿Quién eres tú, muchacha sugestiva como el misterio y salvaje como el instinto?

Soy la anarquía


Émile Armand

jueves, enero 24

Bello como una prisión en llamas

Julius Van Daal

Bello como una prisión en llamas narra un episodio de la historia de Inglaterra mal conocido en ese país y completamente desconocido por estos lares: la primera gran insurrección proletaria de la era industrial.
A comienzos de junio de 1780, la aprobación de una ley considerada «papista» desencadenó un monumental motín que, sin jefes ni doctrinas, y abundantemente regado con ginebra y otras bebidas etílicas, desembocó en una gran fiesta popular a lo largo y ancho de la que entonces era la ciudad más grande de Europa: Londres.
Al grito de «¡No a la esclavitud!» se quemaron las casas de los políticos, se socializaron las destilerías, se destruyeron los símbolos de la opresión y se incendiaron las prisiones, no sin antes poner en libertad a los pobres (sus moradores habituales).
Esta breve narración viene a mitigar el desconocimiento, la ocultación y la deformación de estas jornadas, que por olvidadas nos resultan aún más memorables.
[…] De la noche, de los slums de Whitechapel o de Southwark, de los tugurios y albergues, de los talleres y los puertos, de los burdeles y las tabernas, surgen decenas de millares de pobres insomnes y sin futuro. Se burlan del papa y del rey, de los tories y de los whigs, de los ritos y de las rentas, del arte de gobernar y del de administrar. Quieren cortarle la lengua a los sermoneadores o devorar la mano que les arroja las migajas de la expansión mercantil, suprimir las leyes y la autoridad para que todo sea de todos y ver arder los presidios en una ciudad abandonada por los ricachones y los peces gordos. Ansían apasionadamente el fin del orden existente. Arden en deseos de realizar el viejo sueño de Cucaña de las grandes insurrecciones londinenses: ver por fin echar clarete a las fuentes públicas. […]
Julius Van Daal nació en París durante la guerra de Argelia. La mayor parte de su existencia ha transcurrido de arrabal en extrarradio, y así sigue. Tras desertar precozmente de la escuela, probó varios meses de salariado, lo que le decidió a evitarlo y a criticarlo en actos. Estuvo entre los redactores del desplegable À bas le prolétariat, vive le communisme, y de los periódicos L’Exagéré y Mordicus antes de participar, en 1993, en la fundación del colectivo editorial L’insomniaque, que sigue animando en 2012. Entre sus traducciones se encuentran Boxcar Bertha, de Ben Reitman, y Utopies pirates, de Peter Lamborn Wilson. También es autor de un libro ilustrado sobre la revolución española, Le rêve en armes.

Pepitas de calabaza ed., Logroño 2012
120 págs. Rústica 17x12 cm
ISBN 9788494029646

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