Feliz el hombre
que de ser hombre abdica
y cambia de respiración,
recibe otro aliento
desde su alma ignota,
no escucha ya las voces
del miedo y la mentira,
ni la necia y feroz
palabrería de la muerte.
Un poema de Manuel Lombardo Duro perteneciente a Las voces indomables (Piedra Papel Libros, 2017). Publicado también en el número 1 de La Tormenta (Calumnia Editorial y Piedra Papel Libros, 2017).
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