Cuando la multitud hoy muda, resuene como océano.

Louise Michel. 1871

¿Quién eres tú, muchacha sugestiva como el misterio y salvaje como el instinto?

Soy la anarquía


Émile Armand

viernes, enero 20

El precio del progreso

 

 

«Nuestra fe en el dogma del progreso como algo inevitable es tan fuerte, que ha sido capaz de sobrevivir a dos guerras mundiales, y continúa floreciendo a pesar del totalitarismo y el renacimiento de la esclavitud, los campos de concentración, los bombardeos atómicos. El progreso de la ciencia es uno de los factores determinantes implicados en el paulatino declive de la libertad, así como en la centralización del poder, que han tenido lugar durante el siglo veinte». 

«El ser humano es ahora víctima de su propia tecnología», afirmó Aldous Huxley en una entrevista a la BBC en 1961, dos años antes de morir. Célebre por su novela distópica Un mundo feliz, Huxley fue también un lúcido crítico de la civilización industrial. Desde el comienzo de su carrera de escritor, se mostró preocupado por la relación entre el progreso científico y la sociedad humana.

Los ensayos reunidos en El precio del progreso, escritos entre 1946 y 1962, muestran cómo Huxley puso por delante de cualquier otro factor para el cambio, la necesidad de cuestionar el dogma del progreso científico y tecnológico. Supo desvelar el peligro inherente a la transformación social en Occidente si dicha transformación, independientemente de su naturaleza política, no tenía en cuenta en qué medida la industrialización y la tecnología suponían amenazas patentes para la emancipación total de las comunidades humanas.

Aldous Huxley (1894-1963), escritor británico autor de innumerables novelas como Contrapunto, Ciego en Gaza, El tiempo debe detenerse, Mono y esencia o La isla, aunque sin duda la más célebre de todas ellas es la distopía Un mundo feliz, publicada en 1932, donde se describe una sociedad futura donde los individuos son separados en castas y se les induce una felicidad artificial mediante la tecnología y el soma. En sus libros de no ficción practicó temas tan variados como el misticismo, la literatura de viajes, las religiones orientales, la experimentación con las drogas, el papel de los intelectuales o los peligros del progreso tecnológico y científico. El precio del progreso reúne cuatro ensayos escritos entre 1946 y 1962.

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