Cuando la multitud hoy muda, resuene como océano.

Louise Michel. 1871

¿Quién eres tú, muchacha sugestiva como el misterio y salvaje como el instinto?

Soy la anarquía


Émile Armand

viernes, abril 12

14 de abril: LA REPÚBLICA DEL MÁUSER

Un año más la izquierda procapitalista, y una parte cada vez mayor de la derecha y la extrema derecha, aprovechan el 14 de abril para “vender” las maravillas, dones y milagros que nos traerá un régimen republicano, burgués y estatal por supuesto, en el cual la banca, el gran capital, el ejército, la pedantocracia, los poderes mediáticos y, cómo no, los partidos políticos, tendrían todo el poder, mientras que el pueblo/pueblos no tendría ninguno poder real.
       
Dicen que la forma republicana de dictadura y dominación es una “democracia”…, pero bajo el régimen parlamentario y partitocrático no puede haberla, porque todas las decisiones las toman los partidos, la banca, el parlamento, el ejército y las multinacionales. ¿Existe hoy democracia en Francia?, ¿en Portugal?, ¿en Italia?, ¿en Irlanda?, ¿en Grecia?
       
Esos países soportan una dictadura de las elites políticas y económicas que adopta la forma de república. Todos son capitalistas y padecen una crisis igual o peor que la nuestra. En todos el pueblo/pueblos es expoliado, vejado, humillado y nulificado.
       
Por tanto, ni monarquía ni república burguesa, revolución integral y gobierno por asambleas.
       
Empero, sea cual sea el ideal político de cada quien lo que no es de recibo, en lo intelectual y en lo moral, es el engaño. Porque, ¿es posible llamar “democracia” a la II república española del 14 de abril de 1931? No, puesto que fue tan represiva y policiaca que realizó constantes matanzas de obreros, campesinos, mujeres, etc.
       
Las clases modestas salían a la calle y allí estaba la guardia civil (o la guardia de asalto, republicana al ciento por ciento y autora de algunas de las más terribles carnicerías, la de Casas Viejas en 1933) con su fusil, el máuser. Disparaba y quedaban tendidos en el suelo, muertos, heridos y mutilados, un buen número de personas.
       
Sucedió en Sevilla, Pasaia, Barcelona, Arnedo, La Aguilera, Zalamea de la Serena, Épila, La Puebla de Don Fadrique, Linares, Gijón, Figols, Letur, Cieza, Albalate de Cinca, Rairiz de Veiga, Hermigua, Tallo, Xátiva, Bustillo del Monte, Archidona, Corral de Almaguer, Fabero, Tineo, Palacios de Goda, Castellar de Santiago, Herrera de Pisuerga, Parla, Terrassa, Figueres, Gallarta, Madrid, Puertollano, Casas Viejas y muchas más poblaciones, en el bienio republicano y socialista, 1931-1933. Luego la II república realizó la represión de la insurrección asturiana -trayendo tropas musulmanas mercenarias de Marruecos- con cientos de muertos. A continuación, el gobierno de Frente Popular, una coalición entre los republicanos burgueses y la izquierda procapitalista, perpetró la quizá peor de todas las carnicerías que tuvieron lugar bajo la bandera tricolor, roja-amarilla-morada, la de Yeste (Albacete) en mayo de 1936, no siendo, ni mucho menos, la única de ese periodo.
       
Si la república del Frente Popular fue “popular”, ¿cómo explicar la épica huelga general que hicieron los trabajadores de la construcción en Madrid, desde el 1 de junio de 1936 al 19 de julio? Eran 85.000, con el apoyo de toda la clase obrera, que resistieron a la represión republicana e hicieron retroceder a la patronal.
       
Todo eso manifiesta que la del 14 de abril fue la república del capital, el ejército, la guardia civil, los terratenientes, el colonialismo y racismo en Marruecos, el patriarcado más refinado, y sobre todo la república del terror, con 2 muertos y media docena de heridos por bala a diario. Fue LA REPÚBLICA DEL MÁUSER.
       
Quienes ahora desean cambiar la monarquía por la III república y modificar las formas políticas y la bandera para que todo siga igual y la revolución no avance deberían, al menos, ser honrados y decir la verdad sobre la II república, ese régimen de la sangre, las torturas y otras formas cotidianas de violencia institucional.
       
Por ejemplo, Julio Anguita es republicano (burgués) y se las da de “ético”. Bien, necesitamos de la ética a fin de crear una sociedad moral, que para serlo ha de ser una sociedad contra el capitalismo, siempre inmoral, y no a favor de él como preconiza Anguita. Pero si sus intenciones son honradas, ¿por qué no dice la verdad sobre la II república?, ¿por qué oculta que fue una máquina de matar, que fue LA REPÚBLICA DEL MÁUSER?
       
Si Julio u otros lo ocultan o niegan hagamos un gran debate público, ¿se atreverá el republicanismo burgués y estatolátrico a debatir con los datos encima de la mesa? Probablemente no porque perderían y porque su mundo es el de la mentira y la demagogia, pero debemos intentarlo.
       
Sea cual sea la posición de cada cual ante la política actual hay que poner fin al mito ultra-reaccionario de la II república, a la miserable charanga ultramontana y chabacana, la nueva España negra que cada 14 de abril saca a la calle la bandera tricolor, que sirvió para asesinar a miles de personas. La verdad emancipa, y pocas verdades nos son ahora tan necesarias como las referidas a nuestro pasado. Porque verdad y revolución son uno y lo mismo.
       
Por tanto: exijamos un debate abierto, público, popular y de masas. Reivindiquemos una gran controversia con fundamento sobre qué fue la II república. Cuando una parte cada vez mayor del gran capital y del aparato estatal español están planeando sustituir la monarquía borbónica por la III república, eso es imprescindible.
       
No aceptemos que los políticos profesionales nos dominen con la mentira. La verdad ha de estar por encima de todo, y muy por delante de la política. 


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