«La medicina ha hecho tantos progresos que ya nadie tiene buena salud» Aldous Huxley
La declaración por parte de aquellos que gestionan y administran nuestras vidas de la “emergencia sanitaria” provocada por el Covid19 el pasado mes de marzo ha dado lugar a la aplicación de diversos proyectos de ingeniería social, el mundo entero ha sido convertido en un inmenso laboratorio donde probar todas las “armas” en la guerra contra el virus. La tecnocracia sanitaria a nivel mundial ha convertido nuestros cuerpos en patógenos, es decir, nuestros cuerpos son convertidos en “peligros” capaces de transmitir el virus, capaces de matar..esta idea transmitida hasta la saciedad por todos los medios de nuestra tecnificada sociedad a calado hondo en el imaginario social, haciéndonos desconfiar del vecino, del amigo, del familiar etc..es decir, de la comunidad, para desposeernos de la poca comunidad que nos quedaba sustituida ahora como el resto de las cosas por relaciones virtuales, por una comunidad virtual. Que mejor momento para su lógica que regular, que hacer el espacio y el tiempo aún más racionales, nuestros movimientos, nuestras acciones, nuestros pensamientos etc, que imponer un distanciamiento social, que no nos engañemos ya venia golpeándonos fuerte con la extensión de la digitalización a todos los ámbitos de nuestra vida y que como hemos visto ha crecido exponencialmente desde la “emergencia sanitaria”. El transhumanismo está imponiendo su lógica en la sociedad: digitalización y el miedo a los cuerpos, a lo orgánico, a lo no mensurable, a lo salvaje…creando un mundo incorpóreo y digital donde desaparece todo vinculo y somos gobernados por la maquina algorítmica.
LA TARJETA SANITARIA DE MADR.I.P.
Ayer, lunes 14 de Diciembre, tomaba forma uno de estos proyectos de ingenieria social impuestos con la excusa de la “emergencia sanitaria”, la llamada Tarjeta Sanitaria Virtual (TSV) creada por la Comunidad Madrid en Junio de este año incorporará las pruebas diagnósticas relacionadas con el coronavirus, desde las PCR hasta los test de antigenos y seroprevalencia realizados los mismos tanto en la red pública como en los laboratorios privados, así como información de como actuar en caso de un resultado negativo o positivo.
La creación de esta función en la Tarjeta sanitaria significará la selección de personas en función de su estado de salud.. ¿eugenesia sanitaria? Higienismo sanitario?..suena fuerte? ..no hace tanto tiempo que los nazis marcaban a los que consideraban inferiores en función a sus patrones ahora la dictadura tecno sanitaria marca a los enfermos….en diferentes estados del mundo existen otros tipos de documentos necesarios para una vida social como, por ejemplo, el de antecedentes que te permite encontrar o ser rechazado en un trabajo en función de los datos de este documento, en algunos estados de los EEE.UU. las leyes son tan rígidas que es demasiado fácil poseer antecedentes que durante años,o toda la vida, condicionarán tú vida. La TSV supone la posibilidad de ofrecer tus datos sanitarios a un tercero. Quien posea la tarjeta puede mostrar esos resultados a un tercero, si lo considerase necesario, incluyendo un código QR que le dirigirá a una página de verificación donde el Servicio Madrileño de Salud validará que esa información es correcta. Estos terceros se pueden convertir en cualquier persona desde el departamento de recursos humanos de cualquier empresa que te hace una entrevista de trabajo, al portero de un evento deportivo, la vigilante encargada controlar la entrada a un concierto..o quizás el día de mañana el revisor del metro, o la guardia de un supermercado, es decir, nuestros datos más personales e íntimos estarán en manos de cualquiera, la sociedad de la vigilancia se extiende a grandes pasos en el ámbito de la salud. Seremos seleccionados por nuestro estado de salud, bienvenidas a la nueva dictadura tecno sanitaria, que la TSA incluya datos sobre si tenemos o hemos tenido el Covid19 abre el camino a que el dia de mañana los datos de cualquier otra enfermedad que en base a sus patrones consideren peligrosa sean igualmente expuestos en la Tarjeta Sanitaria, incluso abre el camino a que cualquier enfermedad que tengamos o hayamos tenido quede en manos de terceros, sin ir más lejos hoy todo esta información ya está en manos del Sistema de Sanidad Publico que quiza el dia de mañana venda nuestros datos a Google o cualquier empresa interesada en la industria médica/farmacéutica. La selección en base a nuestros datos sanitarios sea cada vez mayor, igualmente abre la posibilidad de usar estos métodos y extenderlos a otros ámbitos que no sean exclusivamente sanitarios..Obviamente esto condicionará nuestras vidas, nuestro comportamiento, nuestra forma de ver el mundo, ya que procuraremos regular nuestra vida con la intención de no “contagiarnos” de no ser señalados en función de nuestra salud y de poder llevar a cabo diferentes actividades sociales. No paran de repetirnos que estos datos serán anónimos con el fin de que la utilizemos o nos pleguemos a sus impertivos, sin embargo la TSv que llevaremos en nuestros moviles inteligentes, al igual que el resto de los llamados objetos inteligentes no tienen nada de anónimo, cada paso que damos en el mundo virtual queda registrado, analizado y datificado. Y parafreseando al poeta alemán nuestros aparatos inteligentes tienen nombre y dirección, y es la nuestra. Los grandes compañías farmacéuticas y tecnológicas (Google, Amazon , Microsoft etc. y están invirtiendo ingentes cantidades de dinero en farmacéuticas) están mas que interesadas en los datos de nuestros cuerpos, la biometrización de los cuerpos es una nueva fuente con la cul maximizar beneficios. Por lo tanto será de esperar que nuestros datos personales e íntimos registrados en la TSA tarde o temprano acaben en manos de terceros que harán negocios con ellos, una vez mas seremos convertidos en simple mercancía, en unos números de los cuales obtener los máximos beneficios. La mercantilización de nuestros cuerpos se esta convirtiendo en un gran negocio para el capitalismo tecno científico las posibilidades que ofrecen la biología sintética, las terapias geneticas, las tecnologías reproductivas, la industria de la clonación etc.. suponen la artificilización y fragmentación de las diferentes partes de nuestro cuerpo convertidas en objetos que pueden ser diseñados, fabricados, comprados y vendidos.
Por ello debemos negarnos a su mundo inteligente, que modela nuestras vidas, que pretende adaptarnos al mundo máquina convirtiéndonos en simples autómatas. Negarnos a ser convertidos en simples numeros que quepan en sus racionales cálculos, negarnos a dar nuestros datos y que sean usados para rediseñar nuestras vidas. Por la anarquía. Muerte al progreso.
Contra toda nocividad, Diciembre 2020
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