domingo, noviembre 3

Comprendimos muy tarde que el clima es un ser vivo


 

Comprendimos muy tarde que el clima es un ser vivo

y no líneas y cifras sobre un mapa.

Que la abeja era un ser complejo y caro

y en sus alas bailaba nuestra suerte.



Amamos la inmortalidad más que a la vida

y conseguimos dejar un legado

una firma indeleble, una herencia.

Nos tendrá en su memoria todo inocente

o animal que tachamos de la lista.



En un pasado puro reside el misterio:

cómo era ser Emily Dickinson

cantar al árbol sin ser su verdugo

guardar el apocalipsis en un libro.

Dejar intacto el mundo detrás.





Ana Pérez Cañamares. En: Se agota el tiempo: rebelión poética por el clima. Ed. La Vorágine / Voces del Extremo. 2024

No hay comentarios:

Publicar un comentario