José A. Miranda
Introducción de Miguel Amorós
La humanidad está hecha de tiempo, o sea, de historia, y eso es algo que
siempre inquietó a las sociedades humanas, que se esforzaron en
ignorarla, negando el tiempo concreto de diversas maneras. Para Mircea
Eliade, el menosprecio de la historia y del tiempo profano de la
sociedad tradicional obedecía a «cierta valoración metafísica de la
existencia humana» muy distinta a la del pensamiento historicista
burgués, la conciencia abstracta de un tiempo solo superficialmente
humanizado. Con el dominio de la burguesía, el tiempo se puso, por así
decir, en movimiento y pasó a significar el devenir irreversible de los
acontecimientos, no la constante repetición de lo mismo. [...] El tiempo
es oro, dice el refrán. Pero el tiempo del mercader no solo ha sido el
tiempo de la producción económica, sino el de la maquinaria que la hizo
posible.
La Neurosis o Las Barricadas Ed., Colección Lmentales nº5. Madrid 2016
68 págs.
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