“El Estado es el monopolio de la violencia en un determinado territorio”, esto no lo dijo ningún revolucionario anarquista, sino Max Weber, uno de los padres de la sociología. Conviene recordarlo a menudo cuando tantos demagogos se rasgan las vestiduras nombrando la violencia, así en genérico, la violencia de los radicales, de forma más concreta. Esta semana, los medios generalistas se han inundado de imágenes de radicales violentos, en la manifestaciones por la libertad del rapero Pablo Hazél, imágenes en las que se destroza mobiliario urbano y comercios.
Claro que, lo que no va a aparecer son las tremendas cargas policiales, según algunas fuentes antes de que hubiera violencia alguna por parte de los manifestantes. Violencia policial excesiva, que no es algo puntual, sino que es habitual sobre todo en las protestas y parece claro que más en unas que en otras.
Los policías, como he dicho, más borricos o menos, cumplen órdenes y lo que está claro es que cuando reparten leña no ven ni a su padre, lo que he visto en vivo y en directo, he visto como pegaban a personas de cualquier edad que simplemente pasaban por allí.
¿Qué son unos cuantos contenedores quemados en comparación con los millones de vidas sacrificadas en aras del capital?
ResponderEliminarLa hipocresía de los medios de incomunicación es criminal: se pueden arrojar toneladas de bombas sobre poblaciones indefensas, pero el crimen es quemar unos cuantos cubos de basura. Es la obscena propaganda del crimen organizado.