miércoles, junio 24
Manifiesto contra el trabajo
"¡El que no trabaje, no come! Esta cínica fórmula todavía es válida, y
hoy en día incluso más, porque se vuelve irremisiblemente obsoleta. Es
absurdo: la sociedad nunca ha sido tan sociedad del trabajo como en un
momento en que el trabajo se está haciendo innecesario. Es precisamente
en el momento de su muerte cuando el trabajo se revela como un poder
totalitario que no admite otro dios a su lado. Determina el pensar y el
actuar hasta en los poros de la cotidianidad y la psique. No se ahorran
esfuerzos para prolongar artificialmente la vida del ídolo trabajo. El
grito paranoico de «empleo» justifica que se fuerce incluso la
destrucción, hace tiempo conocida, de los fundamentos de la naturaleza.
Cuando se abre la perspectiva de un par de miserables «puestos de
trabajo», se permite dejar de lado acríticamente los últimos obstáculos a
la comercialización total de todas las relaciones sociales. Y se ha
convertido en un acto de fe comúnmente exigido la idea de que es mejor
tener «cualquier» trabajo que ninguno".
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